INVESTIGACIONES EN CIENCIAS JURÍDICAS: DESAFÍOS ACTUALES DEL DERECHO

INVESTIGACIONES EN CIENCIAS JURÍDICAS: DESAFÍOS ACTUALES DEL DERECHO

Ángel Valencia Sáiz (Coord.)

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El conocimiento sobre el sistema penal como factor que reduce las actitudes punitivas

Deborah García Magna
Patricia García Leiva
Universidad de Málaga

INTRODUCCIÓN
En un contexto social en el que los ciudadanos se refieren a la inseguridad (en un sentido amplio 1), y la desconfianza en el poder político y en la justicia, entre otros, como problemas que les afectan de manera directa o indirecta2 , el legislador suele justificar sus reformas y contrarreformas penales aludiendo a la alarma social que causan determinados sucesos delictivos o situaciones que, a veces, son fruto del mal funcionamiento del sistema3 . Un análisis detenido de algunas de las reformas que se han producido inmediatamente después de sucesos dramáticos, parece apuntar a que el legislador suele adoptar medidas que causan en la ciudadanía la impresión de que se está actuando con contundencia ante los problemas, aunque ello no sea necesariamente así, pues no siempre la mejor solución resulta ser la más punitiva4 . Se crea así un círculo vicioso que sustenta este tipo de decisiones de política criminal: los medios de comunicación se hacen eco de la comisión de algún delito grave y explotan los réditos de esta clase de noticias, apoyados con frecuencia por grupos de presión (víctimas, feministas, sindicatos policiales, etc.); la ciudadanía lee, escucha y mira, creándose una opinión a menudo sin contar con la información suficiente; y quien ha de adoptar las medidas de políticas públicas, decide en la mayoría de los casos endurecer el sistema, aunque ello contradiga la opinión de los expertos (Díez Ripollés, 2013). 

Palabras clave: actitudes punitivas, prisión, reinserción social y variables cognitivas

En la doctrina ya se ha cuestionado de manera reiterada que la opinión pública realmente se encuentre alarmada a causa de la delincuencia o que demande una mayor severidad del castigo (Varona, 2008; Aizpurúa & Fernández, 2011). Sobre todo en un Estado como el español, donde las tasas de delincuencia son bajas y tienden a seguir bajando5 , y donde la sensación de inseguridad ciudadana también se encuentra por debajo de la media europea6 , resulta contradictorio que nuestros legisladores se empeñen en seguir ampliando los tipos penales, endureciendo las penas y haciendo un uso abusivo de la pena de prisión, máxime cuando estamos ya a la cabeza en número de reclusos por cada 100.000 habitantes en Europa, habiendo superado ya a Reino Unido que, tradicionalmente, ocupaba este poco honroso primer puesto7 . Podría pensarse que es precisamente por tener a tantos delincuentes en prisión, gracias a la severidad de nuestro Código penal, por lo que nuestras tasas de delincuencia han bajado y los ciudadanos nos sentimos más seguros. Sin embargo, este sería un análisis apresurado y poco riguroso. Al margen de que no existe una relación directa entre tasas penitenciarias y delincuencia (Larrauri, 2009), la realidad penitenciaria española demuestra que nuestros reclusos permanecen mucho tiempo en prisión (fruto de la severidad de las penas, el riguroso sistema de cumplimiento incorporado con el Código penal de 1995, y la escasa concesión de libertades condicionales en la práctica 8), pero que no hay una tasa de nuevos ingresos alta (algo lógico al tener unas tasas de delincuencia bajas). Es decir, no es que entren muchos delincuentes en prisión, sino que los que ingresan tardan mucho tiempo en salir, “taponando” el sistema penitenciario.

Ante un panorama como el descrito brevemente, resulta entonces extraño que nuestros legisladores insistan en usar el Derecho penal, reformando una y otra vez el Código penal, la mayoría de las veces para endurecerlo. Se menciona como argumento, como ya se ha dicho antes, que los ciudadanos están preocupados y demandan esa dureza del sistema. Pero si, como ya se ha apuntado, la inseguridad ciudadana no representa un problema especialmente grave para los españoles, ¿de dónde extrae el legislador esa conclusión? ¿Por qué piensa que los ciudadanos están alarmados?

Aun cuando se pueda cuestionar que lo que se pretende al endurecer el Código penal es atender a una supuesta demanda social, es cierto que para averiguar qué quieren los ciudadanos la manera de preguntar influye notablemente en la respuesta que se obtiene. Así, los cuestionarios suelen dar resultados menos meditados y más viscerales que otros métodos de aproximación y estudio de las opiniones sobre el castigo. En la literatura anglosajona (Maruna et al., 2004; Hutton, 2005; Green, 2006; Allen, 2008) se ha podido comprobar cómo los ciudadanos suelen moderar sus actitudes punitivas frente al delito y los delincuentes cuando se les proporciona información adicional más allá de la que obtienen de manera directa (de sus experiencias personales) o indirecta (a través de los medios de comunicación). Las encuestas deliberativas, en las que se informa al sujeto encuestado de detalles sobre el sujeto infractor, las circunstancias en las que ha cometido el delito, las consecuencias que la ley prevé para esa clase de hechos, etc., suelen recoger unos resultados menos punitivos. Partiendo de esta base teórica y empírica, nos hemos propuesto valorar hasta qué punto las opiniones y percepción sobre el sistema penal pueden variar en función del conocimiento que el sujeto tenga. En concreto, el presente estudio pretende analizar los posibles cambios en la actitud punitiva de los estudiantes de Derecho penal de la Universidad de Málaga tras la experiencia de la visita a un centro penitenciario, actividad que forma parte de su proceso de aprendizaje, al estar integrada en la programación docente de la asignatura.

El interés en estudiar precisamente esta faceta del sistema penal se encuentra en una encuesta de satisfacción con las metodologías docentes que se pasó a los estudiantes de Derecho penal hace algunos años, con la intención de obtener retroalimentación sobre las actividades que se organizaban en el contexto de la asignatura (García Magna & Becerra Muñoz, 2012). Además de preguntarles sobre aspectos organizativos de la visita a prisión que realizaron, también se incluyeron algunas preguntas que pretendían recoger su opinión sobre la institución penitenciaria en sí misma y la función que representa en el sistema penal. Los resultados preliminares parecieron mostrar una actitud especialmente punitiva y contraria a la reinserción social. Dichos resultados fueron interpretados con cautela, ya que la encuesta no había sido diseñada para analizar la actitud punitiva de los estudiantes, mencionándose este aspecto tan sólo de manera tangencial. Sin embargo, dado que otros autores han recogido datos similares que podrían apuntar a una actitud más severa frente a la delincuencia en aquellos sujetos que han visitado previamente un centro penitenciario (Varona, 2008), nos propusimos indagar en este aspecto y diseñar una nueva investigación centrada en estudiarlo. Por ello se realizó la presente investigación con el objetivo de analizar qué efecto tiene el conocimiento de la prisión sobre la actitud punitiva de los estudiantes, siendo la hipótesis de partida que la adquisición de conocimiento sobre el sistema penitenciario disminuirá la actitud punitiva de los participantes. Los datos que aquí se presentan son una pequeña selección de una investigación más amplia.

MÉTODO

Participantes
Han particiapdo un total de 36 estudiantes de Derecho penal I. Estos sujetos asisten regularmente a clase y son los que tienen mejor calificación en la asignatura, por tanto, son los que más conocimiento sobre el sistema penal poseen. Estos 36 participantes representan la submuestra de los que han realizado la visita a prisión (80 alumnos en total) y que ha cumplimentado la medida pre y post del cuestionario. La edad media es de 23.4 años, oscilando entre los 19 y los 55 años, y han participado un mayor porcentaje de hombres (55%) que de mujeres (44%).

Instrumento
Se trata de un cuestionario construído específicamente para el estudio con 35 preguntas con distinto formato de repuesta (likert, dicotómicas y categóricas). Mediante los 35 ítems se mide: la valoración de la delincuencia en España, las variables cognitivas de la actitud punitiva (el conocimiento sobre el sistema penal y las fuentes de dicho concocimiento, valoración de las penas impuestas, etc), variables emocionales de la actitud punitiva (visión de la delincuencia, apoyo a la resocialización, etc), variables personales que influyen en la actitud punitiva (barrio de residencia y haber sido víctima de delito), así como las variables sociodemográficas habituales.

Procedimiento

La visita fue realizada por 80 estudiantes en subgrupos de 20, siendo el itinerario y la información recibida similar para todos. Se realiza un primer pase del cuestionario en el mes de marzo y tras la visita a prisión se realiza la segunda medición, transcurriendo tres meses entre la medición pre y post (marzo y junio). Todos los alumnos han participado voluntariamente y en todo momento se les ha garantizado el anonimato. El cuestionario fue cumplimentado indivualmente por los alumnos a través de la plataforma virtual de la asignatura.

RESULTADOS

Los participantes poseen una ideología de centro derecha (media de 5.5, donde 1 es extrema izquierda y 10 extrema derecha) y en su gran mayoría no han sido víctimas de delitos en los últimos 6 meses (No=89.9%, Sí=11.1%). En cuanto al lugar de residencia el 75.0% vive en un zona tranquila, el 16.2% en un barrio de paso y el 8.0% en una zona conflictiva.

Los datos sobre el conocimiento previo de la prisión en una escala del 1 al 4 muestran una media de 1.97 (DT = .06), siendo los reportajes periodísticos y el cine la principal fuente de información.

Tabla nº1. Fuente de información y conocimiento sobre las prisiones

 

Fuentes

Reportajes periodísticos

Tertulias en radio o tv

Cine

Experiencia de un conocido

Experiencia personal

Total

%

47.2

2.8

33.3

16.7

0.0

100

En cuanto a su posición sobre las condenas más severas (cadena perpetua y pena de muerte) en delitos graves, los datos muestran que tras la visita a prisión más personas son menos punitivas, aunque los resultados únicamente son significativos para el supuesto de la cadena perpetua (Cadena perpetua: McNemar p= 0.008; Pena de muerte: McNemar p= 0.625)

Tabla nº2. Porcentaje de personas que están a favor y en contra de la cadena perpetua y la pena de muerte antes y depués de la visita a prisión

%

Sí cadena perpetua

No cadena perpetua

Sí pena de muerte

No pena de muerte

Antes

44.4

55.5

11.1

80.0

Después

22.2

77.7

5.5

94.4

Por último, en cuanto al lugar de residencia y haber sido vícitima de delito en los últimos seis meses, el 100% de las personas que viven en barrios conflictos, así como el 100% de las personas que han sido víctima de delitos consideran necesario implantar la cadena perpetua y la pena de muerte.

CONCLUSIONES

En un primer análisis se confirman los marcos teóricos existentes y las investigaciones empíricas que muestran que un mayor conocimiento implica una menor actitud punitiva. En este sentido, los estudiantes que han participado en el estudio han mostrado una actitud punitiva menos severa una vez que han tenido ocasión de adquirir conocimiento sobre la vida en prisión y las consecuencias que la imposición de la pena de privación de libertad tienen en los sujetos que la sufren. Los resulados previos muestran que las variables que influyen en este cambio de percepción son de tipo cognitivo (adquirir un mayor conocimiento sobre la prisión, la severidad de las penas y sus condiciones de cumplimiento), siempre y cuando no se posean vivencias personales directas con la delincuencia, como haber sido víctima de delito recientemente o vivir en un barrio conflictivo.

En cualquier caso, teniendo en cuenta que los participantes en el estudio son estudiantes de Derecho penal y que el cuestionario se les pasa a mediados y a finales de curso, será preciso investigar en qué medida ha influido en su opinión sobre el sistema penal el conocimiento adquirido a lo largo del curso como consecuencia del aprendizaje de la asignatura. En este sentido, en futuras investigaciones sería conveniente aislar la influencia que la experiencia de la visita a prisión ha tenido en sus actitudes punitivas, teniendo en cuenta ese otro conocimiento adicional con el que cuentan por ser estudiantes de Derecho penal. Igualmente será relevante analizar la influencia de otro tipo de variabes como la visión sobre la delincuencia y el apoyo a la resocialización.

BIBLIOGRAFÍA

Aizpurúa González , E., y Fernández Molina, E. (2011), “Información, ¿antídoto frente al "populismo punitivo"? Estudio sobre las actitudes hacia el castigo de los menores infractores y el sistema Judicial Juvenil” (2011), en Revista Española de Investigación Criminológica, nº 9/2011. Disponible en: www.criminologia.net/pdf/reic/ano9-2011/a92011art3.pdf (Consultado 30/7/2013).

Allen, R. (2008), “Changing public attitudes to crime and punishment. Building confidence in community penalties”, en Probation Journal, vol. 55, nº4, december 2008. Disponible en: http://prb.sagepub.com/content/55/4/389.full.pdf+html (Consultado 30/7/2013).

Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), (2013, 2012, 2011), “Barómetros de Opinión”. Disponibles en: http://www.cis.es/cis/opencm/ES/11_barometros/index.jsp (Consultados 20/7/2013)

Díez Ripollés, J.L. (2013), “Rigorismo y reforma penal. Cuatro legislaturas homogéneas (1996-2011)”, en Boletín Criminológico, marzo y abril de 2013, nº 142 y 143. Disponibles en: http://www.boletincriminologico.uma.es/boletines/142.pdf y http://www.boletincriminologico.uma.es/boletines/143.pdf (Consultados 15/7/2013)

Fundación Wolters Kluwer, Observatorio de la Actividad Judicial (2012), “III Barómetro de la Actividad Judicial”. http://www.fundacionwolterskluwer.es/html/IIIBarometro.pdf (Consultado 26/7/2013)

García Magna, D., y Becerra Muñoz, J. (2012), “La visita a prisión como metodología innovadora en Derecho Penal”, en Vivat Academia, nº 117E (2012). Disponible en: http://www.vivatacademia.net/numeros/n117E/PDFs/Varios16.pdf (Consultado 30/7/2013)

Green, D.A. (2006), “Public opinion versus public judgement about crime. Correcting ‘The comedy of errors’”, en British Journal of Criminology, 46.

Hutton, N. (2005), “Beyond populist punitiveness?”, en Punishment and Society, vol. 7, nº 3, july 2005. Disponible en: http://pun.sagepub.com/content/7/3/243.full.pdf+html (Consultado 15/7/2013).

Larrauri Pijoan, E. (2009), “La economía política del castigo”, en Revista Electrónica de Derecho Penal y Criminología, nº 11/2006. Disponible en: http://www.criminet.ugr.es/recpc/11/recpc11-06.pdf  (Consultado 29/7/2013)

Maruna, S., Matravers, A., y King, A. (2004), “Disowning our shadow: A psychoanalytic approach to understanding punitive attitudes”, en Deviant Behavior, 25.

Ministerio del Interior (2013), “Anuario Estadístico 2012”. Disponible en: http://www.interior.gob.es/file/62/62269/62269.pdf (Consultado 30/7/2013).

Ministerio del Interior (2011), “Evolución de la Criminalidad 2010”. Disponible en: www.interior.gob.es/file/54/54476/54476.pdf (Consultado 28/7/2013)
 
Observatorio de la Delincuencia (2012), “Realidad y política penitenciarias”, ed. Tirant Lo Blanch.

Varona Gómez, D. (2008), “Ciudadanos y actitudes punitivas: Un estudio piloto de población universitaria española”, en Revista Española de Investigación Criminológica, nº 6/2008. Disponible en: www.criminologia.net/pdf/reic/ano6-2008/a62008art1.pdf (Consultado 28/7/2013)

1 Inseguridad económica, laboral, asistencial y, en algún caso, aunque no tanto como se suele creer, personal o ciudadana.

2 Respecto a la consideración de los partidos políticos y la política en general como problema para España, ver los Barómetros de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas de 2013 y 2012, en los que ocupa el cuarto lugar, por detrás del paro, la corrupción y el fraude, y los problemas de índole económica (habiendo, sin embargo, descendido un puesto con respecto a los barómetros del año 2011). En cuanto a la opinión de los ciudadanos sobre el funcionamiento de la Administración de Justicia, ver el III Barómetro de la Actividad Judicial (Fundación Wolters Kluwer, 2012), en el que se recoge que un 65% de los encuestados consideran que ésta funciona “mal” o “muy mal”.

3 Por todos, el caso de Mari Luz Cortés.

4 La Exposición de motivos de la Ley Orgánica 8/2006 de responsabilidad penal de los menores, menciona el “aumento considerable de delitos cometidos por menores”, aunque los propios datos del Ministerio del Interior (“La criminalidad en España en 2006”, Gabinete de Estudios de Seguridad Interior de la Secretaría de Estado de Seguridad) señalaban que había un descenso de la delincuencia juvenil. En esa misma Exposición de Motivos se añade que “no han aumentado significativamente los delitos de carácter violento, aunque los realmente acontecidos han tenido un fuerte impacto social”.

5 Ministerio del Interior (2013, pág. 147), “Anuario Estadístico del Ministerio del Interior 2012”.

6 Gabinete de Estudios sobre Seguridad Interior (Secretaría de Estado de Seguridad) (2011, pág. 8), “Evolución de la Criminalidad 2010”.

7 Observatorio de la Delincuencia (2012, pág. 38), “Realidad y política penitenciarias”.

Observatorio de la Delincuencia (2012, págs. 175 y ss.), “Realidad y política penitenciarias”, destaca el descenso en la concesión de libertades condicionales entre los años 2000 y 2004, y su estabilización en torno al 9% a partir de entonces, produciéndose, sin embargo, un ligero aumento a partir de 2008 hasta el final de la década.