LIDERAZGO POLÍTICO Y DESTREZAS DE GESTIÓN PÚBLICA

LIDERAZGO POLÍTICO Y DESTREZAS DE GESTIÓN PÚBLICA

Eduardo Jorge Arnoletto (CV)

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Desarrollo de destrezas de gestión publica:

  • La construcción  del consenso político

(Bibliografía básica: ARNOLETTO, Eduardo: Aproximaciones a la Ciencia Política, EAE, 2012, Madrid, ISBN 978-3-8465-6648-0, Morebooks)

El desarrollo político y la construcción de consensos

Todo el planteo que venimos desarrollando puede ser caracterizado como expresión de una democracia madura y consolidada, hacia la que debemos tender con todas nuestras fuerzas cívicas, en pluralismo y tolerancia, pero también en eficiencia para el encauzamiento de la vida social y económica de la comunidad.

Desde un punto de vista de Teoría Política, se trata de una  expresión típica del desarrollo político, donde el orden social es fundamentalmente producto de la construcción de consensos, más que del empleo de la coacción, del “uso legítimo de la fuerza pública” como decía Weber.

Es el enfoque, entre otros, de Weiner, Horowitz y Apter. Weiner define al desarrollo político como proceso que produce tres importantes efectos:

  • Expansión de las funciones del sistema político.
  • Nuevo nivel de integración política.
  • Mayor capacidad del sistema para afrontar esos nuevos problemas de integración.

Para Horowitz, el desarrollo abarca la modernización y la industrialización; se vincula con el estilo urbano de vida y su racionalización funcional.

Apter, por su parte, plantea una distinción formal entre modernización y desarrollo político. La modernización es, para él, un caso particular de desarrollo. El desarrollo –según Apter- implica un crecimiento estructural integrado, cuantitativo y cualitativo.

La modernización es un aumento de la racionalidad y la libertad del proceso de formulación de decisiones, que implica el aumento de tres procesos principales:

  • Innovación sin fragmentación.
  • Diferenciación y flexibilización de las estructuras sociales.
  • Marco social para flexibilizaciones.

Y un proceso adicional de institucionalización política (integración social más participación funcional).

En este cuarto enfoque se ubica la teoría del desarrollo político de Helio Jaguaribe, que reconoce como antecedentes a los autores últimamente citados, pero afirma que la suya es “una formulación nueva”.

Modernización (M) es el proceso político que produce un aumento de las variables de funcionamiento del sistema, que son:

  • Orientación racional.
  • Diferenciación estructural.
  • Capacidad

El efecto de ese aumento en las variables de funcionamiento se manifiesta en una menor dependencia respecto de circunstancias casuales favorables y un mayor control sobre las fuentes de energía y recursos utilizables para los fines del sistema.

Institucionalización (I) es el proceso político que produce un aumento de las variables de participación, que son:

  • Movilización política.
  • Integración política.
  • Representación política.

El efecto de ese aumento en las variables de participación se manifiesta en un creciente consenso, en una decreciente necesidad y uso de la coerción y, por consiguiente, en una mayor disponibilidad de recursos y energía para los fines del sistema.

El incremento del consenso tiene gran importancia, porque aumenta mucho las potencialidades globales del sistema, ya que permite:

  • No desviar hacia luchas internas las energías y recursos utilizables en las metas generales del sistema.
  • Liberar la máxima creatividad, iniciativa y compromiso de los miembros del sistema.
  • Elevar las normas morales del sistema:

- Aumento del nivel ético interno (mayor información, menor resistencia, interacciones menos dependientes de normas coactivas y más reguladas por normas internalizadas y libremente acatadas).
- Aumento de la compatibilidad internacional del sistema político (mayor racionalidad en las relaciones internacionales).

Respecto de este último punto, caben algunas consideraciones referidas a desequilibrios en los desarrollos de modernización e institucionaliza-ción:

  • A un bajo nivel de modernización e institucionalización corresponden formas toscas de conducta no ética. A un alto nivel de modernización y un bajo nivel de institucionalización corresponden formas refinadas de conducta no ética.
  •  Cuanto más grande sea el desequilibrio entre un alto nivel de modernización y un bajo grado de institucionalización, más dependerá el sistema político, interna e internacionalmente, del uso exitoso de la violencia.
  • Para que haya un verdadero desarrollo político, el incremento de las variables de funcionamiento y de participación tiene que ser parejo (congruente). Un sistema político insuficientemente modernizado no tiene suficiente dominio sobre su ambiente como para soportar elevados niveles de participación política, integración élite-masa y legitimidad del sistema, ni los medios político-jurídicos necesarios para coordinar las decisiones ni ejecutar las acciones necesarias a tales fines.

Según H. Jaguaribe el desarrollo político presenta tres aspectos principales:

  • Desarrollo de la capacidad del sistema político: Corresponde al aumento de la efectividad del sistema político como subsistema social. Es el producto final de la modernización.
  • Desarrollo de la contribución del sistema político al desarrollo total de la sociedad: Corresponde al desarrollo de toda la sociedad por medios políticos. La posibilidad de promover el cambio social por medios no revolucionarios reside en el principio de congruencia, según el cual los cambios estructurales en un subsistema del sistema social, o producen cambios congruentes en los otros subsistemas, o son regresivos, o provocan efectos disgregadores. Promover el desarrollo social por medios políticos requiere que el cambio sea exitosa y perdurablemente introducido en el sistema político y que se logren resultados congruentes en los otros subsistemas del sistema social.
  • Desarrollo de la receptividad del sistema político: Corresponde al desarrollo del consenso político y social por medios políticos. El objetivo es lograr un máximo de consenso político y apuntar al logro del máximo consenso social, de modo de estar en condiciones de promover y producir cambios significativos, de beneficio general, con un mínimo de tensiones y conflictos sociales.

La toma de decisiones por consenso.

La calidad de un producto o servicio (valorada como satisfacción de los requisitos de los clientes) depende de la calidad de las acciones orientadas a su realización; y ésta a su vez depende de la calidad de las decisiones que las originan. De allí deriva la enorme importancia de la toma de decisiones en toda administración.

En el ciclo de acciones que parten del análisis institucional, el diagnóstico y el estudio de alternativas, pasando por la planificación de la acción, la asignación de recursos y las actividades técnicas específicas, hasta llegar a la interacción del producto o servicio con su mercado, o sea con las necesidades y requerimientos del contexto social, para desembocar en la evaluación y control que conducen a un nuevo análisis situacional, etc., los procesos de toma de decisión juegan un rol fundamental en todo el transcurso de esos procesos cíclicos, y definen la tendencia ascendente o descendente de su desenvolvimiento a través del tiempo.

CONSENSO: Todos los miembros del grupo aceptan y acatan la misma decisión. No quiere esto decir que todos estén de acuerdo en la totalidad de los puntos, sino que existe un criterio general unificado, a modo de común denominador, sobre todo en lo que se refiere a las reglas básicas del juego en el grupo.

Para llegar al consenso

  • Considerar todos los aspectos del problema.
  • Analizar las objeciones a las diversas alternativas de solución.
  • Aprovechar las diferencias de opinión bien intencionadas para:

-  Obtener información adicional
- Aclarar dudas
- Obligar al grupo a buscar mejores soluciones

La toma de decisiones por consenso es más difícil y requiere más tiempo, pero permite obtener decisiones de mucha mejor calidad que otros procedimientos, como la votación, por ejemplo.

Como debe actuar el coordinador:

El coordinador es responsable de la calidad del procedimiento y de sus resultados, del aprovechamiento del tiempo y del mantenimiento del ambiente cordial y de colaboración que se necesita:

  • Exponer con claridad los temas a analizar, para su correcta discusión.
  • Escuchar realmente a los demás.
  • Desconfiar de los acuerdos fáciles y rápidos, pues suelen basarse en supuestos erróneos.
  • Evitar la discusión vana y la competencia. Fomentar la colaboración.
  • No permitir votaciones, que dividen al grupo en "ganadores" y "perdedores" y llevan a pensar que solo hay dos soluciones posibles, sin profundizar el análisis.