PRINCIPIOS DE ECONOMÍA VITAL

PRINCIPIOS DE ECONOMÍA VITAL

Mario Blacutt Mendoza (CV)

Se formaliza el modelo del Consumidor

Con el objeto de formalizar la teoría de la utilidad, los marginalistas decidieron que la Economía era una ciencia descriptiva, con la capacidad de establecer “leyes universales”, supuestamente válidas para todo espacio-tiempo. En lo que se refiere al consumidor, los Neoclásicos  consideraron que era necesario formalizar la teoría de la “Elección Racional”, formalización que se estableció en los siguientes postulados:

Completitud

Si A y B son dos situaciones cualesquiera, el individuo siempre puede especificar exactamente una de las tres posibilidades siguientes:

Si Prefiere A a B y  B a A, entonces A y B son igualmente atractivas.
Así, la “indecisión no paraliza a los individuos”.

Por otra parte se excluye cualquier situación en  que la persona prefiera B a A y, al mismo tiempo, A a B.

Transitividad
Si una persona prefiere A a B y B a C,  entonces prefiere A a C.

Continuidad
Si una persona prefiere A a B también debe preferir las situaciones parecidas que deriva de la elección de preferencia de A y no B

Con estos axiomas, los neoclásicos afirmaron que la teoría de la  “Elección Racional” en un cuerpo analítico formal. Tal como se verá después, la tercera propiedad del supuesto de la Completitud sirve para afianzar la presencia de un nuevo instrumento analítico neoclásico: la llamada “Curva de Indiferencia”. A diferencia de los primeros planteamientos de la utilidad, como medible en unidades cardinales, las funciones de utilidad sólo necesitarían un orden dado de preferencias. Consiguientemente decir que A es preferible a B sería una afirmación que obviaría la necesidad de establecer cuántas veces A es preferible a B. Por ejemplo, si se dijera, al estilo de los primeros cardinalistas, que A es 10 veces superior a B, se tendría los mismos resultados que si se dijera que se prefiere A dos veces más que a B. Lo que interesaría sería saber si A es preferible a B y no los múltiplos de preferencia implícitos. De esta manera, la utilidad pudo ser escrita como una función de bienes  x1, x2,….xn a disposición del consumidor. Así surgió el siguiente Principio de Insaciabilidad.