LA AGENDA DE LA EFICACIA DE LA AYUDA EN AMÉRICA LATINA. Cooperación Hispano- Venezolana

LA AGENDA DE LA EFICACIA DE LA AYUDA EN AMÉRICA LATINA. Cooperación Hispano- Venezolana

Francisco José Tomás Moratalla (CV)

5.2.d-Reforzar la capacidad de gestión de finanzas públicas

Los donantes se comprometen a confiar de la manera más amplia posible en los mecanismos transparentes de contabilidad y presupuesto del Gobierno socio (OCDE 2005: 6), lo que se liga con el indicador 5 y con lo expuesto anteriormente al respecto. La conclusión sobre la práctica desarrollada en el período, por la CE en Venezuela, es que no existió esa confianza y no se reforzó la capacidad de gestión de las finanzas públicas.

El otro compromiso relevante en relación a reforzar la capacidad de gestión de las finanzas públicas gira en torno a lograr una mayor previsibilidad de la ayuda.  En este sentido el indicador 7 de la DP se centra en el porcentaje de desembolsos de ayuda liberados de acuerdo con programas adoptados dentro de marcos anuales o multianuales (OCDE 2005:11). A dicho indicador se le añade la meta para 2010 de “Reducir a la mitad el porcentaje de ayuda no desembolsada dentro del ejercicio fiscal para el que se había programado, de manera que el indicador alcance por lo menos 85%”.

Interesa destacar aquí la poca previsibilidad de la Ayuda Española en Venezuela en relación al marco de planificación de referencia que supuso el PAE 06-08. Los datos en este sentido son sin duda abrumadores. Del total comprometido sobre lo asignable en el período 2006-2008, lo priorizado en el PAE fue el 5,76%, mientras que lo no priorizado alcanzó el 94,24%. Además, del total desembolsado sobre el asignable para ese mismo período, lo priorizado en el PAE fue el 5,19%, frente al 94,81% no priorizado (DGPOLDE 2010b:119). En este sentido, Venezuela fue el país de América Latina, de entre los que recibieron AOD Española, que presentó una mayor divergencia entre el total de AOD priorizada en el PAE y el no priorizado. Se encontró muy por encima del promedio del resto de Sudamérica, que fue, en el caso del total comprometido sobre el asignable, el 61,34% priorizado frente al 38,66% no priorizado; mientras que del total desembolsado sobre el asignable lo priorizada en el PAE fue el 61,97% frente al 38,03 no priorizado (DGPOLDE 2010:117).

El problema en las divergencias no se encontró tanto entre los montos comprometidos y aquellos desembolsados, sino en que del total de la AOD comprometida hubo una muy pequeña fracción que se ajustó a los objetivos y líneas estratégicas priorizadas en el PAE. En relación a las razones de estas fuertes divergencias y teniendo en cuenta el detalle de la evolución según líneas estratégicas expuesto por la DGPOLDE (2010: 12), se podrían esbozar al menos dos tesis bien diferenciadas:

  1. En la primera, construida sobre la base de la opinión de distintos funcionarios de la propia Cooperación Española, el entorno cambiante en que actuó la CE en Venezuela, habría obligado a que se abordaran objetivos y líneas estratégicas no priorizadas en el PAE. Si bien esta situación pudo influir de manera parcial, sin embargo este argumento perdería peso en el análisis comparativo de lo sucedido con la CE en otros países de América Latina que también estaban viviendo procesos de cambios “revolucionarios”, como el caso de Bolivia o Ecuador. Para el primero de los dos países, la situación fue inversamente proporcional a la venezolana, con el 85,91% priorizado en el DEP (Documento de Estrategia País), del total desembolsado sobre el asignable, frente al 11,57% no priorizado (DGPOLDE 2010: 118). En cuanto a Ecuador si bien hubieron importantes divergencias entre lo priorizado y no priorizado, nunca fueron tan acentuadas como en Venezuela, pues el 33,88% fue priorizado en el DEP, del total desembolsado sobre el asignable, frente al 66,12% no priorizado (DGPOLDE 2010: 119).
  2. En la segunda tesis y sobre la base del proceso de investigación realizado, parece claro concluir que el PAE fue formulado sin la participación activa de los distintos actores de la CE en el terreno, es decir, sin tener en cuenta el trabajo que éstos pensaban desarrollar en Venezuela, lo que habría sido la causa de las fuertes divergencias presentadas. Fue un PAE formulado en “escritorio” y planteado a la medida exclusiva del trabajo que venía desarrollando la OTC en Venezuela, órgano encargado de coordinar su elaboración y no tanto el plan llamado a orientar el trabajo de toda la CE en el país.