El objeto de la gerontogeriatría,  como cultura, como arte o tecnología, estará dado por un sistema de  conocimientos, métodos y lógica, que al ser llevados al proceso de formación  gerontológica de los profesionales de la salud, se configuran en el contenido  del proceso, en términos de conocimientos, habilidades, valores y  valoraciones. 
  Dentro del contenido, el sistema de  conocimientos comprende tanto los conocimientos propios del objeto de la cultura  (ciencia, arte, tecnología, creencias y tradiciones), como sus métodos y lógica  interna. (H. Fuentes I. Álvarez 1998)
  Los conocimientos gerontogeriátricos  son imprescindibles en cualquier evento de carácter teórico o práctico de los  profesionales de la salud, asegurando la formación de una imagen del mundo que  humanamente envejece y aportando al profesional un enfoque metodológico para su  actividad cognoscitiva y práctica. Son   expresiones esenciales del pensamiento gerontológico; por su forma de  estructurarse constituyen momentos o estadios significativos en el desarrollo  de las capacidades intelectuales del de ese profesional
  El sistema de conocimientos  gerontogeriátrico como cualquier otro se estructura en el pensamiento en forma  de representaciones (fáctico) y de abstracciones (conceptos, juicios,  razonamientos) en una dinámica que asciende de lo concreto a lo abstracto y de  lo abstracto a lo concreto pensado, de lo fenoménico a lo esencial, es decir,  de la contemplación viva al pensamiento abstracto y de éste a la práctica.
  Siendo así, los conocimientos  gerontogeriátricos pueden ser tipificados en: 
Cada explicación del objeto o sujeto  de estudio para la formación gerontológica del profesional de la salud se  fundamenta en un sistema de conocimientos que puede alcanzar el nivel de  teoría, de ley, de regularidades o simplemente quedarse en un nivel conceptual  que responde, en el plano gnoseológico, a la estructura del conocimiento  científico de acuerdo con ciertas reglas lógicas.
  Enfrentar la configuración del  sistema de conocimientos en el proceso de formación gerontológica de los  profesionales de la salud en los diferentes niveles organizativos y  estructurales del programa académico (carrera, área, asignatura, módulo,  ciclo), es un proceso que implica, en primera instancia, conocer cómo está constituido  el sistema de conocimientos: conceptos, leyes, principios, teorías, en el  objeto de la cultura gerontogeriatrica, que se modela en el propio proceso de  formación. 
  El objeto de la cultura  gerontogeriatrica está compuesto, en general, por un sistema de conocimientos,  métodos y estructuras lógicas, jerarquizadas en correspondencia con la  complejidad del objeto que, una vez modelados, sea llevado al proceso de  formación gerontológica de los profesionales de la salud, en consonancia con  los problemas, métodos y lógicas profesionales con los que se relaciona y a los  que debe dársele respuesta, configurándose en el contenido de dicho proceso. 
  Para abordar la construcción del  sistema de conocimientos se necesita, de acuerdo con el análisis genético correspondiente,  determinar su célula generativa, la que es portadora, por añadidura, de las  contradicciones fundamentales que lo caracterizan. Esta célula del sistema de  conocimientos puede estar en el concepto, en la ley o en la teoría de la  ciencia, arte o tecnología, como rama de la cultura. 
  En toda ciencia o rama de la cultura  con un determinado desarrollo, la explicación de la esencia de su objeto se  fundamenta en un sistema de conceptos, leyes o teoría aceptada y reconocida, lo  que en principio responde, en el plano gnoseológico, a la estructura del  conocimiento. 
  Es necesario referirnos  al objeto de la cultura, que no es el "objeto en sí" pues éste último  se expresa en objeto de la cultura, objeto del conocimiento, cuando los hombres  en su quehacer lo humanizan.
  En consecuencia, el  sistema de conocimientos en la gerontogeriatría expresa la reproducción ideal,  en forma de lenguaje, de los fenómenos del envejecimiento y su salud en  movimiento, de los métodos para actuar sobre dichos objetos y de la lógica que  en ellos se manifiesta, todo lo cual se adquiere en el contexto de la práctica  y en la transformación objetiva del mundo por el hombre que lo estudia.
  Desde el punto de vista  gnoseológico, en el sistema de conocimientos de una ciencia o rama del saber  como lo es la propia cultura en salud gerontogeriatrica, como objeto de la  cultura, es posible precisar cuatro niveles diferentes de sistematicidad, con  los cuales es posible caracterizar dicho objeto y sus movimientos propios. A  saber:
Toda ciencia, para  explicar el objeto y sus fenómenos, estudia sus diferentes características que,  con ayuda del conocimiento precedente, se traducen en conceptos, que son por  tanto la piedra angular del conocimiento racional. Los conceptos de una ciencia  aparecen como una de las formas de reflejar el mundo en la conciencia, con  ayuda de los cuales se conoce la esencia de los fenómenos y objetos, al  abstraer y generalizar sus rasgos o aspectos más significativos.
  El concepto es la expresión más importante del pensamiento lógico. Es  una imagen generalizada que refleja la multitud de objetos semejantes por medio  de sus características esenciales. En cualquier concepto siempre hay un  contenido que no reside en la experiencia individual de un sujeto aislado.  Cualquier concepto expresa siempre un contenido social, es el resultado de todo  el conocimiento anterior de la sociedad.
  La categoría es un concepto que, por su carácter esencial, constituye un  aspecto fundamental. En este nivel de sistematicidad de los conocimientos se da  la propiedad, la magnitud y el modelo. 
  Ley. Todos los objetos del mundo real se hallan en un proceso eterno de  cambio y movimiento. Es decir, los objetos muestran fenómenos y hechos  susceptibles de ser estudiados por el hombre. Sin embargo, donde estos cambios  parecen casuales, sin vínculo entre sí, la ciencia descubre nexos internos  profundos. Sobre esta base es posible no sólo explicar los hechos existentes,  sino prever otros nuevos y desconocidos. La ley, en su forma más general, es  una determinada relación necesaria entre componentes del objeto o entre  fenómenos y procesos.
  Pero no toda relación  entre fenómenos, no todo nexo, es una ley. La ley expresa los nexos internos  que tienen carácter esencial. La ley actúa siempre y cuando se den las  condiciones exigidas para ello.
  El carácter necesario y  esencial de las relaciones sujetas a ley determina, a su vez, otras  características de ésta. La ley es lo universal de los fenómenos. Ello quiere  decir que la relación necesaria expresada por la ley es inherente no a estos o  los otros fenómenos singulares, sino a todos los fenómenos o procesos del tipo  de que se trata. La ley es tal porque expresa lo universal en presencia de  determinadas condiciones y causas, produce siempre y donde quiera, con férrea  necesidad, los fenómenos o efectos correspondientes.
  En las ciencias desarrolladas, las leyes se unifican en un  todo único en los marcos de una determinada teoría Tradicionalmente se admite como teoría científica reconocida  aquel sistema armonioso de leyes y principios relacionados estructural y  dialécticamente, con nexos estables y esenciales entre las magnitudes,  conceptos y otros elementos del contenido, expresados en un lenguaje lógico  adecuado que refleja con gran aproximación la esencia del objeto. 
  Toda teoría es un  sistema de conocimientos ordenados que refleja y explica el conjunto de los  fenómenos de la realidad objetiva; cumple además ciertas reglas, caminos y  estructuras lógicas de aplicación, tanto en sí, como en un plano filosófico. 
  En la teoría se  sistematizan los conocimientos en la medida que se integran y recrean, las  propiedades esenciales del objeto, en un conjunto mínimo, armonioso y abarcador  de magnitudes, conceptos y leyes. 
  La teoría porta las contradicciones  fundamentales del objeto en la medida que establece nexos y dependencias  estructurales, funcionales y dialécticas entre términos que caracterizan sus  propiedades. 
  Esta integración de  conocimientos científicos en un todo único, es un estadío superior en el  proceso de sistematización y se corresponde con el tercer nivel señalado al  principio de este epígrafe. 
  El cuarto y último nivel  de sistematización de los conocimientos es el que se ha denominado cuadro o  paradigma, donde el término de cuadro es más usado en las Ciencias Naturales y  Matemática mientras el de paradigma es propio de las Ciencias Sociales. La  definición de cuadro, dada por I. V. Multanovsky (1977) para el Cuadro Físico  del Mundo, expresa; "El cuadro es una generalización al nivel de sistema  conceptual de los elementos fundamentales de las diferentes teorías que se  sustentan en un modelo determinado de la materia y el movimiento". A  través de él es posible concretar conceptos de un grado de generalidad tal que  trascienden las diferentes teorías. 
  El concepto de cuadro  del mundo, de acuerdo con lo expuesto, hay que entenderlo en el contexto de una  época histórica determinada, a la que le corresponde un cierto grado de  desarrollo de la ciencia. En la medida en que el conocimiento científico va  penetrando en la esencia de los fenómenos, las ideas básicas que sustentan el  cuadro del mundo van evolucionando, generalizándose más y sustituyéndose por  ideas nuevas, que se corresponden mejor con el nuevo estadío del desarrollo de  la ciencia.
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