 
                Los Warao son la fuente  más rica de creación artesanal indígena conocida en Venezuela quienes a partir  del moriche o " árbol de la vida" crean un sinfín de objetos a través  de sus versátiles manos. Entres sus piezas más conocidas se encuentra el  chinchorro, el cual es una posesión imprescindible del Warao, pues lo lleva  consigo cuando pasa la noche fuera y lo acompaña después de morir ya que es  amortajado en su propio chinchorro. Es elaborado por las mujeres en telares de  bastidores verticales en punto de red, los hilos los forman torciendo una a una  las finas tiras que se han sacado de las hojas de moriche, las cuales son  previamente hervidas y secadas al sol.
  Además realizan cestas, carteras y adornos hechos con la técnica de tejido en espiral, utilizando  una aguja de cacho de venado para hacer diseños decorativos, con fibras de  moriche teñidos en colorantes que se extraen del mismo moriche, de otras nueces  y semillas, o de la corteza del carapo y de otros árboles, logrando un hermoso  y comercial acabado. Las raíces de la  palma son empleadas para elaborar pulseras, aretes, donde además obtienen  medicinas. 
  La cestería tradicional  se fabrica a partir de la fibra del "itirite" separado en filamentos.  Utilizan la técnica de “sagra” donde hacen el uso alterno de las dos caras de  la fibra actuando una de trama y la otra de urdimbre dándole variedad a la  textura y color consiguiendo así decorados con diversos dibujos geométricos. Con los frutos del totumo o mataro, se hacen  maracas y recipientes para guardar líquidos. 
  El trabajo de madera se  destaca en el proceso de manufactura de la curiara que hacen de un sólo tronco  de carapo o cachicamo, vaciando el interior con machete y fuego, y a medida que  éste avanza insertan travesaños para evitar que la curiara se encoja al  enfriar, luego estas tablas servirán de asientos. También elaboran arcos,  flechas, canaletes; y de la madera blanda de las raíces del árbol sangrito  (llamado así porque bota una savia roja cuando se corta) tallan una variedad  increíble de animales, peces y aves.
  La palma de moriche  ofrece también materias que son usadas para la confección de objetos  artesanales, puentes, techos para las casa, etc. Uno de estos materiales es la  fibra de moriche, “hau”, que es usada como cabuya y, principalmente, para la  elaboración del preciado chinchorro de dormir. Otro material derivado de la  palma de moriche es el vástago o la "penca" que sirve para hacer  flotadores y arpones para pescar, este último conocido con el nombre de  “nahalda”. 
  También fabrican copias  en miniatura de sus propias casas de temiche, incluyendo los instrumentos y  herramientas que utilizan para cocinar, dormir, cazar y pescar.
  En los mercados artesanales se venden numerosos productos obtenidos de la  fibra del moriche tales como: cestas, bolsos, chinchorros, alpargatas y  sombreros. También son comercializados los frutos enteros o procesados como  pulpa o queso de moriche. Así mismo tienen gran demanda las figuras de animales  talladas con la raíz del sangrita.
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