BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

PROPUESTA DE GESTIÓN PARA EL MEJORAMIENTO CONTINUO DE LA COMPETENCIA PARA LA LABOR EDUCATIVA, EN EL CONTEXTO DE LA NUEVA UNIVERSIDAD CUBANA EN LA PROVINCIA DE GUANTÁNAMO

Yordanka Guzmán Mirás



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1.4. Resultados de los métodos aplicados para el diagnóstico del problema

Con el fin de realizar una constatación del estado real del problema se llevó a cabo un diagnóstico que contemplaba los indicadores expuestos en el anexo 1.

Estos indicadores hicieron posible la realización del diagnóstico, por lo que se considera que fueron los que ofrecieron la información relacionada con el problema objeto de estudio en la Facultad Agroforestal de Montaña del Centro Universitario de Guantánamo, es decir, el comportamiento de las competencias de los coordinadores para llevar a cabo la labor educativa. Se efectuaron, además, 7 observaciones a actividades presenciales, así como 8 visitas a las asambleas de brigadas para comprobar la participación activa del colectivo pedagógico en las etapas del proyecto educativo.

La aplicación de estos instrumentos permitió obtener los siguientes resultados:

Mediante la revisión de las documentaciones de la Educación Superior se pone de manifiesto que la labor educativa en la universidad parte de la estrategia maestra principal, adquiriendo particular relevancia dentro del sistema de influencias educativas aquellas realizadas durante el desarrollo de las actividades curriculares. Dentro de este enfoque se significa como un elemento de vital importancia los proyectos educativos. Enio Robas Díaz (2000) hace referencia a las acciones a ejecutar por el jefe de colectivo de año en función de lograr el éxito con la aplicación del proyecto, dentro de las que están:

• Taller con profesores y dirigentes estudiantiles para valorar cada uno de los aspectos que se consignan en la etapa de condiciones previas.

• Seminario al Consejo de la FEU y dirigentes de la UJC para dominar las orientaciones que al efecto se conciben para estas organizaciones.

• Valorar el funcionamiento del colectivo pedagógico para desarrollar su labor a partir del proyecto educativo.

• Taller con el Consejo de la FEU y dirigentes de la UJC de las facultades sobre el papel de las organizaciones juveniles en la construcción del proyecto.

Al mismo tiempo se dejan claras las acciones a desarrollar por el colectivo pedagógico en las tres etapas de dicho proyecto, las cuales se pudieron observar durante la investigación. (Anexo 2).

Se pudo precisar que existe poco protagonismo por parte de los estudiantes en las etapas, no siendo debidamente guiados por los docentes o por el profesor guía. Según diagnóstico aplicado, algunos docentes no dominan aún las etapas del proyecto educativo (Sensibilización y Diagnóstico, Construcción, Ejecución y Evaluación) ni las acciones a desarrollar en cada una de ellas, en algunos casos tienen en cuenta para la caracterización de los estudiantes, las de los cursos anteriores lo cual no puede ser posible debido a que cada año tiene sus peculiaridades, planteando en este caso, que hacer nuevamente la caracterización les demora el trabajo. Esto fundamentalmente se puede observar en las Sedes Universitarias donde no existe un coordinador de año que dirija el proceso y en su lugar está el guía y el jefe de brigada que por supuesto no conocen las acciones anteriormente mencionadas. Todo lo anterior, le quita la calidad requerida a tan importante vía para el desarrollo del trabajo educativo.

En la encuesta aplicada a los docentes y directivos de la carrera, se realiza una apreciación crítica del conocimiento que tienen estos de los estándares de calidad para la realización de la labor educativa y el nivel de satisfacción que poseen los mismos en cuanto a la formación integral de los estudiantes, siendo evaluadas por ellos mismos en una escala que oscila entre 5 y 1, en la que la categoría de 5 es la máxima satisfacción y 1 es mínima satisfacción. (Anexo 3).

Con relación a la satisfacción con la labor educativa desempeñada, el 91 % evalúa el conocimiento que poseen los docentes en cuanto a los objetivos educativos de su año, en una escala de 3, y un 9 % lo hacen en 2, en lo referente a los conocimientos imprescindibles para ejercer dicha labor, un 9 % lo sitúa en 3, un 78 % en 2 y un 13 % en 1; en la categoría de 3, un 9 % sitúa la disposición de la información y formación necesaria para el desarrollo de la labor educativa, mientras que el 38 % lo hace en 2 y un 53 % en 1.

Como se puede apreciar en este aspecto, es notable el insuficiente conocimiento de algunos docentes para desarrollar con éxito la labor educativa, por lo que aún no se sienten plenamente satisfechos en este sentido.

En lo que respecta a la satisfacción con el equipo de trabajo, el 56 % ubica la planificación y organización del trabajo en el colectivo de carrera en 3 mientras que el 35 % lo hace en 2 y el 9 % en 1; este mismo por ciento sitúa la planificación y organización del trabajo en el colectivo de año en 4, el 47 % en 3, el 31 % en 2 y el 13 % lo sitúa en 1. En el indicador a medir estos mismos aspectos, pero en la disciplina, el 9 % lo evalúa en 4 y el 47 % en 3. Es significativo resaltar como el 69 % ubica la no correspondencia de los resultados obtenidos como consecuencia de la labor educativa con los objetivos propuestos en 4, el 25 % en 3 y el 6 % en 2.

Sobre el aspecto referido al responsable inmediato, el 16 % ubica la satisfacción existente por los resultados de la labor educativa en el año debido a la organización y control del coordinador en 3, y el 84 % en 2; el 87 % sitúa la necesidad de fortalecer las competencias en los coordinadores en 5 y el 13 % en 4.

Lo anterior demuestra que aún existe cierta insatisfacción de algunos docentes en cuanto a la planificación y organización del trabajo educativo en la carrera y en el año y pueden apreciar lo imprescindible de mejorar las competencias en los coordinadores de estos niveles.

En cuanto a la retribución y evaluación de la actuación, el 81 % ubica el reconocimiento a la responsabilidad del coordinador de año en una categoría de 3, el 13 % en 2 y el 6 % en 1; mientras que el 91 % sitúa la no correspondencia entre los resultados obtenidos en la evaluación de la labor educativa con lo esperado en 4, el 3 % lo hace en 3 y el 6 % en 1, el seguimiento adecuado por parte de los profesores al cumplimiento de los objetivos el 31 % lo evalúa en 4, el 56 % en 3 y el 13 % en 2, el desarrollo de la capacidad de los docentes en la carrera para el trabajo educativo el 85 % lo sitúa en 3, el 9 % en 2 y el 6 % en 1.

En el desarrollo profesional, el 94 % sitúa la necesidad de un adecuado programa de capacitación para los profesores que posibiliten el mejoramiento de las competencias educativas en 5 y el 6 % en 4, a diferencia del conocimiento por parte de los docentes de los estándares de calidad para garantizar con éxito la labor educativa que lo ubican 3 % en 3, 6 % en 2 y el 91 % en 1.

La satisfacción general de los docentes con los resultados obtenidos en la labor educativa, el 19 % la ubica en 2 y un 81 % en 1, lo referente a la motivación de estos por la actividad que desempeñan el 19 % lo hace en 4, el 16 % en 3 y el 65% en 2.

Lo anteriormente planteado demuestra que los docentes no dominan los estándares de calidad que deben poseer para desarrollar la labor educativa, así como lo imprescindible de habilitar un programa de capacitación que mejoren las competencias educativas ya que se muestra insatisfacción en este sentido.

A través de la entrevista realizada a los coordinadores de años específicamente con el objetivo de precisar su papel en la labor educativa, quedó demostrado que estos no dominan al ciento por ciento cuáles son las competencias que, desde su función, necesitan poseer para ejercer la labor educativa; a pesar de conocer los documentos que norman la organización y dirección del trabajo en el año reconocen que el trabajo educativo realizado no alcanza la calidad requerida lo cual se evidencia en ocasiones en la conducta de los estudiantes tanto en la institución como fuera de ella. (Anexo 4).

Los controles a las actividades presenciales evidenciaron que la mayoría de los docentes no explota al máximo las potenciales educativas de la instrucción, la que está contemplada en la segunda ley de la Didáctica: La educación a través de la instrucción, en ocasiones el contenido no le es significativo al estudiante y por tanto no lo utiliza como instrumento para transformar el medio, por ende no es educativo; no le dan salida en las clases a las acciones planificadas en el proyecto educativo, de ahí que el tratamiento metodológico del contenido no lo realizan en función del proyecto. Además en muchos casos se hace visible la no existencia de relaciones afectivas entre estudiante y docente lo cual impide que este último incida en los aspectos más sensibles de la personalidad de sus alumnos y por supuesto no exista un correcto desarrollo de la labor educativa. (Anexo 5).

Hay que reconocer el meritorio trabajo realizado por algunos docentes en la labor educativa y los avances obtenidos en este sentido, pero una gran parte, integrada fundamentalmente por docentes noveles y los vinculados por la Tarea Álvaro Reynoso, aún requieren de una adecuada preparación, por lo que se propone una mejor organización, para que los resultados sean más sólidos. En el diagnóstico realizado se obtuvieron los siguientes resultados:

1. Existe desconocimiento por parte de los profesores de los estándares de calidad que deben poseer para el desarrollo eficiente de la labor educativa.

2. Aún no existe protagonismo de los estudiantes en el desarrollo del proyecto educativo y los docentes no tienen suficientes conocimientos de las etapas del mismo y de las acciones a desarrollar en estas.

3. Aunque en la actualidad hay documentos que norman la organización y dirección del trabajo en la carrera y el año, estos no son del dominio total por los profesores, por lo que en ocasiones esta actividad ha estado asociada al trabajo espontáneo, a supeditarlo a la dinámica de la vida universitaria.

4. Resulta insuficiente la transparencia de la planificación, organización, ejecución y control del proceso formativo a nivel de carrera y de año fundamentalmente en la SUM.

5. Se utilizan de una forma muy limitada las posibilidades educativas que potencialmente poseen los contenidos propios de cada materia, a lo que se suma que no se enfoca de un modo integrado la influencia educativa del proceso curricular y extracurricular, lo que dificulta el proceso formativo que se debe lograr con los estudiantes en cada año.

6. No siempre los objetivos por año tienen un enfoque integrador lo que dificulta la precisión de las acciones a realizar en el año para garantizar su logro.

7. Algunos profesores desconocen los objetivos del año o aunque los dominen parcialmente no saben como contribuye su asignatura al logro de estos, fundamentalmente en objetivos que no responden a una asignatura en particular sino que su cumplimiento depende de la labor de todas las asignaturas en el año.

Potencialidades:

• Los docentes y estudiantes están identificados con la obra de la revolución, formados por esta.

• Comprometidos y motivados con la universalización.

• Portadores de valores como la responsabilidad, laboriosidad, patriotismo, solidaridad, entre otros.

• Con resultados satisfactorios en la labor que realizaban en sus puestos de trabajo.

Los resultados demuestran que es necesario continuar trabajando para perfeccionar la labor educativa en la carrera de Agronomía del CUG, por lo que se requiere del mejoramiento de las competencias en este sentido..

1.5. Conclusiones del capítulo

• El análisis de las tendencias históricas realizado destaca las particularidades de la competencia en los diferentes contextos, así como las específicas del educador.

• El mejoramiento de las competencias para la labor educativa en los docentes contribuye a la formación integral de la personalidad de los estudiantes, respondiendo a las nuevas exigencias de la sociedad.

• El profesional de la educación alcanza un desempeño profesional de calidad cuando logra integrar en el mismo todas las competencias profesionales, aspiración en la que es necesario trabajar.

• El diagnóstico permite demostrar que se manifiesta un desconocimiento por parte de los docentes en cuanto a los estándares de calidad que deben poseer para llevar a cabo una correcta labor educativa así como una insatisfacción de los mismos en este sentido.


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