BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LA PEDAGOGÍA CRÍTICA EN EL IESALC/UNESCO Y LA UNIVERSIDAD COLOMBIANA EN EL MARCO DE LA REVOLUCIÓN EDUCATIVA ENTRE EL 2005-2010

Germán López Noreña



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4.2 LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA REVOUCIÓN EDUCATIVA Y EL PLAN SECTORIAL 2002-2006

4.2.1 La Revolución Educativa En Colombia

En el año 2002 el escenario educativo colombiano es informado de la instauración de la estrategia oficial por parte del gobierno denominado Revolución Educativa32. Estrategia que se implementa en el mandato del presidente Álvaro Uribe Vélez en su plan de gobierno denominado “Hacia Un Estado Comunitario” –siendo uno de los objetivos más sobresalientes de su propuesta la mencionada Revolución- en la que se promulga en su documento oficial por parte de la presidencia de la republica la siguiente concepción de Educación:

La educación es la medida más eficaz para mejorar la distribución del ingreso. Con educación de calidad se evita la condena de ser pobre por herencia y se abren canales de movilidad social. A mayor y mejor educación disminuyen las diferencias salariales, aumenta la productividad y mejoran los ingresos de las personas.

El País necesita una Revolución Educativa provista de participación comunitaria, que avance hacia la cobertura universal, la buena calidad, con acceso democrático. Una educación crítica, científica, ética, tolerante con la diversidad y comprometida con el medio ambiente.

Al analizar la cita del documento oficial en que se le socializa al pueblo colombiano, la mencionada Revolución, podemos ver como está saturado conceptualmente de la política neoliberal, en la que en el primer párrafo prima una concepción meramente económica: “La ‘revolución educativa’ da cuenta de la decisión política del Estado por proseguir la construcción de un ‘mercado local de productos educativos’, abastecido fundamentalmente con dineros públicos, el cual -en consonancia con las tendencias del capitalismo transnacionalizado- ha de articularse con el proyecto de formación de un mercado mundial de la educación” (Jairo Estrada Álvarez; 2003: pág. 77).

Los temas centrales sobre los que gira La Revolución Educativa y con los cuales se quiere saldar las falencias y el déficit histórico de la educación en Colombia son: 1) Cobertura; 2) Calidad; 3) Pertinencia Laboral; 4) Capacitación Técnica; e 5) Investigación Científica. Temas en los que se afirma la concepción de educación concebida por los dirigentes políticos del Estado colombiano y la que a decir de Estrada Álvarez (2003, pág. 81):

“El concepto de educación que posee la ‘revolución educativa’ se inscribe dentro de las teorías de la pobreza que hoy promueve y difunde el Banco Mundial en los países de la periferia capitalista. En términos políticos ello significa desligar la situación de pobreza del modo de producción y mostrar que no es éste el que la determina en primera instancia. La política educativa deviene, en ese sentido, en discurso demagógico contra la inequidad y la desigualdad.”.33

Sede Del Banco Mundial: Componente De La Banca Internacional Desde Donde Se Trazan Políticas Para El Mundo Globalizado

Fuente: http://www.venelogia.com/

Sobre la Educación Superior en Colombia, en el documento oficial del 2002, se presentaba la siguiente semblanza de ella:

No obstante que hemos pasado del 9% al 15.2% de cobertura neta universitaria, todavía nos encontramos muy por debajo de Chile con el 36% y de otros países latinoamericanos que superan el 30%. De acuerdo con las estadísticas del Banco Mundial la oferta de las universidades públicas y privadas es suficiente; pero la demanda es inferior. En el año 2000, 270.000 cupos no fueron utilizados, 60.000 de ellos correspondieron a la universidad pública y 210.000 a la privada. En el mismo año el número de matriculados en educación superior fue de 1.233.848 estudiantes y solamente ingresaron a la educación superior 242.831 alumnos.

Aunque la oferta es suficiente, cada año se incrementa la deserción en la educación superior debido a que la participación del gasto educativo en el gasto total del hogar ha aumentado en los últimos 3 años. La financiación de la educación obliga a los hogares a dejar de consumir otros bienes, incluso alimentos. Además, esto obliga a que se vinculen más miembros de la familia al mercado laboral.

Durante el año 2000, para apoyar estudios superiores de 63.600 colombianos, el Icetex invirtió $91.750 millones. El presupuesto de la entidad para el año 2001, ascendió a $112.405 millones. Sin embargo, es preocupante que a pesar del incremento en el presupuesto de la entidad, el número de créditos renovados viene decreciendo desde 1998 y la demanda atendida para créditos nuevos apenas representa el 20% de las solicitudes.

Propongo:

1.Crear 400 mil nuevos cupos universitarios durante el próximo cuatrienio.

2. Ampliar los créditos anuales al Icetex a $600 mil millones.

3. Establecer un plan de desempeño con las universidades públicas para que cada peso ejecutado se traduzca en cobertura y calidad nivelada con las mejores del sector privado.

Sin duda lo enunciado en el texto de la cita amerita un severo y crítico análisis. El gobierno en un primer momento acepta las deficiencias en la cobertura para la población en edad de estudio para la educación superior, pero luego se contradice cuando enuncia que el número de cupos es suficiente para la demanda. Un aspecto interesante a observar lo constituye el alto índice de deserción por motivos económicos de los estudiantes, y también por el bajo nivel académico con que egresan del nivel de la secundaria, trayendo consigo el no poder afrontar con éxito las exigencias del currículo contemplado en la educación superior.

Fuente: http://menweb.mineducacion.gov.co/educacion_superior/

Deserción que para el 2004 estaba en el orden del 49% del total de los ingresados a la educación superior en Colombia. A dos años de la implementación de La Revolución Educativa el panorama en este aspecto sigue siendo sombrío. Luego es posible inferir que la problemática en el orden económico de la población colombiana para nada había cambiado. Y como cambiar si el salario mínimo para subsistir el colombiano de extracto popular en los tres últimos años -2009, 2010 y 2011- no ha rebasado los $ 540.000, con un equivalente ínfimo en dólares. 34

Fuente: http://www.indexmundi.com/

Una vez más se debe preguntar cómo lograr alta cobertura y calidad en Colombia en la temática en cuestión, cuando el ingreso percapita35 no alcanza para que el colombiano logre satisfacer las condiciones mínimas de vida, entendidas estas como la posibilidad de acceso a una buena educación, un buen nivel alimentario, y como si fuera poco, para hacer más critica esta situación, a una buena salud.

Sobre los puntos contemplados para la educación superior propuesta en La Revolución Educativa –si es qué se le puede llamar revolución educativa para el pueblo colombiano-, surge el cuestionamiento del ¿Cómo se haría? Pues bien, en la misma propuesta aparentemente se resuelve esta situación:

¿Cómo lo haremos?

1. Ampliaremos el crédito universitario. El Icetex tendrá que contar, dentro de unos años, con recursos hasta por $3 billones para cubrir las necesidades de los estudiantes. En mi Gobierno deberá llegar a $600 mil millones. Le daremos prioridad a la obtención de crédito externo, para que cuente con recursos abundantes para financiar sus actividades, convertirlo en banco de segundo piso y destinar parte de los recursos a un fondo de garantías para facilitar el acceso de muchos de los estudiantes. Los créditos serán otorgados a través de instituciones que garanticen idoneidad y transparencia en el manejo de los créditos. Para estos fines daremos amplia participación a las ONG´s especializadas en estas tareas. 36

2. Utilizaremos el crédito como herramienta fundamental para los estudiantes de educación superior de las universidades públicas y privadas. A las universidades públicas se les girará los recursos de oferta dependiendo de los cupos ofrecidos a la población universitaria más pobre. Cada peso del presupuesto básico o adicional debe reflejarse en Cobertura y Calidad.

3. Promoveremos las alianzas estratégicas y la fusión de universidades públicas para ahorrar en costos administrativos y trasladar más recursos a la cobertura, la calidad y la investigación. Es importante retomar la idea de la Universidad Nacional del Caribe, propuesta por éste Gobierno. El ejemplo se puede extender a otras regiones de la Patria.

5. Concertaremos con las Universidades y las normales superiores, la formación masiva de tutores que atiendan los diversos programas de universidad a distancia por internet.

Una cuestión compleja lo constituye la financiación de la educación superior en Colombia. Situación en la que incide de manera directa los bajos índices de cobertura de la universidad publica, erigiéndose la universidad privada como última opción para las aspiraciones de formación profesional del estudiantado egresado de la secundaria.

Este aspecto se evidencia, entre otras cosas, en la tasa de inscripción en la Universidad del Valle –un promedio anual de inscritos, entre 12.000 a 13.000 estudiantes, para ser admitidos de 2000 a 2.500; y el caso de la universidad Nacional37, un promedio de 35.000 inscritos por año para ser admitidos, en promedio no más de 5.600 estudiantes, para citar dos casos de la Universidad pública Colombiana.

Fuente: http://www.universidad.edu.co/index.php

Los problemas de financiamiento de la educación superior en nuestro país, se deben también a los siguientes elementos:

Con una población donde el 58% vive en la línea de pobreza, siendo el caso de un salario mínimo para el 2011 no mayor a $ 540.000.

Un recorte presupuestal altamente sustancial a la salud y la educación pública, contemplado y operacionalizado a partir del 2007, en la no muy aceptada Ley De Reforma General De Transferencia38 la que incide directamente en el desarrollo de la infraestructura, nombramiento de docentes, etc., lo que converge y conlleva a no dar cobertura a las necesidades de formación en educación superior de la población colombiana, en los niveles de pregrado y posgrado39.

http://pepsic.bvsalud.org/img/revistas/rip

Nuevamente volviendo al Cómo lo haremos del documento en el que se socializa la mal llamada Revolución Educativa (Rodríguez Céspedes, 2003), y en lo relacionado a la financiación de la cobertura educativa, Pinilla Díaz (2006) citando a Katarina Tomasevsky (2004) y Lina Correa et al (2004), ilustra al respecto:

Como puede observarse, los programas definidos por el gobierno en el plan de la revolución educativa para saldar la histórica deuda que tiene el país en esta materia, se centran en aumentar la capacidad financiera y de gestión de las entidades departamentales y municipales, con miras a conseguir que las instituciones educativas puedan responder de manera más eficaz a la política de ampliación de la cobertura diseñada por el gobierno nacional. En esta dirección, el derecho a la educación pierde centralidad -como derecho en sí mismo- pues las rutas para garantizarlo se encuentran en la planeación estratégica y el ajuste fiscal del Estado. Esta situación fue claramente evidenciada por Katarina Tomaševski, para quien:

El Plan de Desarrollo 2002-2006 no menciona el derecho a la educación, ni contempla ninguna estrategia para ampliar la educación gratuita ni reducir los costos educativos. Al contrario, se utiliza el principio de cofinanciación por parte de las familias y los alumnos, con la consecuente descarga de las obligaciones del Estado en derechos humanos sobre los particulares. La imposición de una tasa de Impuesto de Valor Agregado (IVA) al costo de las matrículas educativas demuestra el concepto de compra-venta de la educación […] Así pues, Colombia carece de una estrategia educativa basada en los derechos humanos y la Relatora Especial recomienda una evaluación del impacto de ‘la revolución educativa’ sobre el derecho a la educación.

A manera de síntesis de esta sección del capítulo, podemos observar ya a inicios del año 2011 que las expectativas despertadas por las propuestas contempladas en la Revolución Educativa no se han logrado concretar. No obstante, a algunos ínfimos logros en el plano local más no en el internacional, la educación superior en Colombia está todavía por construirse.


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