ENSAYOS DE ECONOMÍA POLÍTICA Y PENSAMIENTO ECONÓMICO INDICE
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ENSAYOS DE ECONOMÍA POLÍTICA Y PENSAMIENTO ECONÓMICO

Yoandris Sierra Lara




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (123 páginas, 565 kb) pulsando aquí

 

 

2. EL PENSAMIENTO ECONÓMICO DE CARLOS MARX SOBRE LAS CRISIS DEL CAPITALISMO

Introducción.

En el campo de la economía política, la teoría de los ciclos económicos y por consiguiente las crisis económicas, desempeñan un rol esencial, sobre todo un rol de confrontación ideológica y científica. No en vano la economía política burguesa tardó en aceptar la posibilidad lógica de las crisis económicas como eventos inherentes a la dinámica del capitalismo, y no en vano a lo largo de la historia del pensamiento económico una y otra vez han intentado rebatir la idea de que el sistema genera crisis.

Para la economía política marxista por su parte, no sólo no cabe duda de la existencia de las crisis económicas como eventos propios, inherentes al modo de producción capitalista, sino que además de eso fundamenta el hecho de que tales crisis son una de las fases que atraviesa el sistema económico en su desenvolvimiento, y que la caída en esta situación es altamente regular.

Ya en la obra de Marx, aunque sin llegar a ser una teoría plenamente sistematizada, aparece un amplio tratamiento de este tema. Se observa además cómo el genial pensador socialista no sólo reconoce la dinámica real del sistema sino que además fustiga los dogmas de la economía vulgar, entre ellos la denominada ley de los mercados o ley de Say, donde se defendía tranquilamente que en el mundo capitalista toda oferta es capaz de generar su propia demanda y por lo tanto no existe espacio lógico para las crisis de sobreproducción. La economía política marxista no podría asimilar una idea así, siendo una economía política que analiza la esencia del sistema capitalista distinguiéndolo muy claramente de los regímenes donde predomina la circulación simple de mercancías, y que parece ser la base de la famosa ley de Say.

Este capítulo es una breve exposición de las principales consideraciones de Marx sobre las crisis capitalistas. Se discute principalmente aspectos como las causas y naturaleza de la crisis, así como su papel en el funcionamiento del sistema capitalista. Recurrimos a varios pasajes decisivos de obras como El Capital e Historia Crítica de la Teoría de la Plusvalía de Marx, aunque también empleamos trabajos de destacados economistas neomarxistas como Paul M Sweezy y Maurice Dobb para confrontar y contextualizar los criterios de Marx.

No pretendemos acá reconstruir la teoría marxista sobre las crisis. Se ha dicho que Marx no poseía una teoría suficientemente acabada sobre el problema de las crisis, y eso nos parece una hipótesis bastante aceptable aunque no absoluta. En este tema como en tantos otros, Marx brindó tesis claves y sobre todo un método muy poderoso para tratar el problema. Simplemente nos toca a nosotros contextualizar y completar la teoría marxista de las crisis económicas del capitalismo, cuestión que no deberíamos dejar en manos de los economistas burgueses.

Desarrollo.

La historia de la crisis económica antecede a la historia del capitalismo, por lo tanto, no es este sistema quien tiene el “mérito” histórico de su génesis. Pero existen al menos dos diferencias radicales entre las crisis del capitalismo y las crisis económicas de las formaciones pre capitalistas. Veamos la primera de ellas. Las crisis pre capitalistas eran prácticamente todas ellas crisis de subproducción, o de crisis por escasez. Las crisis del capitalismo son regularmente crisis de superproducción, o de superabundancia relativa, como veremos más adelante.

La segunda diferencia radica en que las crisis de subproducción es el resultado de sucesos naturales, climatológicos, bélicos; en definitiva, sucesos de carácter extraeconómico. Tales crisis no eran un momento necesario de la vida económica en las formaciones pre capitalistas, era un hecho hasta cierto punto casual, fortuito. Por su parte, las crisis de superproducción que se suceden en el capitalismo son el resultado necesario de la funcionalidad capitalista, de su proceso de reproducción, y enfáticamente de la reproducción en escala ampliada.

Marx se refiere a la crisis como “…, el momento en que el proceso de reproducción se altera y se interrumpe” . De la misma manera también refiere que “Las crisis son siempre soluciones violentas puramente momentáneas de las contradicciones existentes, erupciones violentas que restablecen el equilibrio roto” . Así, para Marx las crisis son sólo un momento del ciclo capitalista de producción, no un estado crónico ni permanente de la economía capitalista.

De hecho, el propio Marx refiere “La conclusión a que llegamos es que este ciclo de rotaciones encadenadas que abarca una serie de años y que el capital se halla obligado a recorrer por sus elementos fijos, sienta las bases materiales para las crisis periódicas, en que los negocios recorren las fases sucesivas de la depresión, la animación media, la exaltación y la crisis” .

Se aprecia así que la crisis es una de las fases que integra el ciclo de vida del capital. Lo cual no obsta de ninguna manera que cumpla funciones importantísimas en la reproducción y existencia del capitalismo que no cumplen ningunas de las demás fases por sí mismas. La crisis desempeña una función restablecedora de equilibrios y, por tanto, reguladora de la producción capitalista. Esto se expresa a través de tres vías: a) Nivelación violenta entre la oferta y la demanda, b) Aproximación del precio y el valor, c) Estimula el crecimiento de la productividad del trabajo social, permitiendo el desarrollo de las fuerzas productivas.

La posibilidad de las crisis se deriva de la existencia del dinero, dado que este es el que provoca la ruptura en el tiempo del acto de compra – venta (base para la ruptura oferta social – demanda social ) en su función del medio de circulación; y posibilita además la inmovilización de un valor de capital, si está asociado a movimientos de dinero – crédito, o sea, la imposibilidad de pago de una deuda en condiciones de desarrollo del crédito, conduce a sucesivos incumplimientos de pago entre diferentes capitalistas, lo que les impide recuperar una parte o todo el valor capital inicialmente desembolsado, con lo que no se puede reiniciar el ciclo. Por eso la función del dinero como medio de pago es el otro aspecto que posibilita la crisis .

Dicho en los términos propios de Carlos Marx sería: “La posibilidad general de las crisis va implícita en el mismo proceso de la metamorfosis del capital, de un doble modo: de una parte, en la medida en que el dinero funciona como medio de circulación, por la disociación de la compra y la venta; de otra parte, en cuanto funciona como medio de pago, actuando en dos funciones distintas: como medida de valores y como realización del valor. Estas dos funciones en la crisis se disocian (…) Tales son las posibilidades formales de la crisis” .

Pero, si esa es la posibilidad formal, ¿cuál sería el contenido concreto de esta? Hay que decir que Marx analiza las condiciones específicas bajo las cuales ambas funciones del dinero llegan a aproximar la existencia efectiva de la crisis. En cuanto al dinero como medio de circulación explica “la dificultad de la venta – bajo el supuesto de que la mercancía que se venda tenga un valor de uso – proviene exclusivamente de la facilidad con que el comprador tiende a demorar la reversión del dinero a la forma mercancía. Y la dificultad de convertir la mercancía en dinero, de vender, proviene simplemente del hecho de que si la mercancía necesita convertirse en dinero, este no necesita convertirse directamente en mercancía, pudiendo, por tanto, ocurrir que la venta y la compra se divorcien” .

Al referirse al dinero como medio de pago indica: “En segundo lugar, en lo que concierne a la posibilidad de la crisis que obedece a la forma del dinero como medio de pago, el capital ofrece ya una base mucho más real para la realización de esta posibilidad ( …) Es simplemente, la posibilidad de la crisis desarrollada en el dinero como medio de pago, pero aquí, en la producción capitalista, nos encontramos ya con una trabazón entre los créditos y las obligaciones recíprocas, entre las compras y las ventas, en que la posibilidad puede convertirse en realidad” .

Ninguno de estos elementos analizados hasta ahora explicaría por sí mismos la existencia efectiva de la crisis económica. Estos son solamente elementos de posibilidad formal . Ahora, ¿cómo y cuándo la posibilidad formal se convierte en realidad efectiva? Según la noción de Marx, esto ocurre en el marco general que representa la producción capitalista.

La cuestión es que la economía capitalista presenta dos características esenciales: “la anarquía de la producción” por un lado y “un sistema cuya racionalidad objetivo es el lucro” . En el contexto de una economía capitalista la crisis de posibilidad formal pasaría a realidad efectiva concretamente cuando sucedieran algunas de las dos siguientes alternativas: 1. Problemas de Acumulación, 2) Problemas de realización.

Veamos la primera alternativa.

Los problemas de acumulación o de “transformación del dinero nuevamente en capital”, en lenguaje de Marx; pueden estar dados en dos factores. El primero de ellos dado en un incremento del valor del capital constante sin que medie necesariamente un incremento de su masa, principalmente en su parte fija. Tal incremento de valor ocurriría debido a las “malas cosechas” o a la “productividad natural” del trabajo del que brotan las materias primas que conforman a C; o puede deberse al incremento en la demanda de estos elementos tras un proceso de acumulación que priorice el componente C. Esta primera acepción responde según Marx a “la desproporcionada transformación del capital sobrante en sus diversos elementos. Estamos ante un caso de superproducción de capital fijo” .

El segundo de ellos, y directamente conectado al primero está relacionado con la situación del capital variable y el elemento trabajo. Debido al incremento en el valor del capital constante fijo y del incremento de su volumen físico, se produce una disminución proporcional en la inversión en V y con ello de la demanda física de fuerza de trabajo. Según Marx, “En estas condiciones, la reproducción no podrá repetirse en la misma escala de antes. Una parte del capital fijo quedará paralizada; un cierto número de obreros quedará en la calle” . De esto se deriva entonces la presencia de superproducción de capital y de fuerza de trabajo.

¿Qué se deriva de la crisis de superproducción por problemas de la acumulación? En primer lugar surge el desempleo y la desocupación de las capacidades productivas instaladas con la consecuente destrucción del capital , en segundo lugar habrá una caída en la tasa de ganancias al haberse incrementado la composición orgánica del capital.

Los ingresos fijos de los demás agentes económicos en forma de impuestos, intereses, rentas del suelo, etc, se encuentran de pronto sin base económica real y son contagiados estos con la situación del capitalista en cuestión. Se trata así de un fallo en la reproducción del capital que ya no es sólo del capital individual, sino que se ha propagado al sistema económico en su conjunto.

La segunda alternativa para la crisis son los problemas de realización , o de reversión de la mercancía en dinero. Para el caso de un capitalista individual no poder realizar la plusvalía contenida en sus mercancías significa no lograr la valorización de su capital y su perecimiento como tal capitalista si esta situación es sostenida. A nivel de sistema es igual en este punto, pero infinitamente más complejo cuando se sabe que la realización del capital social descansa en proporciones intersectoriales e intrasectoriales en alto grado complejas y que en la sociedad capitalista no se planifican conscientemente y de antemano.

Cuando estas proporciones dejan de cumplirse, el proceso de reproducción se detiene. La evidencia más clara de esto es la superproducción de mercancías, o a nivel más visible, el exceso de oferta sobre la demanda. Al ser el exceso de oferta sobre la demanda el rasgo visible, muchos autores lo confunden con la causa de la crisis económica de superproducción y ven su base en la desproporcionalidad del proceso de producción social; mientras otros lo asocian con el subconsumo de la clase obrera.

La idea de la desproporcionalidad como teoría de la crisis es usada en cierto modo por el propio Marx para explicar algunas cuestiones puntuales , aunque también reconoce que “…, no hablamos acá de la crisis en la medida que descansa en la producción desproporcional, es decir, en la distribución defectuosa del trabajo social entre las esferas individuales de la producción. Esto puede ser considerado sólo en la medida en que la discusión se relaciona con la competencia entre los capitalistas. Allí, como ya se ha dicho, el ascenso o descenso del valor de mercado como una consecuencia de esta relación defectuosa da por resultado el retiro del capital de una esfera de producción y su traslado a otra, la migración del capital de una rama a otra. No obstante, está ya implícito en este proceso tendente a lograr el equilibrio el hecho de que supone lo contrario del equilibrio y, por lo tanto, puede llevar consigo la simiente de la crisis, y que la crisis misma puede ser una forma de lograr el objetivo”.

Una crisis general puede darse con sólo suceder una crisis de superproducción en una rama fundamental de la economía nacional, y esto daría pie a validar la teoría de la desproporcionalidad como fuente de la crisis, pero el propio Marx llama la atención nuevamente sobre el hecho de que hay que intentar explicar el por qué la rama crítica inicial llegó a una posición de superproducción, lo sucedido en el resto del sistema es sólo el efecto expandido de este evento. ¿Qué ha hecho no proporcional la producción de la rama crítica? Ese es el problema originario, el verdadero problema a resolver.

En cuanto al subconsumo, hay que decir que esta es también una hipótesis que en algún momento el propio Marx pareciera dar apoyo. Veamos su propia tesis que ha servido a muchos investigadores bien y mal intencionados para presentarlo como defensor de tal teoría: “La causa última de todas las crisis reales sigue siendo la pobreza y el consumo restringido de las masas, en contraste con la tendencia de la producción capitalista a desarrollar las fuerzas productivas de tal manera que su único límite sería la capacidad absoluta de consumo de la sociedad toda” .

Economistas neomarxistas han tratado de esclarecer hasta qué punto Marx defiende la tesis del subconsumo como causa básica de la crisis. Por ejemplo, Maurice Dobb utiliza una idea de Marx citada por Engels en Anti – Duhring que descarga tal acusación de los hombros de Marx. El fragmento en cuestión dice así: “Es una pura tautología el decir que la crisis se produce por falta por falta de capacidad de pago del consumo… El que las mercancías no puedan venderse, no significa otra cosa sino que no se encuentran compradores que puedan pagarlas (a no ser que las mercancías en último término se compren para el consumo productivo o individual). Pero si se quiere dar a esta tautología un sentido más hondo diciendo que la clase obrera percibe una parte muy pequeña de su propio producto y que el mal se remedia tan pronto como perciba una parte mayor, es decir, que su salario aumente, habrá que objetar a esto tan solo que las crisis se preparan cada vez por un período en que el salario sube en general y la clase obrera realite recibe una mayor participación en la parte del producto anual destinado al consumo” .

Más adelante, Dobb vuelve sobre el tema y se cuestiona. “Existe alguna razón para interpretar su teoría como se interpreta con tanta frecuencia, como una teoría de infraconsumo?” La respuesta que se da parecía esperable. “Creo que no puede resolverse fácilmente esta cuestión”. En verdad, sólo vuelve a explorar las citas de Marx que parecen validar la hipótesis del subconsumo como fuente de la crisis y aquellas que lo alejan de tal criterio.

Por su parte Paul M. Sweezy se cuestiona el hecho de “¿Hasta dónde podemos decir, entonces, que tenemos aquí una teoría desarrollada de la crisis a base del subconsumo? No parece ser posible ninguna respuesta precisa a la cuestión. Ciertamente, los pasajes citados pertenecen a partes muy dispersas de los escritos de Marx, y en ningún punto aparece el problema sometido a la clase de análisis extenso y laborioso que a menudo se encuentra en su obra. Por esta razón podría sostenerse que Marx miraba el subconsumo como un aspecto, no muy importante en el conjunto, del problema de la crisis” .

Pero, según Sweezy, la polémica abarcó incluso la obra del mismo Lenin. Reproducimos a continuación el fragmento del libro donde Sweezy explica esta cuestión. “En la teoría de la crisis Lenin adoptó una posición muy semejante, aunque parece no haberla elaborado en detalle. Se confesaba adicto a la teoría de la desproporcionalidad que surge de la anarquía de la producción capitalista, pero declaraba enfáticamente que esa teoría no negaba la importancia y pertinencia de la propensión al subconsumo, afirmando claramente que el subconsumo, lejos de contradecir la explicación basada en la desproporcionalidad, es tan sólo un aspecto de ésta. (Y cita al propio Lenin): ¨La “capacidad de consumo de la sociedad” y “la proporcionalidad de las diversas ramas de la producción” no son de ningún modo condiciones individuales, independientes, inconexas. Por el contrario, cierto estado del consumo es uno de los elementos de la proporcionalidad¨.

En resumen, lo que considero se puede deducir de las ideas de Marx sobre la crisis es que estos elementos presentados hasta acá – problemas de acumulación y problemas de realización con sus subniveles – no son en realidad la causa última, efectiva, raigal de la crisis económica. Ellos son a su vez, causados, claro que a un nivel relativamente profundo de actividad, pero de todas maneras, causados. Tal causa a presentar como catalizadora de la crisis debe ser propia de las leyes generales del sistema capitalista, sólo así podría explicarse el carácter sistémico y universal de las crisis económicas en el capitalismo y el hecho de que los problemas de acumulación, de realización, de valorización etc…, concurran todos juntos y de un golpe. La causa es una sola y única para todos estos factores.

Dobb va en la dirección correcta cuando apunta “Parece evidente, además, que para Marx la contradicción dentro de la esfera de la producción – la contradicción entre la creciente capacidad productiva, consecuencia de la acumulación, y la lucratividad decreciente del capital, entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción de la sociedad capitalista – es la parte esencial del problema” . La causa básica de la crisis en el capitalismo es la denominada contradicción económica fundamental de la sociedad burguesa, contradicción que en definitiva da concreción a la ley de correspondencia marxista en condiciones de capitalismo. Todos los demás problemas son puntos en el mecanismo masivo y objetivo que supone el desarrollo de esta contradicción económica que está en la misma base y esencia de tal sociedad. Tal contradicción es por un lado resultado, y por otro lado, detonante de la ley de correspondencia.

Diagrama 1. Sistema de contradicciones y crisis clásica.

Fuente: Elaborado por el Autor.

Marx devela esta contradicción: “La contradicción entre el poder social general en que el capital se convierte y el poder privado del capitalista individual sobre estas condiciones sociales de producción se desarrolla de un modo cada vez más clamoroso y entraña, al mismo tiempo, la supresión de este régimen, ya que lleva consigo la formación de las condiciones de producción necesarias para llegar a otras condiciones de producción colectivas, sociales. Este proceso obedece al desarrollo de las fuerzas productivas dado el régimen de producción capitalista y al modo como este desarrollo se opera” .

El primer momento del concepto es la clave para entender la realidad de la crisis económica capitalista, y no sólo la de superproducción. El carácter cada vez más socializado de la producción acompañado del carácter permanentemente privado de la apropiación y, por tanto, de la regulación económica. De esta característica, surgida de la esencia del sistema de producción mercantil capitalista (vigencia de la propiedad privada y la producción mercantil) se derivan las incongruencias o desproporciones entre los sectores y al interior de ellos, los fallos en la acumulación, la imposibilidad de la valorización correcta del capital, la ruptura entre la producción y el consumo, entre la organización al interior de la empresa y a nivel social, etc. Parecería increíble pero esta gigantesca confrontación de procesos y sucesos tenía su génesis ya en el carácter contradictorio de la mercancía como célula económica de la sociedad burguesa. El hecho es que una producción altamente socializada exige dialécticamente la imposición de un mecanismo de regulación económica altamente socializado, esta es quizás la clave funcional de la crisis en el capitalismo desde la perspectiva de Marx.

Bibliografía empleada en la elaboración del capítulo.

 Carlos Marx. 1965. “Historia Crítica de la Teoría de la Plusvalía”. Volumen II. Ediciones Venceremos. La Habana, Cuba.

 Carlos Marx. 1975. “El Capital”. Tomo I. Ciencias Sociales. La Habana, Cuba.

 __________. 1975. El Capital. Tomo II. Ciencias Sociales. La Habana, Cuba.

 __________1975. El Capital. Tomo III. Ciencias Sociales. La Habana, Cuba.

 Colectivo de Autores. “Fundamentos Generales del Modo de Producción Capitalista”. Tomo I.

 _______________. 1977. Economía Política no Marxista Actual: un análisis crítico. Editorial Progreso. Moscú.

 Maurice Dobb. 1975. “Economía Política y Capitalismo”. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, Cuba.

 Paul M Sweezy. 1975. “Teoría del Desarrollo Capitalista”. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, Cuba.

 Ernest Mandel. 1980. “La crisis a la luz del marxismo clásico”, en La izquierda ante la crisis económica mundial. Editorial Pablo Iglesias.

 Joseph Alois Schumpeter. “Teoría del desenvolvimiento económico”. Fondo de Cultura Económica.

 Armando Herrerías. 2002. Fundamentos para la Historia del Pensamiento Económico. Quinta Edición. Noriega Editores.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles