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ESTUDIOS DE LA CUENCA DEL RÍO SANTIAGO: UN ENFOQUE MULTIDISCIPLINARIO

Salvador Peniche Camps y Manuel Guzmán Arroyo




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¿Por qué Arcediano? Reflexiones sobre la estrategia de abasto de agua en la ZMG

Salvador Peniche Camps
Manuel Guzmán Arroyo
Jesús Enrique Macías Franco

II Coloquio sobre el Futuro del Agua: Agua y Desarrollo Regional

Puerto Vallarta Jalisco, 27 al 29 de noviembre de 2005

Resumen.

La Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) es una de las más importantes del país. Sin embargo, debido a la problemática relacionada con el abasto de agua, este núcleo urbano podría encontrarse con una seria limitante para su desarrollo. A continuación se describen los elementos del problema en el contexto del debate social que se ha generado sobre las estrategias gubernamentales para solucionarlo.

Palabras clave: Crecimiento urbano, abasto de agua, gobernanza ambiental.

Introducción.

La relación entre abasto de agua y crecimiento urbano plantea cuestiones de suma importancia relacionadas con la sustentabilidad en las ciudades del país. El caso de la Zona Metropolitana de Guadalajara representa un interesante estudio de caso sobre la discusión de los imperativos del desarrollo que se expresan en las decisiones en materia de gestión pública, es decir, la obligación de las autoridades para proveer a la población del vital líquido y los impactos socio ambientales y económicos de las estrategias que se emplean para lograrlo.

En el articulo se discute la relación entre crecimiento urbano y abasto del agua en el contexto de la propuesta del gobierno del estado de Jalisco para resolver el problema del abasto de agua de la zona metropolitana, con la construcción de una presa en la localidad de Arcediano, en las afueras de la ciudad de Guadalajara, en la barranca de Huentitán.

El agua como factor de desarrollo urbano en la ZMG.

La dinámica hidrológica de la zona ha sido un factor fundamental desde la fundación de la ciudad de Guadalajara en el valle de Atemajac, en el año de 1542, hasta nuestros días. Por sus características geográficas, Guadalajara se encuentra asentada en una zona privilegiada. Debido a su régimen pluvial de 800 mm3 y los diversos ecosistemas que rodean la ciudad encontró un escenario adecuado para el rápido crecimiento (Casillas, 2002: 42). La existencia de generosos manantiales, la cercanía del lago de Chapala y la situación orográfica que obliga a todas las aguas de los escurrimientos y manantiales de los Altos de Jalisco a encontrarse en las barrancas del río Verde y el río Santiago ha garantizado el abasto del agua. Por otro lado, desde la Colonia y por diversos motivos se ha implementado una política de concentración urbana. La concentración acelerada de la población en la zona ha sido el resultado de políticas expresas de los gobiernos posrevolucionarios, ya sea por motivos militares o por la influencia de grupos locales de poder que desarrollaron la industria alimentaria (Rodríguez, 2003:12). En épocas más recientes, la disputa por el agua de Guadalajara y su zona metropolitana consiste en la negociación sobre el aprovechamiento del líquido de Chapala con los usuarios de la cuenca del río Lerma y en el aprovechamiento del agua que proviene de los escurrimientos de las regiones de los Altos de Jalisco, en la negociación histórica con los productores ganaderos y agrícolas de las ciudades medias localizadas a lo largo del cauce del río Verde y sus tributarios.

Con el advenimiento del nuevo modelo de desarrollo caracterizado por la apertura externa y la desregulación, se incrementaron las tendencias a la concentración urbana. La zona metropolitana reorganizó su economía apuntalando al sector electrónico como pivote de desarrollo. Con la nueva geografía industrial en el país y la llamada “segunda frontera” se dio un nuevo impulso al crecimiento urbano que incluyó a la ZMG, esquema denominado “metropolización expandida”, lo que significa una transformación de la ciudad con límites más difusos entre el espacio urbano y su periferia (Rodríguez, 2003).

La situación actual.

Según datos oficiales del XII Censo de Población del año 2000 la zona metropolitana de Guadalajara alcanzó una población de 3 850 000 habitantes. Para satisfacer las necesidades de agua de una ciudad de tales proporciones se requieren 12.5 metros cúbicos por segundo si consideramos las proyecciones oficiales de consumo del líquido, de 280 litros por habitante por día.

En la actualidad el abasto de agua para la zona metropolitana proviene de tres fuentes: el lago de Chapala, que aporta 4.5 metros cúbicos por segundo; la presa Calderón, que contribuye con 1.5 M3/s; y 133 pozos, los cuales ofrecen a la ciudad 3.0 M3/s. La suma de las tres fuentes de abastecimiento es de 9 M3/s, por lo que existe un déficit de 3 M3/s, lo que se traduce en el desabasto para 28% de la población, o sea, poco más de un millón de personas cada día.

El crecimiento de la zona metropolitana de la ciudad de Guadalajara ha sido muy acelerado. Se calcula que la mancha urbana se ha incrementado durante los últimos 20 años a un ritmo de 12% anual. Actualmente la ZMG comprende parte importante de los municipios de Zapopan, Tonalá, Tlaquepaque, El Salto, Tlajomulco de Zúñiga, Ixtlahuacán de los Membrillos y Juanacatlán.

Antes, en la década de los 80´s, se dio el crecimiento explosivo y desordenado de la urbe. La población alcanzó 2 245 000 habitantes y el área urbanizada llegó a casi 24 mil hectáreas. Fue en esta época que el modelo nacional de desarrollo alcanzó sus límites lo cual repercutió en las finanzas públicas y minó la capacidad de gestión y regulación de los municipios. En este contexto se dio el marco propicio para el desarrollo de una serie de tendencias negativas, como el crecimiento no planificado, la especulación del suelo y su mercantilización indisciplinada, así como la reducción de la capacidad del Estado para proveer servicios e infraestructura apropiada.

Con el nuevo modelo de desarrollo neoliberal, se dio paso también a una nueva etapa de desarrollo urbano caracterizada por la transformación de la estructura productiva para cumplir con los requerimientos de la estrategia hacia la apertura económica. La inversión en el sector maquilador de la electrónica determinó los cambios en el mercado de trabajo, la infraestructura, el avance de la mancha urbana, factores orientados, antes de la crisis de los 80´s, al sector agroalimentario tradicional.

Mapa 2. Municipios de la ZMG.

(Fuente: CEAS, 2004)

En este contexto, la política de desarrollo urbano de los últimos años se ha venido centrando en proporcionar los recursos necesarios para el desarrollo de la ZMG, con el fin de hacer frente a los flujos externos comerciales y de inversión.

Ante esta perspectiva, la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS), ha realizado diversos estudios en donde se plantea que la demanda de agua para la zona tendrá un comportamiento permanentemente acrecentado hasta alcanzar, en el año 2030, más de 16 m3/s.

Grafica 1. Composición de la población de la ZMG.

(Fuente: OECF Project., 1999)

Evolución del abasto de agua en la ZMG.

En sus orígenes, la ZMG se abasteció de agua fundamentalmente de los manantiales que se localizan dentro de la ciudad. No fue hasta la época del crecimiento acelerado de la urbe que se utilizó el caudal del lago de Chapala, desde principios de la década de los 50´s.

Posteriormente, el modelo neoliberal implicó un acelerado círculo vicioso que propició mayor concentración urbana y el crecimiento en flecha de la demanda de agua.

Así, en 1947, la ZMG abastecía a su población de 320 000 personas, con 427 l/s, y en 1969, la población de 1 300 000 consumía ya 4 m3/s. El salto cualitativo se dio con la construcción del acueducto de Chapala, de 1988, el cual fue proyectado para proporcionar de 8 a 15 m3/s y así, supuestamente, resolver el problema hasta el año 2010.

Aunque el agua que llega a Guadalajara desde el lago de Chapala, a través del acueducto puesto en servicio en 1988, se filtra por la cuenca del río Santiago, el líquido proviene de aguas arriba, de la cuenca del río Lerma, y se almacena en el lago. Por ello es importante destacar que esta importantísima cuenca del Lerma, que surte cerca de 50% del agua de la ZMG, tiene un grave problema de distribución de aguas y, sobre todo de calidad.

Mapa 3. La Cuenca Lerma – Chapala – Santiago.

(Fuente: CNA, 2002)

El agua de la cuenca del Lerma se distribuye de manera muy desigual. La región es una de las más importantes del país por la actividad económica que genera.

La cuenca del río Lerma es la zona más significativa de la región hidrológica RH-XII. Tiene una superficie de 52 500 km2 y es una de las más dinámicas del país. Se localiza en el centro-oeste de México, ocupa parte de los estados de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y Jalisco, es decir, es el eje de las dos primeras ciudades el país: Guadalajara y el Distrito Federal. En la zona de influencia de este río se genera más de 30% de la producción industrial, 20% del comercio, y en ella se alojan 1 de cada 8 hectáreas de riego. La agricultura es de tal importancia que es justo decir que el área es responsable de gran parte de las exportaciones agrícolas del país. La cuenca es el hogar de uno de cada 11 mexicanos (9.5 millones), de los cuales 32% es población rural. Como afirma Eduardo Mestre: “la cuenca del Lerma es una de las más pródigas de América Latina”.

El crecimiento de la economía mexicana reciente influyó en el acelerado desarrollo de la región en las últimas décadas. El aumento de la inversión nacional e internacional promovió el crecimiento industrial y la agricultura de riego aumentó de manera constante su superficie impulsando la demanda de agua. Sin una estrategia de preservación, la agricultura ha requerido en promedio de 81% de las extracciones de la cuenca.

La cuenca Lerma Chapala recibe en promedio 3% de la precipitación pluvial nacional, tiene más de 1% de los escurrimientos y contiene más de 13% de las aguas subterráneas del país…

“Sin embargo, las necesidades derivadas de todos los usos superan la oferta de agua superficial y subterránea. Esto ha provocado el desequilibrio hidrológico de la cuenca y ha puesto en riesgo el desarrollo logrado…, forzando la sobreexplotación de acuíferos y el reuso de las aguas de la cuenca. El balance hidrológico de la cuenca en condiciones medias en el período 1950-79 muestra que, ante una precipitación anual de 735 mm, se genera un escurrimiento de 4,740 millones de metros cúbicos (M’m3). De estos, en promedio 3 240 se destinan al riego y 1 500 son las aportaciones al lago de Chapala que fundamentalmente provienen de la cuenca baja del río Lerma, sus afluentes y precipitación en el lago.” (CNA, 1992).

Aunque en su conjunto el balance hidrológico de la cuenca del Lerma se encuentra en una situación crítica, para evaluarla con rigor es necesario considerar que la situación hidrológica e hidrosocial en sus diversas regiones es diferente. Por ejemplo, en lo que respecta a los porcentajes de escurrimiento la distribución es desigual en el territorio: 45.2% corresponde a la costa de Jalisco, 17.1% al bajo Santiago, 10.4% al alto Santiago, 7.6% al medio Lerma, 7.3% al bajo Lerma, 6.5% al alto Lerma y 5.9% a la costa de Michoacán. Por ello, de los 28 730 M’m3 de escurrimientos anuales tan sólo le corresponde 2 172 M’m3 a regiones como el estado de Guanajuato donde la cuenca del Lerma localiza 83% de su territorio. Lo anterior, a pesar de que en este estado se tiene una gran demanda de agua, dadas sus características demográficas y económicas. Tanto en las aguas superficiales, en donde el estado tiene un déficit de 193 M’m3 al año, como en aguas subterráneas, en donde el déficit de disponibilidad alcanza casi los 1 000 M’m3 en el mismo período, Guanajuato vive un grave problema de abasto de agua.

Por otra parte, el problema de la mala calidad del agua en la cuenca es grave. Según el Compendio Básico del Agua en México, elaborado por la Comisión Nacional del Agua en 2001, la subregión con mayor grado de contaminación en el país es la cuenca del Lerma con índice de calidad de agua menor a 40% (CNA, 2001)

El desarrollo agrícola ha propiciado la contaminación de los cuerpos de agua por la sobreutilización de nutrientes provenientes de afluentes de aguas no tratadas. Las industrias y las comunidades se abastecen fundamentalmente de agua subterránea. Las principales actividades económicas que la utilizan son la de producción de carne y lácteos, bebidas, papel y pulpa de papel, cuero, productos petroquímicos y químicos, sin tener sistemas de tratamientos o reciclado adecuados.

“El desarrollo en la cuenca Lerma Chapala se determina fundamentalmente por el uso intensivo del agua. Las industrias en la cuenca generan aproximadamente 0.608 x 10 al cubo de m3 a-1 de agua residual con 130,500 t a-1 de demanda bioquímica de oxigeno (BOD) de origen urbano y 424,260 t a-1 de demanda química de oxigeno (COD) de descargas industriales. Estas cargas de contaminantes orgánicos e inorgánicos y la escasa capacidad de tratamiento de aguas han intensificado los problemas de calidad del agua y reducido severamente su disponibilidad. La contaminación difusa causada por los escurrimientos que contienen fertilizantes y residuos de insecticidas provenientes de áreas de irrigación junto con los desecho sólidos arrastrados por la lluvia desde los hogares rurales carentes de sistemas domésticos de depuración de excremento y basura han contribuido a los problemas de calidad del agua.” (Mestre, 1997:4)

La calidad del agua también varía notablemente desde la perspectiva regional. De acuerdo con el reporte de la calidad del agua de la CNA (2005), 50% del agua de la cuenca está poco contaminada, 37% está contaminada, 7% altamente contaminada, 4% de calidad aceptable, y en 2% existe presencia de tóxicos (todos los parámetros por encima de la media nacional). Sin embargo, en el estado de Guanajuato todos los ríos importantes presentan diversos grados de contaminación y el Lerma, el más importante, no está en condiciones siquiera para aportar agua a la agricultura (Sandoval, 2001)

Gráfica 2. Distribución porcentual de los cuerpos superficiales,

de acuerdo al nivel de calidad de sus aguas, 2001.

Región Lerma Santiago Pacífico.

Fuente: CNA, 2005.

Mientras la presión sobre el lago de Chapala se iba incrementando, quedaba claro que el abasto de agua para la ZMG estaba en riesgo. Por ello, en 1990 se propuso el proyecto denominado “La Zurda- Calderón”, mismo que pretendía hacer uso del agua proveniente de la cuenca del río Verde por un volumen de 14 m3/s. El proyecto se implementó parcialmente y sólo culminó la primera fase: la construcción de la presa Calderón y el acueducto que conduce sus aguas a la planta potabilizadora de San Gaspar.

Posteriormente, en el año 2000 y ante la crisis que llevó al lago de Chapala a menos de 15% de su capacidad, el gobierno promovió obras a través de un crédito japonés, que tenía el objetivo de mejorar la eficiencia del organismo administrador del agua y desarrollar obras de rehabilitación y saneamiento para proveer a la ZMG con 1.5 m3/s más. El endeudamiento, necesario, nunca se llevó a cabo debido a complicaciones en el diseño financiero y la falta de claridad del proyecto.

Proyecto para solucionar el abasto de agua para la ZMG: la presa de Arcediano

Las autoridades estatales presentaron la siguiente evaluación de la problemática del abasto de agua para la ZMG en el año 2004.

1. Las fuentes de abastecimiento actuales no alcanzan para cubrir la demanda de la población de la ZMG.

2. El lago de Chapala se encuentra en su cota mínima y posiblemente no se podrá disponer de los volúmenes actuales a partir de 2005.

3. Las cuencas hidrológicas actualmente se encuentran en déficit y al no poder obtener los volúmenes necesarios del lago de Chapala, se sobreexplotarán en los próximos años.

4. Por tal motivo, se requiere de fuentes alternas de abastecimiento que logren cubrir la demanda actual y los requerimientos futuros para la ZMG.

Ante tal panorama, la CEAS se ha planteado una vez más la tarea de terminar con el desabasto actual de agua para la urbe y resolver el problema en el largo plazo. Para ello se ha propuesto la construcción de una presa de almacenamiento en el río Santiago, en la localidad de Arcediano, en las afueras del municipio de Guadalajara. Con esta presa, según afirman las autoridades, se asegurará el abasto de agua para la ZMG en los próximos 30 años ya que aportará un promedio de 10.4 m3/s o un total de 328 Mm3 al año. La presa de Arcediano tendrá una capacidad de aproximadamente 300 millones de metros cúbicos, la cortina tendrá una altura de 125 metros y una longitud de 400 metros. El vaso inundará un área de 24 400 m2 y tendrá un costo de 3 200 millones de pesos (enero 2004) y será acompañada de la construcción de un sistema de plantas de tratamiento de aguas en la cuenca local que significará una inversión de aproximadamente de 3 500 millones de pesos adicionales. Ambos proyectos constituyen el mayor endeudamiento público en la historia del estado de Jalisco.

Foto 1. La ZMG junto a la barranca de Huentitán, a la altura de la comunidad de Arcediano.

Uno de los argumentos más importantes en relación a la viabilidad del proyecto de abasto de agua para la Zona Metropolitana de Guadalajara, consiste en que el aprovechamiento del agua de la cuenca del río Verde liberaría la presión que tiene ahora el lago de Chapala, perteneciente a la cuenca del Lerma, pero que sigue siendo la fuente principal de abasto de agua a la urbe a través del acueducto de Chapala.

El proyecto de la construcción de la presa de Arcediano ha sido muy polémico y cuestionado por grupos ambientalistas, científicos universitarios, sindicatos, agrupaciones profesionales, la Iglesia y coaliciones de ONG’s. A continuación, algunas reflexiones críticas.

Sobre la calidad del agua.

La cuenca Lerma Chapala Santiago presenta el desarrollo industrial y demográfico más importante del estado; en él se asientan importantes corredores industriales de los más diversos giros. Además se localizan unas 50 poblaciones de tamaño medio.

Dado el grave riesgo del impacto en la salud pública, que amaga a la población de la Zona Metropolitana de Guadalajara; la no aplicación de las leyes ambientales y sanitaria; la ineficiencia de los sistemas de tratamiento de aguas urbanas; la inexistencia de sistemas de tratamiento de aguas industriales y de aguas pecuarias, que se vierten en la barranca y que serán la base del uso de agua del proyecto de Arcediano, existen grandes dudas sobre la posibilidad de que la calidad del agua sea la adecuada para el uso humano.

Sobre el diseño financiero.

El diseño financiero de la obra es deficiente ya que, según consta en el análisis efectuado por el comité técnico de la Universidad de Guadalajara, “no se pueden determinar con exactitud los costos del Proyecto Arcediano en virtud de que, entre otros: a) se carece de proyectos ejecutivos; b) las actualizaciones de los presupuestos no son consistentes; c) la tasa de descuento social debe ser una equivalente al costo real del financiamiento del proyecto; y d) no se cuantificaron, en la función de costos, los riesgos existentes”

El impacto socioambiental.

La obra inundará una zona declarada área natural protegida según Decreto de 1934 y decretos posteriores 1997 y 2001 de los ayuntamientos urbanos, basados en la existencia de 4 especies de flora y 20 de fauna en la lista de protección por estar en peligro de extinción y en la existencia de monumentos de interés antropológico, como el primer puente colgante de América Latina.

La cuenca del Santiago representa un corredor biológico de múltiples especies que emigran cada año y representa una reserva natural para la ZMG, que ofrece espacios de recreo para la población.

Gobernanza y cumplimiento de la normatividad.

En muchas ocasiones el gobierno no ha sabido negociar su propuesta con los grupos críticos y ha mostrado una imagen de imposición. Se ha percibido un apresuramiento en la aprobación del proyecto entre los actores políticos a nivel local, estatal y federal y sobre todo en el inicio de la construcción de la presa sin contar con las autorizaciones del Congreso del Estado y a pesar de la existencia de amparos judiciales. Durante el proceso se han dado graves irregularidades administrativas como la que figura en la solicitud del Ejecutivo del estado para liberar los fondos, fechada el 14 de marzo de 2003, la cual establece la obra en una localidad diferente al sitio en donde se han realizado los trabajos de construcción de la obra.

Existen dudas sobre el esquema de desarrollo urbano que promueve el proyecto. Arcediano podría significar la continuación de la estrategia que privilegia la visión de la oferta de agua, la construcción de obras, en lugar de encontrar soluciones sustentables de largo plazo. Esta estrategia ha favorecido el uso extensivo descontrolado del agua. La concentración urbana que promueve el modelo propuesto contradice los programas de desarrollo regional armónico, y propicia el desarrollo sobre los límites de la capacidad de carga de los ecosistemas locales y a pesar del agotamiento de los recursos necesarios para el crecimiento económico. Como ejemplo de lo anterior se pueden señalar las propuestas de desarrollo urbano del lado norte de la barranca de Oblatos, misma que ha significado una barrera natural al crecimiento de la mancha urbana y una zona de amortiguamiento ambiental. Con la presa se ha dado autorización para el cambio de uso de suelo de la zona, que permite la urbanización de los espacios que hoy son zonas boscosas que rodean a la ciudad.

Por ello, existe gran preocupación en las poblaciones de los Altos de Jalisco, las cuales tendrán que ceder sus derechos de uso de agua necesarios para la creciente industria agroalimentaria local a favor de la gestación de la megaurbe de la ZMG. Lo mismo se percibe en las concentraciones urbanas de los estados vecinos que se nutren del río Verde aguas arriba, a pesar de los acuerdos y asignaciones existentes en la Federación.

En resumen, se teme que la construcción de la presa de Arcediano agudice el grave problema del anárquico crecimiento urbano y de la centralización de la actividad económica y políticosocial en la Zona Metropolitana de Guadalajara, que se ha venido presentando en los últimos años.

Al respecto, Arroyo indica que:

En los últimos años, la utilización de los recursos naturales del país ha traído como consecuencia el deterioro acelerado del medio ambiente, causando preocupación política y movilización social en torno al problema ecológico. Sin embargo, el ritmo de la destruc¬ción es mayor que la puesta en práctica de medidas de protección. La sociedad finca su bienestar en procesos intensos de industriali¬zación, que son sinónimos de beneficios económicos para un pequeño grupo pero causa impactos negativos en el entorno físico que afectan a toda la población. (Arroyo, 1994)

La presa de Arcediano finalmente seguirá dependiendo de la voluntad de los usuarios de las cuencas de los ríos Verde y Santiago, de las aguas negras y grises de las ciudades a lo largo de los ríos y de las descargas de las maquiladoras del Valle del Silicio tapatío, lo cual es causa de preocupación, dado el estado lamentable del sistema de saneamiento de aguas, a pesar de la actual propuesta gubernamental de sanear la cuenca

Por otra parte, el agua que llegará a la presa de Arcediano provendrá del lago de Chapala, circunstancia que haría inútil su existencia en caso de emergencia. Dicha presa no puede resolver la crisis de Chapala, cuya causa fundamental es la administración del agua en el alto Lerma y no el abasto de agua para Guadalajara.

Existen algunas propuestas de los grupos ciudadanos para resolver la cuestión del abasto de agua para la ZMG.

1. Acuerdo de distribución sustentable.

El problema fundamental de la crisis en la cuenca Lerma Chapala Santiago es la inexistencia de un acuerdo sustentable de distribución de aguas superficiales que garantice el escurrimiento necesario para la conservación de sus sistemas de soporte de vida y los diversos usos del agua. El acuerdo firmado en 2004 sólo garantiza la distribución de los excedentes de las presas situadas a lo largo del río Lerma y privilegia el uso agrícola del agua en lugar de basarse en su uso ecológico. En este esquema, Chapala se convierte en un lago artificial, producto de descargas, que depende de los desfogues de las presas, y ha dejado de ser un lago funcional.

El balance hídrico de la cuenca ha sido inadecuado. Según datos históricos de la CNA, la cuenca, que ocupa 50 136 km2, produce un escurrimiento anual de 4 740 millones de metros cúbicos, con una tasa histórica de precipitación de 735 mm . De estos 4 740 M’m3 en promedio se destinan al riego 3 240 M’m3, y 1 500 M’m3 han sido las aportaciones al lago de Chapala, mismas que han provenido fundamentalmente de la cuenca baja del Lerma, sus afluentes y la precipitación en el lago. De estos 1 500 M’m3 se estima una evaporación de 1 440 M’m3, una transferencia a la ZMG de 240 M’m3 y un uso agrícola de 90 M’m3. Lo anterior arroja un déficit anual de 270 M’m3. Este déficit permanente fue el causante de la crisis que caracterizó a Chapala los últimos años.

La ausencia de una política de distribución de aguas en la cuenca Lerma Chapala Santiago ha propiciado un esquema perjudicial para el lago: los usuarios de la cuenca alta simplemente no dejan fluir el agua hacia los usuarios de la cuenca baja. Esta práctica depredadora se puede verificar con el hecho de que, mientras el lago de Chapala se redujo a menos de 15% de su volumen a principios de siglo, las presas del alto Lerma han alcanzado recurrentemente volúmenes superiores a 100%.

En resumen, durante décadas el lago de Chapala ha sufrido una política deliberada de desecación y sólo ha sobrevivido gracias a los cambios en el régimen pluvial y a sus propios recursos de escurrimiento. La crisis del lago ha repercutido directamente en la disponibilidad del agua para la ZMG. Una distribución sustentable del agua en la cuenca, de largo alcance, basada en la administración apropiada del recurso, daría como resultado la solución al problema del abasto de agua a Guadalajara, ya que el volumen del agua en el lago permitiría resolver el déficit existente y las necesidades para el futuro.

Si se garantiza un volumen promedio de 4 000 M’m3 en el lago de Chapala, cerca de la mitad de su capacidad total, se podría utilizar a plenitud la planta de bombeo, construida en 1994 en la ciudad de Chapala, para abastecer de agua a Guadalajara. Hoy, esta planta utiliza la mitad de su capacidad instalada y podría bombear hasta 7 m3/s. La construcción final del acueducto alcanzaría para bombear hasta 14 m3/s. Actualmente, según cifras oficiales, sólo se extraen 4.5 m3/s de Chapala pero con el flujo estable de agua para este lago, se podrían extraer los 3.5 m3/s que faltan, usando la infraestructura existente. Lo anterior es factible, aun sin tomar en cuenta las indispensables estrategias de ahorro de agua.

2. Ahorro de agua.

Son dos los principales factores que determinan la posibilidad de regularizar los flujos de agua para el lago de Chapala: el régimen pluvial y el aumento de los usuarios. Los datos históricos señalan que las lluvias no han variado significativamente en la zona aunque se han dado ciclos de altas y bajas. Por ejemplo, según a CNA, de 1941 a 1998 se tuvo un promedio de precipitación anual de 735 mm . Por otra parte, ante la ausencia de medidas de administración de la cuenca, la recuperación actual del lago de Chapala se debe, exclusivamente, a las extraordinarias lluvias que lo han favorecido de 2003 a septiembre de 2004. En este periodo el volumen del vaso subió cerca de 400%, de 1 200 M’m3 a cerca de 5 000 M’m3. La cantidad de agua almacenada en las presas del alto Lerma y el despilfarro de agua vía mecanismos poco eficientes de riego son pruebas de la inexistencia de una sequía en la cuenca.

El aumento de los usuarios en la cuenca ha causado ciertamente un stress adicional al equilibrio hídrico de la cuenca; sin embargo, no existe evidencia que este factor sea determinante en la crisis pues el agua existe y está almacenada en las decenas de megapresas en el alto Lerma. El aumento de las unidades agrícolas, industriales y de usuarios urbanos es una variable dependiente de la inteligencia de planeación regional del desarrollo, factor hasta ahora ausente en la región.

En ambos casos es indispensable una política dinámica de ahorro del agua: un mayor control, por parte de la CNA, en el proceso de asignación y uso en el riego, que utiliza cerca de 80% del líquido de la cuenca. Y, por otra parte, la reducción del uso diario de agua en las ciudades y, sobre todo, abatir las fugas de la red de distribución.

Detrás de esta concepción está la idea de preservar los recursos naturales, aprendiendo a utilizarlos con responsabilidad. El lago de Chapala puede ser la solución del problema sólo si se da una administración apropiada del recurso. Con medidas como la actualización del padrón de usuarios y el control sobre la utilización y el robo del agua, podríamos esperar un ahorro efectivo que permitiera tener más certidumbre en el libre flujo del agua hacia Chapala. La tecnificación del riego, que permitiera liberar 10% del agua en la agricultura, pondría disponible cerca de 474 M’m3 anuales, lo cual resolvería con creces el déficit de 3.5 m3/s que tiene actualmente la ZMG, además de hacer más eficiente la producción y generar ecosistemas más sanos. Ciertamente, la tecnificación del riego no es la solución final, dadas la eficiencia marginal que aún la caracteriza y la utilidad ecológica de recarga de acuíferos de los sistemas de entarquinamiento, pero es indudable que puede ser una herramienta importante para la recuperación de la cuenca.

La reducción del patrón de uso de agua de los ciudadanos de Guadalajara, a través de la concientización y con la aplicación de una nueva normatividad más racional, que reduzca de 276 litros diarios de consumo a 200 ldp, traería un ahorro de 3 metros m3/s (3 850 000 habitantes x 200 litros/segundo) que resolvería el problema del déficit actual.

La reparación de la red de distribución urbana en Guadalajara constituye otra de las grandes líneas de acción y ahorro del agua. El bajar de 43% actual para alcanzar la norma internacional de 23% de fugas en la red, daría como resultado un ahorro de 47.8 M’m3 al año (2.4 m3/s aproximadamente), lo cual contribuiría de manera importante a resolver el déficit actual de 3.5 m3/s.

Hasta aquí el ahorro. Podrían plantearse también estrategias más modernas e innovadoras para resolver el problema, más baratas y efectivas, pero ciertamente más controversiales, como la siembra de agua a través de la captación del agua pluvial. Dadas las precipitaciones en la ciudad de Guadalajara, de cerca de 800 mm anuales, se podrían captar algunas decenas de millones de metros cúbicos de agua que ayudarían a resolver el problema del abasto en la ciudad, si se implementaran paralelamente mecanismos de reciclado y de diferenciación de usos de aguas verdes, grises y negras, como se procede en algunos países donde es crítica la carencia del recurso.

Todo lo anterior, es decir, la recuperación eficiente y barata de la cuenca, se basa en un principio de gestión democrática y participativa del recurso hídrico, que garantice una estrategia eficiente de tratamiento de aguas; una redelimitación de competencias constitucionales que asigne mayores atribuciones a las comunidades y municipios para la gestión y monitoreo de los programas; la aplicación de instrumentos económicos para aprovechar los mecanismos del mercado (tarifación, impuestos e incentivos), una estrategia de Estado para la administración del agua, el acceso a la información proveniente de redes hidrométricas públicas, una nueva normatividad y la aplicación eficiente de la misma. En resumen, es necesaria una nueva cultura del agua.

A manera de conclusión, a la luz de la oposición social a la obra y ante la inesperada recuperación del lago de Chapala y el ordenamiento parcial de su explotación con el nuevo acuerdo de distribución de aguas superficiales de 2004, la explotación racional del lago empieza a resultar una medida más coherente para resolver el problema de abasto de agua para la ZMG. Esta opción puede resultar más económica y ambientalmente más efectiva que la presa de Arcediano, la que a fin de cuentas recibirá agua tanto de Chapala como de los escurrimientos que le corresponden a la cuenca del río Verde, afectando con esto a los pobladores de los Altos de Jalisco, quienes seguramente también necesitarán el líquido en algún momento del futuro inmediato.

Principales grupos relacionados con el debate alrededor de la propuesta de la presa de Arcediano:

1. Pronunciamientos públicos a favor del Proyecto de Arcediano:

Comisión Nacional del Agua (CEAS)

Delegación Regional de la SEMARNAT

Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Saneamiento (SIAPA)

Gobierno del Estado de Jalisco.

Congreso del Estado de Jalisco.

Gobierno Federal.

Coparmex Jalisco.

Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ).

Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara (CNCG).

BanObras.

Delegación Regional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

Universidad Autónoma de Guadalajara.

2. Pronunciamientos públicos sobre irregularidades en el Proyecto de Arcediano.

Comité pro-defensa de Arcediano.

Consjo Ciudadano del Agua AC.

ONG local “Amigos de la Barranca”.

ONG local “Fundación Cuenca Lerma Chapala Santiago”.

ONG internacional “Living Lakes”.

Ciudadanos por el Medio Ambiente, AC.

Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara.

Comite “Acqua” de la Universidad de Guadalajara.

Arquidiócesis de Guadalajara.

Académicos del ITESO.

Académicos de la Universidad de Guadalajara.

Ayuntamiento de Zapopan.

Ayuntamiento de Tlaquepaque.

Centro de Investigaciones y Estudios en Antropología Social (CIESAS).

El Congreso Intersindical.

“Alarife” Colegio de Profesionistas de la Arquitectura y el Desarrollo Urbano.

Federación de Colegio de Profesionistas (FCP).

Consejo Intergrupal de Evaluadores del Estado de Jalisco.

Instituto de Derecho Ambiental (IDEA).

Círculo de Mujeres (CM).

Tianguis Cultural.

Pastoral Social.

Colectivo Ecologista Jalisco.

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