BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ECONOMÍA Y TERRITORIO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. DESIGUALDADES Y POLÍTICAS

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5. Disparidades socioeconómicas territoriales

Aunque el PIB per cápita es un indicador de bienestar y desarrollo bastante aceptable y ampliamente utilizado en economía, se considera pertinente analizar de manera específica la dimensión social de las disparidades territoriales. Con este propósito, y mediante el empleo de la información censal disponible, se calcularon los valores del índice de necesidades básicas insatisfechas para fechas aproximadas al año inicial y final del período de referencia.

Para el análisis de los datos y su correlación con la información económica territorial se ha diseñado el índice de superación de la pobreza (ISP), que mide el número de puntos porcentuales de disminución del índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI) entre el año inicial y el año final considerados.

La relación entre condiciones sociales y disparidades económicas territoriales se concreta mediante la observación de dos cruces estadísticos. El primero, entre el isp y la tasa de crecimiento del PIB per cápita territorial, permite establecer si los territorios más dinámicos en materia económica (tasas de crecimiento) son también los más dinámicos en el plano social (disminución del ISP). El segundo cruce, entre el isp y el nivel de riqueza del territorio al comienzo del período de análisis, indaga si los territorios más ricos (PIB per cápita) coinciden con los más dinámicos en el ámbito social (véase el cuadro II.12).

De acuerdo con los índices de correlación entre el ISP y el desempeño económico de los territorios, esta relación es significativa y positiva en Chile y México, ya que las mayores tasas de crecimiento territorial estuvieron acompañadas de una reducción más acelerada de los índices de necesidades básicas insatisfechas territoriales. En Bolivia, el Brasil y Colombia no se encuentra ninguna relación significativa, mientras que en la Argentina la relación es opuesta pero leve.

En la correlación entre el índice de superación de la pobreza y el nivel de riqueza territorial, los valores son mucho más altos y predominantemente negativos (la Argentina, Bolivia, Chile y Colombia). Los territorios más pobres lograron reducir la pobreza más rápido que los más ricos, lo que permite hablar de una cierta convergencia socioterritorial que no coincide con el estancamiento de la convergencia económica territorial. Sin embargo, en países en los que las disparidades sociales territoriales estarían aumentando (divergencia), como el Brasil y México, se presentó la relación inversa.

De estos resultados es posible concluir que el dinamismo económico territorial a mediano plazo (1990-2005) no se traduce en una disminución de proporción semejante en los niveles de pobreza. Por ello, es necesario examinar el tipo de crecimiento económico que se está produciendo e identificar los bloqueos que impiden un mejor derrame en materia de resultados sociales. Dado que los territorios más pobres están logrando disminuir más rápido sus índices de pobreza en comparación con los más ricos, cabe preguntarse por la descentralización y el papel del municipio como gestor social, así como por su incidencia en la explicación de este resultado positivo.

C. Conclusiones

Los países de América Latina y el Caribe analizados tienen en común los altos índices de concentración urbana y los elevados niveles de disparidad económica territorial. No obstante, mientras que la concentración de la población urbana en la primera ciudad y el peso económico del territorio mayor de cada país han entrado en una tendencia decreciente, las disparidades económicas territoriales, medidas con diversos indicadores, tienden a mantenerse y no presentan ni un aumento ni una disminución relevante. Estas tendencias generales tienen excepciones y matices. En la mayoría de los países de transición urbana incipiente (El Salvador, Guatemala y Haití), y en unos pocos de transición urbana moderada (Panamá y la República Dominicana) y avanzada (Chile), esta concentración ha seguido aumentando. En cuanto al peso económico del territorio mayor, el descenso se da en cinco de los siete países estudiados, con las excepciones de la Argentina y Chile.

Las disparidades económicas territoriales, analizadas mediante el dinamismo del PIB per cápita de territorios ricos y pobres, venían descendiendo de manera muy pausada (convergencia) hasta antes de los años noventa. En la mayoría de los países, y en unos un poco antes que en otros, esta disminución se detuvo sin llegar a transformarse en divergencia. Por lo tanto, las disparidades económicas territoriales en América Latina y el Caribe no han aumentado ni disminuido significativamente en el período 1990-2005 y, aunque no hayan aumentado, el fenómeno más importante es que se haya detenido la lenta tendencia al descenso.

Con las tendencias de cambio en materia de concentración urbana y disparidades económicas territoriales cobran más importancia las estructuras. Mientras que algunos países están encabezados por un solo territorio que concentra la mayor parte de la producción y de la riqueza, en otros esta concentración se produce alrededor de dos o tres territorios con niveles de importancia económica semejantes. Mientras que la Argentina, Chile y el Perú son países primaciales con un único polo mayor, Bolivia, el Brasil, Colombia y México son multipolares y están comandados por más de un polo económico territorial. El interés de este resultado deriva de sus consecuencias económicas y políticas. La concentración excesiva conlleva pérdidas en la capacidad de crecimiento; los países primaciales tienden a tener mayores grados de disparidad económica territorial y podrían ver perjudicadas sus dinámicas de crecimiento. En el ámbito social y político, los excesos de concentración y de disparidad se acompañan con pérdidas en materia de diversidad y capacidad de adaptación.

La distribución de los territorios por niveles de riqueza y la distribución de las poblaciones de los territorios por niveles de riqueza permiten analizar la totalidad de la estructura económica territorial de los países y observar dos grandes tipos de distribución: polarizada y estratificada. En la primera, los territorios tienden a agruparse alrededor de dos grandes aglomerados con niveles de ingreso y riqueza disímiles, como en la Argentina, el Brasil, Chile y el Perú. En la distribución estratificada, que se da en Bolivia, Colombia y México, estos aglomerados se ubican en torno a varios grupos con diferentes niveles de ingreso y riqueza. En ninguno de los casos se encontró una distribución estadística semejante a la normal. Los países multipolares tienden a coincidir con los de distribución estratificada y los primaciales con los de distribución polarizada. Por regla general, también se observa que las distribuciones territoriales son menos dispares que las de la población en los territorios. Esto indica que la intensidad de las disparidades se incrementa cuando se tiene en cuenta el peso demográfico de los territorios.

A partir de la conjugación de estas dos dimensiones (cabeza económica territorial y distribución general) se logra una caracterización de los países en tres grandes grupos: primaciales polarizados (la Argentina, Chile y el Perú), multipolares polarizados (el Brasil) y multipolares estratificados (Bolivia, Colombia y México). Esta combinación revela la existencia de grupos de países con diferentes grados de intensidad en sus disparidades, tanto en los segmentos superiores de la distribución, como en la estructura del conjunto. Además, al relacionar estas categorías con otros resultados, se sugiere que los países primaciales polarizados tienden a tener una mayor resistencia a la difusión espacial del crecimiento económico. La tendencia dominante del período más reciente es a reducir el peso económico de la cabeza territorial, con dos excepciones de configuración primacial como la Argentina y Chile.

La trayectoria económica de los territorios a corto y mediano plazo (convergencia-divergencia) se debe entender en forma paralela a su estructura territorial (primacial-multipolar/polarizado-estratificado) ya que esto ayuda a descifrar las razones de su desempeño y a identificar condicionantes que podrían modificar las tendencias observadas.


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