Introducción

El papel del investigador en la actualidad, envuelto en perspectivas metodológicas cuantitativas, que estadísticamente corroboran al método hipotético-deductivo como un proceso fundamentalmente legitimado para explicar los hechos de la vida social (Rojas, 1993), en combinación con metodologías cualitativas, como el manejo de la historia oral, la entrevista grupal y la discusión en grupos, es sumamente importante no solo por la trascendencia de los interés personales e interpretativos que involucran responsablemente a investigar determinado objeto de estudio, sino por la seriedad y validez científica que le otorgue a su análisis mediante la factibilidad simultanea de procesos objetivos e intersubjetivos (Fraser, 1993).

Así mismo, el investigador y diseñador de políticas públicas culturales vive al tanto de los procesos económicos, políticos y socio-culturales que “convergen” en un territorio específico como escenario optimo de ser analizado ya que de estas intersecciones se retoman los grados de desarrollo y crecimiento de una región o de un país en general, surgiendo así, la necesidad de poner atención específica a los procesos prácticos de solución de problemas a corto plazo tomando en cuenta el insuficiente desarrollo de las políticas culturales, entre otras, que son menos favorecidas por el sistema racional político, desfasadas ya de una política económica sobreestimada.

Así mismo, el efecto de la globalización económica por ejemplo, fue un arma de dos filos; por un lado la apertura de procesos de libre comercio que beneficio a todos, el intercambio y cooperación que favorecieron una relación de producción, complementariedad y expansión (Séller, 1997); y por otro lado, la entrada de empresas pequeñas regionalizadas que se posicionan en el juego mercantil mediante la competitividad y participación en el desarrollo regional (Stiglitz, 1990).

Una aproximación al fenómeno del Graffiti en la ciudad de Salamanca representa un intento de comprender un fenómeno social de características que están en función de las variaciones del contexto socio-cultural, económico, político, procesos rápidos de cambio o fluctuación demográfica a través de la aculturación y socialización en la ciudad que influyen de manera considerable en los adolecentes de 12 a 18 años de edad (García, 1990). Así como la concordancia con las personalidades específicas de los jóvenes que se involucran con la actividad y que puedan influir directa o indirectamente sobre el efecto del comportamiento de “rayar paredes”. Representa además, un estudio de las relaciones o redes sociales entre jóvenes constituidos en grupos que actúan en la socio dinámica urbana actual; no obstante, de las consideraciones que caracterizan fundamentalmente las percepciones de los medios de comunicación en un estudio hemerográfico reflejando las concepciones de las autoridades administrativas y policiales al describir la actividad del “graffiti” mediante la transición desde su tipificación inicial como un delito que debe sancionarse hasta su canalización artística.

Los estudios culturales implican entre las dimensiones de identidades juveniles, la categorización de las bandas o “tribus” juveniles mediante la adopción de representaciones e identidades socio-culturales dinámicas cambiantes y la postura de que el graffiti es la delimitación de sus territorios (Reguillo, 1992). El bagaje teórico y conceptual tratado corresponde al esquema de la idea fundamental entre el contexto socio-cultural del comportamiento juvenil a partir de una discontinuidad de la construcción de la personalidad del mexicano, mediante la dialéctica constante entre los factores intelectuales y motivacionales del individuo joven y ls premisas histórico-socio-culturales que rigen la cultura de la ciudad de Salamanca. El graffiti es, más que un fenómeno individual, una manifestación juvenil-socio-cultural que corresponde a conductas organizadas en grupos en grupos específicos que actúan en el ámbito urbano de manera consistente y evolutiva, para explicitar los sentidos de pertenencia e inclusión a los mismos. Esta ultima característica de evolución, se ha observado mediante la producción de tres tipos de obras o escrituras por graffiteros a lo largo de las décadas de los 80 y 90´s. en la década de los ochentas, se mantuvieron los llamados “placazos” consistentes en dibujos y letras de una gramática clara y un significado preciso, expresando los nombres de barrios, integrantes y lideres así como las maneras de representar sus identidades mediante imágenes inclusive religiosas y sus relaciones de poder con otros barrios mediante las tachaduras. Este graffiti se caracteriza por ser territorial, cada barrio tenía su lugar especifico en casi toda la ciudad y que participan jóvenes de clase populares de la ciudad de Salamanca, la forma de inclusión al barrio era a través de los golpes y demostración de valentía (Valenzuela, 1992).

El segundo caso, a mediados de los 90´s fue una proliferación de “mascas” o “firmas” con escritura complicada sin gramática establecida utilizada en competencias y retos como formas de inclusión al grupo de “tagers” (crew) mediante cierto grado de peligrosidad e invisibilidad; y el último caso, a finales de los 90´s. de murales llamados “peaces” que expresan mensajes juveniles menos complicados pero ya establecidos con “permisos” negociados ante las autoridades.

Planteamiento

El debate se convierte en una secuela inadecuada de actitud de la sociedad cuando algunos académicos y profesionales de la conducta o de la salud humana apoyan la existencia de una etapa cronológica de crisis biológica y psicológica: la denominada atapa del adolecente que se convierte en una pertinencia justificable (Wolman, 1995). Por otro lado, algunas aportaciones del constructivismo, disciplina de desarrollo intelectual, que por el contrario afirman mediante investigaciones realizadas con niños y jóvenes que este puede realizar acciones inteligentes y manipuladoras que infieren la determinación de las intencionalidades juveniles (Piaget, 1970).

El desarrollo del graffiti desde Nueva York, EU., como un medio de emular sus diskyokers o breackdancers y en Francia como un fin al reivindicar acciones socio-políticas; refleja en nuestra ciudad desde 1995, incluso hasta finales del 2004, una acción de comunicación tecnológica mediante el internet donde los jóvenes (salamantinos) determinan las características generales de la actividad, materiales, herramientas, técnicas, estilos de la misma forma en que utilizan los graffitistas extranjeros para pintar sus bardas, redimensionado a estrategias de reconocimiento y poder entre los diversos grupos existentes en la ciudad.

La posición de la DGSP se fundamenta en una historia juvenil de pandillas, violencia, drogadicción, delincuencia y últimamente el narcotráfico, donde el graffiti es precisamente la expresión agresiva y violatoria de propiedades ajenas de terceras personas y que merecen corrección mediante alguna actividad represiva como la detención in fragante, multas encarcelamiento o mediante servicio social.

Metodología

En un diseño descriptivo se utilizo la técnica de grupos de discusión o grupos focales para identificar las percepciones de los diversos actores. Participaron 10 jóvenes infractores detenidos in fraganti por la actividad del graffiti en un rango de edad de 14 a 18 años (x=16), 10 jóvenes estudiantes de educación media superior de una escuela preparatoria oficial en un rango de edad de 16 a 18 años (x=16) y 10 jóvenes de una pandilla de la colonia Nativitas en la ciudad con participación activa del graffiti en competencias con otros grupos en un rango de edad de 14 a 18 años (x=16). Todos ellos de sexo masculino y originarios de la ciudad de Salamanca, Gto., México. El instrumento que se utilizo fue una cedula de entrevista conformado por treinta y dos preguntas.