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CUADERNO DE TRABAJO USAT

Jesús Castillo More




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Lectura 3. EXISTE ALGO ACERCA DE LA MACRO

PAUL KRUGMAN (*)

Es época de vacaciones, y mis pensamientos se han tornado a ...la preparación de mi curso. Las clases no empiezan hasta Febrero, pero los libros deben ser ordenados, las listas de lecturas deben recibir claridad en la impresión e ir a Artes Gráficas, y las notas de clases deben estar preparadas.

Esta primavera tengo una nueva asignatura: enseñar Macroeconomía I para estudiantes graduados. Ordinariamente este curso es dictado por alguien que se especializa en Macroeconomía; y cualquier tópico que mis escritos populares puedan cubrir, mis especialidades profesionales, son comercio internacional y finanzas, no teoría macroeconómica general. Sin embargo, el MIT tiene un problema temporal en su plana docente, lo que por si mismo revela el estado corriente de la macro, y yo he sido llamado para llenar el vacío.

Aquí esta el problema: Macro I ( es decir 14.451 en el lenguaje del MIT), es un curso de un trimestre, que se supone cubre los modelos de trabajo del campo – los enfoques estándar que cada uno se supone conoce, los modelos que centran la discusión en, digamos la Reserva Federal, el Tesoro, y el FMI. En particular, se supone que ofrece un vistazo de items tales como el modelo IS-LM de política monetaria y fiscal, el enfoque OA-DA al análisis de corto versus largo plazo y así sucesivamente. Para los standards de la teoría macroeconómica moderna, esto es una materia cruda y simplista, así que usted puede pensar que cualquier macroeconomista entrenado podría enseñarla. Pero resulta que eso no es cierto.

Usted ve, los macroeconomistas más jóvenes –digamos aquellos bajo los 40- no conocen esta materia. Sus profesores consideraron tales elaboraciones como el modelo IS-LM como muy ad-hoc, muy simplistas como para que valga la pena enseñarlos- después de todo, no podrían servir de base para una disertación. Ahora nuestros macroeconomistas más jóvenes son ciertamente muy inteligentes, y podrían aprender el material a fin de enseñarlo, pero lo encontrarían extraño, aun repugnante. Así, a fin de enseñar este curso, el MIT ha recurrido, en lo que yo recuerdo, a economistas que aprendieron la macro antigua antes que esta venga a ser considerada con desdén. Por una variedad de razones, sin embargo, no podemos recurrir a ellos este año: Stan Fischer se ha dedicado a recorrer el mundo, Rudi Dornbusch está ocupado en otra cosa, Oliver Blanchard es jefe de Departamento, Ricardo Caballero – que es un poquito joven para el rol, pero puede tragarse este disgusto si es necesario- está dejándonos. Todo lo cual me deja a mi.

Ahora usted puede decir, si esta materia está tan fuera de moda, no debería ser eliminada del currículo? Pero lo gracioso es que mientras la macro diseñada a la antigua ha sido crecientemente descartada de los programas graduados- ocupa solo unas pocas páginas en ya sea los textos de Blanchard-Fisher o Romer que yo estoy asignando, y ninguna en muchos otros folletos, en el mundo real continúa siendo la principal base para discusión seria. Después de 25 años de expectativas racionales, equilibrio de ciclos económicos, crecimiento y nuevo crecimiento y así sucesivamente, cuando la conversación se centra en la siguiente movida de Greenspan, o a los proyectos para el EMU, o los riesgos al plan de rescate de Brasil, es siempre informado –explícita o implícitamente- por algo no muy diferente de la macro a la antigua que yo supongo enseñaré en Febrero.

¿Por qué la materia a la antigua persiste en esta forma? No creo que la respuesta sea conservadorismo intelectual. Los Economistas, en efecto, están siempre buscando algo radical y diferente. De cualquier forma, he visto una y otra vez como los economistas jóvenes, entrenados para considerar la IS-LM y todo eso con desdén, resultan partidarios de ella después de unos cuantos años en Washington o Nueva York. Existe algo acerca de la macro primitiva que nos empuja de regreso a ella; si Hicks no hubiese inventado la IS-LM en 1937, nosotros terminaríamos inventándola de nuevo.

Pero ¿Qué es lo que hace a la macro de antiguo diseño tan apremiante? Para responder la pregunta, encuentro útil pensar en primer lugar de donde viene.

Los aficionados saben, que mucho de lo que ahora conocemos como economía Keynesiana, realmente viene de John Hicks, cuyo artículo de 1937 “Mr. Keynes y los Clásicos” introdujo el modelo IS_LM, una concisa presentación de un argumento que pudo o no pudo haber sido lo que Keynes quiso decir, pero ciertamente ha terminado definiendo lo que el mundo piensa que dijo. Pero ¿Cómo llegó Hicks a esa presentación concisa? Para responder esa pregunta, solo necesitamos ver el libro que el estaba escribiendo al mismo tiempo, Valor y Capital, que ha sido tan influyente como la Teoría General de Keynes.

Valor y Capital puede ser considerado como una respuesta extendida a la pregunta, “¿Como pensamos coherentemente acerca de las interrelaciones entre mercados –acerca del impacto del precio de los cerdos sobre el maíz y viceversa? ¿Cómo se ajusta el sistema simultáneamente?”. Los Economistas han entendido siempre como pensar acerca de un mercado simple aislado-en términos de oferta y demanda-. En algunas áreas –notablemente comercio internacional- han pensado a través de cómo las cosas de ajustan simultáneamente en una economía que produce dos bienes. Pero ¿Qué sucede con las economías con tres o más bienes, donde algunos pares de bienes pueden ser sustitutos, otros complementos y así?

Este no es el lugar para extendernos en la forma en que Hicks (y otros trabajando al mismo tiempo) plantearon la historia del “equilibrio general” simultáneo. Pero para entender de donde viene la IS-LM y por qué continúa reapareciendo- es útil pensar en el caso más simple en que algo más que las curvas de oferta y demanda se hacen necesarias: una economía de tres bienes. Llamémoslos simplemente los bienes X, Y y Z –y dejemos que Z sea el “numerario”, el bien en términos del cual se miden los precios.

Ahora el equilibrio en un modelo de tres bienes puede ser representado trazando curvas que indican combinaciones de precios para los cuales cada uno de los tres mercados está en equilibrio. Así, en la Figura 1 los precios de X y Y, ambos en términos de Z son mostrados sobre los ejes. La línea marcada X muestra combinaciones de precios para las cuales la demanda y oferta de X son iguales; similarmente con Y y Z. Aunque existen tres curvas, la Ley de Walras (si todos los mercados menos uno están equilibrio, ese mercado está en equilibrio también) nos dice que éstas tienen una intersección común, lo cual define los precios de equilibrio para la economía como un todo. Las pendientes de las curvas son trazadas bajo el supuesto que los efectos “propio precio” son negativos, los efectos precios cruzados son positivos –así, un aumento en el pecio de X aumenta la demanda por Y, elevando el precio de Y ,y viceversa; por supuesto, también es posible introducir complementaridad in tal esquema, el cual fue uno de sus principales puntos.

Este diagrama es simplemente estándar, incontroversial en microeconomía.¿Qué tiene que ver con Macro?

Bien, supongamos que usted necesita un marco de análisis básico para pensar coherentemente acerca de asuntos macro, tales como la tasa de interés y el nivel de precios.

Por lo menos, tal marco de análisis requeriría consideración de la oferta y demanda por bienes, de modo que podría ser usado para discutir el nivel de precios; la oferta y demanda por bonos, de modo que podría ser usado para discutir la tasa de interés; y, por supuesto la oferta y demanda por dinero.

Que entonces podría ser más natural que pensar de bienes en general, bonos, y dinero como si fueran los tres bienes de la Figura 1? Ponga el precio de los bienes – el nivel general de precios- sobre uno de los ejes, y el precio de los bonos ( 1 dividido por 1+i, si se trata de bonos de un periodo) sobre el otro; y usted tiene algo como la Figura 2 o, más convencionalmente poniendo la tasa de interés en vez del precio de los bonos sobre el eje vertical, algo como la Figura 3. Y ya tenemos un cuadro que es esencialmente la versión de la IS-LM con flexibilidad de precios de Patinkin.

Si usted trata de leer teoría monetaria pre Keynesiana, o habla acerca de tales cosas ya sea con abogados modernos o con estudiantes graduados modernos que no han visto esta clase de cosas, usted rápidamente se dará cuenta que esta formulación aparentemente trivial es realmente una poderosa herramienta para clarificar el pensamiento, precisamente porque es un marco analítico de equilibrio general que toma en cuenta las interacciones de los mercados. Aquí están algunas de las cosas que éste repentinamente hace claras:

1. ¿Qué determina las tasas de interés? Antes de Keynes-Hicks- y aún en alguna medida después- parecía existir un conflicto entre la idea que la tasa de interés se ajusta para hacer los ahorros y la inversión iguales, y que ésta está determinada por la elección entre bonos y dinero. ¿Cuál es el resultado? La respuesta, por supuesto, pero es solo “por supuesto” una vez que usted ha enfocado el asunto de la forma correcta- es ambos: estamos hablando de equilibrio general aquí, y la tasa de interés y el nivel de precios son determinados conjuntamente en ambos mercados.

2. ¿Cómo puede un auge de inversión causar inflación (y un bajón de inversión causar deflación)? Antes de Keynes esta fue una materia de gran confusión, con toda clase de palabreo acerca de “periodos prolongados de producción”, “ahorro forzoso”, y así. Pero una vez que usted está pensando en equilibrio general de tres bienes, esto se convierte en una materia simple. Cuando la demanda por inversión (o consumo) es alta –cuando la gente está deseosa de pedir prestado para comprar bienes reales –ellos están en efecto tratando de desplazarse desde bonos a bienes. Así, que como muestra la Figura 4, ambas las curvas de equilibrio del mercado de bonos y el mercado de bienes pero no la curva del mercado de dinero se desplazan; y el resultado es inflación y un aumento en la tasa de interés.

3. ¿Cómo podemos distinguir entre política monetaria y política fiscal? Bien, en una expansión fiscal el gobierno vende bonos y compra bienes –produciendo los mismos desplazamientos en las curvas mostrados en la Figura 4. En una expansión monetaria el gobierno compra bonos y “vende” dinero nuevo, desplazando las curvas de bonos y dinero (pero no bienes) como se muestra en la Figura 5.

Por supuesto, esto es todavía una teoría de “dinero, interés y precios” (el título de Patinkin), no “empleo, interés y dinero” (Keynes). Para hacer la transición debemos introducir alguna clase de rigidez de precios, de modo que la deflación incipiente sea al menos parcialmente trasladada en declive de la producción; y entonces debemos considerar los impactos multiplicadores de ese declive en la producción, y así sucesivamente. Pero la forma básica del análisis todavía viene de la idea del modelo de equilibrio general con tres bienes en el cual los tres bienes son “bienes en general”, bonos y dinero.

Sesenta años atrás, los problemas intelectuales con hacer macro de esta forma fueron bien conocidos. Primero de todo, la idea de tratar al dinero como un bien ordinario dio lugar a muchas preguntas: seguramente el dinero juega una clase de rol especial en la economía. Segundo, casi todas las decisiones que presumiblemente están tras las curvas aquí involucran elecciones a través del tiempo: esto es cierto para la inversión, consumo, y aún la demanda de dinero. Así, existe algo no completamente correcto en pretender que los precios y las tasas de interés son determinados por un problema de equilibrio estático. (Desde luego, Hicks sabía acerca de eso, y fue completamente autoconciente acerca de las limitaciones de su método de “equilibrio temporal”). Finalmente, la rigidez de precios juega un rol crucial en convertir esto en una teoría de las fluctuaciones económicas reales; mientras yo considero la evidencia para tal rigidez como abrumadora, el supuesto de precios nominales rígidos al menos temporalmente es una de aquellas cosas que trabaja bellamente en la práctica pero muy malamente en teoría.

Pero dejémonos de controversias, y póngase en la posición de alguien que debe alcanzar un juicio acerca del probable impacto de un cambio en política monetaria, o un bajón de inversión, o una expansión fiscal. Sería engorroso tratar, cada vez, de escribir un marco analítico de maximización intertemporal, con microfundamentos para la conducta del dinero y precios, y tratar de graficar eso con la limitada información disponible. Seguramente usted se encontrará tratando de mantener la huella de tan pocas cosas como sea posible, para divisar un modelo que funcione – un estímulo para sus pensamientos- que respete las restricciones esenciales, que represente los motivos y conducta de los individuos en una forma sensible, aunque no tenga partes superfluas en movimiento. Y esto es lo que el modelo cuasi estático de bienes bonos y dinero es- y es por esto que la macro de diseño antiguo, que es básicamente ese modelo, permanece tan útil como herramienta para análisis de política práctica.

(*) Traducido por el Profesor Jesús Castillo More.


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