BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LOS MEDIOS Y LA AUDIENCIA EN LA SOCIEDAD GLOBALIZADA

Amaro La Rosa Pinedo




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Los problemas sociales a través de los medios

Las sociedades no son oasis de paz, pues existen siempre problemas de diverso orden que se muestran en distintos matices y tienen variados grados de importancia, yendo desde aquellos que no crean mayores perturbaciones al sistema hasta aquellos que dejan profundas y duraderas huellas que son poco menos que imposibles de borrar.

Para que pueda denominarse problema social, una situación debe reunir las siguientes características:

a. Origen social: Vale decir que la naturaleza del problema sea básicamente social.

b. Cierto nivel de permanencia: Esto es, que tenga una duración más o menos prolongada.

c. Carácter público: O sea, que afecte en algún sentido a un considerable número de integrantes de la sociedad. Si es que la situación como tal no perturba más que a un número limitado de actores sociales, no podría caracterizarse como problema social.

d. Situación objetiva: Que sea reconocido como algo que claramente atenta contra los intereses de la sociedad. Esto involucra tomar en consideración el criterio de la relatividad, en tanto lo que podría catalogarse como problema para una sociedad puede ser calificado de manera distinta en otra, o también que cierta situación que previamente no tuvo mayor trascendencia luego sea percibida como problema. Así por ejemplo grandes ciudades latinoamericanas como Río, Lima o Bogotá desde hace muchos años tenían a un numero limitado de niños que vivían en las calles; sin embargo en las últimas décadas la situación se ha convertido en un problema objetivo al haber aumentado sensiblemente la cantidad de niños que llevan una vida cotidiana lumpenesca en estas ciudades, donde son denominados ahora “meninos da rua”, “niños de la calle” o “gamines”, respectivamente.

e. Exigencia de corrección: Que demande la puesta en marcha de cierta modalidad de acción colectiva para superarlo. Al momento de escribir estas líneas una de las últimas discusiones planteadas en la Legislatura Ordinaria del Congreso peruano era sobre la posibilidad de retirar los cargos para los acusados de violar a mujeres adultas cuando decidían casarse con la víctima; propuesta que desde luego merecía encendidas opiniones tanto a favor como en contra, motivando amplios informes en los diarios y debates en la televisión, así como polémicas en las instituciones públicas y ONGs vinculadas con el desarrollo de acciones de comunicación y rehabilitación para este tipo de casos.

Ahora bien, ¿cómo presentan los medios de comunicación estos problemas sociales?

No es posible fijar una pauta sobre el particular, pues existen diferencias de enfoque de acuerdo a la naturaleza de cada medio de comunicación y a la política editorial e informativa que orienta su actividad.

Obtendremos una primera aproximación a través de la comparación de algunos diarios publicados en Lima, al momento de redactar estas líneas (hacemos la atingencia dado que, en especial durante los últimos años, aparecen periódicos con un corto periodo de existencia). Consideraremos solamente tres variables que nos permiten una primera aproximación a las diferencias: 1. Categoría: Formal o sensacionalista, 2. Lenguaje: Estándar o Popular y 3. Audiencia: General o popular

Cuando se trata de periódicos formales, los problemas sociales son mostrados con objetividad y es posible que sean motivo de campañas, notas de investigación o sesudos análisis editoriales que promueven su estudio y en última instancia su solución.

Así por ejemplo al comenzar el mes de abril de 1997 el Diario El Comercio de Lima está presentando una serie de artículos de investigación sobre la problemática de la delincuencia en el país, revelando entre otras cosas que un delincuente prontuariado, jefe de una banda, quien fuera detenido en repetidas oportunidades por asaltos a mano armada y delitos contra el patrimonio; ha sido liberado varias veces en los últimos años “por falta de pruebas”. Ello estaría ligado con presiones de los delincuentes sobre los magistrados o en otros casos involucra la corrupción de funcionarios judiciales.

La campaña intenta que la sociedad y las autoridades reflexionen acerca de lo sucedido y desde luego que sean adoptadas medidas que permitan actuar con justicia en casos similares.

En cambio tratándose de los periódicos e informativos sensacionalistas de radio o televisión suelen manifestarse, a nuestro entender, las siguientes características:

a. Sensacionalismo: Destacando aspectos anecdóticos o circunstanciales, a los que se les otorga mayor relevancia que la merecida, o revelando datos de manera escandalosa, que pueden referirse inclusive a la vida privada de las personas. Informes periodísticos procedentes de Inglaterra revelaban a comienzos de octubre del 96 que las fotos supuestamente tomadas a Lady Diana con su amante en realidad provenían de un video grabado por una actriz quien fungió de la ex esposa del heredero de la corona británica. El sensacionalismo apela a una serie de aspectos que se describen en el cuadro 13.

b. Minimización: Se le otorga una limitada importancia a hechos que por su trascendencia deberían demandar mayor interés. En esta perspectiva puede merecer primera plana y hasta un suplemento especial el nacimiento de un niño con problemas congénitos, mientras que no tendría mayor cobertura el alza de precios de los combustibles e inclusive algo que reviste suma importancia para el mundo entero, tal como el “efecto invernadero”.

c. Estereotipia: Se presenta una caracterización de los hechos que suele repetir ciertos esquemas preestablecidos, estereotipados. Ello se observa por cierto en la propia búsqueda de temas redundantes y su presentación a través del medio. Como decía en una de sus clases Daniel Prieto, aunque pueda parecer paradójico, con cierta frecuencia a la audiencia le gusta lo previsible, pues ello lo acerca a su mundo cotidiano donde la previsibilidad es una constante..

d. Maniqueísmo: Se categorizan a los sujetos y situaciones de manera polarizada. En virtud de ello existirían quienes acumulan en su persona todo lo positivo y como contraparte quienes poseen todo lo negativo (Lo que no resiste desde luego comparación objetiva alguna con una realidad donde en la práctica encontramos individuos que poseen ambos tipos de rasgos, e igualmente podemos identificar en las situaciones componentes negativos y positivos).

e. Subjetividad: Tiende a mostrarse una interpretación, en algunos casos antojadiza de los hechos, y ésta tiene mayor trascendencia por cuanto se le otorga ciertas características de verosimilitud (apariencia de real), que le otorga una mayor credibilidad.

f. Adjetivación: Suelen utilizarse como realidades hechos supuestos o que por lo menos no los ha comprobado fehacientemente la justicia, dándose el frecuente caso de que sospechosos o aparentes implicados sean calificados de buenas a primeras, sin mayores pruebas y asumiendo el rol de la justicia, como delincuentes, asesinos o terroristas; trasgrediendo el antiguo precepto que señala la presunción de inocencia mientras no se pruebe la culpabilidad.

La población en general e inclusive algunos especialistas adjudican a los medios y en especial a la televisión la culpa por las cotidianas manifestaciones de violencia que hoy se observan y que no existían corto tiempo atrás.

A mediados de 1993 la opinión pública brasilera discrepaba ante el programa Aquí Agora trasmitido por la cadena SBT, donde se presentó el suicidio de una jovencita en uno de los shoppings de Sao Paulo. Parte del público pensaba que era al fin y al cabo una expresión de la libertad de expresión que permite presentar todo lo que sucede en la realidad; mientras que otros afirmaban que se trataba más bien de un libertinaje que tanto motivaba la violencia como demostraba insensibilidad ante hechos como el descrito.

En el Perú, hacia setiembre de 1996 originó una encendida polémica la crítica del Ministro de Justicia a los diarios sensacionalistas que según su criterio debían ser controlados dado que por las imágenes que presentaban y su tratamiento de las noticias estarían motivando conductas violentas en la población. Esta afirmación recoge el punto de vista ya superado de la “aguja hipodérmica” según el cual los mensajes presentados por los medios condicionan necesariamente efectos en la audiencia. Sin embargo, es probable observar una cierta disminución en los patrones de respuesta emocional con lo que se tendería a mostrar una menor sensibilidad frente a los hechos violentos que serían apreciados casi sin inmutarse.


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