BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LOS MEDIOS Y LA AUDIENCIA EN LA SOCIEDAD GLOBALIZADA

Amaro La Rosa Pinedo




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5. Crecer ¿hacia dónde?:  La Comunicación en el desarrollo

La necesidad del desarrollo

Que existen disparidades entre los países en cuanto a sus niveles de vida es evidente. Aunque para muchos las estadísticas son frías y no reflejan la realidad, estimamos necesario sin embargo recurrir a ellas para contar con una primera aproximación a la problemática. Observemos algunas diferencias entre diversos países del mundo tomados al azar del Informe sobre el Desarrollo Humano que publica el PNUD (2006).

Tal como se observa existen marcadas disparidades que se incrementan cuanto más nos acercamos a los extremos. Los países desarrollados disfrutan de mayores ventajas relativas, que no están al alcance de los países en desarrollo o por lo menos de la mayoría de su población. Sin embargo esto no significa que permanezcan estáticos. Al respecto, reproducimos parte del primer párrafo del Balance Preliminar de la economía de América Latina y el Caribe publicado por CEPAL: “El principal rasgo del panorama económico en América Latina y el Caribe en 1996 fue la reaparición de la trayectoria del moderado crecimiento con estabilidad de precios...la tasa promedio de crecimiento del PIB en la región ascenderá a alrededor de un 3,4 % (1,7 per cápita) y la inflación promedio se reducirá a menos de 20 % “ (CEPAL, 1996 , p.1). Doce años después de esto, ronda el fantasma de la crisis económica mundial y de la recesión.

Pues bien, si partimos de la premisa que las sociedades se desarrollan estaríamos suponiendo que ello implica tránsito desde un estado inferior a otro superior, el mismo que se haría efectivo necesariamente de manera paulatina; con mayor o menor velocidad, dependiendo de un conjunto de variables sociales, económicas, políticas, culturales, etc. que no discutiremos aquí en detalle.

Desde una perspectiva global, estamos de acuerdo con Urzúa (1994, p. 47) cuando manifiesta que el desarrollo es un proceso dinámico, sistémico “de cambios societales que permite a un número cada vez mayor de individuos satisfacer sus necesidades físicas, psicológicas y espirituales”.

Los modelos de desarrollo

Se han planteado diversos modelos que constituyen en todo caso enfoques sobre lo que significa el desarrollo y cómo hacerlo posible.

El modelo de desarrollo tradicional surgido luego de la segunda guerra mundial concebía a éste como incremento en el nivel de vida. Se suponía que existía un atraso histórico, una suerte de brecha entre los países desarrollados y los subdesarrollados que se expresaba en las marcadas diferencias en cuanto a indicadores económicos tales como PNB, ingreso per cápita, etc; y que podía superarse siguiendo caminos similares a los que recorrieron los países desarrollados. Con algunas variantes este era el modelo que en los años 60 se denominaba cepalista pues fue planteado por diversos especialistas de CEPAL (Comisión Económica para América Latina), y tuvo marcada influencia en especial en nuestro continente, tanto en el plano académico como en la propia formulación de proyectos de desarrollo.

La meta del desarrollo, según este criterio se alcanzaba fundamentalmente a partir del apoyo externo en cuanto a tecnología y capital. De esta manera se configuraría en cierto momento un sector industrial sólido que desarrollaría el empleo permitiendo mayores ingresos en la población, lo cual incrementaría a su vez el ahorro interno mejorando al fin y al cabo el nivel de vida de los habitantes del país. El apoyo a los niveles sociales de menores ingresos se plantea en función de programas de asistencia social, que involucran entre otras medidas la donación de alimentos de primera necesidad y diversos productos para satisfacer sus necesidades elementales, deviniendo en lo que se ha tendido en denominar asistencialismo; esto es, que las personas simple y llanamente se acostumbran a recibir ayuda para salir de sus problemas más apremiantes sin intentar por sí mismos acción alguna para salir de su situación.

En consonancia con este modelo se puso en marcha la denominada sustitución de importaciones que involucró la instalación de fábricas locales para elaborar bienes que anteriormente eran importados de las grandes metrópolis, y que evidentemente generaron empleos en sociedades que habían sufrido una disminución de los precios de las materias primas que producían (Las cuales en otros casos habían sido sustituidas, como el caucho, por materiales sintéticos).

Desde la década de los 70, y luego de una evaluación concienzuda de los logros y fracasos de los intentos en pro del desarrollo, se ha percibido que la aplicación de este modelo no soluciona la problemática de los países como el nuestro, sino que a decir de la experiencia acumulada, antes bien la incrementa.

A partir de esta constatación los especialistas han visualizado la necesidad de tomar en consideración que para el desarrollo es importante tanto el incremento del nivel de vida como el de la calidad de vida.

Según esta perspectiva el desarrollo supone que se produzcan mejoras tanto en los indicadores económicos como en indicadores de crecimiento social y cultural tales como la educación, la salud, la situación de la mujer y el acceso a los bienes culturales entre otros; enfatizándose en los beneficiarios a quienes se concibe como agentes de su propio desarrollo en función de la participación social, que debería ser estimulada por cuanto en la medida que las personas se sientan involucradas intervendrán de una manera más decidida y activa en las acciones, se estimulará el ajuste real del programa a las necesidades específicas de la comunidad, se expresarán las potencialidades de los diversos sectores sociales y se contribuirá a la integración social.

El objetivo básico de esta estrategia de desarrollo a la que podríamos denominar alternativa o moderna, es satisfacer al conjunto de la población en cuanto a sus necesidades básicas y sus necesidades socio-económicas esenciales. En esta perspectiva la Declaración de México sobre Políticas Culturales señalaba: “... el desarrollo es un proceso complejo, multidimensional y comprensivo que va más allá del crecimiento económico para incorporar todas las dimensiones de la vida y todas las energías de una comunidad...” (UNESCO, 1995, p. 23).

Intentaremos realizar una comparación sencilla entre estos dos paradigmas de desarrollo en el cuadro 17.

Luego de varios años de crecimiento moderado, sustentado en el apoyo externo, en los años 80 el fantasma de la crisis económica recorrió América Latina. Los niveles de producción y el empleo fueron afectados profundamente por “el deterioro en los términos de intercambio, la contracción de los flujos netos de financiamiento del exterior y un alto endeudamiento externo” (Golbert y Tenti, 1993, p. 179). Se había iniciado en nuestro continente lo que suele calificarse ahora como “la década de las esperanzas perdidas”.

Para superar la crisis, contando con la orientación del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, a fines de los 80 y comienzos de los 90 fueron implementadas en diversos países del Continente medidas de estabilización (de corto plazo) y políticas de ajuste (de largo plazo). La meta era solucionar a la brevedad posible los efectos de la crisis, adecuando las economías nacionales a las demandas de la globalización de la economía. Las reformas estructurales aplicadas desde la perspectiva de la concepción neoliberal, con el propósito de obtener un crecimiento y un desarrollo más estables han planteado como medidas fundamentales:

1. Apertura comercial modificando las políticas arancelarias y promoviendo las exportaciones.

2. Liberalización de los mercados financieros y de productos.

3. Privatización de las empresas estatales.

4. Desarrollo de un nuevo rol del Estado.

5. Flexibilización del mercado laboral.

6. Aplicación de nuevas políticas sociales que hagan posible un crecimiento con equidad.

Con relación a este último aspecto, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), ha destacado en diversos documentos publicados en los últimos años, y ha discutido de manera insistente en varios foros internacionales la necesidad que los procesos de crecimiento estén necesariamente ligados con la equidad, esto es, que todos los sectores de la sociedad deben disfrutar de los beneficios que conlleva el desarrollo. Ha percibido que esta situación resulta comprometida en tanto los procesos de ajuste que se han aplicado en función del modelo neo-liberal, han producido un costo social elevado, cuyas consecuencias a largo plazo son hasta cierto punto impredecibles. A esta propuesta que ha nacido con la presente década se le conoce como transformación productiva con equidad, la cual significa tomar en cuenta de la misma manera las demandas y las expectativas de todos los sectores sociales; suponiéndose que si un país crece, ello debe favorecer por igual a todos los sectores de la sociedad y no solamente a una pequeña élite.

En consonancia con la creciente preocupación pública por la temática ecológica se ha formulado igualmente en los últimos años la tesis del desarrollo sostenible o sustentable; esto es, se estima como indispensable que el crecimiento de la economía y la satisfacción de las necesidades sociales tome en consideración el impacto que causa en el medio ambiente. Esto involucra dejar de lado los intereses exclusivos del crecimiento de algunas sociedades para pensar en el futuro del planeta Tierra en su conjunto.

Es bien cierto que los procesos de industrialización acelerada han devenido en muchos casos en un deterioro del ecosistema y hasta en su destrucción, ya sea porque no se tomaron las previsiones del caso o porque se pasaron por alto dispositivos ya existentes que eran poco menos que letra muerta para algunas empresas o para ciertos funcionarios públicos, quienes « no se daban cuenta « de flagrantes trasgresiones a la ley. Como fruto de este interés por el medio ambiente en !992 se celebró en Río de Janeiro La Cumbre de la Tierra , a la cual acudieron el mayor número de Presidentes y Jefes de Gobierno de la historia, y en la que se arribaron a conclusiones de suma importancia para el futuro del planeta.

El Banco Interamericano de Desarrollo, está ejecutando actualmente una serie de actividades tendientes a promover una acción más directa de las instituciones sociales, pues se ha entendido que si bien es importante prestar ayuda a nivel de gobierno, también es indispensable que como una modalidad de ejercicio democrático, la población organizada tome parte más activa de las acciones que motiven el cambio de sus condiciones de vida. Por un lado porque ello permite que se involucren más en el proceso y por otro porque al intervenir en él van a generar una mayor capacidad de cohesión entre sí, pues al sentirse partícipes de su propio desarrollo ejercerán una labor mas constante y decidida de control, seguimiento y evaluación de los avances que se van obteniendo.

Es en función de esta perspectiva que se ha capacitado a líderes sociales latinoamericanos en Gerencia Social, para permitirles un trabajo más eficiente y efectivo en la conducción y/o evaluación de proyectos de desarrollo que impliquen una participación más activa de sus beneficiarios; pero que del mismo modo puedan convertirse en permanentes observadores críticos (no en criticastros) de las acciones ejecutadas por el Estado o los gobiernos locales.

Contreras (1985) propone un modelo cuantitativo para evaluar la calidad de vida, que toma en cuenta la importancia del ecosistema así como la participación, comprendiendo cinco factores que a su vez incluyen catorce variables:

A. Impacto fisiológico: Alimentación y nutrición - Salud - Sanidad ambiental

B. Impacto psicofisiológico: Vivienda - Estética ambiental - Descanso y recreación

C. Desarrollo cultural para la participación del individuo en la comunidad: Desarrollo de aptitudes y capacidades - Posibilidades de participación efectiva en la comunidad - Trabajo adecuado a las aptitudes del hombre.

D. Condicionamiento social: Condicionamiento psicológico derivado de las relaciones humanas - Seguridad individual y colectiva.

E. Dependencia en relación a los ecosistemas: Equilibrio y productividad de los ecosistemas - Estabilidad ecológica ambiental - Uso apropiado de los recursos naturales

Por otro lado, habría que entender que los grandes cambios que se han manifestado en la comunidad internacional durante los últimos años, están obligando igualmente e repensar el desarrollo. Agosín y Prieto (1993) estiman que la globalización tiene importantes implicancias para el desarrollo, debido a las siguientes razones:

1. Tanto en la mayoría de los países como en la economía global, el comercio internacional de bienes y servicios crece más aceleradamente que la producción local.

2. La inversión extranjera directa se incrementa en mayor proporción que la inversión nacional.

3. Los flujos financieros internacionales crecen más rápidamente que las transacciones financieras domésticas.

4. El comercio internacional, la inversión y las finanzas se están produciendo al mismo tiempo y mediante los mismos agentes: las corporaciones transnacionales.

Dadas estas condiciones los países deberían dejar de lado su estrategia de sustitución de importaciones por la de producción para el mercado externo, que constituye en realidad uno de los instrumentos para lograr el desarrollo.


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