2.2. ELEMENTOS CURRICULARES: OBJETIVOS, COMPETENCIAS Y CONTENIDOS

Los objetivos son considerados como las metas que guían el proceso de aprendizaje o output del mismo. Los objetivos deben concretarse en competencias propias de cada área de estudios, las cuales, de acuerdo con Delgado et al. (2005), pueden ser transversales o específicas.

Las competencias pueden definirse, en línea con lo indicado por el Ministerio de Educación y Ciencia (2006b), como la combinación de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que capacitarán a un estudiante para afrontar con garantías la resolución de problemas o la intervención en un asunto en un contexto académico, profesional o social determinado.

Competencias transversales son aquellas genéricas que deben ser promovidas desde todas las materias o ámbitos de conocimiento; mientras que específicas son aquellas vinculadas con disciplinas concretas y más relacionadas con conocimientos propios del área de estudio afectada. Ambas pueden ser de naturaleza:

(i) Cognitiva, es decir, orientadas a la obtención de conocimientos (saber). Se corresponde con una asimilación reproductiva del conocimiento.

(ii) No-Cognitivas, orientadas al desarrollo de habilidades y destrezas asociadas a la aplicación de conocimientos a situaciones profesionales. Estas competencias se subdividen en:

- Procedimentales o instrumentales asociadas a las destrezas (saber hacer y hacer). Estas competencias suponen una asimilación productiva del conocimiento.

- Actitudinales (saber ser/estar y querer hacer). Los alumnos muestran diferentes intereses en la realización de sus actividades. Estas competencias presentan peculiaridades diferentes respecto a otras del currículum, pero también es preciso analizarlas periódicamente.

En la Figura 5 se reflejan gráficamente las competencias o nivel de asimilación del contenido, es decir, el grado de dominio que debe tener el estudiante del contenido.

Asimismo, en la Tabla 6 se sintetizan las acciones que comprenden cada competencia respecto a los niveles de asimilación del contenido.

Por contenidos se entiende el conjunto de procedimientos a partir de los cuales se construye el conocimiento, y el sistema de actitudes, valores y normas que rigen el proceso de elaboración de la ciencia y la vida en sociedad.

En este sentido, las evaluaciones continua y final deben destinarse tanto a la evaluación de las competencias cognitivas o conocimientos, como a las competencias procedimentales y actitudinales, todo ello, de forma genérica y específica.

2.3. TAREAS DE EVALUACIÓN

Las tareas de evaluación se corresponden con aquellas actividades, necesariamente coherentes con los objetivos y competencias previstas para la programación didáctica, que deben realizar los alumnos con el fin de que un evaluador puede observar y valorar el grado de desarrollo y la calidad del resultado del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El diseño de las tareas de evaluación exige que el docente seleccione las competencias sobre las que van a trabajar los alumnos, defina la tarea más apropiada (proyecto, debate,…., actividad grupal o individual, ..), diseñe y seleccione los materiales necesarios, planifique su ejecución temporal y determine los criterios e instrumentos de evaluación que va emplear para valorar la actuación del estudiante.

La tarea de evaluación tiene que ser realista, debiendo permitir al alumno la construcción de conocimientos y su aplicación, así como el desarrollo resto de competencias seleccionadas sin perjuicio de que genere nuevas actitudes e intereses en el alumno.