BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

MIGRANTES E INDÍGENAS: ACCESO A LA INFORMACIÓN EN COMUNIDADES VIRTUALES INTERCULTURALES

Eduardo Andrés Sandoval Forero y Ernesto Guerra García


 


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Comunidad virtual

El concepto de comunidad virtual ha sido frecuentemente utilizado en la teorización sobre la aparición de nuevas formas de sociabilidad vinculadas al uso de NTIC, en las que Internet es una de las principales con acceso y uso a través de una computadora. De manera general se define que las comunidades virtuales son grupos sociales surgidos y sustentados mediante el uso de la comunicación mediada por computadora (CMC) (Ardèvol, 2002: 10), en este sentido podemos considerar que uno de los principales objetivos de la investigación de comunidades virtuales es el distinguir qué hacemos cuando estamos conectados a la Internet y cómo lo hacemos, es ahí precisamente donde interviene el uso del conocimiento antropológico y etnográfico para la comprensión de los comportamientos sociales en dos ámbitos principales llamados on line y off line (Ardèvol, 2002: 14), los que corresponden al espacio virtual y al espacio físico respectivamente.

Se consideraba en un inicio que Internet ofrecía la posibilidad de que al existir las interrelaciones en el espacio on line ayudaría a borrar las categorías sociales construidas desde el espacio off line, sin embargo, las barreras de género, raza, idioma, clase, edad, consumo, etc. se manifiestan en los patrones de comportamiento de los individuos que practican el espacio virtual y hacen uso de la CMC para manifestar su preferencia por representarse a sí mismos a partir de la identidad o identidades adquiridas en la realidad, es decir, en el espacio off line.

Para da Cunha (2004), la comunidad virtual es en sí misma un concepto que puede debatirse a partir del origen mismo de la idea de comunidad tal y como se conocía antes de la existencia de la CMC. Para esta autora, los medios de comunicación han tenido una acción directa y definitiva en el espacio y el tiempo, impactando directamente la organización social a través de la historia (da Cunha, 2004: 06), la comunidad virtual sería el término utilizado para señalar a los agrupamientos humanos que trabajan y mantienen relaciones sociales en el ciberespacio (Rheingold 2002 citado por da Cunha 2004: 10).

Desde la perspectiva socioantropológica, el determinante de las investigaciones se centra en las relaciones sociales que los cibernautas establecen en sus diferentes comunicaciones; en otras palabras, en la dimensión social y cultural del uso de las NTIC, así como en el tipo, características, condicionantes, tejidos sociales y temas abordados en las comunicaciones que generalmente fluyen en las redes.

Considerando estas dos posturas podemos afirmar que la situación de tiempo y espacio es definitiva al momento de pensar sobre la existencia de comunidades tanto físicas como metafísicas, es decir, la presencia física es indispensable para la comunidad off line de la misma manera que la ausencia no representa ausencia para la on line. En este sentido, la CMC soportada por las NTIC se convierte en el territorio fundamental para la existencia de las comunidades virtuales, tanto la tecnología como el intercambio de información permitido mediante la CMC generan un ciberespacio, que podemos definir a partir de la idea de Michele Wilson (2000: 647) que explicita que las comunidades virtuales se forman y funcionan al interior del ciberespacio, siendo éste el espacio existente dentro de las conexiones, redes y sistemas de las tecnologías de comunicación.

Ahora, el espacio geográfico en el llamado tiempo real presenta un escenario particular para el desarrollo de comunidades y para la paulatina aparición de rasgos culturales específicos generados por el medio físico donde el grupo se desarrolla.

Las comunidades virtuales y sus productos simbólicos no existen en un mundo diferente, sino que se sitúan en el contexto de las geografías políticas y culturales de la realidad social (Campos, 2002: 03), esto quiere decir que estos elementos simbólicos a los que se refiere Campos no son producto de las NTIC ni de la CMC por sí solas, sino que aparecen a partir de las oportunidades de representación y manifestación de sentido que la tecnología y la Internet permiten al individuo que las utiliza. La carga simbólica creada dentro de las comunidades on line mantiene un significado similar al de los elementos físicos que se perciben en la realidad, existe una relación entre el concepto y la imagen que se manifiestan tanto on line como en el espacio real off line.

Es importante señalar la coexistencia permanente de elementos físicos y virtuales para la existencia de las comunidades virtuales, no todo lo que ocurre en el ciberespacio está apartado de la realidad cotidiana, recordemos que para que exista interacción dentro de la CMC tiene que haber un primer contacto directo del individuo con la máquina, el teclado, la pantalla, el mouse, etc. Pero además los determinantes del pensar, del actuar, de las relaciones, y de los compromisos establecidos en red, se encuentran en buena medida determinados por las condiciones económicas de los individuos, posición social, situación laboral, grupo o grupos de pertenencia, idioma, cultura y religión.

Esta condición de existencia de elementos materiales para permitir la sociabilidad virtual es considerada como un vínculo entre la realidad y la virtualidad. La existencia de objetos como cables, teclados y monitores pone en evidencia la necesidad de pensar que la intervención de estos objetos tecnológicos en la llamada CMC es la señal de alerta que nos indica que, en términos de comunidad virtual, lo llamado on line no es tan metafísico como para concluir que lo material ha dejado de existir dentro del ciberespacio, todo lo contrario, el grado de interacción en espacios virtuales dependerá de la dinámica de contacto hombre-máquina a la cuál se tenga acceso. Además de la obviedad de pensar que, frente a la pantalla de la computadora siempre se encontrarán individuos que las manipulen, es importante señalar que cada una de estas personas sentadas frente a distintos tipos de computadora, poseen un "capital cultural" que puede ser radicalmente diferente al de las personas que intervienen en su comunidad virtual, y que se manifiesta en el contenido simbólico de la información que es transmitida mediante las NTIC.

Así, el ciberespacio es un "terreno intangible al que se accede por medios tangibles" (Bonder, 2002 citado por Cruz, 2002: 29). De esta manera, la llamada "alfabetización digital" producto del acceso a las NTIC, toma un lugar protagonista para la reproducción de las desigualdades sociales manifiestas en espacios reales, desplazando hacia el ciberespacio toda esta gran organización social estratificada y desigual generada por el sistema capitalista de producción, de tal manera que el acceso y uso de las NTIC no garantizan condiciones de igualdad y equidad por sí mismas.

Por otro lado, las NTIC aparecen como una posibilidad de ingreso a la dinámica de producción capitalista, al ejercicio de una ciudadanía y a una participación democrática más activa de sus usuarios mediante la CMC sin que esto signifique que exista una condición de igualdad entre los individuos en la llamada SI.

Por último, amerita dejar en claro que las diversas perspectivas sobre el estudio, la comprensión, el análisis y la reflexión de comunidades virtuales, son planteamientos que se encuentran en constante discusión, con permanentes modificaciones debido, entre otras razones, a la rapidez de los cambios en relación con los avances tecnológicos y a la multiplicidad de individuos que están fundando comunidades en el ciberespacio.

Cabe señalar que la existencia de comunidades virtuales ha comenzado a reconfigurar identidades en unos casos, e identificaciones en otros, tanto del individuo como de la colectividad, todo ello a partir del cambio o de nuevas adscripciones de pertenencia en la SI, generadas por la desterritorialización física de los espacios off line y la posterior reterritorialización virtual de los ambientes on line. De esta manera, existe una constante reflexibilidad de significados entre el "yo" individual y "el otro" colectivo que interactúan en estas comunidades virtuales y que de manera simultánea practican de manera constante la realidad y la virtualidad.

A partir de las consideraciones anteriores, pasaremos a tratar lo relacionado con el método de estudio y las técnicas involucradas en la observación y registro de la interacción social generada a partir de la CMC a través de las NTIC.


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