BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

OCIO Y VIAJES EN LA HISTORIA: ANTIGÜEDAD Y MEDIOEVO

Mauro Beltrami




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CAPÍTULO 1: MARCO TEÓRICO

I. ENMARQUE TEÓRICO DEL OBJETO DE ESTUDIO

1.1 Viaje histórico por el turismo

El trabajo aborda al viaje y al turismo desde una perspectiva histórica, basándose en la contemplación de la naturaleza del fenómeno turístico, del viaje y de la estancia temporal de los forasteros en un determinado lugar, urbano o rural.

El turismo es un proceso socio-histórico, el cuál puede ser concebido como un modo particular de relación entre los hombres. Es un proceso creador, reproductor y transformador de relaciones sociales, simbólicas y materiales; es un espacio de relaciones sociales, económicas, políticas y ambientales.

Sin embargo, resulta más fácil identificar el fenómeno en la vida cotidiana que delimitarlo en una definición. Justamente, no existen nociones taxativas y definitivas respecto al turismo como fenómeno social. Del mismo modo que sucede con otros fenómenos de estudio en el campo de las ciencias sociales -pueden citarse, por ejemplo, los casos del fenómeno religioso, del fenómeno urbano, etc.- , el turismo no presenta una conceptualización clara del fenómeno en sí. No obstante, esto no implica que no existan definiciones que sean consideradas clásicas, y que, a su vez, sean citadas frecuentemente entre los especialistas.

La expresión turismo tiene su aparición durante la Edad Moderna europea, en Inglaterra. Procede del verbo inglés “to tour”, que proviene, a su vez, del francés “tour” (viaje o excursión circular).

Tanto la palabra tourism como tourist proceden de la misma raíz. En realidad, tourism tiene su origen en tourist, porque el turismo comienza a estudiarse como una derivación del modo de denominar a un tipo particular de viajero. De acuerdo con la turismóloga Margarita Barreto, hay que remontarse hasta el siglo XVII para encontrar el surgimiento del concepto de turismo.

Partiendo por analizar cuál es el origen etimológico de la palabra, el “Diccionario Turístico Internacional”, que fuera publicado por la Academia Internacional de Turismo de Montecarlo en 1955, establece que los orígenes del término turismo hay que encontrarlo no en un vocablo, sino en dos. Los que menciona son la voz de origen francés tour y su equivalente inglés turn. Ambos términos son una derivación del latín tornus (sustantivo) y tornare (verbo) . Tornus es un sustantivo que puede traducirse como torno, buril, punzón, cincel. Tornare es un verbo que, si bien puede traducirse al español como tornear, redondear, labrar a torno, en latín vulgar se puede utilizar como girar.

Sin embargo, no todos localizan estos orígenes en la lengua latina. El turismólogo argentino Maximiliano E. Korstanje refiere que el origen del término turismo se remonta al antiguo sajón Torn, hacia el siglo XII, citando Korstanje como fuente al “profesor Luis Fuster”.

También, hay quiénes encuentran que tour y turismo no tienen sus orígenes ni en el latín ni en el antiguo sajón. Habrá quién encuentre orígenes hebreos al término, remontándose para ello al estudio de la Biblia. En esta línea de investigación se encuentra el suizo Arthur Haulot, quién afirmó que el origen de la palabra se encontraría en el vocablo hebreo Tur, el cual figura dentro de la Biblia con el significado de “viaje de reconocimiento” .

Manuel Rodríguez Blanco afirma que el término tour aparece documentalmente por primera vez en 1760. Natalia Porto no se aventura, a pesar de la afirmación de Rodríguez Blanco, a señalar aquella fecha exacta y, en base al trabajo de dicho autor, pero consultando también a Inskeep (1991, en Theobald, 1994), acaba por mencionar que tour aparece documentado por primera vez entre los años 1760 y 1768, con motivo de la publicación de “The Grand Tour”, obra escrita en referencia a aquellos viajes que realizaran jóvenes aristócratas ingleses por la Europa continental, durante el trascurso de la Edad Moderna.

No obstante, es conveniente mencionar que existen autores en cuyos trabajos aparecen diferencias respecto a los datos mencionados. Korstanje retrocede históricamente hacia el año 1746, época en que los ingleses comenzaron a utilizar el término a partir de la influencia francesa.

De todos modos, más allá de las diferencias, existe en todos los autores consenso para señalar la aparición documentada del vocablo tour durante el trascurso del siglo XVIII.

Porto estudió el momento en comenzó a utilizarse el término turista documentadamente, citando a Robert Lanquar y S. L. J. Smith. Allí observa puede situarse a 1800 como el momento en que se rastrea más antiguamente este vocablo:

“A traveller is nowdays called tour-ist”.

Por su parte, tanto isme como ist tienen ambos un sentido orientado a la acción, recaiga esta última sobre una persona o sobre un grupo de ellas El sufijo isme, por su parte, comienza a utilizarse, según Korstanje en el siglo XIX. Realiza esta afirmación tras haber estudiado a L. Jiménez Guzman (1986), observando que la burguesía utilizaba isme para simbolizar sus desplazamientos. A partir de esto, habría tenido su origen el término inglés tourism.

Finalmente, como dato complementario cabe mencionar que el Oxford English Dictionary emplea por primera vez las palabras turismo y turista entre 1800 y 1811 (Oxford, 1950).

Sin ningún interés más que el de trazar el concepto de turismo y de turista a efectos de este trabajo, no se contempla en este apartado ni una historia del concepto del turismo ni una aproximación a la historia teórica del mismo. Es un hecho que en turismo existen tantos investigadores como definiciones del fenómeno. Cada científico tiene su concepto, orientado, por lo general, hacia la disciplina dentro de la que se engloben sus trabajos. Lo mismo sucede con el concepto de turista, y su intento de delimitarlo y distinguirlo de otros viajeros, sobre lo cual existen numerosos estudios.

Aquí se parte de la premisa de considerar al turismo un fenómeno social propio de las sociedades históricas capitalistas, occidentales y contemporáneas. De este modo, se propone definir al turismo como “el fenómeno social de carácter masivo, que tiene aparición a partir del conjunto de relaciones establecidas durante el encuentro entre sociedades provocadas por el turista, a partir de su desplazamiento y estadía en la sociedad huésped”.

Se ha hecho hincapié en los siguientes aspectos fundamentales, que definen lo que es el turismo, y que son conceptos que deben conocerse para la comprensión del carácter de la definición:

• Conjunto de relaciones: se incluyen todas las relaciones –incluyendo las actividades y manifestaciones- con sus aspectos e impactos correspondientes.

• Carácter masivo: para que exista turismo debe contemplarse que los desplazamientos deben ser de carácter masivo (representatividad social), lo cual exige transformación del ambiente.

• Turista: es quién provoca el intercambio turístico, a partir de su propia búsqueda de satisfacer sus necesidades fuera de su lugar de residencia,

• Sociedad huésped: es la sociedad propia del lugar visitado, referido como destino turístico si se lo toma desde la visión psicológica del turista.

La definición dada se engloba dentro de la llamada tradición clásica del turismo. Los orígenes de la escuela clásica del turismo pueden encontrarse en Grundriss der Allgemeinen Fremdenverkhslehre (Elementos de la doctrina general del turismo), obra escrita por Walter Hunziker y Kurt Krapf y publicada en 1942. Estos dos inestigadores definieron en aquella oportunidad al turismo como “el conjunto de relaciones y fenómenos producidos por el desplazamiento y la permanencia de personas fuera de su lugar de domicilio, en tanto que dicha permanencia y desplazamientos no esten motivados por una actividad lucrativa”. Encuentra parentescos también con la definición brindada posteriormente por Walter Hunziker en 1963, en donde define al turismo como “el conjunto de relaciones y manifestaciones que se originan del viaje y de la estancia del forastero, siempre que de la estancia no se origine el establecimiento ni esté vinculada a una actividad retribuída”.

En cuanto al turista, este puede ser definido como “aquel tipo de viajero circular, cuyo viaje es voluntario, que no ejerce actividad remunerada desde el lugar visitado y su permanencia temporaria en el lugar de destino es menor a doce meses consecutivos”.

En la definición de turista, como se observa, no se ha realizado la ya clásica distinción entre el turista y el excursionista o recreacionista. A este último se lo ha tomado, en todo caso, como un tipo particular de turista, pues, pese a no pernoctar en un lugar visitado, el impacto producido en la sociedad receptora trabaja en el mismo sentido que el observado en aquel turista que pernocta. Obviamente, con menor extensión temporal.

El aspecto planteado en 1989 por Christopher J. Holloway, sobre la necesidad de establecer una distancia mínima para que el desplazamiento pueda considerarse de carácter turístico, no ha sido contemplado en la definición. Puede si realizarse una proposición para que este aspecto se contemple en definiciones perfeccionadas, señalando que la distancia mínima no debe considerarse en cuanto al hecho físico (en kilómetros, millas, etc.), sino que debería considerarse como una cuestión convencional relativa al carácter político, definiéndose en cuanto a los límites de distrito o localidad.

En el trabajo, se utiliza viaje circular como sinónimo de viaje de ida y vuelta. Sobre este tipo particular de viaje es que se desarrolla el trabajo, específicamente a aquellos que tuvieron como protagonista al mundo europeo occidental a lo largo de su historia, o que han ejercido influencia durante el devenir histórico del continente. Por lo tanto, se ha dejado de lado a los viajes similares que se han producido o han tenido como protagonista, a civilizaciones no europeas; pues el turismo es un fenómeno que tiene su nacimiento dentro de la sociedad europea occidental. En consecuencia, si se toma en cuenta que la aparición del viaje turístico se da en Europa occidental, es válido decir que los viajes más significativos para explicar su aparición son aquellos que se han dado, precisamente, en estas civilizaciones.

Interesa aquí observar históricamente al viaje circular como manifestación de una forma particular dentro de las relaciones entre los hombres, siendo las relaciones interpersonales las que constituyen el objeto de estudio de éste trabajo. Es así que puede decirse que la historia turística es parte de la historia social.


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