BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA MIGRACIÓN DE MEXICANOS A LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

Horacio Mercado Vargas y Marisol Palmerín Cerna



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7.7.- ESTRUCTURAR LEYES PARA LA PROTECCIÓN A MIGRANTES.

Varios grupos industriales, sindicatos y defensores de los derechos civiles se reunieron para instar en la estructuración de las leyes de inmigración del país, la alianza, que incluye a la poderosa central de trabajadores ALF-CIO y a la Cámara de Comercio, declararon que los millones de inmigrantes ilegales son cruciales para la economía y merecen una condición legal, así como medidas que los protejan.

7.8.- CAMBIOS A LAS LEYES MIGRATORIAS.

El 21 de diciembre del 2000, entro en vigor la legislación para facilitar la unificación de las familias de personas que ya hayan solicitado regularizar su situación migratoria. Esta ley no fue una amnistía, para las personas que residían en los Estados Unidos ilegalmente. La Ley de migración para la equidad familiar (LIFE), por sus siglas en ingles, abarcó tres categorías:

1. La sección 241 benefició al cónyuge e hijos de un residente legal, quienes ya hubieran solicitado la residencia y estaban esperando ajustar su condición migratoria. Estas personas podían regularizar su situación migratoria en los Estados Unidos sin tener que salir del país. Por ejemplo es posible que la esposa de un residente legal, la cual, estaba viviendo ilegalmente en los Estados Unidos de América, puedo pagar una multa y continuar el proceso de regularización. Por lo tanto las personas que estuvieron físicamente en los Estados Unidos, en la fecha en que se puso en vigor esta Ley, el 21 de diciembre de 2000, pudieron pagar una multa de 1,000 dólares para continuar la regularización.

2. La nueva Ley, también, contempló cambios con respecto a los cónyuges e hijos menores de edad de residentes permanentes y ciudadanos estadounidenses, que habían solicitado una visa de residentes y llevaban más de tres años de espera. Se les otorgó la categoría de visa “V” con la que podrían trabajar y no se les sacara del país. El Servicio de Migración y Naturalización y el Departamento de Estado, no tramitaron estas solicitudes sino hasta que se aprobaron las normas para las mismas. En México, el Consulado de Ciudad Juárez, Chih., se encargó de procesar la categoría “V” de visas. Se notificó directamente a los solicitantes.

3. La Ley, también, estableció la categoría de visa “K”. para esposos de ciudadanos estadounidenses y sus hijos que residan en el extranjero.

7.9.- LA PROPUESTA DE BUSH DE UN PROGRAMA TEMPORAL PARA LOS MIGRANTES.

El miércoles, 7 de enero de 2004, el, entonces, Presidente de Estados Unidos George W. Bush anunció un plan, por cierto bastante nebuloso, para conceder estadía legal temporaria y limitada a casi 12 millones de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos. Desde el punto de vista político, esta propuesta es profundamente cínica. Bush se jactó de que su plan era más "humanitario" que el sistema actual, pero la verdad es que el objetivo del plan era sólo uno: favorecer enormemente a las empresas y a los patronos. Si se convertía en ley, establecería una mano de obra de segunda categoría y superexplotada en Estados Unidos.

Bush dio a conocer el plan desde la Casa Blanca, donde hizo alusiones al "sueño norteamericano" y dijo que dichos trabajadores, víctimas del "abuso y la explotación", por fin saldrían de "las sombras". Pero partidarios de los inmigrantes criticaron al plan, y lo catalogaron como sistema de servidumbre legal que podría terminar en la intensificación de las represiones y las deportaciones en masa.

El plan no incluía ningún criterio nuevo para concederles a los trabajadores indocumentados, que actualmente residen en el país, la oportunidad de convertirse en residentes permanentes o en ciudadanos. Bush, se declaró explícitamente en contra de todo tipo de "amnistía que automáticamente les concedía la ciudadanía a los trabajadores indocumentados.

Más bien, el plan establecería una nueva categoría de "trabajadores eventuales" con derechos limitados y dependientes a merced del gobierno y los patronos.

Muchas fuentes consideran que el plan era una estratagema hipócrita, para ganar el favor de la población hispana del país, en el año de elecciones presidenciales; población que los estrategas Republicanos más y más consideraron clave en ciertos estados, inclusive California, Texas y la Florida. La propuesta casi no ofrecía ningún detalle, y ni siquiera se refería a otros proyectos de ley sobre la inmigración.

Según la estratagema de Bush, a los inmigrantes indocumentados ya en Estados Unidos, y los que desean emigrar se les permitiría solicitar visas como trabajadores eventuales, lo cual los dejaría permanecer en el país un total de tres años, con la posibilidad de por lo menos, una extensión siempre que estén empleados.

Los trabajadores indocumentados que residían en Estados Unidos, tendrían que comprobar que estaban empleados, serían sometidos a una prueba de seguridad y pagarían una cuota. Los que solicitarán trabajo desde el exterior, serían elegibles únicamente cuando se les ofreciera empleo que, según el gobierno, los trabajadores estadounidenses rechazaran. El Ministerio de Trabajo estaría a cargo de producir una lista de los empleos vacantes, los cuales serían llenados con la ayuda de contratistas privados.

El gobierno y ciertos sectores de la prensa propagaron la idea que el plan protegía a los trabajadores contra los abusos patronales, pero esto fue en gran parte una fantasía. La verdad es que no concedía ningún derecho nuevo en los lugares de trabajo. Las leyes actuales ya, presuntamente, garantizan a los trabajadores inmigrantes indocumentados varios derechos: al salario mínimo, a recibir ayuda del Programa para la Compensación a Trabajadores; a reglamentos que rigen la seguridad y la salud en el trabajo; a horas adicionales, y a organizarse en sindicatos.

No existía ninguna razón para creer que a los patronos, se les iba a obligar a poner en práctica estos reglamentos con más vigor que antes. Más bien, el plan obligaría a los trabajadores a depender aún más de los patronos, quienes actuarían como los auspiciadores de su estadía.

Susan F. Martin, perito en cuestiones de inmigración en la Universidad de Georgetown y ex jefe de la Comisión sobre la Reforma de Inmigración durante la década del 90, le dijo al Washington Post: "Con este tipo de legislación vamos a crear una gran cantidad de lo que básicamente serían sirvientes casi esclavos". Añadió que "esta es la propuesta acerca de la inmigración más inquietante que he visto durante los últimos 25 años".

Raúl Aguirre, presidente del Consejo Nacional de la Raza, grupo hispano partidario de los derechos de los inmigrantes, catalogó a la propuesta de Bush de ser "no más que otra versión del programa para braceros", El plan de Bush, añadía el Sr. Aguirre, "parece ofrecer a las empresas acceso total a los trabajadores inmigrantes que requieren, pero aparentemente no le ofrece mucho a los trabajadores mismos".

Luego de su estadía provisional y vencerse toda extensión, los trabajadores corrían el riesgo de ser deportados. Aunque podrían solicitar sus tarjetas de residencia, estas tardan una eternidad: de ocho a quince años para la mayoría de los mexicanos.

Bush, afirmó que su gobierno aumentaría la cantidad de residencias permanentes, las cuales se dan a las personas, que no son ciudadanos, el derecho permanente a vivir y trabajar en Estados Unidos, pero no detalló cuantas.

Actualmente, el gobierno de Estados Unidos limita la cantidad de residencias permanentes anuales que concede a 140,000. Pero la cantidad de inmigrantes indocumentados que residen en el país es 100 veces mayor, y millones en el extranjero han solicitado visas. En la última lotería que termina el 30 de noviembre del 2009, participarán casi 11 millones de personas, que solicitarán las 55,000 visas disponibles para el 2011.

Dado que al cabo de cinco años el resultado final de la propuesta fue la deportación, era de dudar que grandes cantidades de trabajadores indocumentados, salieran a la luz pública y participaran en el programa.

Tendrían que ser sometidos a interrogaciones e imágenes biométricas.

El apoyo más entusiasta para el plan, vino de los grandes comercios, los cuales lo aceptaban como medida para regularizar y legitimar la continua explotación de la mano de obra inmigrante. Pero si de alguna manera el plan significaba la amnistía, esta sería únicamente para las empresas como Walmart, cuyas tiendas fueron objeto de redadas, que resultó en el arresto de 245 trabajadores supuestamente indocumentados que limpiaban las tiendas. El efecto principal del plan, sería legalizar la explotación de la mano de obra inmigrante barata.

El anuncio fue hecho por el ex presidente de Estados Unidos, justamente, días antes este asistiera a una reunión hemisférica cumbre en Monterrey, El gobierno mexicano, que entonces presidia Vicente Fox previamente había criticado ferozmente la negligencia del gobierno de Bush en cuanto al tema de la inmigración; negligencia debida a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, las guerras en el extranjero y la persecución policial de inmigrantes en Estados Unidos mismo.

Bush comenzó su presidencia con negociaciones bilaterales con Fox, acerca de propuestas para reglamentar la estadía de los inmigrantes mexicanos, que constituyen casi el 70% de los indocumentados en Estados Unidos. Pero las negociaciones terminaron abruptamente. Bush dejó bien claro que este plan era unilateral, no negociado con México.

Aunque México y los propios inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, mostraron poco apoyo y entusiasmo, y poco apoyo popular por el plan, el gobierno de Fox lo consideró algo muy positivo, a pesar que el tema principal que había empujado en las negociaciones con Washington durante la primavera y el verano del 2001, era la creación de un plan que le concediera residencia permanente a los trabajadores indocumentados, fue descartado del programa de Bush.

Para la clase gobernante mexicana, la cuestión clave no son los derechos democráticos de los trabajadores inmigrantes empobrecidos que trabajan al norte de la frontera. Más bien son las divisas que estos trabajadores constantemente envían a México, las cuales constituyen hoy día la segunda fuente mayor de ingresos extranjeros. El gobierno de Fox consideró que este programa para establecer trabajadores eventuales, era perfecto para asegurar que esta fuente de ingresos no se detuviera.


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