A.2.2 COMPOSICIÓN FAMILIAR

Desde el punto de vista de la composición de la familia, es de mencionar que el núcleo familiar es de tipo extensivo, con una integración de abuelos, hijos, nietos, sobrinos, suegros, yernos y allegados que ejemplifican a la vivienda como un lugar multirelacional en lo parentesco y además acogedora o incluyente de personas cuya relación con los miembros es de beneficio o ayuda familiar.

En atención a lo anterior, en cada familia existen en promedio 5 miembros y dos hogares. Cada hogar tiene en promedio 2 hijos y su correspondiente participación en la familia es del 33%, como se observa en la tabla A.2.1

Por otra parte, el predominio de los hombres como jefes de hogar demuestra que en las familias encuestadas el patriarcado constituye el eje a partir del cual se sigue patentizando la mayor responsabilidad del hombre en el mantenimiento de la familia, según la tabla A.2.2. En tal circunstancia, la concentración de la autoridad y del poder de decisión al interior de las familias u hogares estaría determinada por el papel natural que el hombre cumple frente a su función de ser el garante del sustento económico y protección de los miembros, mientras que la mujer estaría confinada al rol de sujeto sumiso y con la escasa capacidad de autodeterminación.

En cuanto a los municipios, se encuentra que en las familias de sus veredas circunscritas no se logra observar un cuadro diferenciador entre hombres y mujeres como cabezas de hogar, por cuanto es en el sexo masculino en quien recae la máxima responsabilidad del núcleo.

A.2.3 DOCUMENTACIÓN PERSONAL EN LAS FAMILIAS

Si bien la pertenencia a un territorio como el colombiano nos permite llamarnos nacionales, no es de desconocer que para el Estado le es utilidad el disponer de la información sobre cuántos son sus habitantes que den cuenta de su existencia como personas. Así mismo, es deber de la población el procurar disponer de un documento de identificación que legitime su condición de ser ciudadano de su país, de tal manera que ante el nombre de la persona se reconozcan y pongan en ejercicio los deberes y derechos civiles que a bien se han creado en el estado social de derecho.

La problemática de orden público, como mal social del país constituye por si misma un punto de referencia y de alerta para la población frente a su condición de ser documentado. Las continuas requisas y retenes a los que se ven sometidos los habitantes del Magdalena Medio como parte de la política de seguridad democrática del actual gobierno a la par del acoso u hostigamiento de los grupos armados ilegales conllevan a que para evitar desmanes o atropellos contra la población civil el documento personal de identificación se constituya en una “visa” que garantiza el derecho a la libre movilidad en el propio país, es decir, que en tiempos de guerra o conflicto interno como el colombiano toda persona es extranjera y sospechosa en su propio país.

De acuerdo al cuadro A.2.1, en las familias de la zona de desarrollo integral el 95% de las personas cuentan con algún tipo de documentación personal, en el que las cédulas de ciudadanía representan el 52%, correspondiéndose tal porcentaje por el hecho de ser familias que en gran parte están integradas por personas en edad de trabajar y de adultos mayores. Le siguen en su orden, el registro civil con el 29%, la tarjeta de identidad con el 13% y la partida de bautismo con el 1%.

Los municipios en forma particular no se distancian de la situación presentada a nivel general. Sólo es de anotar, que en atención al sexo y la estructura etárea presente al interior de cada uno de ellos se distingue un relativo predominio tanto de hombres como de mujeres ante cada tipo de documentación.