SALARIOS, EMPLEO Y POLÍTICA SOCIAL

SALARIOS, EMPLEO Y POL?TICA SOCIAL

Hilario Barcelata Chávez

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EL ATRASO ECONÓMICO Y EL REZAGO EDUCATIVO EN MÉXICO

En un reciente informe sobre el nivel de riqueza en el mundo, elaborado por el Banco Mundial, se observa la distancia tan grande que existe entre nuestro país y otros con los que tiene amplios vínculos comerciales y con algunos que incluso tenían un mayor nivel de atraso hasta hace algunos años.

Esta medición toma en cuenta una serie de factores, que van mucho más allá del Producto Interno Bruto (PIB) por habitante de cada país, e incluye el capital natural de un país, su producción y lo que se llama “capital intangible”, que se entiende como la suma del capital humano, la infraestructura institucional y el capital social, que consiste en la confianza de los habitantes en su propio país y su capacidad para trabajar en pos de un objetivo común (concepto que desarrollé en este mismo espacio: Diario de Xalapa, 05-06-2005) adicionalmente se incluyen otros elementos, como las reservas internacionales y el financiamiento. Esta nueva medida de la riqueza expresa los costos de las decisiones de desarrollo, que no son evidentes en medidas económicas tradicionales y que permiten mejorar las políticas y las acciones destinadas a generar un desarrollo sostenible.

Esta medición, clasifica a los países en tres niveles: Los de alto desarrollo con un ingreso promedio de 439.063 dólares; los de desarrollo medio alto con 72.897; los de desarrollo medio bajo de 23.612 y los de bajo desarrollo con 7.216 dólares.

Suiza, es el país más rico del mundo un nivel de ingreso por habitante de 648 mil 241 dólares, mientras que Etiopía, con 1.965 dólares es el más pobre. En la lista de los países más ricos se encuentran también: Dinamarca (575.138 dólares), Suecia (513.424), Estados Unidos (512.612), Alemania (496.447), Japón (493.241), Austria (493.080), Noruega (473.708), Francia (468.024) y Bélgica-Luxemburgo (451.714). España figura con 261.205 dólares en un nivel similar al de países como Singapur (252.607), Israel (294.723) o Nueva Zelandia (242.934).

En esta clasificación, México es considerado como país de desarrollo medio bajo, ya que tiene un ingreso por persona de 61,872 dólares, lo cual lo ubica en el quinto lugar en América Latina, después de países como Argentina, con 139,232; Uruguay con 118,463; Brasil con 86,922 y Chile con 77,726.

No es de extrañar que nuestro país se encuentre en una posición de desventaja comparativa. En los últimos años, mientras muchos países han establecido medidas para mejorar su competitividad, México ha carecido de una estrategia de transformación profunda, lo cual ha propiciado que se vea superado, incluso, por otros países a los que en el pasado les llevaba ventaja como el caso de España.

A este deterioro ha contribuido, sin duda, el rezago en materia educativa. Según el informe “Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 200” México continúa con la tasa más baja de los 30 países miembros en cuanto al número de estudiantes que concluyen la preparatoria o su equivalente, de tal manera que sólo 25% de los mexicanos entre 15 y 34 años cuenta con ese nivel, lo que contrasta con el 75% promedio del resto de los países de la OCDE. De igual modo, se destaca que la mayoría de los recursos que destina México para el sector se van al gasto corriente, por lo que en primaria, secundaria y el nivel universitario sólo 2.7% es asignado al gasto de capital, comparado con 8.2% en promedio que destinan las otras naciones para los grados básicos y 11.6% para el nivel superior.

Asimismo se observa una gran disparidad en el salario que reciben los profesores, pues mientras en México los ingresos por hora enseñada después de 15 años de experiencia es de 21 dólares en nivel primaria, en el resto de los países es de 41 dólares

A pesar de que México registra por primera vez un gasto en educación equivalente al 6.3% del PIB (lo cual es superior al promedio actual de la OCDE de 5.8%) el gasto por estudiante continúa siendo bajo, sobre todo; en primaria y secundaria, el cual asciende a 1,467 dólares, que significa apenas un cuarto de los 5,313 dólares que destinan en promedio los países de la OCDE. En la preparatoria, esa inversión es de 2,378 dólares, una tercera parte de los 7,121 dólares que se tienen como promedio. En el nivel universitario, la cifra asciende a 6,l74 dólares, poco más de la mitad del promedio, que es de 10, 655 dólares. Es decir, en México el gasto por estudiante es relativamente bajo en todos los niveles de educación, primordialmente en los niveles básicos que tienen un carácter universal, mientras que en los niveles en los cuales la participación no es universal, los estudiantes se benefician con un gasto mayor.

Con estas disparidades en aspectos sustanciales como la educación, se entiende por qué a pesar del discurso oficial triunfalista, México es todavía un país muy atrasado.