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TEORÍA AUSTRIACA Y EL PROBLEMA DEL CICLO ECONÓMICO

Nicolas Cachanosky

 

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PERÍODOS DE PRODUCCIÓN

“The accumulation of new capital through saving initiates the chain of actions that results in an improvement of economic conditions. Saving is the first step on the way toward improvement of material well-being and toward every further progress on this way.”

Ludwig von Mises

A medida que gracias al proceso productivo y el ahorro se logran acumular bienes de capital, los individuos pueden comenzar a preocuparse por satisfacer nuevas necesidades. Los bienes de capital acumulados se guardan para el consumo futuro mientras los nuevos bienes y servicios son elaborados. La acumulación de capital abre las puertas a nuevas posibilidades, ahora se pueden cambiar los métodos de producción por otros donde el “outpout” es mayor por cada unidad de “input” gracias a que se puede dedicar mayor tiempo y recursos al proceso productivo o se pueden llevar a cabo otros procesos productivos “paralelamente”. El ahorro es el primer paso ineludible para la mejora en la producción de bienes y servicios. No hay manera de mejorar la situación del mercado sin invertir, y no hay manera de invertir sin el ahorro de bienes de capital.

Si esta acumulación de bienes de capital no se hiciese para cambiar los existentes métodos de producción por otros de mayores períodos, sino que se hiciese para tenerlo de reserva para épocas donde la producción no es tan fuerte o para casos de emergencia, entonces el capital acumulado no formaría parte del proceso productivo. El ahorro en bienes de capital se integra al proceso productivo cuando es utilizado como medio de subsistencia o se consume al entrar en procesos productivos que requieren mayor tiempo para llegar a los bienes y servicios finales. Sin estos bienes no sería posible prolongar los métodos de producción porque no habría como subsistir durante la prolongación de los períodos productivos. Si bien estos bienes acumulados no se relacionan directa o físicamente con la elaboración de los bienes finales, sí tienen una relación económica. Primero se consumen al prolongarse el período de producción, luego son reemplazados por los bienes de los nuevos métodos productivos.

La función empresarial utiliza el cálculo económico y los precios monetarios para saber no sólo qué bienes producir, sino para tener en cuenta qué tan largo pueden ser los procesos productivos. Es decir, cuál es el ahorro en bienes de capital existentes en el mercado. No hay forma de comparar procesos productivos diferentes con distintos períodos de producción sin la presencia de precios monetarios. Junto con esto, el capital como herramienta de cálculo le permite asegurarse de no estar entrando en proyectos que impliquen una pérdida empresarial o consumo de capital en lugar de creación de valor o acumulación de capital.

El mercado es un entramado complejo de procesos productivos encaminados a obtener diferentes bienes y servicios. Estos procesos poseen períodos de producción diferentes, algunos de ellos se complementan entre sí y deben competir por los factores de producción. El cálculo económico permite lograr un orden espontáneo partiendo de la aparentemente desordenada conducta de los individuos. Pero al mismo tiempo, este orden espontáneo comandado por los individuos indica a las fuentes productoras qué caminos seguir para lograr una acumulación de capital y así fomentar la prosperidad del mercado. Si las civilizaciones primitivas hubiesen consumido sus bienes de capital en lugar de reemplazarlos y acumular nuevos bienes, el proceso de ahorro y producción hubiese tenido que comenzar de cero nuevamente. Las generaciones presentes disfrutan de mayores y mejores bienes y servicios que sus antepasados porque ellos ahorraron bienes de capital en lugar de consumirlos.

Para el ojo del productor, hay tres clases o tipos de factores de producción. Los recursos naturales, el trabajo humano y el capital. Para el productor, la existencia de los bienes de capital es parte de la “data” del mercado, no necesita preguntarse cómo es que llegaron a existir ni de dónde salieron. La causa de su existencia le es totalmente irrelevante, es su existencia lo que importa. Para ellos, la existencia de estos bienes implica que hay ahorros suficientes para prolongar los procesos productivos o elaborar otros nuevos. Para el ojo del productor, el capital es productivo “per se” porque implica un aumento en la productividad del trabajo, es lo mismo que cualquier otro factor de producción.

Fue otro de los errores “típicos” caer en la misma confusión que el ojo del productor. El capital no es un factor independiente como pueden serlo los factores naturales y el trabajo. No existen tres tipos de factores. El capital es el resultado de la combinación de trabajo y factores naturales en el pasado, el capital es la acumulación de ese resultado en el tiempo. Tampoco sería del todo preciso llamar a los bienes de capital recursos naturales y trabajo acumulados. Lo correcto sería decir que los bienes de capital son trabajo, recursos naturales y tiempo ahorrado para los nuevos procesos productivos. La diferencia entre los procesos productivos que poseen capital ahorrado y los que no consisten en tiempo. Aquellas fuentes productoras que entran en procesos productivos deben dedicar tiempo y recursos a la elaboración de los bienes de capital necesarios para aumentar los niveles de producción que otros ya poseen acumulados. Aquellos que poseen recursos acumulados se encuentran más cerca de su objetivo respecto a los que deben comenzar desde cero.

No se puede asumir que el capital posee poderes mágicos de producción, la diferencia de precios entre un bien de capital, como puede ser una máquina, y los precios de los recursos necesarios para producirlo se debe a una cuestión temporal, no a una emanación productiva de la máquina que eleva su precio. El que compra la máquina en lugar de fabricarla, esta ganando tiempo, la diferencia de precios entre su fabricación y su compra se debe a este ahorro temporal. El que compra la máquina, además de los factores utilizados en su fabricación, está ahorrando tiempo.

Esta confusión suele venir acompañada de otro error implícito en los modelos y tratamientos matemáticos. Estos esquemas sostienen que la técnica o tecnología utilizada en los procesos productivos depende del conocimiento técnico existente . Sin embargo, lo que sucede es lo contrario, es el ahorro existente en bienes de capital el que determinará qué métodos de producción pueden realizarse y cuáles no.

Lo que hace falta en países pobres o en “subdesarrollo” no es conocimiento técnico. Los países de África o Medio Oriente no desconocen los procesos productivos de las grandes naciones de Occidente . Lo que estos países necesitan es el capital necesario para poder realizar estos procesos productivos, necesitan bienes de capital. No es el conocimiento existente el que va a determinar la estructura de los procesos productivos, sino que es la existencia de ahorro en bienes de capital la que va a permitir utilizar cierto conocimiento tecnológico al brindar los recursos necesarios. No son los bienes de capital los que mágicamente se adaptan al conocimiento tecnológico existente, sino que es la estructura productiva la que debe adaptarse a los bienes de capital disponibles.

Cuando los países de occidente prestan o transfieren capital ahorrado a los países “pobres”, no les están facilitando conocimiento, les están permitiendo ahorrar tiempo al no tener que fabricar y acumular bienes de capital. Es como si estos países hubiesen comenzado a ahorrar con mayor anterioridad. Lo que estos países ganan es tiempo.


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