LA CULTUROCRACIA ORGANIZACIONAL EN MÉXICO
José Gpe. Vargas Hernández
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Este enfoque teórico de la cultura estudia sus características esenciales que están profundamente arraigadas en una sociedad. En las palabras de Edward Sapir (1956), uno de los más grandes exponentes de esta teoría, la cultura es conceptualizada como " espíritu o genio de un pueblo", "aquellas actitudes generales, visiones de la vida y manifestaciones específicas de civilización que otorgan a un pueblo determinado el lugar que lo distingue del mundo." Otra de las investigadoras, Ruth Benedict (1948), busca las "pautas" y "móviles" en el "espíritu de la cultura". Este enfoque del estudio de la cultura se considera muy subjetivo.
Estas teorías se fundamentan en el principio de que los "modelos culturales" son determinantes de una personalidad de base. Según Espinoza y Pérez (1994) estas teorías "tienen su parte de verdad, siempre a condición de que sea adecuadamente restringida, relativizada e insertada en un marco de análisis dialéctico".
Bajo este enfoque teórico de la cultura, ésta es definida como "pautas de significados" por Gertz (1991) y Thompson (1990). Giménes Motiel (1996), basado en los autores anteriores, la conceptualiza como: "la dimensión simbólico-expresiva de todas las prácticas sociales, incluídas sus matrices subjetivas (habitus) y sus productos materializados en forma de instituciones o artefactos", y la decribe como " el conjunto de signos, símbolos, representaciones, modelos, actitudes, valores, etcétera, inherentes a la vida social."
Los enfoques interdisciplinarios del estudio de la cultura ha tenido un gran auge, apoyándose las investigaciones antropológicas en los hallazgos científicos de otras disciplinas como la psicología, sociología, economía, etc. Mead (1927) estudia las relaciones entre individuo, personalidad, carácter y cultura. Kluckhohn y Murray (1948) estudian las relaciones teóricas entre cultura y personalidad. Chapple (1942) analiza las interacciones del comportamiento humano.
El posmodernismo en la cultura organizacional es más un movimiento de carácter crítico que un paradigma con un cuerpo teórico consistente, que de acuerdo a Cooper & Burrell (1988), su desarrollo es reciente. El posmodernismo, afirman Schultz y Hatch (1996), reta y cuestiona todos los supuestos teóricos y metodológicos de los paradigmas anteriores conocidos como modernistas, puntualizando todas las conexiones posibles con los nuevos paradigmas que asumen que la experiencia humana es fragmentada, discontinua con énfasis en la deconstrucción y en las diferencias (Derrida, 1978, 1980), al grado que invalidan cualquier teoría general de la cultura en las organizaciones.