BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

CURSO DE TEORÍA POLÍTICA
 

Eduardo Jorge Arnoletto

 

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b) Los modelos modernos y contemporáneos.

El modelo de mecanismo: hacia fines de la Edad Media se produjo un notable progreso en el diseño y ejecución de artefactos mecánicos, lo cual dio pie a la formulación de un nuevo modelo, el del mecanismo, cuyo paradigma clásico fue el reloj, modelo que se aplicó a la descripción de las estrellas en el sistema de Newton, al gobierno en los escritos de Hobbes y Maquiavelo, y a las teorías sobre "equilibrio de poderes" y "sistemas de frenos y contrapesos", de Locke, Montesquieu, etc.

Cuáles son las carácterísticas del modelo de mecanismo? En primer lugar diremos que se trata, desde luego, de un mecanismo idealizado, sin las imperfecciones materiales de los mecanismos reales. Los mecanismos pueden desarmarse y volverse a armar. En ellos, el todo es igual a la suma de las partes. Pueden andar al revés. Esas partes no se modifican recíprocamente ni por obra de su propio pasado. No tienen lugar en él, pues, nociones como la de cambio irreversible, crecimiento, evolución, novedad, finalidad.

Sin embargo, a medida que se fueron construyendo mecanismos reales más y más complejos, se comenzó a advertir la importancia de la interacción (que produce fricción y desgaste) y de la interdependencia entre el mecanismo y su ambiente.

Al modelo de mecanismo corresponde un método analítico: se trata de buscar un conjunto de elementos simples e inalterables. A esta óptica obedece el "descubrimiento" de elementos simples como los átomos, los corpúsculos y las ondas en física; los elementos y las moléculas en química; el "homo aeconomicus" en economía; los "incrementos de dolor y de placer"en la ética y la filosofía de J. Bentham, y las ideas de "gratificación" y de "privación" en las teorías políticas de Lasswell y Kaplan.

En el campo de la Ciencia Política de la Edad Moderna encontramos utilizaciones del modelo de mecanismo en la obra de Maquiavelo y de Hobbes, quienes por esa causa tienen cierto aire de "ingenieros del poder estatal". Para Maquiavelo no cambian nunca ni la naturaleza de los príncipes ni las leyes que regulan su conducta prudente, como no cambia la apatía de las masas populares, que es uno de los supuestos maquiavélicos básicos.

Thomas Hobbes, un siglo y una revolución después, abandona el supuesto de la apatía. Todos los hombres actúan intensamente y en forma deplorable, como lobos que se atacan unos a otros.

Es curiosos constatar que Hobbes y Maquiavelo sustentan opiniones opuestas sobre el comportamiento político de los hombres, creyendo cada uno que "...su posición constituye la descripción objetiva de la inmutable naturaleza humana" (op. cit. pag.60) Quizás el aporte fundamental del modelo de mecanismo sea el intento (frustrado pero sugerente) de explicar la realidad mediante elementos simples que funcionan de acuerdo a leyes inmutables.

El modelo de organismo: Las insuficiencias del modelo de mecanismo se hicieron cada vez más evidentes, sobre todo en biología y en ciencias sociales. La insistencia de autores como Edmund Burke sobre nociones tales como totalidad, interacción, crecimiento y evolución, condujeron a difundir un nuevo modelo: el de organismo.

Un organismo no puede analizarse; no puede desmontarse y volverse a montar. Su comportamiento es irreversible; posee un pasado significativo: una historia; tiene una intencionalidad, alcanza un nivel de plenitud o madurez y es capaz de reproducirse.

En la actualidad se describe al organismo en términos tales como "cuadro de organización", "puntos de decisión", "rizos de realimentación", "senderos de flujo", "comportamiento innovador", "objetivos", "modelo de información", etc.; es decir, con un lenguaje muy afín con los modernos modelos de comunicación y de control.

Sin embargo, el modelo que se asocia al organicismo es el modelo clásico, con todas sus restricciones mutiladoras.En su concepción clásica, el organismo era, en realidad, una especie de mecanismo, más complejo, con estructuras más sutiles y con algunas restricciones (como la de no poderlo desarmar y volver a armar) pero un mecanismo al fin.

Los modelos orgánicos fueron muy útiles en biología, en psicología y en economía, al enfatizar los problemas del crecimiento y la interacción; pero aun en biología resultaron insuficientes, sin embargo, y su limitación se hizo aun más evidente en los estudios sobre la sociedad y la historia. Por ejemplo, no alcanzaron a explicar "..la peculiar cohesión social que se encuentra en muchas sociedades, culturas o pueblos". Las habituales referencias a una "sangre común", o al "hábito" de estar bajo un mismo gobierno no explican suficientemente los hechos.

"En el pensamiento político, los modelos clásicos aparecen en la obra de Edmund Burke, Adam Muller, Friedrich List, Oswald Spengler y otros". En general son planteos que destacan "...la interdependencia de todas las partes de un sistema..." pero no toman para nada en cuenta "...las posibilidades de una reorganización interna.." ni de una evolución cualquiera fuera del camino hacia una "..madurez prefigurada desde el principio...por su ley orgánica peculiar".(pag.64) Como una consecuencia de estos modelos orgánicos aun hoy persisten en Ciencia Política expresiones que califican de "maduros" o "inmaduros" a determinados sistemas políticos. Esta noción de "madurez" no ha resultado muy operativa en Ciencia Política. La madurez de un gobierno, si es que puede hablarse en estos términos, no es como la de un organismo, que es un estado total; sino algo que tiene diferentes grados en distintos aspectos y momentos.

Modelos derivados de la historia: un tercer grupo de modelos fue derivado de la experiencia del diálogo y la lucha en el proceso histórico. Todos ellos señalan un vínculo entre el conflicto y la comunicación. Plantearon la noción de proceso, como acción recíproca de cambios irreversibles, ordenados según una estructura específica y según leyes propias.

Esos modelos fueron posibles cuando se dejó de considerar a la historia como un mero ciclo de eventos, para verla como "..una sucesión de etapas dentro de una pauta que lleva una dirección determinable".(pag.66) Esta concepción de la historia es de origen cristiano, con antecedentes judaicos. En los siglos XVIII y XIX, pensadores como Kant, Hegel y Marx, y numerosas "escuelas históricas" desarrollaron el concepto de proceso histórico y emplearon la historia como noción básica para interpretarlo todo. En el siglo XX, autores como A.J. Toynbee y R. Rosentock-Huessy atestiguan la continuidad de esa tradición.

Algunos de estos enfoques históricos contienen nociones tales como la de cambio irreversible, evolución mediante conflictos, relaciones subyacentes entre el conflicto y la armonía, etc. "Los hombres han buscado en la historia modelos de los procesos de crecimiento, evolución, surgimiento de la novedad y la creación, etc." (pag.67) Los paralelismos y sugestivas ideas del enfoque histórico carecen, sin embargo, de estructura interna. La "socialidad asocial del hombre", de Kant, o la "dialéctica" de Hegel, son nociones cualitativas que revelan tras de sí una escasa estructura de detalle".(pag.67) Son enunciados muy sugerentes, sin duda; pero sin detalles intrínsecos que puedan describirse y comprenderse. Lo mismo cabe decir de los "grandes hombres" de Carlyle, o de las "minorías creadoras" de Toynbee; y también, en el terreno de la economía, de las nociones de Schumpeter sobre la "creatividad" y la "innovación" como fundamentos del proceso de crecimiento económico, que son sin duda muy interesantes pero no dicen nada sobre la estructura interna de tales procesos.

Cuando se ha tratado de ser más precisos, se ha recaído con frecuencia en analogías mecanicistas: por ejemplo, concebir a la evolución como un "desenvolvimiento" que "trae a la luz pautas preexistentes".(pag.68) Un proceso de evolución genuino "..implica la posibilidad de cambio repentino y novedad propiamente dicha, incluyendo tanto el cambio interno dentro del sistema como su interacción con el medio". Esa evolución "no conduce necesariamente a una meta determinada". Es "un proceso abierto, que contiene la posibilidad de autorruptura o autodestrucción... o de un cambio de metas".(pag.68) Con estas nociones se ha intentado describir procesos de organización: automantenimiento, autocontrol, autoampliación, autotransformación; pero al usar como modelo el devenir de la propia sociedad humana "..cambiante a través de la historia, de complejidad infinita...", resultó en realidad "desconcertante para quienes trataban de comprenderla mientras participaban de sus conflictos". (pag.69) En síntesis Karl Deutsch sostiene que, en su acción recíproca, estos tres modelos que acabamos de describir, han contribuído al progreso científico.

Los modelos mecánicos hicieron posible un análisis riguroso y sistemático. Los modelos orgánicos enfatizaron la interacción, el crecimiento y la maduración. Los modelos históricos incluyeron las nociones de conducción, de cambio cualitativo, de influencia de la conciencia y de verdadera novedad.

Pero su limitación básica consiste en que son modelos esencialmente cualitativos, en un campo que necesita modelos cuali-cuantitativos, que posibiliten el reconocimiento de pautas cualitativas pero también la medición y la predicción cuantitativamente verificables.

Modelos matemáticos: son modelos contemporáneos, a los que son asociados los nombres de N. Rashevsky, G.K.Zipf, H.A. Simon y L.F. Richardson.

Estos modelos, empleados en ciencias sociales, son descendientes, en su mayoría, del mecanismo clásico. Tienen la misma propensión a formular supuestos muy simples y hasta ingenuos, a los que luego procesan mediante sofisticadas técnicas matemáticas; las que, por otra parte, son cuestionables, sobre todo por la introducción de pseudo-constantes en sus ecuaciones, las cuales no son verificables por operaciones independientes, sospechosas por lo tanto, de estar en realidad destinadas a "acondicionar" los resultados a ciertos órdenes de valor, apriorísticamente determinados.

N. Rashevsky (1) intentó un análisis matemático de los niveles cambiantes de actividad, en grupos sociales y en la interacción entre países. Divide a la población en "activa" y "pasiva" según causas y pautas genéticas en relación con el número y la densidad de la población total. Los supuestos ingenuos de su tesis limitan su utilidad, pero parece posible aplicar sus técnicas matemáticas sobre supuestos más realistas (por ejemplo, procesos de aprendizaje social en lugar de herencia biológica). Un descubrimiento suyo de gran interés, y muy sugestivo, alude a que "un alto grado de conformidad puede tender a reducir la estabilidad de un sistema político", afirmación aparentemente contradictoria con el conocido -y cuestionable- principio de la "apatía estabilizadora".

G.K. Zipf (2), en su obra, manifiesta una sorprendente combinación de sofisticación matemática y de ingenuidad en ciencias sociales. Sostiene, por ejemplo, que "el tamaño de las comunidades en cada país, ordenadas en escala decreciente de acuerdo con su número de habitantes, debería aproximarse a una serie armónica". Fue aun más lejos al afirmar que "la proximidad de la distribución real a la serie armónica teórica indica el grado de estabilidad social". Sus estudios y conclusiones sobre la situación de las comunidades en Austria y Alemania, en el periodo entre las dos guerras mundiales, fueron completamente desmentidos por los hechos.

H.A. Simon (3) desarrolló modelos de comportamiento social referentes al aprendizaje y a las diferentes clases de "racionalidad". Es muy interesante para los análisis de los procesos de decisión política, su planteo acerca de los "modelos de optimización", que requieren mucha información para poder elegir lo óptimo; y los "modelos de comportamiento adaptativo", más modestos y realistas, que permiten tomar decisiones por opciones simples, en condiciones de incertidumbre. Simon, más que al ámbito político general, se dedicó a problemas de organización privada y pública, y al estudio de problemas administrativos.

L.F. Richardson (4) es un ejemplo de los problemas que plantean los modelos matemáticos usados en ciencias sociales por "la tendencia a incorporar constantes o coeficientes arbitrarios en las ecuaciones". Richardson intenta predecir los gastos en armamentos de dos países rivales mediante ecuaciones que contienen coeficientes numéricos correspondientes a los "agravios" y el "sometimiento" de cada país respecto al otro. Cómo saber si esos coeficientes son o no arbitrarios? "Sólo en la medida en que los científicos sociales logren especificar un conjunto de operaciones numéricas impersonales que permitan medir el agravio o el sometimiento, podrán librarse de la sospecha de que sus coeficientes se basan en cálculos arbitrarios..." dice Deutsch.

En general, no parecen muy prometedores los resultados obtenidos hasta ahora con los modelos matemáticos. No obstante, es razonable suponer que sus posibilidades son mucho mayores que las realizadas. Cómo obtener de ellos un mejor aprovechamiento? Deutsch hace notar el problema que plantea el hecho de que "ambos enfoques (el matemático y el científico social) representan trabajos intelectuales de tiempo completo" y que ambas formaciones intelectuales presentan características opuestas en algunos aspectos.

Por tales motivos, Deutsch propone que "por el momento la respuesta de mejores perspectivas a ese problema acaso radique en el desarrollo del trabajo en equipo, entre personas que sean fundamentalmente científicos sociales pero que hayan adquirido suficiente preparación analítica como para presentar sus problemas en forma tal que permita a los matemáticos, que a su vez posea una preparación lo bastante sólida en ciencias sociales como para comprender lo que los científicos sociales necesitan de ellos y como seleccionar líneas de tratamiento matemático que conduzcan hacia la realidad en lugar de alejarse de ella".(pag. 74) Los "Tipos ideales" de Max Weber(5): Max Weber analizaba los procesos e instituciones sociales utilizando "tipos ideales". Según Talcott Parsons, Weber usaba esa expresión con dos significados diferentes: - Como modelo seleccionado y parcialmente exagerado, abstraído de instituciones y prácticas sociales reales. Es el caso, por ejemplo, de expresiones tales como "capitalismo racional moderno" o "sistema de castas de la India".

- Como modelo seleccionado y sublimado, abstraído de un conjunto de ideas recurrentes. Es el caso de expresiones tales como "teología calvinista" o "filosofía brahamánica del karma y la trasmigración".

De cualquier clase que sea, un "tipo ideal" es un modelo que puede usarse para destacar "aspectos particulares de estructuras encontradas entre los datos empíricos"(pag. 77) y también para lograr una serie de objetivos de investigación, entre los que se destacan:

1. Predecir la repetición de regularidades (mientras se pueda usar la similitud entre realidad y tipo ideal).

2. Separar lo subjetivamente racional (comportamientos de búsqueda consciente de fines) de lo objetivamente racional (comportamientos con probabilidades objetivas de lograr tales fines.

3. Separar ambos comportamientos racionales de las expresiones irracionales, de tensiones o emociones internas (para medir desvíos respecto del "tipo ideal" de racionalidad.

El análisis en base a "tipos ideales" resultó ser muy útil para describir situaciones existentes, pero no fue muy adecuado para mostrar como se origina una pauta social, o como llega a desaparecer. Tampoco sirvió para ninguna medición, excepto la "desviación" respecto del "modelo de racionalidad intencional".

Los tipos ideales de Weber "describen formas particulares en que los hombres buscan objetivos particulares de caracter individual o social". Por consiguiente, parten de suponer ya establecidos esos objetivos, pero se basan en un conocimiento vago de "los procesos mediante los cuales se los estableció... y de las condiciones generales... de los sistemas de prosecución de objetivos". (pag. 78) Hasta aquí hemos resumido y comentado lo que plantea Karl Deutsch en "Los nervios del gobierno" sobre modelos clásicos, modernos y contemporáneos. Sobre los modelos del estructural-funcionalismo y de la teoría de los juegos pueden encontrarse amplias referencias en el capítulo 3.

Nos quedan por ver ahora los que Deutsch denomina "modelos cibernéticos, para la comunicación y el control"; y la problemática más reciente sobre el tema.


(1) N. Rashevsky "MATHEMATICAL THEORY OF HUMAN RELATIONS: AN APPROACH TO A MATHEMATICAL BIOLOGY OF SOCIAL PHENOMENA", Bloomington, Principia Press, 1947.

(2) George K. Zipf "NATIONAL UNITY AND DISUNITY: THE NATION AS A BIO-SOCIAL ORGANISM", Bloomington, Principia Press, 1941.

(3) Herbert A. Simon "MODELS OF MAN: SOCIAL AND RATIONAL", New York, Wiley, 1957.

(4) Lewis Richardson "ARMS AND INSECURITY", Chicago, Quadrangle Press, 1960.

(5) Max Weber "ECONOMIA Y SOCIEDAD", México, FCE, 1964.

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