BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

CURSO DE TEORÍA POLÍTICA
 

Eduardo Jorge Arnoletto

 

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a) El desarrollo político como modernización.

La modernización es un concepto depositario de muchos contenidos, de diversos significados, lo cual plantea en este enfoque algunas variaciones de comprensión respecto del sentido del desarrollo político.

En un enfoque sociológico amplio, siguiendo a S. Huntington (1), podemos definir al proceso de modernización como un vasto y complejo proceso de cambio social, con repercusiones en todas las áreas del pensamiento y de la actividad humana. Es el proceso que vienen experimentando los países de Occidente desde mediados del siglo XVIII, tras cuyas huellas siguen hoy, con distinto paso, todos los demás.

En sus manifestaciones externas objetivas se expresa en rasgos tales como: urbanización, industrialización, secularización, participación, intensificación de las comunicaciones.

En el plano psicológico, se expresa en nuevos valores, actitudes y espectativas: espectativas de cambio; actitud de afrontar la realidad (en lugar de asumirla como el hombre tradicional); valores racionalizados y universalizados, con pautas de realización (y no de adscripción, como en el mundo tradicional).

En lo intelectual, se advierte una expansión del conocimiento (y relativamente, del dominio) del hombre sobre su ambiente; una difusión notable de la educación, y en particular de la alfabetización; y un gran desarrollo de los medios de comunicación de masas.

En lo demográfico, la modernización produce una explosión demográfica inicial que luego se estabiliza; un incremento de la movilidad horizontal y vertical de la población urbana en detrimento de la rural.

En el plano social propiamente dicho, se desarrollan grandemente las asociaciones secundarias (clubes, gremios, asociaciones empresarias, partidos, etc.) conscientemente organizadas y de funciones específicas. Las estructuras jerárquicas de status se hacen pluralistas, de desigualdades dispersas.

En lo económico, se diversifican las actividades; se eleva el nivel de especialización ocupacional; crece la importancia relativa de la industria y los servicios respecto de la agricultura y otras actividades primarias. La actividad económica se centraliza a nivel nacional y aparecen los mercados globales de bienes y capitales.

El máximo impacto político del proceso de modernización se produce por la combinación del cambio de espectativas (proveniente de la movilización social) con el cambio de las capacidades (proveniente del desarrollo económico). La modernización política se manifiesta en fenómenos tales como: racionalización de la autoridad secular nacional; afirmación de la soberanía estatal interna y externa; diferenciación creciente de funciones políticas y de sus estructuras de ejecución; creciente participación política de nuevos grupos; y, al menos en las etapas iniciales de la modernización, aumento de la conflictualidad, de la violencia y la corrupción política.

A este enfoque del desarrollo político como modernización se asocian los nombres de autores como R. Bendix, L.W. Pye, S. Verba, R. Packenham, S.N. Eisenstadt y G. Almond.

Quizás la definición hasta ahora más completa (2) de modernización política, sea la que destaca tres características principales: la igualdad, la capacidad y la diferenciación. Hay modernización cuando hay incremento de variables positivas en alguno o algunos de estos tres niveles: población, sistema político global y subsistemas.

Por ejemplo, hay modernización cuando un número cada vez mayor de miembros de la sociedad pasa de la condición de súbditos a la condición de ciudadanos.

Hay modernización cuando aumenta la capacidad de los gobernantes para dirigir los asuntos públicos, controlar las tensiones y afrontar las demandas sociales.

Hay modernización cuando se verifica una diferenciación estructural, mayor especificidad funcional y mayor integración de todas las instituciones y organizaciones políticas.

El principal interés de esta definición estriba en que permite considerar situaciones de incremento en una dimensión y de declinación en otras.

R. Bendix (3) considera que la modernización es un proceso histórica y socio-culturalmente bien determinado: se trata del conjunto de cambios políticos, económicos y sociales, que han transformado las sociedades occidentales desde el siglo XVIII, y bajo la influencia de éstas, la de otros países (Rusia, Japón, y todos los otros que van saliendo actualmente del tradicionalismo).

En el plano socio-cultural el proceso se caracteriza por el paso de la relación amo-sirviente a la relación empleador-empleado. La evolución de los gremios, la generalización de la educación elemental y la adopción de amplios derechos políticos son -para Bendix- otros rasgos prominentes de este proceso.

L.W. Pye (4) enumera y analiza los diez significados principales -según su criterio- del desarrollo político. Uno de ellos -el desarrollo político como modernización política- es interpretado por Pye como sinónimo de "occidentalización". De ser así, mayor desarrollo significaría mayor incorporación de rasgos occidentales a las instituciones políticas. Pye se opone a esta concepción en nombre del relativismo cultural.

R. Packenham (5), desde un punto de vista netamente funcionalista, identifica (si bien con algunos atenuantes) modernización con desarrollo. Packenham define al desarrollo político como "la voluntad y la capacidad para hacer frente a una transformación continuada -y para engendrarla- hacia la modernización, a la vez que se mantiene la libertad individual fundamental".

S. N. Eisenstadt (6) analiza el fenómeno del desarrollo político desde dos enfoques complementarios: funcionalista e histórico.

Desde un punto de vista funcional, la modernización política consiste en:

- el desarrollo de estructuras políticas muy diferenciadas.
- la creciente extensión de las actividades del gobierno central.
- el debilitamiento de las élites trradicionales.

Esas manifestaciones deben implicar:

- diversidad y diferenciación estructural.
- continuo cambio estructural.
- estructuras emergentes con capacidad para afrontar continuos cambios.

Según Eisenstadt, desde un punto de vista histórico, el proceso ha presentado dos fases: - modernización limitada: se produjo en los países occidentales durante los siglos XVIII y XIX y consistió en la incorporación de las clases medias a los centros de decisión y consumo; en el proceso de secularización y en un desarrollo tecnológico.

- modernización en masa: se produjo y continúa produciéndose durante los siglos XIX y XX y consiste en la incorporación al sistema político de las grandes masas de la población.

Cuando la secuencia del proceso se da en este orden y en forma gradual, no produce mayores perturbaciones, como ocurrió, por ejemplo, en el caso arquetípico de Inglaterra. En cambio, cuando la modernización es tardía y comienza por la segunda fase, graves tensiones afectan al sistema político, incapaz de atender la simultaneidad de demandas que se le presentan. La consecuencia más frecuente suele ser el establecimiento de un regimen estancado, como en general ha ocurrido con los "países nuevos" que intentan ahora recorrer el camino de la modernización, bajo la presión de los intereses de las potencias ya desarrolladas y el efecto-demostración de los modos de vida de sus habitantes. En teoría, también existe la posibilidad de que emerja de esta situación una sociedad más flexible y moderna.

G.Almond (7) presenta la concepción más sistemática y estructurada del desarrollo político como modernización. Almond trabaja en dos niveles esquemáticos: estructura ("actividades observables que componen el sistema político" y también "cierta regularidad común a todas ellas") y cultura ("dimensión psicológica del sistema político" y también "creencias, valores y capacidades que son comunes al total de la población" así como también "las tendencias especiales, modelos y patrones que sólo pueden encontrarse en sectores particulares de esta última") (subculturas).

Para Almond las estructuras de los sistemas políticos difieren por lo menos en dos aspectos: - el grado de diferenciación y especialización de los roles políticos, estructuras y subsistemas.

- la autonomía y subordinación de todos ellos entre sí.

A su vez, la cultura política, como "patrón de actitudes individuales y de orientación con respecto a la política" incluye varios componentes: - orientaciones cognitivas: conocimiento de los objetos políticos y las creencias.

-orientaciones afectivas: apego, compromiso, rechazo, hacia objetos políticos.

- orientaciones evaluativas: juicios y opiniones, aplicación de criterios de evaluación, etc.

En el plano cultural, para el tema que nos ocupa lo más importante es la "secularización de la cultura política" que se manifiesta según Almond en dos atributos principales: - "el surgimiento de una orientación pragmática empírica".

- "el tránsito de las orientaciones difusas a las específicas".

Almond recuerda una expresión de Grossholtz que alude a cierta "actitud de manipulación con respecto a la interacción humana", cierta "actitud de mercado" que se vincula parcialmente con la secularización.

Sobre esta base conceptual, Almond sostiene que el desarrollo político es un proceso acumulativo y creciente de: PLANO | DIFERENCIACION DE ROLES: ESTRUCTURAL | - ESPECIALIZACION DE ROLES.

| - FLEXIBILIZACION DE RECURSOS.

| - RACIONALIZACION DE FUNCIONES.

| - CREACION DE RECURSOS.

| | AUTONOMIA DE LOS SUBSISTEMAS.

PLANO | SECULARIZACION DE LA CULTURA CULTURAL | POLITICA.

La diferenciación de roles y la secularización son variables relacionadas (incrementan y decrecen juntas) mientras que la autonomía de los subsistemas es independiente de las anteriores: puede haber desarrollo político (modernización) con nivel bajo, medio o alto de autonomía.

G. Almond presenta un cuadro comparativo del desarrollo político de varios sistemas políticos importantes: Relaciones entre la autonomía de los subsistemas, el grado de diferenciación estructural (de roles) y la secularización cultural de los sistemas políticos (8) -----------------+---------------+------------- ^ | Totalitario | | Democrático| | | radical | | con alta | | | | | autonomía | | Sistemas | Totalitario | | | | políticos | conservador | | Democrático| | modernos: | | | con autono-| | infraestruc- | | | mía limitada| | turas polí- | | Autoritario | | | ticas dife- | | modernizante | | | renciadas | | | | | | | Autoritario | | | | | conservador | Democrático| | | | | con escasa | | | | | autonomía | | | | | | | | Autoritario Democrático | | | premovilizado premovilizado | | | | | | | +-----------------+---------------+-------------+ | Sistemas | | Imperios | | | tradicionales:| | burocráticos | | | estructuras | Sistemas | | Sistemas | | gob. diferenc.| patrimoniales | | feudales | | +-----------------+---------------+-------------+ | Sistemas | | Sistemas | | | primitivos: | | piramidales | | | baja diferen- | Bandas | | Sistemas | | ciación | primitivas | | segmentarios| + -----------------+---------------+------------- Baja Media Alta +-----------------------------------------------> Creciente autonomía de los subsistemas Para Almond, el desarrollo político es producto de cambios en el sistema político. Dichos cambios pueden producirse por varios motivos: - por entradas del sistema internacional (por ejemplo, amenazas de agresión externa).

- por factores internos (por ejemplo, presiones de las masas o iniciativas de las élites).

El desarrollo político normalmente produce un aumento de la capacidad del sistema político, o sea de su potencia reguladora, extractiva, distributiva, receptiva y simbólica.

Almond considera que el desarrollo político presenta, en términos analíticos, cuatro etapas sucesivas principales:

1) Construcción del Estado: aumento de la penetración e integración del sistema.
2) Construcción de la nación: creciente lealtad y compromiso con el sistema.
3) Ampliación de la participación: incremento de los miembros activos del sistema.
4) Expansión de la distribución: redistribución y asignación más equitativa de los recursos.

La realización del proceso de desarrollo político depende, según Almond, de cinco condiciones fundamentales:

1.- Si las cuatro etapas analíticas recien descriptas se presentan en forma sucesiva o acumulativa. La sucesividad aumenta las posibilidades de éxito y la acumulación las disminuye.

2.- Si hay mayor o menor disponibilidad de recursos movilizables para el desarrollo, con las consiguientes mejores o peores posibilidades de lograrlo.

3.- Si hay o no un desarrollo congruente de los otros sistemas societales (participacional, cultural y económico). La falta de congruencia quita posibilidades al desarrollo político.

4.- Si la capacidad del sistema político anterior al comienzo del desarrollo era grande o pequeña. Una capacidad anterior grande favorece el desarrollo.

5.- Si la respuesta al desafío que entraña el desarrollo político, por parte de las élites políticas, es positiva, creativa, competitiva, aumenta la capacidad del sistema, o trata simplemente de reprimir las demandas por medio de la coersión.

Para nuestra región tienen especial interés las reflexiones de Almond sobre las naciones nuevas y sus esfuerzos de modernización política: "La política seguida por muchas de las naciones nuevas, que comprende inversiones simultáneas en el desarrollo de todas las capacidades, incluídas las de respuesta y distribución, parece ser una estrategia de alto riesgo y bajo beneficio...".

"Las estrategias de desarrollo apropiadas para los nuevos sistemas políticos difieren según los casos. Esas naciones deben tener en cuenta sus diferentes puntos de partida, tanto en el plano estructural como cultural...".

"..Será una estrategia que otorgue particular importancia a los esfuerzos para programar una solución a los problemas de desarrollo del sistema. En sus primeras etapas pondrá el acento en la formación del estado y la nación, por encima de la participación y el bienestar. En segundo término... el desarrollo de la capacidad extractiva y regulativa debe detenerse ante la destrucción del pluralismo... En tercer lugar...debe permitir...establecer inversiones compensatorias que controlen las consecuencias perturbadoras de los procesos de modernización. En cuarto lugar...debe...relacionar las estrategias del desarrollo no político con las estrategias del desarrollo político...(y con) el sistema político internacional".

Almond considera que su propuesta es una respuesta positiva al problema de construir el estado y la nación sin postergar indefinidamente la participación y el bienestar.


(1) S. Huntington "EL ORDEN POLITICO EN LAS SOCIEDADES EN CAMBIO", Paidós, Bs.As., 1972. Una síntesis más amplia puede encontrarse en E. Arnoletto "APROXIMACION A LA CIENCIA POLITICA", Artesol, Córdoba, 1989, pag. 189.

(2) L.W. Pye y S. Verba "POLITICAL CULTURE AND POLITICAL DEVELOPMENT", Princeton, 1965.

(3) R. Bendix "NATION-BUILDING AND CITIZEN-SHIP", John Wiley, New York, 1964.

(4) L.W. Pye "POLITICS, PERSONALITY AND NATION-BUILDING. BURMS'S SEARCH FOR IDENTITY", Yale University Press, New Haven, 1966.

(5) R. Packenham "POLITICAL DEVELOPMENT DOCTRINE IN THE AMERICAN FOREIGN AID PROGRAM", en World Politics n- XVIII, 1966.

(6) S. N. Eisenstadt "MODERNIZACION, MOVIMIENTOS DE PROTESTA Y CAMBIO SOCIAL", Amorrortu, Bs.As., 1969.

(7) G.A. Almond y G. B. Powell (h.) "POLITICA COMPARADA", Paidós, Bs.As., 1972, pag. 251 y ss.

(8) En este cuadro la diferenciación y la secularización se combinan en una sola escala. Es necesario aclarar que, aunque relacionadas, estas dos propiedades de los sistemas políticos pueden variar de manera independiente.

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