La estrategia de incorporar el archipiélago malvinense como "estado libre asociado" al Reino Unido
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

ISLAS MALVINAS, SU HISTORIA, LA GUERRA Y LA ECONOMÍA, Y LOS ASPECTOS JURÍDICOS SU VINCULACIÓN CON EL DERECHO HUMANITARIO

Bruno Tondini

 

 

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III.15.4.2.-La estrategia de incorporar el archipiélago malvinense como "estado libre asociado" al Reino Unido. Análisis y crítica. Estrategia diplomática argentina. Posibilidades y limitaciones.

Como ya hemos señalado entre las varias proposiciones que el gobierno de Menem hizo que apuntaban a solucionar la disputa por la soberanía sobre las Malvinas, pero que fueron rechazadas por el gobierno británico fue la de convertir a las Malvinas en un estado libre asociado de la Argentina, como lo era Puerto Rico para los Estados Unidos (24 de julio de 1992).Puerto Rico, colonia estadounidense en el Caribe, tiene un status legal de estado libre asociado, por el que tiene autonomía interna y un representante en el congreso de los Estados Unidos (con voz pero sin voto). Los portorriqueños no pueden votar al presidente de los EEUU pero si integrar sus fuerzas armadas. Las relaciones exteriores son conducidas por los EEUU.

Durante las conversaciones con Gran Bretaña, los kelpers en 1993 presentaron un documento con trece condiciones para comenzar a negociar con la Argentina:

1) dictar sus propias leyes. 2) tribunales propios . 3) derecho a la propiedad. 4) decidir a quienes se les permite llegar a las islas. 5) decidir que fuerzas militares pueden estacionarse. 6) dar autorización para volar a las islas. 7) elegir bandera. 8) cobrar impuestos. 9) planificar la educación. 10) resolver sobre gasto público. 11) elegir a quien reverenciar. 12) tener el control sobre los propios recursos. 13) decidir si se convierten en un pais totalmente independiente .

Tiempo después el guante fue recogido por Londres en 1997, al iniciar, los estudio a los fines de elevar el status jurídico de sus 13 colonias. Esto obviamente podría haber sido un paso más hacia la autonomía de las Malvinas.

El Gobierno argentino siguió con preocupación la posibilidad de que las Malvinas sean incluidas en una revisión general del status de sus colonias que está haciendo Gran Bretaña, ello significaría la transformación de sus colonias, que actualmente se denominan "territorios dependientes", en "territorios de ultramar".

El estudio de esa alternativa fue adelantado por el gobierno británico a la Cancillería en forma reservada y luego comentado en las Malvinas por el director del Atlántico Sur y Antártida del Foreign Office John Withe, durante una visita a las islas.

Aunque los británicos afirmaron que ese cambio de status "no incluirá" a Malvinas y Gibraltar (el peñón por el cual Gran Bretaña tiene una disputa con España), la diplomacia argentina sigue con atención ese estudio cuyos resultados se darían a conocer tiempo después durante una conferencia de los 13 "territorios dependientes" que actualmente le quedan a Londres, luego de la devolución de Hong Kong a la República Popular China. Los otros territorios dependientes son, por ejemplo, la isla Santa Elena y las islas Bermudas.

Otra de las medidas que incluirá el proceso de revisión anunciado por el canciller Robin Cook, en agosto de 1997, sería otorgar ciudadanía británica -que los kelpers ya tienen - a los habitantes de los otros territorios dependientes, ahora que Hong Kong con sus millones de habitantes pasó a manos chinas.

El término "territorio de ultramar" es usado por Francia para las colonias que aún mantiene bajo su control. Para la legislación francesa, una territorio de ultramar tiene prácticamente las mismas atribuciones que una provincia. Hasta ahora no existe esa denominación en la legislación británica, por lo que debería ser agregada y consensuada con los pobladores de esas colonias.

Gibraltar -la otra colonia que tiene un status parecido a Malvinas- pidió al Parlamento británico que se le dé la misma jerarquía que tiene la isla de Man, que se encuentra entre Gran Bretaña e Irlanda. La isla de Man, por ejemplo, tiene mayor autonomía y no depende del Foreign Office (Cancillería), sino del Ministerio del Interior británico.

Al respecto, el vicecanciller Andrés Cisneros dijo: "Más allá del cambio de denominación que (eventualmente) haga el Reino Unido -que no sería el primero en la historia- el carácter colonial de las Malvinas no depende de lo que haga o deje de hacer Londres porque esa es una caracterización que hizo las Naciones Unidas". Si sólo se trata de un cambio de denominación y no de status jurídico, a la Cancillería no le preocuparía porque "estaríamos -dijo Cisneros- ante el mismo perro pero con distinto collar".

Este análisis es otro intento por consolidar el statu quo de las Malvinas luego de que ha fracasado reiteradamente el intento de los kelpers de conseguir que el Comité de Descolonización de la ONU reconozca su pretendido derecho a la autodeterminación. La autodeterminación sería el primer paso para declarar a las Malvinas como un estado libre asociado de Gran Bretaña, ahora que tienen un ingreso anual de 30 millones de dólares por la venta de licencias de pesca y proyectan ganar mucho más con las regalías que obtendrán si se encuentra petróleo en las aguas de las Malvinas.

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