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DIEZ LECCIONES SOBRE LOS PRECIOS EN CUBA

Silvio David Gutiérrez Pérez

 

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3ra etapa. Centralización de la política y descentralización de los precios

La tercera etapa y actual comienza con los inicios del periodo especial en los primeros años de los noventa. Se inicia la escasez de productos y servicios a la población y junto un proceso necesario de análisis de la actividad de precios en las nuevas condiciones. En estos años algunas personas, incluso directivos, consideran que va ha desaparecer el control de los precios en Cuba y que estos serian sometidos a las leyes ciegas del mercado, como estaba ocurriendo en los países del extinto sistema socialista.

Un hito importante que ratifica el camino en estas condiciones ocurre en el año 1992 cuando se realiza una modificación al Acuerdo 3860 referido anteriormente, descentralizándose prácticamente la aprobación de los precios mayoristas y reduciéndose la centralización de los de acopio.

En este año también se realiza el perfeccionamiento de la formación de precios mayorista que consistía, fundamentalmente, en eliminar el subsidio a los precios de los productos de importación, con lo cual quedaban sin la estabilización que tenían hasta la fecha. Otra decisión significativa fue el criterio de formar los precios mayoristas que las condiciones los permitía a través de la correlación con similares a partir de nuestros mercados, aspecto en el cual no se pudo avanzar hasta la aprobación en el año 1999 con la aprobación de la Metodología General de Formación y Aprobación de Precios y Tarifas en moneda nacional.

Los precios minoristas y las tarifas de servicios se mantienen centralizados, ratificándose una vez más la importancia que la dirección del país le confiere a este asunto.

Entre las medidas económicas del año 1994 que es necesario diseñar en materia de precios, para enfrentar la agudización de la crisis, se encuentra la eliminación de gratuidades indebidas que provocan que un grupo servicios se les determine tarifas y el incremento a los precios de algunos productos, como las bebidas alcohólicas y los cigarros.

También se autoriza la tenencia y circulación de la moneda convertible, surgiendo a partir de este momento una red de tiendas de recuperación de divisas (TRD) con precios centralizados y de finalidad fundamental obtener ingresos en esta moneda para el país.

En los comedores de los centros de trabajo comienzan a regirse por el principio de cubrir sus costos, con el cobro a los comensales a precios asequibles, sin perseguir ganancias.

Un tratamiento regulatorio muy flexible se le brinda a los precios del mercado informal, fundamentalmente integrado por trabajadores por cuenta propia, a los cuales no se les ponen condiciones para la comercialización, pero se regulan a través de los impuestos y la competencia que le pueden realizar las empresas que brindan servicios y productos similares.

En el año 1996 se funden los Comité de Finanzas y de Precios creándose el Ministerio de Finanzas y Precios, con la misión de fortalecer la actividad financiera y de precios en el país.

Aunque ya se venían dando pasos la reorganización de la actividad de precios fue aprobada por la dirección del país en 1997, con los Lineamientos de Política de Precios y se basan, fundamentalmente, en la centralización al nivel superior la política de formación de precios, sus metodologías y de aquellos precios que por su importancia económica y en el nivel de vida de vida de la población lo requerían y la descentralización a los niveles que tengan las condiciones necesarias las facultades de formación de precios. Se confirma también la dirección centralizada de la inspección de los precios.

Los conceptos fundamentales del control de los precios son ratificados en la Resolución Económica del V Congreso del PCC en 1997 al señalar que “En particular en cuanto a la formación y aprobación de precios deberá continuarse el proceso de descentralización y, hasta que se cuente con un tipo de cambio más adecuado, habrá que diseñar políticas transitorias que ordenen los mecanismos vigentes.” (1)

Se llama también a luchar contra algunas de las manifestaciones negativas que comienzan a desarrollarse. El enfrentamiento a los precios excesivos, provocados por algunos productores con posiciones monopolistas, exige medidas más restrictivas para su formación de precios y en la Metodología General de Formación de Precios y Tarifas en moneda nacional se limita las normativas de utilidad, los coeficientes de gastos indirectos se evalúan con mas profundidad y las fichas de costo se precisan que tienen que estar liberadas de ineficiencias.

Se preferencia la formación de los precios mayoristas por correlación con nuestros mercados y con los propios del área y en los minoristas a excepción de la llamada canasta básica, pueden formarse descentralizadamente por organismos y empresas estatales. En este sentido en la referida Resolución Económica se plantea “El Estado hará el mayor esfuerzo por facilitar alimentos y productos industriales básicos a precios razonables. Se trabajará por garantizar una canasta básica de productos normados, fundamentalmente alimenticios, asegurando el cumplimiento de las normas establecidas.” (2)

Con el mercado agropecuario resurgido a finales del año 1994 y el de productos industriales en 1997 la población se ve afectada por los altos precios, el primero como resultado fundamentalmente de la especulación y el segundo por la necesidad de recuperar la inversión inicial, muchas veces en divisas, para poder subsistir.

Desde el inicio quedó establecido que los precios de los productos que se venden en los mercados agropecuarios y los industriales, sujetos a la oferta y la demanda, descenderán sólo si se logra una mayor producción, en particular de las entidades organizadas bajo formas socialistas, la ampliación del surtido y un sostenido incremento en la calidad de la oferta que propicien el aumento de la capacidad de compra.

A diferencia de la experiencia anterior en el mercado agropecuario concurren todas las formas de propiedad, donde la estatal cada día más comienza a jugar un papel determinante en la disminución de los precios, gracias al aumento de la oferta, sobre todo en viandas y hortalizas. Comienza a generalizarse la experiencia de algunas provincias de topar precios por debajo de la oferta privada, medida que también a contribuido a este fin, aunque aún están muy lejos del nivel de ingresos de los trabajadores que viven de su salario.

En esta etapa la actividad de control de los precios adquiere nuevas características. En los primeros años de los noventa se aprecia cierto debilitamiento, pero a partir del año 1995 se incrementa progresivamente el número de inspectores, fundamentalmente popular, alcanzándose cifras superiores a los años anteriores del periodo especial.

Desde el año 1998 se inicia un fortalecimiento en el orden cualitativo que propende a una mejor selección de los inspectores populares y su mayor preparación para enfrentar esta tarea. No disminuye el número de inspecciones realizadas ni el índice de detección, pero van manteniéndose o integrando en cada provincia sólo los más preparado.

En los últimos años la inspección de precios enfrenta nuevos retos. Con el incremento de los controles, la contabilidad y las auditorias a todos los niveles y principalmente por la acción Oficina Nacional de Auditoria los que pretenden continuar robando a los bienes del pueblo buscan nuevas formas y ahora con el incremento de la actividad comercial los precios minoristas son las víctimas, imponiéndole a la población las llamadas “multas” que tanto irritan y no son mas que cobros de precios más halla del aprobado para el beneficio particular.

Ante esta situación los conceptos tiene también que actualizarse y ahora el control de precios de los inspectores no solo detecta las violaciones que pudieran existir en el establecimiento, también dictaminan que evaluación tiene ese colectivo de trabajadores, con su Consejo de Dirección al frente, en materia de disciplina de precios, adoptando no solo medidas pecuniarias (multas), sino también acciones de índole moral, pues todos son responsables de esa situación que se ha originado.

El Estado por otra parte fortalece la actividad con más recursos y prioriza la preparación de los inspectores, tanto los profesionales, como los voluntarios para que puedan ejercer con más eficacia su labor, creando también las condiciones necesarias para que los consumidores se sientan cada vez más protegidos.

Hoy el control de los precios es una síntesis de la experiencia de más de 40 años y la creatividad de todo un pueblo más preparado, con dirigentes en esta actividad más creativos y comprometido con él, como se puede apreciar en sus rasgos siguientes:

 Se mantiene y se fortalece cada vez más el principio génesis de que el control de los precios es para beneficiar al pueblo y favorecer ante todo que las capas más humildes tengan acceso a los bienes de consumo fundamentales.

 La conquista en los primeros años de la revolución de que política de precios, la determinación de los precios fundamentales y su control general este centralizado en los máximos niveles de dirección del país se mantiene inalterable.

 La descentralización de la facultad de formar y aprobar precios, en aquellas instancias de dirección intermedia que tengan las condiciones creadas y sea favorable al buen desarrollo de la economía, es una medida relativamente reciente que demuestra que el control de los precios en estos momentos es una acción estatal inteligente y flexible que identifica las variantes más optimas para su ejecución, ante los avatares de la dependencia del comercio exterior.

 La coexistencia en la economía de mercados donde sus precios se determinan bajo la ley de la oferta y la demanda, pero regulados indirectamente por la acción estatal, resulta del análisis crítico de experiencias anteriores y además constituye uno de los retos más fuertes que en esta materia se ha impuesto el estado al afectar la sensibilidad del ciudadano que aprecia, en esta sociedad construida y defendida por él, los precios de estos mercados no se encuentran al alcance de sus ingresos.

 Del análisis de los primeros veinte cinco años de inspección de precios se ha concluido que necesario continuar con el fortalecimiento cualitativo de la inspección de precios, a partir de una mejor selección y capacitación de los inspectores profesionales y populares, así como, garantizar las condiciones materiales mínimas para su desarrollo, que no significa disminuir la cantidad de inspecciones y su calidad.

 Del análisis del nuevo sistema de relaciones financieras entre las empresas, donde el colectivo laboral y sus dirigentes son los responsables de administrar óptimamente los recursos del pueblo se ha desprendido el concepto que ellos son los primeros responsables del control interno y como es lógico de que se respete la disciplina de precios establecida por el Estado, aspecto este que se incorpora recientemente a la inspección de los precios a través de las evaluaciones del control interno en materia de precios que se ha instrumentado.

Ante la pregunta de cuando finalizará esta etapa se puede responder que no es posible en estos momentos identificar señalas de agotamiento de las principales medidas adoptadas, las cuales si requieren de continuidad y seguimiento pues imponen nuevos retos. En este sentido se pueden relacionar algunos como:

 Evaluar la efectividad de las medidas de descentralización de la facultad de formación y aprobación de precios.

 Perfeccionar los mecanismos de planificación y los resortes de mercados que son utilizados.

 Medir con más objetividad del impacto de la dinámica de los precios en el consumo de la población.

 Incrementar la cultura del control de los precios y las medidas que contribuyan a su perfeccionamiento.

En el aspecto teórico esta etapa comienza con una ruptura de las concepciones hasta ahora defendidas en los artículos publicados. Aunque son muy exiguas las publicaciones en materia de control de los precios, y no se aprecia una profunda argumentación a sobre lo que esta haciendo se producen importantes cambios, como son:

- Se llama a una mayor formación de precios a partir de nuestros mercados, aspecto que hasta ahora no había sido abordado.

- Se retoma el concepto del carácter mercantil de la producción socialista y de la existencia de la contradicción con su carácter planificado.

- Se llama a descentralizar la formación y aprobación de precios en la medida que sea conveniente para el país.

En resumen, en la etapa actual fructifica la experiencia de los años transcurridos en la actividad de precios, adoptándose decisiones que permitan beneficiar más el desarrollo de la economía, sin necesidad de aplicar medidas extremas de corte neoliberal y por otra parte seguir beneficiando a toda la sociedad y específicamente a las capas más pobres con precios asequibles a sus ingresos.

En la Resolución Económica del V Congreso del PCC se establece que una vez atendidos - aunque no resueltos -, los impactos y desequilibrios más urgentes provocados por la crisis generada por la desintegración de la URSS y la desaparición del campo socialista, la Política Económica inicia una nueva etapa que debe abarcar aspectos estructurales de la economía, la coordinación de políticas específicas y la utilización de instrumentos económicos y jurídicos más complejos y eficaces.

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