BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

DIEZ LECCIONES SOBRE LOS PRECIOS EN CUBA

Silvio David Gutiérrez Pérez

 

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2. Concepciones no marxistas sobre los precios.

Los temas de la regulación de los precios y la competitividad han sido abordados por los fundadores de las principales corrientes de pensamiento económico.

Se identifica a los Fisiócratas como los precursores del pensamiento economico clásico. Es conocida su expresión ¨ dejar hacer, dejar pasar ¨ que marcó sus posiciones liberales extremas ante el papel del Estado. Consideran que la agricultura era la única rama que producía valor, exigiendo para esta actividad los más altos precios posibles.

También entre las primeras ideas económicas se encuentran las de Adam Smith que sobre el tema se le puede referir que la mejor forma de emplear el capital es aquella que no interviene el gobierno y por tanto, para él, como el cambio era inherente a cada hombre y el Estado no participaba, las relaciones entre las producciones que realizaban las personas se hacían sobre la base del trabajo y el cambio equivalente. Para él los precios se dividían en real y nominal. El precio era real cuando coincidía con su valor de cambio y nominal cuando habían diferencias.

Otro autor significativo fue David Ricardo, el cual idealizaba las relaciones de producción capitalistas, según el régimen natural de la sociedad. Tanto Smith como Ricardo no identifican al surgimiento del dinero como solución a las contradicciones internas de la mercancía. Ricardo por su parte afirmaba que el exceso de dinero daba lugar al aumento de los precios.

Según sus concepciones el valor se refleja en los precios de producción, alrededor de los cuales oscilan los precios. Los precios de producción están integrados por los costos de producción y el beneficio medio, aunque no fue capaz de establecer de qué modo se origina eL beneficio medio y el precio de producción.

Su concepción del carácter natural de las relaciones de producción capitalistas lo conducía al convencimiento de que no era necesaria la participación del Estado en la regulación económica. Después de su muerte las crisis económicas de superproducción demuestran la poca científicidad de esta teoría.

Como se conoce en 1870 se produjo un viraje en el estudio de la economía política pasando a una orientación subjetiva en el estudio de los fenómenos económicos. Los marginalistas, incluyendo a Walrras, proponen que el concepto de utilidad marginal es determinante para valorar las vías de obtención de los resultados óptimos. El juicio sobre la utilidad marginal de una mercancía es errado porque presupone en el consumidor el conocimiento del precio, y este presupone una sociedad, una división del trabajo, una moneda, una distribución del producto social. También es falso el presupuesto de que el consumidor es libre, menos en la era de los monopolios que los enajena en el mercado., por tanto en sus condiciones de no participación del estado en la regulación de los precios el consumidor queda aún mas indefenso ante las leyes ciegas del mercado.

El keynesianismo, derivado del impacto de la Obra de John Maynard Keynes ¨ Teoría General sobre el empleo, el interés y el dinero ¨ desarrolla el criterio de la regulación de los mercados a través de la demanda efectiva (gasto en consumo, en inversión y el gasto público) lo que implicaba la participación activa del Estado en la gestión económica, pero no se puede identificar con consideraciones sobre la necesidad de la regulación directa o centralizada de algunos precios, aunque si afirmaban que los precios no eran inflexibles, pero no se mueven de manera tal que ¨ limpien ¨ el mercado de trabajo, pues hay casos de desempleo voluntario, concepto que lo diferencia de los clásicos que consideraban a los precios como flexibles en todas las ocasiones.

Los representantes de las teorías monetaristas argumentaban que la cantidad de dinero tiene una influencia decisiva en la actividad económica. Friedman entre otros aseguraban que se podía estabilizar la demanda agregada con el control por el Estado de los agregados monetarios. Los precios, según sus opiniones, son suficientemente flexibles como para que el producto sea mantenido casi a nivel de pleno empleo .

Para los institucionalistas ( Comman 1862-1945, Galbraith 1908…) los recursos no se asignan por un abstracto mecanismo de mercado, sino que participan una estructura de instituciones de poder que condicionan a los participantes, para ellos el problema central es la organización y control de la economía. También critican a los modelos que buscan soluciones óptimas de equilibrio.

En resumen, la concepción del valor y los precios es lo que constituye el centro de atención en el proceso por el que atraviesan cada una de las acciones, las reglas y valores razonables que se le asignan.

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