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MANUAL PRÁCTICO DE LA CIRCULACIÓN DE LA RIQUEZA
 

Álvaro de la Helguera y García

 

 

 

 

 

 

CAPÍTULO I: TEORÍA DE LA CIRCULACIÓN DE LA RIQUEZA

La circulación abraza una larga serie de operaciones en virtud de las cuales las riquezas pasan del poder de los productores al de los consumidores.

Estas operaciones se efectúan por el cambio, es decir, por la transmisión de productos y servicios de unas a otras personas, empleándose ordinaria-mente el intermediario de la moneda, y auxiliándose poderosamente del crédito y los transportes.

Las ventajas sociales de la circulación de las riquezas, son tan numerosas e importantes que rayan en lo incalculable, pues gracias a ella la población crece, la producción aumenta, la ilustración se extiende y la sociedad puede satisfacer necesidades infinitas.

Si no existiera la circulación, cada individuo tendría que bastarse a sí mismo y, cual nuevo Robinsón, debería producir por sí y para sí los alimentos,los vestidos y todas las cosas necesarias a su vida, lo cual es casi imposible a menos de soportar, como en las primeras edades del mundo, una existencia extraordinariamente inculta, horrible y miserable.

No existirían, porque no podrían existir, multitud de objetos que son indispensables para nuestro progreso, conservación, comodidad y bienestar ; como los libros para instruirnos, porque una sola persona no sabría ni podría fabricar el papel, fundir los tipos, preparar las tintas, construir las máquinas, escribir los originales, hacer las tiradas, encuadernar los pliegos, etc. ; las medicinas para curarnos ; los buques para navegar ; los ferrocarriles para viajar ; y tantas otras cosas que no puede producir una persona sola, porque indispensablemente requieren el concurso de los esfuerzos de muchas.

Que los resultados de la circulación y del cambio son ventajosos e inmensos para la sociedad, no es posible dudarlo ; pues es evidente que con la circulación cada hombre cambia los productos de su trabajo propio con los del trabajo ajeno, y puede dedicarse a una sola clase de producción, haciéndose en ella notable o especialista.

Para la sociedad, son tantos los perjuicios sin la circulación como las ventajas con ella, porque en el primer caso nuestras necesidades superan a nuestras facultades, y en el segundo, nuestras facultades superan a nuestras necesidades.

Son, pues, maravillosas y excelentes las ventajas de la circulación y del cambio para la sociedad, el individuo, el comercio; pudiendo decirse que la humanidad no sólo está en la circulación, sino que es la circulación misma, puesto que las fuerzas y las facultades del hombre se acrecientan con las relaciones sociales y se reducen con el aislamiento.

Pero si las operaciones de la circulación y del cambio han de dar al productor, al consumidor y al país en general, todos los beneficiosos resultados que deben sacarse de ellos, dice Sicilia que son indispensables tres cosas, bien entendido que faltando alguna de ellas se frustra el fin perseguido o, por lo menos, se pierde una parte de su ventaja.

 

Estas tres cosas o condiciones son :

Facilidad para la circulación de los productos que buscan consumidores.

Libertad del mercado, o sea, la libre concurrencia.

Un valor de cambio real e invariable