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Capital Humano y Crecimiento Económico en Venezuela (1950-2002)

Alexander Martinez Pichardo y Malvi Sarmiento Tortolero

 

INTRODUCCIÓN


En las décadas precedentes a la Segunda Guerra Mundial (1939-45), Venezuela se caracterizó por tener una economía basada casi exclusivamente de la renta proveniente de la actividad petrolera, la cual generó al país elevados ingresos por concepto de exportaciones. Este hecho condujo que para finales de los años 40, el país presentara una situación de holgura financiera (ver Sosa Pietri, 2003). De hecho, existe evidencia empírica de trabajos presentes en la actualidad, que indican que el país creció en un 12% en promedio durante la década de los años 40 (ver e.g. Faria, 2003, pp. 123). Las estadísticas del Banco Central de Venezuela (BCV) reflejan que durante los primeros años de la década de los 50, el producto interno bruto (PIB) real de Venezuela registró una tasa de crecimiento económico de aproximadamente 9% anual. Mientras tanto la tasa de crecimiento poblacional se incrementó en un 4%, la más alta en la historia del país, producto de la notable disminución de la mortalidad y debido al impacto de las inmigraciones provenientes fundamentalmente del continente europeo. En éste periodo de prosperidad, el ingreso per cápita creció anualmente en un 5,4% en promedio, y ello se debe a la incorporación de las actividades petroleras (ver e.g. Naim y Piñango, 1989).
De tal manera que al referirse a la tasa de crecimiento económico, se observa que coincide con la arrojada por los países asiáticos durante el periodo 1960-90, considerados hoy en día como verdaderos “milagros económicos” lo cual les permitió alcanzar para finales de la década de los años 90 el ingreso per cápita de los Estados Unidos (ver Barro y Sala-i-Martin, 1992). Asimismo cabe mencionar que el ingreso por habitante en Venezuela representaba para finales de la década de los años 50, el equivalente al 80% del PIB per cápita de los Estados Unidos (EE.UU.), lo que sugiere que durante las décadas precedentes a los años 60, el país obtuvo elevadas tasas de crecimiento económico. Esta situación le permitió aumentar el gasto público debido principalmente a la aplicación de políticas de sustitución de importaciones, es decir, producir en el país lo que se importa, para así generar nuevos empleos(ver e.g. Torres, 2001). Otra característica de este periodo de prosperidad, es la existencia de expectativas optimistas por parte de la mayoría de los agentes económicos, donde se concebía que la tendencia ascendente de la riqueza, pudiera resultar en una constante mejora en la distribución del ingreso.
No obstante, debe resaltarse el hecho de que esta prosperidad llega a su fin en 1978, cuando se registró el último repunte significativo en la actividad económica del país, por lo cual el país no fue capaz de mantener el espectacular desempeño económico registrado en las cuatro décadas anteriores. Es por ello, que al realizar una comparación con los restantes países de Latinoamérica, resalta el hecho de que mientras en 1976 Venezuela ocupaba el primer lugar en términos de ingreso per cápita, dos décadas después el país se ubicó en el octavo lugar y a nivel mundial paso del puesto 29 al 51, esto ocurrió debido, entre otros aspectos, a la caída de los precios petroleros, a las erradas políticas económicas, la sustancial evasión fiscal, la caída en la tasa de inversión lo cual condujo sin duda alguna a la crisis de las instituciones bancarias y el cierre de algunas de ellas (ver Francés, 1999, pp. 55). De hecho Venezuela fue uno de los 20 países en el mundo, entre muchos otros, que presento tasas negativas de crecimiento para el periodo 1960-90, entre los cuales figuran naciones como el Chad, Mozambique, Zambia, Haití, Nicaragua y Guyana.
En efecto, la tasa promedio interanual de crecimiento económico disminuyó continuamente a finales de la década de los años 60, tornándose negativa durante la década de los años 80 y prácticamente nula durante los años 90. Si bien entre 1976-96 el ingreso per cápita creció en promedio en 2,14%, la población creció al 2,18%, lo que implico que el PIB por persona se redujera en un 0,04% para dicho período presentando su primer debacle (ver Faria, 2003). Esta situación condujo a un aumento significativo en los niveles de pobreza y un deterioro de la desigualdad en el ingreso. Efectivamente para 1998 la clase más rica de la población que ronda en un 10% de la misma, recibió mas del 40% de los ingresos generados en el país, dejando casi al 90% de la población en un estado de pobreza, que se vio incrementado durante ese periodo, y todavía sigue su ruta de crecimiento en las postrimerías del siglo XXI.
Es necesario resaltar que para principios de la década de los años 60 comienza el establecimiento de un parque industrial, el cual se lleva a cabo con éxito estimulado por la política de sustitución de importaciones propuesta por la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (CEPAL) a los países de Latinoamérica en la década de los años 60, pero para Venezuela, dicha estrategia no permite la competencia y la eficacia de los sectores del país, con respecto a los sectores internacionales, concebido principalmente a su característica de ajustador tardío que conllevo, de igual modo, a que dichas políticas en vez de lograr los frutos esperados, originara perdidas cuantiosas al país en infraestructura industrial, la cual se envejeció y deterioró con el paso del tiempo a causa de la falta de incentivos a la inversión y renovación tecnológica en dicho sector, esto aunado también al hecho de que el gasto en inversión publica por parte del Estado era destinado casi en su totalidad al desarrollo del sector petrolero, que para la época representaba el sector con mas participación en la generación total de la renta del país. (ver Bitar y Mejías, 1989)
Por otra parte, se puede mencionar que, existen áreas de la economía y de la sociedad donde la acción gubernamental representa una necesidad fundamental para crear las bases del crecimiento económico en Venezuela y propiciar del mismo modo un desarrollo económico sostenible.
Se ha argumentado con mucha insistencia que la formación de Capital Humano (CH), representa el indicador más confiable del desarrollo económico y social de un país. De hecho, éste constituye en los modelos de crecimiento económico mas reciente, el determinante fundamental del avance tecnológico en todos los sectores económicos y responsable en gran medida, de aquellos países que se enrumban a la senda del desarrollo económico. La Educación, por ejemplo, representa uno de los componentes más significativos en la acumulación de capital humano y a su vez en la creación de nuevas tecnologías.
Si bien es cierto se han invertido ingentes proporciones de recursos económicos en el desarrollo del capital humano, los resultados a pesar de ser favorables, no cumplen aun con un mínimo necesario para las exigencias del país, además están muy por debajo de los resultados que se hubiesen podido lograr con las cuantiosas sumas invertidas. Sin bien la inversión en salud y educación registrada en Venezuela, como porcentaje del Ingreso, se compara de forma muy favorable con la registrada por otros países latinoamericanos, la misma se encuentra muy por debajo a la registrada por los países industrializados.
No hay duda de que ha existido fallas en la planificación económica y al mismo tiempo en su ejecución, caracterizado por la falta de continuidad en la gestión, tanto por parte de quienes reciben, o deben recibir los servicios, como por parte de quienes deben ofrecerlos y administrarlos (ver Francés, 1999).
Es importante señalar que una población dotada de niveles adecuados de capacitación educativa constituyen el ingrediente primordial para incrementar el capital humano en Venezuela, una población debilitada, desnutrida, cultivo de enfermedades y de vicios, no ofrece el mejor insumo para la formación de un sólido stock de capital humano, que permitiría por lo tanto fomentar el crecimiento sostenido de una economía.
De este modo, el objetivo fundamental del presente trabajo será realizar un análisis de las principales variables educativas en Venezuela con la finalidad de construir en primer lugar, series de stock de capital humano para los tres sectores educativos: Primaria, Media y Superior, utilizando como medida del capital humano en la población, la cantidad de escolaridad realizada en cada nivel educativo. Es importante señalar que la construcción de estas series representan una primera aproximación para el calculo del stock de capital humano en Venezuela, en tanto que su uso como instrumento de política económica debe ser limitado puesto que dichas series carecen de otros componentes que pudieran ser importantes para una correcta valoración cuantitativa del capital humano . Las razones de la limitación de las series construidas en esta investigación, serán discutidas con mas detalle en el capitulo tres de este mismo trabajo.
En segundo lugar se tendrá como objetivo subsiguiente, el analizar la contribución del capital humano medido a través de éstos datos, sobre el crecimiento económico en Venezuela durante el periodo 1950-2002. Para ello se partirá de un modelo econométrico con postulados neoclásicos, donde se procura incluir el stock de capital humano, con el objetivo preciso de analizar el efecto que ejerce dicho componente sobre el incremento de la productividad total de los factores (PTF) en el corto y en el largo plazo, a través de su relación con los demás inputs capital físico y fuerza laboral.
El estudio consta de cinco capítulos. En el primer capitulo se realizará un breve recuento de la evolución socio-económica en Venezuela utilizando para ello algunas variables económicas y sociales relevantes tales como: El Producto Interno Bruto (PIB), la inversión, la tasa de Inflación, el tipo de cambio, las tasas de interés y entre los indicadores sociales tenemos la salud y la educación, durante el periodo 1950-2002.
En el segundo capitulo se hará una revisión de las principales teorías relacionadas al concepto de capital humano, además de los trabajos relacionados a la metodología de calculo y adicional a ello se presentaran los distintos aportes literarios tanto teóricos como empíricos, que relacionan al capital humano explícitamente con la teoría del crecimiento económico.
En el tercer capitulo se analizará brevemente el comportamiento de la educación en Venezuela para los últimos 50 años y se procederá a explicar la metodología utilizada para el calculo de las series de stock de capital humano en los sectores educativos de primaria, secundaria y superior, además de una detallada explicación sobre las ventajas y desventajas del uso practico de estos indicadores.
En el cuarto capitulo se comentaran los resultados empíricos obtenidos de los modelos planteados y a su vez se analizará la posible relación a corto y a largo plazo entre las series construidas de stock de capital humano y el crecimiento del producto en Venezuela. Finalmente en el quinto capitulo se presentaran los comentarios finales y las perspectivas del presente estudio.
 


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