ENCUENTROS ACADÉMICOS INTERNACIONALES
organizados y realizados íntegramente a través de Internet

ENTRE EL MORIR, EL NACER, EL SER Y LA ÉTICA

Raymundo Castillo Bautista
lielander@yahoo.com.mx

 

ÉTICA, GOBERNANZA Y DESARROLLO
realizado del 4 al 24 de abril de 2007
Simposio
"Economía, Paz y Seguridad"
Simposio
"Economía y Religión"
Simposio PEKEA
"El individuo y la sociedad"

Esta página muestra parte del texto de la ponencia, pero carece de las tablas o imágenes o fórmulas o notas que pudiera haber en el texto original.

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Palabras Clave: ética, bioética, relación hombre-máquina, aborto, eutanasia

Keywords: ethics, bioethics, human-computer relations, abort

Resumen: Este ensayo no hace más que plantear una serie de interrogantes en torno a los comportamientos que existen entre el deseo de morir, de nacer y el de ser. Vislumbrando al final del mismo, que estas tres formas que constituyen la totalidad del ser humano, alteran los tres grandes pilares que tiene el ser humano para entenderse, estos son: el epistemológico, el ontológico y el ético.

Between death, born, human being and ethics
Abstract: This essay just outlines some questions about human behavoir on life, death and human being. At the end is said that the tree aspects conforms human being totality, these modifies the tree big pillars that humans has to undestand themselves: epistemology, ontology and ethics.




¿Qué medico se irrita contra su enfermo?
Séneca p. 39

Introducción

La tecnología se presenta hoy día como “la caja de Pandora” , puesto que ella “alcanza a casi todo lo que concierne a los hombres, vida y muerte, pensamiento y sentimiento, acción y padecimiento, entorno y cosas, deseos y destino, presente y futuro”, bajo este aspecto la misma tecnología esta alterando la manera en la que alguien muere (tecnológicamente en algunos casos se puede mantener un cuerpo en vida aunque aquello que le da su identidad pareciera ya no estar presente), en la que alguien adquiere la vida (se puede generar a través de diversas técnicas de inseminación pero a su vez se puede suspender su procedimiento de manera sencilla pero a su vez riesgosa), y las decisiones que realiza un individuo (en torno a como ejerce su sexualidad y con quién y con qué, así como cuándo morir y cuando traer a alguien a la vida, sin perder de vista también que no solamente son relaciones entre sujetos las que se mantienen en la actualidad y en un futuro cada vez más cercano, sino también con las máquinas). Por tal motivo en las siguientes páginas se contemplan estos tres rubros.

Vale la pena aclarar que este trabajo no se centra como tal en la conocida bioética, entendida como “la relación activa y estimulante entre vida (bios) y ética (ethos)” , ni en su sentido amplio, en el cual “la bioética consiste fundamentalmente en servirse de las ciencias biológicas para mejorar la calidad de vida”, y mucho menos como “la relación entre vida y valores éticos al área de la actividad médica, la bioética vendría a ser un nuevo término para expresar el viejo concepto de la ética medica” . Bajo este último aspecto, se reducen los problemas que trata esta ética a una sola profesión , la de los médicos principalmente. Sin embargo los asuntos de la vida corresponden a todos, no solamente a un grupo representado por una profesión, ya que las decisiones que se toman sobre ella impactan en los demás rubros, económicos, políticos, sociales y culturales. A su vez, hasta cierto punto el hablar de una bioética es un pleonasmo, ya que toda ética lo que busca es la salvaguarda de la vida a través del establecimiento del bien y su diferenciación del mal, si bien es cierto que el establecimiento y diferenciación de estos dos últimos se convierte en el punto medular para entender quienes son aquellos a los que se entiende dentro de estos dos grandes conjuntos.

Morir

Hace mucho, mucho tiempo, en algún lugar vivía una niña, entre flores e inocencia se desarrollaban sus juegos. Sin embargo, desde aquel entonces el malvado tiempo la acechaba. De un momento a otro, este extraño sujeto la seducía de cuando en cuando, así, de repente se vio casada y poco a poco tuvo hijos y estos a su vez engendraron de nueva cuenta. Un día se vio frente a un espejo, en ese momento se dio cuenta de que el tiempo la había consumido, de un instante a otro su cuerpo se torno con arrugas, pesado, casi diario, presentaba problemas que terminaban por impedirle caminar o incluso tan sólo moverse un poco. Algunas tardes, después de sentir mareo por su alta presión, rasgo de su corazón cada vez más cansado como resultado de un excesivo crecimiento, quedaba recostada hasta la madrugada, sus ojos permanecían abiertos sin embargo yacía sin poder moverse, su espalda no respondía a las ordenes de su cerebro. El dolor la había invadido, siempre la visitaba a la misma hora, puntual como pocos, era la osteo-artritis que no le había sido detectada cuando comenzaron sus dolores a los 28 años. Para gran parte de su familia ella se convirtió poco a poco en una reliquia desagradable a la cual era preferible no visitar a menos que fuera realmente necesario, y es que su casa quedaba de paso hacia un lugar turístico, y que mejor que pasar la noche con la abuela para poder ahorrarse algunas monedas. Algunas veces la abuela era visitada por otros familiares, unos pocos nietos, que no mostraban un vínculo utilitario hacia ella. Ellos se preocupaban por ella, por su salud, por su bien. De pronto, un día la abuela después de penar detenidamente le dijo a uno de estos nietos: “ya no tolero este dolor, debería de darme algo para morirme”. Su nieto quedo intranquilo, preocupado y desconcertado ante tal petición. No supo que hacer. Ese fue el día en que abuelita dijo mátame.

En las líneas anteriores se intento presentar a manera de cuento un problema que aumenta día a día entre los pueblos, esto es la forma con la que uno se enfrenta a la vejez y sus divergencias ante la vida y la muerte. A grandes rasgos puede ser entendido como el problema de la muerte asistida. Sin embargo esta se presenta como un asunto o problema público que puede ser estudiado desde la vejez en las naciones. Esto es, en su relación con la fuerza laboral, en los siguientes años, puede ser abordado como un recurso escaso. Pero a su vez se entiende como un conflicto entre las decisiones individuales, las normas y valores del otro y los objetivos del Estado por medio de sus leyes, todo esto desde la ética.

Intentando dar respuesta a la interrogante de Séneca, planteada al inicio del trabajo, pareciera que los médicos contemporáneos se irritan contra su enfermo, exigiéndole “confianza” al enfermo, como si los males de salud pudieran curarse con ella; esto no puede ser entendido más que como un intento del médico por obtener un derecho de exclusividad ante los problemas del paciente. Pero el enfermo lo que desea es la obtención de una cura, y no la obtención de nuevas enfermedades, resultado que en la mayoría de los casos generan los tratamientos alópatas de gran fuerza hacia el cuerpo, en su mayoría infestadas de drogas y cancerígenos. A este derecho de exclusividad es necesario sumarle la conversión de la medicina en una mero instrumento para generar y obtener ingresos a mediano plazo, en dónde el bien profesional pasa sobre el bien general. La consulta se convierte en una técnica de apalancamiento, que sabiéndola conducir a través de la manipulación del cuerpo del paciente y de su propia voluntad, podrá concluir en operación. El cuerpo se convierte, médicamente, en un instrumento, un medio. En su relación poco ética hacia su paciente, vale la pena comentar que:

“No es propio del sabio odiar a los que se extravían: de otra manera, se odiará a sí mismo. Recuerde cuantas cosas ha hecho contra le ley del deber, cuántas acciones suyas necesitan indulgencia, y tendrá que irritarse contra sí mismo, porque el juez equitativo de la misma manera sentencia en su propia causa que en la ajena. No se encuentra ninguno que pueda ser completamente absuelto, y todo aquel que se proclama inocente, acuda al testimonio de los demás y no a su conciencia.”

Claro los médicos en su mayoría desean llegar lo más rápido a la sabiduría (su palabra es verdad absoluta), gracias a la explotación del cuerpo. Mientras aquellos que una vez que adquieren el estatus de sabio tratan como ignorante a su consultado, y es que ¿cómo puede uno dudar de lo que dice el médico cuando desconoce lo que tiene?, simple asimetría de información que pone en un hilo los derechos del individuo. Por lo cual la relación medico-paciente gira en torno a la buena fe y al supuesto conocimiento que descansa en el profesional, de tal manera que si el primero dice: “es urgente operar, de lo contrario se muere”, el segundo responda: “¡Opere, no lo dude, que si no me muero!”, a pesar de que una vez realizada la incisión el medico diga: “Le sacamos las anginas como quedamos, pero bueno ya que estábamos por ahí, aprovechamos para quitarle unos quistes”. Aprovechando para experimentar nuevas tecnologías o que los practicantes pongan en uso su conocimiento teórico. Y para no desperdiciar el viaje, gracias a la anestesia general, un poco de abuso sexual. ¡Todo una mafia legalmente constituida! Situación muy similar ocurre con el mecánico o con el ingeniero de sistemas, uno va simplemente por una alineación y balanceo para el automóvil y termina con un cambio de motor, batería y llantas; o con una computadora nueva, aunque realmente no se necesite. Se podrá argumentar que existen medios legales para sancionar a este tipo de médicos sin embargo gran parte de ellos se encuentran protegidos por su gremio, a pesar de los grandes tratados existentes sobre “negligencia”.

Otro ejemplo, resulta más fácil recetar a una adolescente con problemas menstruales diversos productos con hormonas, los cuales, a la larga, terminarán por producir alguna alteración en su aparato reproductor, por lo mismo en algunos años, el mismo ginecólogo (si es que logró ganarse la confianza e inocencia de su cliente) terminará realizándole una pequeña operación – y que ¡claro!, pudo evitarse desde un inicio con una receta certera y eficiente – que beneficiará tanto al medico, como a su equipo de colegas que lo ayudan en la operación, como a la institución que será amable de prestar sus instalaciones. Su objetivo, extraer el cáncer.

Otra práctica, nada común, consiste en mandar a realizar estudios con radiación a una persona de 40 años sin comentarle las consecuencias del mismo, tal vez bajo el supuesto de que su vida laboral se encuentra en declive y por tanto su significado social se agota de la misma manera; por lo tanto, también se genera la perdida de valor de la persona, es posible realizar este tipo de actos, que a la larga sirven como parte de una pseudo-investigación en la cual se obtendrá los resultados de someter una muestra n (claro sin que la muestra tenga conciencia de esto) a efectos radioactivos o de cualquier otra indole. Bajo este rubro investigativo no hay que olvidar los experimentos en los productos alimenticios que se realizan y la lucha entre cuotas de mercado de los mismos. Hoy día, tan sólo por comentar algunos casos, la soya lucha contra la carne de res y de cerdo, sosteniendo que la ultima es más dañina, sin embargo en cualquiera de los casos se están usando transgénicos en poco o mucho porcentaje; los lácteos contra los derivados también de la soya, el mismo cerdo se encuentra en una pelea contra sí mismo, no es lo mismo consumir el de 3er mundo, perdón quise decir países en vías de desarrollo o tal vez los países del sur para estar a tono con el paradigma dominante, que el de primero o desarrollados, pues este ultimo es trastocado genéticamente por lo cual: si puede ser comido sin daño alguno al organismo, ¡gran alivio para los diabéticos!

Bajo tal perspectiva imaginemos como llega físicamente una persona a sus 80 años, habría que sumarle también su estado psicológico, económico, social y cultural, por lo cual lo que obtenemos ante esta operación es una persona desgastada, sin la capacidad financiara para hacer frente a esta erosión puesto que la pensión que filantrópicamente le asigna el gobierno le sirve para vivir modestamente. De tal manera que, una persona que por lo menos debe trabajar 35 años para consolidar esta garantía, debe escoger si con alrededor de 100 o 200 dólares mensuales debe comer (en el sentido de sobrevivir) o realizar reparaciones a su hogar o atender a su salud, por favor el lector debe evitar pensar en la pensión que obtiene la gente con capacidades sobrehumanas como pueden ser el presidente y los secretarios de estado. Recientemente, enero del 2007, en México se puede ver lo ajustado de esta situación gracias al efecto tortilla, que de ser un tanto paranoico supondría que fue un movimiento orquestado por el Banco de México y otros más para generar una inflación controlada. Pareciera que se toma al pensionado como un limosnero. Bueno prácticamente un limosnero gana alrededor de 5 dólares por hora, pidiendo un centavo por persona, si bien es cierto que en su mayoría la tarifa es de 5 centavos de dólar.


En nada conviene tener una población saludable. Ni a los médicos, ni a los hospitales y mucho menos a las farmacéuticas les favorece esta condición. La enfermedad, y no la salud, es la que se administra. Si fuera perspicaz, o tal vez si contara con el suficiente capital, cosa que en ninguno de los casos lo soy ni lo tengo, llegaría a pensar que las grandes enfermedades del ultimo siglo no son más que el resultado a experimentos de armas biológicas fallidas y que a larga, al probar una eficacia en su propagación, más no en la eliminación, convendría invertir en ellas y esperar el momento adecuado para liberar una cura, tal vez cuando el índice de propagación sea tal que las utilidades superen por mucho a las que se pudieron obtener en los años en los cuales no se comercializó la cura. Más dejemos esta especulación sin sentido y prosigamos con el asunto de este texto.

Partamos del punto de que todos, en algún momento, tenemos que morir. Sin embargo ¿cómo debe ser esta muerte? La muerte no solamente es, o aparenta ser, un asunto de probabilística, en cuanto a que se dice “Ya le tocaba morir” , sino que también puede ser una decisión tomada individualmente. Pero ¿cómo debe ser esta decisión?, ¿bajo que circunstancias se debe tomar?, ¿quién la debe tomar?, ¿quién la puede restringir?, y en dado caso, ¿porqué la debe restringir?, ¿desear morir cuando ya no se cuenta con los medios para el buen vivir es suicidio o morir dignamente?, ¿porqué una persona que todavía cuanta con las habilidades motoras mínimas no recurre a la practica del suicidio?, ¿acaso también por cuestiones de dignidad?, ¿una muerte rápida e indolora es cara y justamente la persona quiere morir por la ausencia de recursos?, ¿o tal vez por el peso que tiene en las personas la asociación con el pecado y por eso es necesario que sea asistido? Cuando alguien ayuda a otro a morir, ¿es asesinato o simplemente una forma de cumplir a realizar la muerte con honor?

Ante estas interrogantes se plantean grandes problemas de difícil resolución, que se reflejan principalmente en la relación entre lo público y lo privado. Ellos obligan a redefinir el papel del Estado y del gobierno, sus límites sobre el individuo, la manera en que deben interactuar, sus deberes y sus obligaciones. Dentro de todo esto se encuentra la redefinición de lo que es bueno y lo que es malo, además de si esta redefinición es igual para el Estado, para sus Instituciones y para los individuos. En caso contrario, de que estos tres no machen, se deben establecer lineamientos necesarios para poder reconciliar esta divergencia de intereses.


Nacer

Las mismas preguntas que se enunciaron en morir, se aplican al nacer, cuando se presentan los problemas sobre decidir si alguien debe nacer o no. Bajo este rubro todo gira sobre la palabra aborto, la cual pareciera indicar la cancelación de un proceso realizado por la máquina, más que una elección. Sin embargo, a los cuestionamientos planteados en morir se integran los siguientes:

¿Cómo debe entenderse al aborto?, es más ¿se puede definir cuando a su alrededor giran una serie de prejuicios?, ¿quién debe elegir la eliminación del producto?, ¿solamente la mujer o debe ser una decisión de las personas involucradas?

Por un lado se plantea la divergencia entre las formas de plantear el problema a través del lenguaje, esto es, considerar al aborto como “asesinato de bebes” o como “una cirugía menor” . Además, la vida, en un sentido tradicional, dice Marciano Vidal, se entiende a partir de tres grandes núcleos:

1) La vida es un bien personal
2) La vida humana es un bien de la comunidad
3) La vida humana es recibida de Dios y pertenece a Dios

Sin embargo ¿qué es ser humano? Roa responde a este cuestionamiento de la siguiente manera: “Al hombre lo llamamos persona porque está dotado de individualidad, mundo íntimo, conciencia de su propia existencia y de la de otros, previsión del futuro y conservación del pasado, inteligencia y libertad para regirse con autonomía” .

La solución que se intenta adoptar es que la mujer es quién debe decidir si tiene o no al producto. Sin embargo que pasa cuando el embarazo no es producto de una agresión o delito sexual, ¿qué pasa con la opinión del otro progenitor?, ¿qué tal si este si desea tener al producto de manera responsable?, se genera un conflicto de intereses y por lo menos el 50% genéticamente hablando es responsabilidad de él. Acaso la figura masculina se encuentra en desaparición bajo la supuesta búsqueda de equidad. El contar con esta figura abre nuevos problemas pues que es necesario distinguir puntualmente una violación de una decisión al mismo tiempo que se deben delinear perfectamente las responsabilidades de los copulantes. Pues nuevamente, así como en la relación médico-paciente, es muy fácil caer en los supuestos actos por buena fe, lo cual llevaría a una discusión tal vez clásica sobre si el ser humano es bueno o malo por naturaleza, y a su vez esto termina por impactar en los míticos contratos sociales. Ya que en el momento en que se plantean beneficios para los defendidos surgen diversos tipos de vividores. No sería extraño que una persona se dejara embarazar para después buscar un aborto bajo la idea de que el hombre si quiera tener al niño y lo obligue a pagarle los gastos necesarios para que ella funcione como incubadora durante los nueve meses. O tampoco es extraño que un hombre se aproveche y diga que el quiere establecer una relación matrimonial cuando se fundamenta en una violación. Entre muchas otras posibilidades.

Ser

Ya planteados los problemas que surgen sobre el morir y el nacer, surge otro de la misma fuerza, la definición del ser. Curiosamente, se ha adoptado la sexualidad como un asunto de toma de decisiones, sin embargo el problema es más grande de la solución que se quiere dar ocurre dentro del plano ontológico. Esto es, por un lado se dice que es una simple toma de decisiones dentro de la conducta sexual, y por tanto el sexo se elige la preferencia y por lo mismo es posible reasignarlo mediante operaciones y tratamientos bellamente estéticos que convierten lo masculino en femenino o lo femenino en masculino (hablando en términos físicos), y por el otro se encuentra el plano ontológico con su pregunta sobre el ser de aquel que dice decidir o aquel otro que dice estar prisionero en un cuerpo que no tolera. Pareciera que nuevamente la solución es una conveniencia que busca intereses económicos. La sexualidad es también reducida a un objeto de consumo, a su valor de intercambio. Se puede ver como se levanta un mercado cada vez mayor sobre productos y servicios para la demanda gay y lesbiana. Sin embargo la definición de los mismos y su impacto en la anterior estructura dual no se toman muy enserio. Vale la pena recordar la forma sumamente interesante en la que Platón comentaba estos asuntos en El Banquete, aquí se comenta que en un inicio existían seres con dos cabezas, cuatro brazos y cuatro piernas, entre ellos existían de tres tipos: hombres-hombres, mujeres-mujeres, hombres-mujeres; sin embargo por su vanidad ante los dioses fueron castigados y separados, condenados al mismo tiempo a estar en una constante búsqueda. Curiosamente en algunas encuestas donde se pide sexo ya aparecen 4 opciones: hombre, mujer, gay y lesbiana. Sin embargo valdría la pena preguntarse si realmente serías cuatro géneros en lugar de dos, o dentro de los supuestos dos polos se abre un abanico de posibilidades que hace que n sea difícil de contar con un valor claro puesto que la serie cuenta con elementos tan parecidos. De tal manera que este problema, al plantearse desde la aprensión de los géneros, ya no solamente es ontológico sino que también es un asunto epistemológico. En diversas películas se ha abordado este problema, en algunas se ha llegado a plantear lo que pasa cuando una lesbiana y un gay se enamoran uno de otro. Acaso, en este tipo de situaciones, ¿se plantea un simple en un cambio de rol, el penetrante se convierte en la penetrada y la penetrada en el penetrante? Es un deseo por sentir a la inversa. Pareciera que bajo estas representaciones, se oculta el deseo por sentir en su totalidad. Un sentir totalitario. Al mismo tiempo, ¿qué pasa cuando la decisión sobre un hijo ya no ocurre entre una relación hombre-mujer, sino en el seno de una relación gay o lesbiana?

Lamentablemente en este punto, lo único que puedo vislumbrar es la falta de las palabras necesarias para abordar estos asuntos, se deben realizar transfiguraciones en el lenguaje sin embargo ¿cómo deben cambiar los pronombres personales ?; si bien es cierto que hay intentos de entenderlos por medio de la relación entre el sujeto y el objeto de deseo, o la relación entre un sujeto pasivo y activo, y que tal vez, a la larga, sea una de las opciones más viables dejando de lado la dualidad hombre mujer, sin embargo, lamentablemente tan sólo sería una sustitución de dualidades y no una ampliación de gamas. Estos cambios se deben reflejar en el nivel constitucional, puesto que en la mayoría, si no es que en todas , tan sólo se reconoce la existencia de hombres y mujeres, al final de cuenta ceros y unos enfrascados en una esfera en miniatura.

Curiosamente se presenta otro problema a la larga, que tiene que ver con las relaciones entre el ser humano y la máquina, se empieza a prever una serie de códigos de ética y de normas, tanto en el Reino Unido como en Corea, así como en otros países con gran desarrollo tecnológico, una serie de protección hacia los derechos de las máquinas (entendidas como robots), en dónde se proyecta que estos deberán de contar con derechos de voto, de trabajo, etc., uno de los principales puntos a pesar de que para algunos llegue a sonar como un mal chiste tiene que ver con la explotación de los robots para el sexo, y la regulación de mantener prácticas sexuales entre ser humano y máquina. Tal vez se esta tomando enserio la ficción de Asimov y por tal motivo es necesario vincular sus cuatro leyes de sentido ético para las máquinas. Las cuatro leyes de la robótica de Asimov son las siguientes:

0.- Un robot no puede hacer daño a la Humanidad o, por inacción, permitir que la Humanidad sufra daño.
1.- Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2.- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
3.- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley

A su vez, pareciera que el desarrollo tecnológico esta forzando el comenzar a legislar sobre las relaciones ser humano-máquina, para que ambos se encuentren en igualdad de condiciones, y ninguno abuse sobre el otro, no cabe duda que Andrew estaría contento de este gran avance. Pareciera que de no regularse esto, la siguiente revolución podría ser por el estatus de igualdad entre la máquina y el ser humano o por la superioridad de una sobre la otra, tal como lo pintan las visiones apocalípticas en ficción.

Sin embargo esta posibilidad, de dotar a la máquina de derechos, constituye el dotarla cada vez más de un estatus ontológico. Acaso ¿los derechos no son el resultado a una toma de conciencia por parte del individuo?, entonces ¿por qué dotar a los animales, vegetales y a las mismas máquinas de tales derechos?, ¿acaso estos tienes las condiciones necesarias para exigirlos?, ¿ñeque se diferencian estos tres de sí mismos y con el ser humano?, ¿en qué se parecen?, ¿no debería más bien el ser humano hacerse responsable de sí mismo y de su entorno en general más que estar dotando de responsabilidades a los que no pueden tener o la capacidad intelectiva y/o motora similar a la de algunos seres humanos?, ahora bien la interrogante mayor que plantea esto es ¿dónde radica el ser?, ¿es ético dotar a la cosa de derechos, de ciertas protecciones de los seres humanos, cuando en muchos lugares ni si quiera son un hecho entre humanos?, ¿realmente qué se esta igualando, la máquina con el ser humano, o al ser humano con la máquina?, ¿hasta dónde un individuo es máquina y hasta dónde una máquina se convierte en individuo?




Conclusiones

Se pretende, por lo menos a nivel legal, que la toma de decisiones tanto para nacer, morir y ejercer la sexualidad recaiga en la responsabilidad individual, sin embargo esta toma de decisiones se ve sujeta a las represiones de instituciones viejas, cerradas u obsoletas. Estas conducen al individuo a una serie de contradicciones, e incluso decisiones en contra de su propio bien debido a que ellas contradicen el bien de la institución de la cual forman parte, la Iglesia entre ellas.

Tal vez para resolver los problemas aquí planteados se necesita tanto de una “sabiduría de la vida”, de la “eudemonología” , entendida como “la ciencia que trata de la existencia feliz… [esto es,] que nos inclinemos a amor a la vida por si misma y no sólo pro miedo a la muerte” , lo cual implica que también es necesaria una sabiduría de la muerte.

Bajo las situaciones comentadas en morir, vivir y ser, la única solución entre ellas consiste en la intervención de la ética, pero no una enfocada en casos generales, inaplicable a las diversas situaciones particulares a las cuales cada individuo se enfrenta, más bien se necesita una ética conciliadora entre los distintos niveles en los cuales se mueve cada individuo con el objetivo de facilitarle la toma de decisiones, sin que esta sea mediada por pretensiones económicas. El mundo esta cambiando de manera tal que pone en cuestionamiento no solamente a su fundamento ético, sino también al ontológico y epistemológico. Estos tres pilares se ven en terreno falso debido principalmente al desarrollo tecnológico. Y es que la tecnología se presenta como “la caja de Pandora” , al mismo tiempo en que ella termina por ver “al hombre como un medio y no como un fin y le otorga valor mientras esté capacitado para producir y consumir bienes junto con los otros” . Lamentablemente en nuestra cultura actual el valor del cuerpo se ha reducido, ella “tiende a despreocuparse de cuerpos carentes de vigencia social” .

Mientras no se resuelvan estos problemas, al centro se mantendrá la interrogante sobre lo que es ser humano, en qué momento inicia la humanidad y en que momento termina la misma, el cuestionamiento por la humanidad se debe plantear siempre que se entra en debate sobre estas temáticas bajo una perspectiva ética.


Bibliografía

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Escobar Valenzuela Gustavo, Ética, McGrawHill, México, Tercera Edición, 1992

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MacIntyre Alasdair, Historia de la ética, Paidós, Argentina, 1970

Roa Armando, Ética y bioética, Andrés Bello, Chile, 1998

Schopenhauer Arthur, Aforismos sobre el arte de saber vivir, Alamah Autoayuda, México, 2002

Séneca, De la ira y la clemencia, Clásicos Universales, Gobierno de Veracruz, México, 2001

Weston Anthony, A practical companion to Ethics, Eston, EEUU, 2002

Wikipedia, Tres leyes de la robótica, Wikimedia Foundation, Inc., actualizado 20/02/2007, [22/03/2007], disponible electrónicamente en: http://es.wikipedia.org/wiki/Leyes_de_Asimov

Vidal Marciano, Bioética Estudios de bioética racional, Tecnos, Madrid, 1998


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