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Trueque y Economía Solidaria
Susana Hintze (Editora)

El presente: una torre de Babel  

“...cuando un barco naufraga, algunos gritan en tanto otros organizan el salvataje”. Germán García

De las observaciones de la realidad que realizamos y de los debates que impulsamos a lo largo de todos estos años en nuestros encuentros, podemos decir que la situación política actual en nuestro país esta signada por:

• La creciente y acentuada tendencia a la hegemonía política y a la concentración económica,

• La degradación de las condiciones mínimas de habitabilidad para las actuales generaciones y las futuras,

• Las dificultades para evitar las exclusiones sociales y garantizar la igualdad de posibilidades, así como también los problemas que existen para garantizar la explotación y distribución equitativa de los recursos naturales,

• La fragmentación social que deviene de la ausencia del pleno empleo registrado,

• La crisis generalizada del sistema político como consecuencia de la globalización unilateral y el neoliberalismo,

• El retroceso del Estado nacional, como consecuencia de los planes de ajuste diseñados por los organismos de crédito multilateral,

• El proceso de transferencia de los gobiernos nacional y provincial a los gobiernos municipales, este fenómeno se ha dado en llamar “el nuevo localismo”.

En tanto el movimiento del trueque esta siendo acechado por: • intentos de cooptación política, • una profunda crisis de abastecimiento y producción de alimentos elaborados, por ausencia de insumos básicos, • una brutal falsificación de moneda social que por su extensión nos hace pensar en la utilización de oscuros resortes del Estado para asestar un golpe a nuestra red y por carácter transitivo al movimiento. Pero, ¿qué pasa con la realidad?

El Instituto Nacional de Estadística y Censos anunció el 10 de mayo de 2002 que la mitad de los 36 millones de argentinos viven en la pobreza. Existen 19 millones de pobres que incluyen a 6,5 millones de indigentes que no satisfacen las necesidades nutricionales, estimadas a partir de una canasta básica de alimentos.  

Esto significó que miles de personas desesperadas se sumaran al movimiento del trueque sin distinción de redes. Que esta situación significó un aumento en la base de la demanda sin contar con una buena base teórica que les permitiera encarar su ingreso a los nodos. Una capacitación de nuestros coordinadores que no estuvieron a la altura de la situación y no pudieron evaluar correctamente la situación y diseñar e instrumentar micro emprendimientos productivos.

A esto se debe agregar un 25% de desempleo abierto, una caída del PBI estimada en un 18% para el 2002 y una fuerte inflación de los alimentos básicos. Además, el salario cayó un 25 % por efecto de la devaluación y afecta a más de 8.500.000 trabajadores asalariados y registrados. Esto implica que más del 55 % de la población del país se encuentra bajo los límites de pobreza.

Las instituciones, sean públicas y privadas, no tienen credibilidad, lo que se expresa en una pérdida de confianza en las políticas, tales como el funcionamiento del sistema legal y del mercado financiero, este último acentuado por el “corralito”. Además de la desconfianza generalizada en los planes de los organismos de financiamiento multilaterales.

También la Argentina tiene una alta informalidad tributaria. Existe el IVA más alto de América Latina (21%) y la más alta tasa de evasión y baja recaudación del continente.

En este contexto de crisis profunda las opciones son extremas. El movimiento del trueque, en este caso, es el síntoma más visible de una crisis total caracterizada por el desplome institucional, pérdida de credibilidad, alto desempleo y corrupción. Todo esto potencia la informalidad. En síntesis, es el resultado de la pérdida de credibilidad y confianza en el sistema así como enormes restricciones de liquidez. Y como consecuencia, el dinero deja de ser aceptado como medio de pago.

Los intercambios que se realizan en los nodos del trueque permite satisfacer necesidades básicas y abrir opciones a los sectores medios y a los grupos excluidos en condiciones extremas, si se mantiene firme el compromiso individual y colectivo de producir y consumir a igual medida. Sin embargo, no ha sido eficiente a mayor escala y tiende a crecer en las crisis consolidando elevados niveles de informalidad, por ausencia de compromiso, falta de capacitación y poca predisposición para la producción a mayor escala.

Recordemos que, originalmente, para hacer más comprensivo el sistema se sostenía la paridad de 1 peso = 1 crédito. En el actual contexto de devaluación e inflación, en los clubes de trueque ¿se ha mantenido tal paridad? Evidentemente, esto no ha sido una regla uniforme y la situación varía según el lugar. La falsificación a escala sufrida ha hecho perder la confianza en la moneda.

En consecuencia, hoy se intercambian menos bienes o servicios por una unidad de crédito.

Paralelamente, han aparecido al interior de nuestra red importantes preguntas, ¿cuáles son las reglas del juego? ¿Qué porcentaje de las necesidades se satisfacen por la vía del trueque?

Un aspecto importante son las reglas de este nuevo mercado donde la buena voluntad o intenciones no bastan. Todo mercado es una construcción humana expuesta a nuestros errores y limitaciones.

Las preguntas más frecuentes son: • ¿Sobre la base de qué criterios se emite? • ¿Quiénes toman las decisiones? • ¿Cuáles son los mecanismos de control social existente? • ¿Cuáles son las reglas de juego o mercado? • ¿Qué grado de transparencia tiene el proceso? • ¿Dónde ocurre la participación social? • ¿Cuáles son los niveles de decisión existente?

Nosotros siempre respondimos que: • emitimos de acuerdo con la cantidad de personas que se incorporan al sistema entregando cincuenta créditos (50 C) a cada uno de ellos;

• la emisión es decidida por el Consejo Asesor de la Franquicia Social que esta integrado por los miembros fundadores de la red sobre la base de las incorporaciones que se solicitan;

• estamos iniciando un camino que no tendrá retorno, el de la democratización en el proceso de toma de decisiones. Las reuniones mensuales de coordinadores ahora son asambleas en las que se analizan la problemática y los posibles caminos para salir de la crisis que ensayamos son una prueba de ello; asimismo estamos replicando esta práctica al interior de los nodos;

• el mismo mecanismo de democratización y transparencia está ahora ligado a los ingresos de la entrada. Estos son utilizados para la adquisición de insumos básicos, a través del sistema de compras comunitarias entre varios nodos;

• estos mecanismos aplicados al interior de la red han permitido fijar reglas de juego claras, para evitar las tentaciones de manipulación que, como en toda actividad humana, son grandes. Y las distorsiones que puede producir también son graves, igual que las fallas del Estado o fallas de mercado;

• el mercado del trueque solamente tiene legitimidad en función de un conjunto de normas formales e informales, muchas veces no escritas y que forman parte del imaginario social de esta construcción colectiva, que día a día debe ser más transparente y claro para todos; de lo contrario, las limitaciones y la ineficiencia en la asignación de recursos se acentúan y reproducen las distorsiones que tanto criticamos;

• buscamos recuperar la confianza de los miembros de la red a partir de dos acciones concretas: la emisión de una nueva moneda con mayores niveles de seguridad para evitar la falsificación y el cambio voluntario de todos los vales de 20 y 50 créditos, que han sido los más falsificados, mediante la oxidación voluntaria de la masa monetaria en poder de los tenedores de los vales. Este conjunto de medidas busca recrear un conjunto de atributos que todo mercado, como lo es el nuestro, debe tener: • Oferta. • Demanda. • Accesibilidad. • Información. • Normativas. • Políticas (que garantizan reglas del juego). ¿Cuáles son las posibles distorsiones que puede sufrir? Insuficientes proveedores Puede conducir a colusión, alto precio y bajo número de oferentes. Baja relación contractual (están- Puede conducir al oportunismo al no existir mecadares de calidad, mecanismo de ar- nismos claros. bitrajes y esquemas de incentivos)

Bajo control social, revisión Puede conducir ineficiencia y desconocimiento de de productos y corrección de su funcionamiento, pérdida de credibilidad. deficiencias

Bajo compromiso de sus miembros Puede generar oportunismo y baja calidad. Baja tecnología y capacidad técnica Puede conducir incompetencia e ineficiencia del sistema. ¿Cuál es la sustentabilidad del sistema?

Creemos que en el futuro más sectores de la economía informal, donde existe control social fuerte de la oferta y de la demanda, se sumarán a la experiencia del trueque. Los niveles de compromiso que adopten estos sectores influirán en los procesos de fijación de precios y del nivel de la oferta de productos; asimismo, esa incorporación dependerá también del nivel de profundidad de la crisis económica.

Para ello es necesario elaborar acciones que permitan ampliar el contrato social establecido en la base del sistema y aumentar los niveles de compromiso y de control en pos de reafirmar la vigencia del sistema. Esto, sumado a la existencia de un nuevo instrumento monetario seguro, hará que las personas continúen dentro del sistema Sólo así, en este ámbito, podría lograr legitimidad.

Hay aspectos en los que debemos profundizar: • Debilidades y fortalezas de las instituciones públicas y privadas. • Cultura tributaria. • Importancia del gasto social.

Este enfoque permite potenciar y darle contenido a una redefinición de las relaciones entre los ámbitos locales y regionales. Es decir, ampliar las opciones, más allá de lo puntual, como instrumento de desarrollo local y regional que permite a los territorios capitalizar y establecer relaciones de intercambio amplio de recursos, conocimientos, tecnologías, entre otros.

• Establecer mecanismos de gerencia democráticos del sistema para la toma de decisiones y transparencia en el manejo de los recursos económicos que ingresan a los nodos.

• Requiere incorporar tecnología informática y comunicacional para la transparencia y accesibilidad.

• Implica darle institucionalidad a una Cámara Técnica, u otra instancia similar, que permita estudiar y acompañar los procesos locales y regionales retroalimentando la toma de decisiones.

• Análisis sobre sistemas avanzados de intercambios entre gobiernos locales.

• Establecer una unidad de cuenta regional y unidades de compensación territorial que permitan aprovechar los recursos disponibles.

• Discernir el papel de los recursos naturales (las commodities ambientales) en factores reguladores y soporte de un sistema biofinanciero en una economía a escala humana.  

 


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