
			Revista académica de economía  
con 
el Número Internacional Normalizado de 
Publicaciones Seriadas  ISSN 
1696-8352
			  
			  
			  Jorge Arturo Acevedo Alarid   (CV)
			  jacevedo72@me.com
	
			 Universidad Autónoma de Querétaro
            
			 
			  
		  
Resumen
			  Esta investigación  tiene como objetivo el análisis de la operación y manejo del equipamiento  urbano a cargo del gobierno municipal de León, Guanajuato. Se trata de una  medición de desempeño que se inscribe en el ámbito de uno de los componentes  del llamado proceso administrativo que es el de control. En el abordaje  metodológico, se recurre a la evaluación desde el enfoque de las políticas  públicas -como variante del proceso de control-, la cual es concebida como la  aplicación sistemática de los procedimientos de la investigación social para  valorar la conceptualización, el diseño, la implantación y la utilidad de los  programas públicos. Se diseña un esquema de trabajo compuesto por tres  principales dimensiones que son la estructura jurídica, la estructura administrativa  y la participación social -todas con sus respectivos componentes e indicadores  de medición-, y se seleccionan cuatro áreas del gobierno municipal a ser  evaluadas, en el presente trabajo se presenta la relativa al área de panteones.  Una vez realizada la evaluación, se pudo determinar un Índice de Eficiencia  Administrativa (IEA) para cada dimensión, para cada área y para la dependencia  analizada. Se plantean también un conjunto de propuestas dirigidas a mejorar el  desempeño administrativo en el manejo y operación del equipamiento urbano  municipal. 
			  
  Palabras Claves: Equipamiento urbano, infraestructura holística, evaluación del  desempeño
Abstract
              This  research seeks to analyze the operation and management of urban facilities in  the municipality of Leon, Guanajuato. The study is a measure of performance  from the standpoint of public policy, conceived as the systematic application  of social research procedures to assess the design, implementation and utility  of public programs. This paper presents the results of area cemeteries. After  the evaluation, it was determined an Administrative Efficiency Ratio for each  dimension, for each area and for the units tested. Also presented a set of  proposals to improve the management and operation of municipal urban equipment.
              
  Keywords: Urban, holistic infrastructure, performance evaluation.
Para ver el artículo completo en formato pdf comprimido zip pulse aquí
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Acevedo Alarid, J.: "La evaluación de la eficiencia administrativa en el manejo y operación del equipamiento urbano municipal. El caso de la dirección de parques y jardines del municipio de León, Guanajuato" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 173, 2012. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2012/
Introducción
                    En los  últimos treinta años, México ha vivido cambios importantes en lo que concierne  al ejercicio del gobierno. La evolución del sistema político -en el que la  alternancia partidista desempeñó un papel de primera importancia-, implicó la  incorporación de algunas novedades administrativas en el terreno de la práctica  gubernamental. Como parte de esta readecuación, la medición del desempeño y la  evaluación de programas públicos comenzó a figurar -aunque tibia y lentamente-,  en el lenguaje de los políticos, pero también en la literatura y currícula  académica de las universidades nacionales.
                    En  buena medida, la apertura de la economía mexicana y la suscripción de convenios  con otras naciones y organismos internacionales, también fueron motivo para que  estos cambios se sucedieran. Las evaluaciones en materia educativa, de los  índices de corrupción y de competitividad económica, son sólo algunos ejemplos  del escrutinio del que el país es objeto por parte de agencias externas.
                    En el  caso de las instancias gubernamentales, las nociones de transparencia y de  rendición de cuentas adquirieron rango institucional, como parte de las  cláusulas contenidas en los convenios, acuerdos y tratados internacionales  suscritos. De tal suerte que la evaluación de la gestión del gobierno -incluida  su capacidad institucional-, surge como un componente de esta oleada de  reformas y adiciones. 
                    De  acuerdo con estudios comparados en la región latinoamericana realizados por la Comisión Económica  para América Latina y El Caribe (cepal,  1998) y el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (clad, 2003), se muestra que un gran  número de países latinoamericanos han desarrollado iniciativas para la  implantación de sistemas de evaluación de desempeño con diversos grados de  sistematización y cobertura, aunque pocos han logrado alcanzar el nivel de  madurez institucional requerido para su consolidación.
                    En  México, en el plano municipal, se ha promovido diversos programas, sistemas,  instrumentos y herramientas para facilitar la medición de la gestión. Inicialmente,  se priorizó en la medición de las capacidades y desempeño en temas financieros  y administrativos, como componentes esenciales en el nuevo contexto en el cual  se delegan mayores responsabilidades y recursos a entidades locales. Luego, se  fue aumentando el perfil a la medición de la capacidad institucional y el  desempeño real de los gobiernos municipales en aspectos relacionados con la  prestación de servicios públicos, el manejo y operación del equipamiento  urbano, y otras competencias delegadas a los gobiernos locales. 
                    Este  trabajo de investigación tiene ese propósito, dar a conocer cuál es el grado de  eficiencia administrativa en el manejo y operación del equipamiento urbano a  cargo del gobierno municipal de León, Guanajuato, y en específico del área de parques  y jardines.  Dado que no existen datos ni  información previa a ese respecto, no se plantea hipótesis alguna. Se aspira a  construir estándares de desempeño a manera de índices, con lo cual se estaría  midiendo la eficiencia administrativa en los rubros mencionados.
                    Se diseño un esquema  de trabajo compuesto por tres principales dimensiones que son la estructura  jurídica, la estructura administrativa y la participación social -todas con sus  respectivos componentes e indicadores de medición-, y se seleccionan para el  trabajo global cuatro áreas del gobierno municipal a ser evaluadas que son las  direcciones de Rastro, de Panteones, de Mercados y de Parques y Jardines. Para  acceder a la información requerida, se recurre a la recopilación documental y  estadística de fuentes oficiales, así como de la aplicación de entrevistas y  cuestionarios a los titulares de las oficinas mencionadas. 
Breve  acercamiento teórico 
                    En México, en el  plano municipal, se ha promovido diversos programas, sistemas, instrumentos y  herramientas para facilitar la medición de la gestión. Inicialmente, se  priorizó en la medición de las capacidades y desempeño en temas financieros y  administrativos, como componentes esenciales en el nuevo contexto en el cual se  delegan mayores responsabilidades y recursos a entidades locales. Luego, se fue  aumentando el perfil a la medición de la capacidad institucional y el desempeño  real de los gobiernos municipales en aspectos relacionados con la prestación de  servicios públicos, el manejo y operación del equipamiento urbano, y otras  competencias delegadas a los gobiernos locales. 
                    Aunque de ningún  modo se puede afirmar que se trate de acciones extendidas. Ello va en  correspondencia con el desarrollo del sistema político el cual, a decir a  algunos especialistas, aun no acaba de sacudirse de su pasado autoritario en el  que la opacidad y la discrecionalidad en el manejo de los asuntos y recursos  públicos era la norma generalizada. Como quiera, el supuesto de la evaluación  es que los gobiernos y los ciudadanos puedan acceder a información de primera  mano para conocer los verdaderos resultados e impactos de las acciones públicas  y, en su caso, mejorar lo alcanzado.
                    Si bien el estudio  sistematizado de la administración lleva más de un siglo en su andar -con los  esfuerzos de Frederick Taylor y Henry Fayol-, hoy día se mantiene, en esencia,  la noción de que se trata de una acción humana cooperativa. Sobre este punto,  Waldo Dwight (1964:13) sostiene que cuando la actividad humana es cooperativa y  produce efectos que no existirían si la cooperación no se diera, entonces se  está frente a una acción de administración.
                    El mismo autor  incorpora la idea de racionalidad como condicionante para la cooperación humana  así como dos términos que son inherentes a la administración: la organización y  la dirección. A la primera, Dwight (1964:15) la asocia con la estructura, en  tanto que la segunda con el funcionamiento. De ese modo, organización y  dirección son categorías de análisis interdependientes, esto es, una no existe  sin la presencia de la otra. Lo anterior sugiere que la administración requiere  de un cuerpo estático -una forma de organización determinada- pero también de  un cuerpo dinámico -un conjunto de seres humanos- que da vida a la organización.
                    En la actualidad,  las organizaciones buscan, en lo general, obtener beneficios a partir de la  idea de trabajar en conjunto con el propósito de alcanzar ciertas metas. Pero  las metas implican la existencia de programas o métodos para llegar a ellas,  esto es, sugiere la idea de planificar. La importancia de la planificación  lleva a Stoner, Freeman y Gilbert a afirmar que “sin un plan de lo que debe  hacer una organización, ninguna podrá ser muy efectiva” (1995:7).
                    Otro aspecto a  considerar en la consecución de las metas de una organización es la adquisición  y asignación de recursos. Una organización requiere de personal, materiales y  otro tipo de insumos para cumplir con sus propósitos y fines (Colín, 2011). De  modo que toda organización, sea esta simple o compleja, requiere de una  administración acorde con su naturaleza y sus metas. La administración, así  entendida, consistiría en darle formas, de manera consciente y constante, a las  organizaciones. Pero estas formas no se expresan de manera aislada ni mucho  menos. En realidad la administración se trata de un proceso sistémico y  sistemático, es decir, se compone de partes o fases interrelacionadas, a la vez  que siguen pautas metodológicas permanentes. 
                    En conjunto, la  manera como las organizaciones se conducen para cumplir con sus propósitos y  fines se conoce como desempeño organizacional, concepto que incluye un par de  criterios para evaluar a la misma organización: la eficiencia y la eficacia. Es  Peter Drucker (Stoner, et al, 1995: 10) quien define a la eficiencia como  “hacer correctamente las cosas”, y a la eficacia como “hacer las cosas  correctas”. La primera pondera la relación costo-beneficio, de si los insumos  utilizados se corresponden (o se compensan) con los productos o resultados  obtenidos. En cuanto a la eficacia, lo que ésta busca es elegir las metas  acertadas. La correcta identificación de un producto o meta a alcanzar es lo  que da sentido a la eficacia. Para el propio Drucker (1995: 11), ésta última es  la clave del éxito de una organización ya que la selección de una meta  inapropiada es un traspié que ningún desempeño eficiente puede superar.
                    Las políticas  públicas conforman un proceso cíclico el cual da inicio cuando un gobierno o un  directivo público detecta la existencia de un problema que, por su importancia,  merece su atención y termina con la evaluación de los resultados que han tenido  las acciones emprendidas para eliminar, mitigar o variar ese problema. Se trata  de una secuencia de pasos o etapas interconectadas, que se van retroalimentando  de manera permanente.
                    Las tres primeras  fases (identificación del problema, el análisis y la selección de la  alternativa de solución) representan la planeación en el proceso  administrativo; la implantación condensa a la organización y a la dirección; y  finalmente la evaluación asume la parte del control. El control en el proceso  administrativo busca asegurar de que se cumplan las metas y las actividades tal  y como fueron concebidas en la planeación, así como establecer las medidas  correctivas si así se determinara. En el caso de la evaluación de políticas, su  propósito es esencialmente el mismo: “La meta general de la evaluación es  producir información que sirva para orientar y valorar las decisiones  vinculadas al diseño, la gestión y el futuro de las políticas públicas”  (Tamayo, 1997:18).
                    Al tratarse de la  última fase del proceso de la política pública -y puesto que el proceso es  cíclico, la evaluación es también la primera. El análisis de los resultados  encontrados conduce a una revisión del estado del problema lo cual puede dar  lugar a una nueva política, a la continuación de la existente o a la  terminación de la misma. La situación más común tras la evaluación es la  introducción de variaciones en la política preexistente o la sucesión de ésta  por otra más adecuada al nuevo estado del problema (Tamayo, 1997:18).
                    Tanto el control  administrativo como la evaluación de políticas buscan contrastar lo que ocurre  en la realidad con los resultados y situaciones esperados. La evaluación desde  el enfoque de las políticas públicas incorpora los aspectos necesarios para  conocer el desempeño de las políticas en materia de equipamiento urbano en los  municipios.
                    De tal suerte, una  de las cosas mas importantes para la administración pública, debería ser  la valoración de la eficiencia  administrativa, en el manejo y operación del equipamiento urbano a su cargo  (rastros, mercados, panteones, parques y áreas verdes), el tipo de evaluación a  aplicar debe ser durante el proceso de implantación, lo cual servirá para  conocer y contrastar lo que existe y lo que eventualmente se concibió como meta  deseable.
                    Tal y como ha sido  mencionado, la evaluación desde el enfoque de las políticas públicas es la  “aplicación sistemática de los procedimientos de la investigación social para  la exploración de la eficacia de los programas de intervención social” (Rossi y  Freeman, 1989). Para Mejía (2003), “la evaluación es un modo de razonamiento  cuya apreciación se basa en métodos cuya importancia es proporcionar  sistemáticamente elementos y procesos para establecer los efectos reales, sean  estos previstos o no, y donde existen referencias o valores para determinar lo  negativo o lo positivo de las acciones”.
                    Otro aspecto a  considerar es el carácter integral de la evaluación en el proceso de políticas,  en virtud de ser acompañante de todas sus fases. A este respecto, también se le  concibe como un “proceso permanente y continuo de indagación y valoración de la  planificación, la ejecución y la finalización del programa social, para generar  conocimiento y aprendizaje que alimenta la toma de decisiones” (Gipsor,  2000:55).
                    Todas las  definiciones sugieren un ejercicio ordenado de indagación cuyo propósito  inicial es conocer cómo ha sido el desempeño de la política pública, de acuerdo  con el momento en que se efectúa la medición así como de los aspectos que se  evalúan. Es decir que la evaluación en sí es un método de contrastación puesto  que contiene las características necesarias para definirla como tal. Es un  proceso sistemático y ordenado para llegar a un propósito u objetivo  determinado.
                    El control no se  fija únicamente en saber si se logró o no alcanzar las metas planeadas, no  obstante que esto sea su principal foco de atención. También se ocupa de saber  si los procesos de trabajo son los adecuados para llegar a los fines; de  conocer si los insumos utilizados son los que se requieren; incluso, de  detectar si las metas dispuestas deben o no mantenerse. En este caso, se está  frente a un ejercicio de monitoreo dirigido a medir la eficiencia  administrativa de un determinado número de actividades inherentes al manejo y  operación del equipamiento urbano municipal.
                    Una evaluación  requiere de determinados requisitos elementales. Uno de ellos es la existencia  de objetivos los cuales establecen el ámbito específico y suficientemente  preciso para la orientación, en este caso, del programa municipal de  equipamiento (Ruiz, 1996:23).  Es  recomendable que un objetivo exprese el fin que se persigue en forma técnica,  cuantificado en términos de volumen, distribución y tiempo, y especificados en  relación con el espacio al que se refieren (OPS-OMS, en Ruiz, 1996:23). A  primera vista, se puede decir que el objetivo del programa de equipamiento  urbano municipal en lo que concierne al manejo y operación administrativos no  fue definido en la fase de planeación. 
                    Como no se encontró  estándares de desempeño a partir de los cuales contrastar los resultados  reales, se consideró pertinente establecerlos para contar con esos referentes  útiles para el desarrollo de la investigación. Fue así que tornó a identificar  un objetivo general cuantificable que serviría para conocer el grado de  eficiencia administrativa ya descrito.
                    Otro requisito  necesario para la evaluación de un programa son las metas. Una meta va a ser  entendida como “la expresión detallada de las etapas de cumplimiento de un  objetivo, cuantificada en actividades, tiempo y ámbito de aplicación” (OPS-OMS,  en Ruiz, 1996:23). Dicho de otro modo, las metas son los pasos que conducen al  lograr el objetivo general. Es el desglose de las actividades que, en conjunto,  contribuirán a la medición del grado de eficiencia administrativa.
                    Un componente  también esencial es la construcción de indicadores que ayuda a determinar el  grado en que se han alcanzado los objetivos y las metas respectivas (Cohen y  Franco, 1992:155). Estos instrumentos de medición, dada su expresión numérica,  son importantes para la toma de decisiones puesto que ayuda a proporcionar  información útil sobre el desempeño de un programa público.
                    Es importante  indagar acerca de la eficiencia administrativa del equipamiento urbano  municipal para saber si las políticas publicas dentro de la administración son  eficientes (caso  León). Si bien el  equipamiento de las ciudades abarca una gran cantidad de aspectos, es preciso  identificar aquél que es de competencia exclusiva de los gobiernos municipales.
                    De acuerdo con las  atribuciones y responsabilidades que para los municipios se establece en los  Artículos115 y 117 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos  y del Estado de Guanajuato respectivamente, para los fines de este trabajo se  considerará equipamiento urbano al conjunto de espacios construidos donde se  proporcionan servicios públicos para el abasto de productos, la convivencia y  recreación social y la sustentabilidad ambiental, de tal manera que se  considerará como equipamiento urbano a los siguientes elementos:
Con base en que se plasma en la estructura del organigrama municipal del Ayuntamiento de León Guanajuato, la dependencia que se encarga de la administración de estos elementos de equipamiento urbano es la Secretaría de Administración y Servicios Municipales. Esta Secretaría cuenta con 10 direcciones:
Estrategia  metodológica 
                     Se definieron los siguientes indicadores para  cada una de las unidades de análisis establecidas:
                  Cuadro 1.  Indicadores de la estructura Político-Institucional.
| Unidad de análisis | Indicadores | 
| a) Criterios y lineamientos normativos b) Manuales operativos c) Atribución de responsabilidades | a.1 Existencia de normas legales aplicables para el servicio. 
 b.1 Existencia de    manuales de procedimientos aprobados y conocidos por el personal. | 
| 
 d)Cooperación técnica y/o financiera 
 e)Afinidades partidistas 
 f)Mecanismos de comunicación y solución de conflictos | 
 d.1 Existencia de cooperación    técnica con el gobierno federal o estatal     para elaborar o modificar normas de equipamiento. e.1 Existencia de afinidad de partidista del gobierno municipal con el estatal y federal f.1 Existencia de    mecanismos permanentes de intercambio de información con direcciones pares    federal y estatal. | 
| 
 Fuente: Elaboración propia | |
Cuadro 2. Indicadores de la estructura Administrativa
| Unidad de análisis | Indicadores | 
| g) Personal capacitado h) Experiencia institucional i) Procedimientos técnico-administrativos | g.1Existencia    de perfiles profesionales definidos para cada puesto. h.1 Promedio de años en el ámbito gubernamental del personal                                               | 
| j) Fuentes de financiamiento k) Utilización de recursos | j.1    Porcentaje de recursos propios dentro del presupuesto total. k.1Porcentaje    del gasto utilizado en administración y mantenimiento | 
| Fuente: Elaboración propia. | |
Cuadro 3. Indicadores de la estructura Participativa
| Unidades de análisis | Indicadores | |
| l) Mecanismos de participación grupos sociales m) Disposición a la atención de demandas grupos sociales | l.1 Existencia de    elementos de equipamiento administrados por comités u organizaciones    sociales. m.1 Porcentaje de    demandas atendidas respecto a las recibidas. | |
| 
 n) Mecanismos de participación grupos empresariales 
 o) Disposición a la atención de demandas grupos empresariales | 
 n.1 Existencia de    elementos administrados por grupos o individuos privados o.1 Porcentaje de    demandas atendidas respecto a las recibidas. | |
| Fuente: Elaboración propia | ||
Cuadro 4. Resumen de indicadores
| Dimensión | Componentes | Unidades de análisis | Indicadores | 
| Estructura Político-Institucional | 2 | 6 | 8 | 
| Estructura Administrativa | 2 | 5 | 10 | 
| Estructura Participativa | 2 | 4 | 8 | 
| TOTAL | 6 | 15 | 26 | 
| Fuente: Elaboración propia | |||
Para cada uno de los 26  indicadores definidos se definió una escala o rango de valor del 0 al 2, donde  cero indica ausencia o inexistencia y 2 valor máximo.  Ejemplo: 
                    Indicador: Existencia de perfiles  definidos para cada puesto.
A su vez, el  resultado para las unidades de análisis se ubica en una escala de valor para  obtener una calificación primero de los componentes, y luego de las  dimensiones. A cada dimensión se le asigna un valor normalizado para calcular  las diferencias respecto a valores mínimos en la muestra de referencia. 
                    Donde: 
                    ValorNorm=Valor  normalizado de cada dimensión; 
                    v= valor obtenido  por la dimensión; 
                    min= valor mínimo  del rango o escala establecida y, 
                    max= valor máximo  del rango o escala establecida.
Después de  normalizar todos los valores de las dimensiones. Se calculará un Índice de  Eficiencia Administrativa municipal del equipamiento (IEA).  El IEA global del equipamiento se obtiene de  la suma-promedio de los valores de cada una de las dimensiones. Dichos valores,  a su vez, representan los IEA´s parciales puesto que corresponden a cada  dimensión. Se elige la construcción de un índice debido a que es una medida  estadística que expresa el valor de la variable considerada como  porcentaje de un valor de referencia.
                    De tal manera que el  IEA, expresado en términos porcentuales, se obtendrá tanto para cada elemento  de equipamiento: mercados, rastros, parques y jardines y panteones; como  también para el conjunto de ellos. Es importante considerar que el índice  pondera de igual forma a las dimensiones que a las unidades de análisis. El  cálculo del IEA se obtiene al promediar los índices normalizados para cada  dimensión. 
                    Donde:
                    IEA= Índice de  Eficiencia Administrativa; 
                    DM= valor  normalizado de la dimensión i; 
                    n= número de  dimensiones.
Caracterización de la Dirección de Parques y Jardines
Estructura político institucional
                    La Dirección de  parques y jardines opera con un reglamento elaborado en 1996. Actualmente tiene  muchas imprecisiones y carece de mecanismos para poner en práctica las  actividades de cobertura, inspección y sanciones. Las propuestas a los  reglamentos municipales le corresponde elaborarlas al departamento jurídico de  la presidencia municipal y hasta el momento, no existe iniciativa alguna de  modificación o adecuación a la   vigente. Esta es una situación común en la administración  pública de México, donde los marcos jurídicos no tienen formas  institucionalizadas de adecuación permanente, lo que los hace obsoletos al paso  del tiempo.
                    Como todas las  direcciones del gobierno municipal, cuenta con perfiles definidos para cada  puesto. Estos son elaborados por la Secretaría de Desarrollo Institucional (sdi) y aprobados y revisados, de manera  constante, por cada una de las dependencias municipales. Sin embargo, no  cuentan con manuales operativos o de procedimientos para las diversas  actividades que se realizan en la Dirección de parques y jardines.
                    El tema de la  innovación administrativa no se encuentra en ninguna de las actividades  establecidas en la   Dirección. Actualmente cuentan con tan sólo una persona que  se encarga del registro de trámites y solicitudes de transparencia. Las  relaciones institucionales se establecen con otras direcciones dentro de la  misma administración municipal y con algunas dependencias del gobierno federal  como la   Comisión Nacional Forestal (Conafor) con quienes coordinan  actividades conjuntas de forestación, aunque los convenios no los elabora de  manera directa la   Dirección. Estos vínculos interinstitucionales se dan de  manera irregular y temporal, y generalmente se enfocan a colaboración en áreas  comunes sin que exista intercambio de mejoramiento administrativo o de gestión.
Estructura administrativa
                    La capacitación  técnica como mecanismo de mejora de la calidad y la profesionalización de las  actividades administrativas se encuentra ausente de la Dirección de parques y  jardines. No tienen programas de capacitación propios. Al personal de nuevo  ingreso le dan un breve curso de inducción y la Secretaría de Desarrollo  Institucional imparte cursos de motivación, liderazgo y superación personal.
                    La administración  municipal anterior a la actual (2003-2006) realizó una certificación de  procesos operativos o administrativos en muchas secretarías y direcciones. A  partir de 2006 la creación y actualización de certificaciones se canceló debido  al alto costo que representaba. La Dirección de parques y jardines obtuvo la  certificación de los procesos de poda o tala.
                    Actualmente llevan  algunos registros para dar seguimiento a los procesos antes certificados. Sin  embargo, cuestiones como la innovación y la mejora continua, necesarios en las  actualizaciones de la certificación, no se realizan.
                    La evaluación como  proceso de seguimiento continúo de las acciones y de mecanismo para determinar  si las acciones realizadas se dirigen a los objetivos y metas no se efectúan  dentro de la Dirección, sino que es tarea de la sdi1  .
                    La  capacitación permanente del personal que labora en la Dirección es limitada.  Por un lado, la sdi es quien se  encarga de dar algunos cursos de superación personal, en tanto que la Dirección  solamente recibe 10,000 pesos al año para gastos de capacitación que son  utilizados de apoyo al personal que requiere terminar sus estudios básicos.
                    En cuanto al  financiamiento, dada la naturaleza de la actividad, la Dirección solamente  recibe recursos públicos y no tienen captación de recursos propios. Del monto  total de su presupuesto, aproximadamente 20% lo destinan a gastos  administrativos y de mantenimiento. No hay actividades de innovación  administrativa ni de capacitación técnica.
Estructura participativa
                    El  Ayuntamiento actual tiene figuras legales como patronatos y comités de colonos  que administran algún tipo de equipamiento urbano. En el caso de los comités,  existen algunos módulos deportivos manejados por colonos mediante convenios con  la Secretaria de Desarrollo Humano y Social; los patronatos que administran los  grandes parques de la ciudad reciben subsidio municipal y se encuentran  adscritos a la Secretaría de Desarrollo Sustentable.
                    Dentro de la  Dirección tienen un programa, actualmente en fase de prueba, para adoptar  algunas áreas verdes públicas. Se establece un convenio con las empresas que se  encuentran enfrente de esos espacios para que los adopten, dándoles  mantenimiento y cuidados a cambio de permitirles colocar  a los comercios una leyenda que indique que  el área en cuestión se encuentra bajo la tutela de alguna empresa. 
                    De esta  manera, el ayuntamiento se ahorra costos de mantenimiento y riego de esos  espacios. Este  programa se está promoviendo con hoteles, restaurantes, agencias de autos para  que se hagan cargo de las áreas verdes que colindan con sus negocios. En este  momento existen dos convenios funcionando y uno se encuentra en proceso de formalización.
                    La Dirección recibe  solicitudes ciudadanas demandando mantenimiento de áreas verdes, riego, poda de  árboles, arreglo de mobiliarios en parques, etc. No se cuenta con un registro  de estas solicitudes y las resuelven en la medida de sus posibilidades y  recursos. El presupuesto con el que cuentan no les alcanza para dar  mantenimiento a toda la ciudad. 
Calificación  de la Dirección de parques y jardines
                    Las calificaciones  de los indicadores se muestran en las tablas siguientes. Se tiene que en la  valoración de los componentes, tres tienen una calificación alta: marco  jurídico y participación de grupos sociales y privados; uno tiene una  calificación media: relaciones con otros niveles de gobierno y, dos obtuvieron  una calificación baja: capacitación técnica y financiamiento.
   Las dimensiones obtuvieron calificaciones  diferenciadas; la estructura participativa obtuvo una valoración alta, la  estructura político institucional media y la estructura administrativa baja. El Índice de Eficiencia Administrativa resultante para la dirección de parques y jardines es de 50 puntos.
Cuadro 5. Índice de Eficiencia Administrativa de la Dirección de parques y jardines
| 
 | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| 
 | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| iea: 50.00 | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| Fuente:    elaboración propia | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Interpretación  de resultados y conclusiones
                    Una primera  observación acerca de los resultados de la evaluación realizada es la  disparidad en el comportamiento de los índices por dimensión y por área. De  acuerdo con la siguiente tabla, con excepción del marco normativo, puede  notarse tal diversidad: 
  Cuadro  6. Comportamiento de los componentes
| 
 | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| Fuente: elaboración propia | 
Figura 1. Comportamiento de los componentes
|  | 
| Fuente: Elaboración Propia | 
El desempeño está asociado con  los logros individuales o colectivos al interior de una organización, y al  alineamiento de la gestión con las metas y objetivos de la organización. Por  lo tanto el desempeño es una magnitud de los logros de una organización. En el  caso de la evaluación de la eficiencia administrativa en el manejo y operación  del equipamiento municipal, ésta se inscribe como parte de los procesos que  tiene que ver con el desempeño del gobierno municipal como organización.
                    La medición de desempeño,  entonces, es un sistema que permite saber con precisión cuál es la capacidad  real de la organización para cumplir con sus actividades, sus metas y sus  objetivos, en atención a la disponibilidad real de los medios y recursos, y al  conocimiento, experiencia, esfuerzo, capacidad y motivación de su equipo  humano. Está más dirigida a evaluar la gestión de los equipos de trabajo que a  la gestión personal.
                    La propuesta de medir la  eficiencia administrativa del equipamiento obedece a la necesidad de mejorar la  calidad de los procesos de las dependencias encargadas de aplicar tales  políticas. Los resultados obtenidos de esta valoración sugieren algunas posibles  explicaciones. A continuación se analiza de manera transversal a todas las  direcciones evaluadas, de acuerdo a cada una de las dimensiones establecidas  así como sus componentes:
                    1. Estructura Político Institucional. Tal como se señaló, la dirección  de parques y jardines obtuvo una calificación media en esta dimensión.
                    2. Estructura Administrativa. En este rubro, la dirección de parques  alcanzó una calificación baja. En lo  que concierne al componente capacitación  técnica, la valoración va entre baja y alta, lo cual significa que la  consistencia de los programas de capacitación no es la más recomendable. En  cuanto al financiamiento se obtuvo  una valoración entre baja, en tanto que la dirección esta completamente  supeditada a la designación de recursos de manera externa.
                    3. Estructura Participativa. La dirección de parques y jardines obtuvo  una calificación alta. Descompuesto  por componente, para la participación de  grupos sociales, la valoración transcurrió entre media y alta, lo mismo que  en participación de grupos empresariales.
                    4. El Índice de Eficiencia  Administrativa promediada del total de direcciones (54.17) refleja un bajo  grado de consistencia de todas las direcciones analizadas. Una posible  aproximación general que ayude a explicar tal dato es la debilidad del sistema  organizacional del gobierno municipal. 
  ¿Cómo alinear los componentes de  este postulado con el desempeño de la administración pública municipal? En  términos generales, los objetivos centrales de la medición de desempeño en una  organización municipal pudieran ser:
  •  Mejorar el conocimiento y el control de los procesos internos.
  •  Apoyar el mejoramiento de la gestión municipal.
  •  Mejorar la transparencia de la gestión hacia el municipio.
  •  Mejorar la localización de recursos en atención al impacto.
  •  Apoyar la modernización del gobierno local.
  •  Liderar el desarrollo económico local.
                    Es probable que la baja  valoración de la consistencia de las políticas de equipamiento municipales  provenga, a su vez, del débil o ambiguo nexo entre la misión del gobierno  municipal y las acciones, funciones y procesos de cada una de las dependencias  que lo conforman. La misión debe ser “abrazada” por todos los procesos,  objetivos y metas de la   organización. Para ello, un paso clave en el proceso de  control y en el de mejoramiento es el establecimiento de medidas. El conjunto  de valores que asumen estas medidas durante el proceso representan los indicadores del proceso.
Referencias
                    Anzaldo, C. 2003. Tendencias  recientes de la urbanización. Conapo.   México. Consultado en línea el 9 de mayo 2008.  http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/2003/03.pdf. 
                    Bodemer,  K. Coraggio y Ziccardi, A. 1999. Las políticas sociales urbanas en el inicio  del nuevo siglo. Documento base. Red URBA-AL 5 Políticas Sociales Urbanas.  Unión Europea. Municipalidad de Montevideo, abril de 1999.
                    Boltvinik,  J. 2002. Estrategias de desarrollo social, en periódico La Jornada, 28 de junio  de 2002, p. 28, México.
                    Borja,  J. y Castells M. 2000. Local y Global. La  gestión de la Ciudades en la era de la Información. Ed.Taurus. México.
                    Castells,  M. 1976. La cuestión urbana. 2ª. Edición.  Siglo XXI ed. México
                    Ceag. 2004. Estudio de  planeación del uso sustentable del Acuífero del Valle de León
                    Chiavenato,  I. 1999. Introducción a la   Teoría General de la Administración.    McGraw-Hill Interamericana S.A. 5ª edición.  Bogotá Colombia.
                    Consejo  Nacional de Población. 2000. Proyecciones de población 2000-2030.
                    Colín  et al. (2011). Capital social, Innovación y Competitividad. Un Estudio de Caso  de la Industria Manufacturera del Estado de Guanajuato, México, Revista Urbe, (2) 1, pág. 58. Venezuela:  Universidad Rafael Belloso. 
                    Garza,  G. 2000. Administración Contemporánea. McGraw-Hill Interamericana Editores, S.A  de C.V. 2ª.edición. México.
                    Garza,  G. 2002. Evolución de las ciudades mexicanas en el siglo XX. En Notas. Revista de Información y  análisis, num.19.
                    Garza,  G. 1999. Cincuenta años de Investigación urbana y regional en México, 1940-1991. El Colegio de México. México.
                    Garza,  G. 1985. El Proceso de Industrialización en la ciudad de México (1821-1970). El Colegio de México. México
                    Hansen,  R. 1988. La Política del Desarrollo Mexicano. Ed. Siglo XIX, 17ª.edición. México
                    Instituto  Municipal de Planeación de León Guanajuato. 2003. Análisis fotográfico aéreo
                    Instituto  Nacional de Estadística, Geografía e Informática.  2005. II Conteo de Población y Vivienda. México.
                    Instituto  Nacional de Estadística, Geografía e Informática. 2000. XII Censo General de  Población y Vivienda. México.
                    Iracheta,  A. 2003. Globalización y Pobreza Urbana, en: Pobreza Urbana. Perspectivas  globales, nacionales y locales. Memorias  del Foro Internacional sobre la Pobreza Urbana. Gobierno  del Estado de México, Porrúa, Centro de Estudios sobre Marginación y Pobreza.  México.
                    Iskandar, A. (coordinador). 2006.  Estudio Comparado sobre Sistemas de Medición de Desempeño Municipal en América  Latina. Agencia de los Estados Unidos  para el Desarrollo Internacional. Documento en pdf.
                    Lefebre,  H. 1980. La   Revolución Urbana. Alianza  Editorial. Madrid
                    Luna,  M.A. 2003. Marginalidad y deterioro de la cohesión social en Pobreza urbana.  Perspectivas globales, nacionales y locales. Gobierno del Estado de México, Editorial  Miguel Ángel Porrúa, México
                    Massiah,  G. 1993. Ciudades en desarrollo. Ed. Siglo XXI, México
                    Méndez,  J. L. 2000. La política pública como variable dependiente: hacia un análisis  más integral de las políticas públicas. En: Méndez, J. L. (comp.) Lecturas  básicas de administración y políticas públicas. El  Colegio de México. México.
                    Midgley, J. 1995. Social Development. The Development  Perspective in Social Welfare. Sage Publications, London.
                    Munizaga, G. 2000. Diseño Urbano: teoría y método. 2ª. Edición. Alfa Omega, México.
                    Payds. 2006. Protección al  ambiente y Desarrollo Sustentable de León PAYDS.
                    Gobierno  Municipal de León. 2006. Plan Municipal de Desarrollo de León 2006-2009
                    Robbins, S y Coulter, M. 2010. Administración.  Pearson Educación de México, S.A. de C.V. 10ª.edición. México.
                    Ruiz,  C. 1996. Manual para la elaboración de políticas públicas. Plaza y Valdés  editores, México.
                    Ruiz, C. 1999. La economía y las  modalidades de la urbanización en México 1940-1990. En Economía, Sociedad y  Territorio.Vol.II, núm 5,  enero-junio de 1999. El Colegio Mexiquense, A.C. México
                    Sánchez, A. 2001. Marginación e  ingreso en los municipios de México. IIEC-Miguel Ángel Porrúa, México.
                    Secretaría  de Salud. 2002.  Jurisdicción Sanitaria VII, Sistema  Epidemiológico y Estadístico de Defunciones
                    Secretaría  de Educación de Guanajuato. 2005. Secretaría de Educación de Guanajuato
                    Sobrino,  J. (XXXX). Funciones económicas predominantes del  sistema metropolitano de México. En: Sistemas  Metropolitanos. Nuevos Enfoques y Prospectiva. El Colegio Mexiquense y Sedesol. México.
                    Stoner,  J. et al. 1996. Administración. Prentice-Hall Hospanoamérica, S.A. 6ª.edición.  México
                    Tamayo,  M. 1997. El análisis de políticas pública, en Bañón, R. y Carrillo, E. (comps.) La nueva administración pública. Alianza, Madrid.
                    Tello,  C. 2007. Estado y Desarrollo Económico: México 1920-2006. Facultad de Economía. México. unam.  México
                    Tuirán,  R. 2001. Los desafíos demográficos del México en el siglo XXI. En Demografía y  Migración. Memorias 2001  IBERGOP-México.
                    Unikel,  L. 1975. Desarrollo Urbano y Regional en América Latina. Fondo de Cultura Económica. México.
                    Waldo,  D. 1964. Estudio de la Administración Pública.   Editorial Aguilar. Madrid.
                    Weber,  M. 1996. Economía y Sociedad. Fondo  de Cultura Económica. México
                    Zicarddi,  A. y Saltalamacchia, H. 2002. Metodología de Evaluación del Desempeño de los  Gobiernos Locales en Ciudades Mexicanas. Documento en PDF. Consultado en línea  el 14 de febrero de 2009 http://saltalamacchia.com.ar/evaluacion.pdf