Observatorio de la Economía Latinoamericana


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN 1696-8352

Economía Latinoamericana


LA FINANCIACIÓN AL COMERCIO EXTERIOR TRAS LA CRISIS FINANCIERA DE 2008-2009 EN LA REPÚBLICA DOMINICANA Y SUS EFECTOS SOBRE EL COMERCIO EXTERIOR DOMINICANO



Rosalía Calvo Clúa (CV)
rosalia.calvo.clua@gmail.com
Instituto Tecnológico de Santo Domingo



RESUMEN
Numerosos analistas de la crisis financiera del 2008-2009 sostienen que una parte del deterioro del comercio mundial sufrido en el período señalado fue debido a problemas de la financiación al comercio. Todos los países en mayor o en menor medida fueron afectados. Para el caso de la República Dominicana la singular inserción del país al entorno financiero internacional condicionó los efectos de la crisis financiera internacional sobre los flujos de comercio del país. Con una estructura productiva orientada a la exportación claramente diferenciada entre el segmento de las zonas francas y las exportaciones denominadas nacionales, los efectos sobre los flujos comerciales varían dependiendo del segmento de que se trate por las particularidades del mismo para obtener financiamiento en el exterior. En general, si bien no se obtienen conclusiones prescriptivas respecto a la hipótesis que se plantea para el caso dominicano por la escasa información estadística existente al respecto, sí se observa un comportamiento de las variables analizadas enmarcado en las tendencias seguidas por varios países en cuanto a la evolución negativa de su comercio exterior a consecuencia de las dificultades experimentadas para obtener financiamiento.

ABSTRACT
Many analyst of the financial crisis in the 2008/2009 years argue that in part the deterioration of the international trade in the period indicated was due to problems of the financing to trade. All the countries were affected in a certain manner. In the case of the Dominican Republic, the particular insertion of the country in the financial environment determines the effects of the international financial crisis in the trade flows of the country. Whit a productive structure oriented to the exports and clearly differentiated between the sector of the free zones exports and the national exports, the effects in the trade flows are different depending of the segment because of the particularities to obtain financing abroad. In general, we can’t conclude in a prescriptive manner in relation to the hypothesis argued for the Dominican case because of the lack in the statistics available. But we can see the performance of the variables inserted in the trends follows for many countries in respect of the negative evolution of his foreign trade in consequence of the difficulties experimented to obtain funds abroad, due to the financial crisis.
PALABRAS CLAVE: República Dominicana; Financiamiento, Exportaciones; Importaciones;  Política comercial; Crisis financiera internacional; Bancos Multilaterales de Desarrollo.
KEY WORDS: Dominican Republic; Financing; Exports; Imports; Foreign trade policy; International financial crisis; Multilateral Development Banks.

JEL: F13; F14; F33; F34; G15; O16; O19; O24

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Calvo Clúa, R.: "La financiación al comercio exterior tras la crisis financiera de 2008-2009 en la República Dominicana y sus efectos sobre el comercio exterior dominicano", en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 195, 2014. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/la/14/comercio-exterior.html


  • INTRODUCCIÓN

La financiación al comercio entraña una especial relevancia, especialmente a raíz de la crisis financiera internacional del 2008/2009, ya que existe un amplio consenso en el hecho de que una parte del deterioro del comercio mundial es debido a problemas de la financiación al comercio. A este respecto Auboin (2009) indica que -según cálculos realizados por el Banco Mundial- se estima que el mercado de la financiación para el comercio es de US$10-12 trillones anuales, lo que representa aproximadamente alrededor del 80% de los flujos comerciales del año 2008, valorados en $15 trillones. Así mismo el autor también señala que estimaciones del Banco Mundial (BM) apuntan a que el 85-90% de la caída en el comercio mundial desde la segunda mitad del 2008 es debida a la caída en la demanda mundial y entre el 10-15% es atribuible a la caída en la oferta de la financiación para el comercio. Estos porcentajes están relacionados con una de las características del comercio actual y es que el comercio se realiza tanto a través del modo tradicional, donde se vende en un país lo producido básicamente en un país, como a través de lo que se conoce como cadenas de valor, las cuales están fuertemente conectadas con el financiamiento internacional y generalmente implican una disociación entre lo producido en un país y su destino final (venta).
 
En el presente trabajo se estudia el comportamiento del financiamiento al comercio exterior en RD, así como las posibles implicaciones que el mismo tiene en la evolución del comercio exterior dominicano. Para ello se presenta en primer lugar un esbozo conceptual y teórico del tema, para pasar a continuación a describir el entorno regional, así como  la realidad económica del país. En tercer lugar se analiza la hipótesis de que las dificultades del financiamiento internacional han tenido efectos negativos sobre el comercio exterior dominicano y por, último, se presentan algunas conclusiones y perspectivas que nos permiten encontrar la evolución de la actividad comercial internacional desde la óptica del financiamiento externo al comercio en el corto plazo. No obstante los esfuerzos realizados por recolectar información sobre la financiación al comercio, las estadísticas sobre este tema escasean, de manera que es muy difícil obtener una gran precisión en los resultados. La aproximación al tema es pues tendencial. 

  • MARCO TEÓRICO

Son varias las explicaciones existentes respecto a la caída del comercio internacional: la contracción de la actividad productiva, el aumento del proteccionismo, la escasez de financiamiento al comercio, entre otras.

La magnitud de las consecuencias del deterioro de las condiciones de financiamiento externo sobre el comercio exterior depende del contexto económico del país que se pretenda analizar así como del período de estudio del mismo, no obstante desde el punto de vista teórico o de las relaciones empíricas contrastadas existen diversos trabajos con resultados de interés para la hipótesis que se pretende demostrar. A continuación se esbozan algunas de sus hipótesis, tras abordar de manera breve el concepto de financiación al comercio.

La financiación al comercio es un tipo de crédito de bajo riesgo, que requiere de garantías elevadas. Existen varias opciones de entre las cuales presentamos a continuación las más comunes.

En primer lugar se tiene el prepago, la cual es una opción que otorga un relativamente alto grado de seguridad de que se recibirá el pago. Sin embargo es difícil encontrar un comprador que esté de acuerdo con estas condiciones.

Otra opción es vender a través de una cuenta abierta, por ejemplo a través del envío de una factura al comprador junto con los bienes de los que se requiere el pago al precio de adquisición. Sin embargo, dadas las dificultades derivadas del cobro de deudas en jurisdicciones extranjeras, es posible que el comprador sea reacio hacia este método de pago, especialmente con aquellos compradores con los cuales no se ha negociado anteriormente. No obstante es una modalidad que en los últimos años ha ido ganando más importancia, debido a sus menores costos administrativos. Si bien su importancia disminuyó debido a la crisis financiera.

Entre estos dos extremos del prepago y la cuenta abierta se encuentra la carta de crédito. Este mecanismo consiste en un documento emitido por un banco en el que el banco acuerda pagar el dinero de la transacción ante la presentación de los documentos especificados. A través de este mecanismo, el banco asegura al vendedor el pago. Este documento tiene un costo creciente según se incrementan los precios de los bienes, pero puede reducir significativamente el riesgo de impago.  Los niveles de riesgo de dicho documento están relacionados con la disponibilidad de documentos para presentar al banco que reflejen los requerimientos en el crédito, la credibilidad del banco, los términos y condiciones del crédito y otros factores. Por lo tanto, según indica Villarrúbia (2010), la financiación al comercio internacional es especialmente importante en los países emergentes con mercados financieros poco desarrollados y donde las cartas de crédito y su descuento mediante forfaiting1 representan una parte importante del crédito en la economía y del balance de los bancos y del sistema financiero.

Otro instrumento utilizado es la letra de crédito stand by. La estructura de ésta es similar a la del crédito comercial, pero la función es diferente. El crédito comercial garantiza el pago por ejecución del contrato, mientras que el crédito stand by garantiza el pago en el caso de que no se ejecute. 

Por último señalar que los créditos son herramientas de comercio muy sofisticadas y no se agotan con los tipos presentados anteriormente. Si se estructura correctamente pueden reducir sustancialmente algunos de los riesgos asociados con las transacciones internacionales, pero de no ser así pueden conducir a resultados desafortunados que difieren significativamente de las expectativas de las partes.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Asociación de Bancos para la Financiación y el Comercio (BAFT) (2009) el 80% de la financiación al comercio es financiación estructurada (cartas de crédito e instrumentos similares, en los que se usa la mercancía como garantía) o una cuenta de liquidez otorgada contra deudas por cobrar. Aunque las transacciones comerciales internacionales conllevan riesgos tales como riesgo de impago, riesgo de pérdida o de alteración de la mercancía durante el transporte y riesgo de tipo de cambio entre otros, se considera que la financiación al comercio es una actividad financiera segura porque está respaldada por sólidas garantías y operaciones de crédito documentadas. Como indicador de esto se tiene que según algunos analistas la tasa de morosidad media del crédito comercial de corto plazo suele estar en torno al 0.2%, siendo una gran parte de los créditos recuperados.
                                                                                                                        
En la actualidad la única fuente confiable de estadísticas de financiamiento al comercio proviene de la base de datos de Berne Union, la cual provee datos de las cifras de crédito a la exportación, principalmente de las agencias aseguradoras de créditos. No obstante lo anterior, su uso es limitado debido al número de operaciones llevadas a cabo por los bancos, la variabilidad de los instrumentos utilizados por los bancos y la dificultad para obtener información sensible de los bancos comerciales más importantes. Una fuente para obtener una información más acabada es la balanza de pagos, en particular la partida de créditos comerciales de corto plazo, del V Manual de Estadísticas de la Balanza de Pagos. No obstante resulta difícil la recolección de información debido a los altos costos tecnológicos que implica el proceso de compilación de la misma. Por otra parte, dado que los flujos de capitales de corto plazo -entre los cuales están los créditos comerciales-, atraviesan varias veces en un año las fronteras, esto dificulta la precisión en la recogida de información.

Una vez examinados los conceptos de financiación al comercio, es pertinente señalar que las crisis financieras de la década de los 90 y la acontecida en los años 2008-2009 han puesto de relieve las relaciones empíricas entre la variable de la financiación al comercio y el comercio, a tal punto incluso como se desarrollará más adelante de forzar una intervención de política. A continuación se presentan de manera sintética algunos análisis empíricos que permiten caracterizar las relaciones entre la financiación al comercio y el comercio.
 
Según la Organización Mundial del Comercio (OMC) (2012) la investigación académica sobre el papel desempeñado por la financiación al comercio se multiplicó en el contexto de la crisis financiera del 2008-2009 y la posterior recesión económica cuando la caída del comercio mundial llegó a ser hasta 12 veces superior a la del PIB real. Para la citada institución la mayoría de los autores coinciden en que el descenso de la demanda fue la causante principal de la reducción de las corrientes comerciales. De hecho, parece existir un consenso resultante del conjunto de trabajos que intentan entender las causas del colapso del comercio mundial respecto a que éste se explica esencialmente por el shock de demanda, aunque también se reconoce el papel del shock de oferta que representó la escasez de financiación global, la cual afectó particularmente a los bienes más comerciados internacionalmente.

Tales restricciones en la oferta de crédito han tenido importantes consecuencias sobre los flujos de comercio como lo demuestran los trabajos de Amiti y Weinstein (2011), Iacovone y Zavacka (2009) -desde una perspectiva histórica- y Auboin (junio y diciembre 2009).

En el mencionado trabajo de Amiti y Weinstein (2011) se establece una relación causal entre las exportaciones de las empresas, su capacidad para obtener crédito y la salud de sus bancos. Utilizando datos de empresas entre 1990 y 2010 los autores concluyen que el financiamiento del comercio es responsable alrededor del 20% de la disminución de las exportaciones del Japón durante la crisis financiera de 2008-2009. En este estudio se pone de relieve la vulnerabilidad de las empresas exportadoras frente a las empresas cuya producción no está orientada a la exportación, así como la menor vulnerabilidad de las empresas multinacionales ya que gran parte de su comercio es intraempresarial y por lo tanto presenta menos riesgos. Por otra parte las multinacionales también optimizan el ciclo comprendido entre la fase de producción y la de comercialización, lo cual disminuye su necesidad de capital de trabajo, minimizando el lapso existente entre la producción y el pago y por lo tanto reduciendo los problemas de financiación.

El citado estudio está también alineado con los resultados de otro estudio realizado por Bricogne et al. (2012) para empresas exportadoras francesas donde se concluye que los sectores más dependientes de la financiación externa son los que más han perdido, también en actividad exportadora. También los resultados de Chor y Manova (2012) concluyeron que las condiciones del crédito formaban parte de los factores que habían provocado el hundimiento del comercio. En este último estudio se analizaron datos de empresas importadoras norteamericanas. Los efectos fueron particularmente mayores en los sectores productivos con condiciones financieras más precarias en el sentido de mercados de crédito más restringidos.  También en un estudio de datos de panel de Korinek et al. (2010) para 43 países, se establece una relación entre el crédito comercial de corto plazo y las corrientes comerciales.

En cambio, otros estudios como los de Paravisini et al. (2011) y Levchenko et al. (2010) no consideran que la financiación al comercio haya desempeñado un papel relevante en el desplome del comercio. Tampoco para autores como Mora y Powers (2009) la financiación al comercio ha tenido un impacto significativo en la caída del comercio.

Según Villarrúbia (2010) existen otros factores que han influido sobre el reciente desplome del comercio internacional además de las dificultades de la financiación al comercio y éstas son las restricciones comerciales originadas por el proteccionismo, la especialización vertical y la composición de comercio. Dichos aspectos resultan interesantes en los estudios explicativos de las caídas del volumen de comercio 2. Si bien no se abordan aquí estas relaciones, desde la contrastación empírica esbozaremos algunas ideas para el caso de la República Dominicana, ya que su estudio pudiera ser interesante para una futura investigación, especialmente los efectos de la composición de comercio (en particular los bienes de capital e intermedios) sobre los flujos de comercio.

  • CONTEXTO REGIONAL MACROECONÓMICO Y DE LA REPÚBLICA DOMINICANA.  

3.1 Contexto regional
El contexto regional latinoamericano no ha estado exento de las perturbaciones ocurridas durante la crisis financiera internacional 2008-2009 y la posterior etapa de recuperación que aún no se puede dar por concluida. Tanto los mercados financieros como la situación comercial de la región se vieron afectados, si bien con menor intensidad que los países núcleo de la crisis como fueron Estados Unidos en un inicio y después los países de la Unión Europea, algunos países al interior de ésta con mayor intensidad que otros. 
Para la región latinoamericana en su conjunto las tasas de crecimiento -si se compara el año 2008 con el 2007- experimentaron una reducción de 1.3 puntos porcentuales, para pasar a tener una significativa reducción al año siguiente y perder 5.4 puntos porcentuales de crecimiento con respecto al año anterior. Si bien el año 2010 supuso la recuperación de los ritmos de crecimiento de la región, durante el año 2012 la misma ha vuelto a ralentizarse debido, entre otros factores al escaso dinamismo de la demanda y los problemas aún persistentes en las economías desarrolladas, principalmente la Zona Euro, lo que supuso nuevos incrementos de la volatilidad y la incertidumbre.
Así por ejemplo los diferenciales de tasas de interés EMBI de la región se han estabilizado, si bien todavía no muestran los niveles de los años inmediatamente anteriores a la crisis, así como también ocurre con los créditos de la región, los cuales todavía no han recuperado los ritmos de crecimiento de los años inmediatamente anteriores a la crisis y muestran una disminución en los niveles de liquidez desde comienzos del año 2011. Según la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) (2013, a) en 2011 la evolución de las primas de riesgo de la región estuvo marcada por la incertidumbre en torno a la crisis de los países de la Zona Euro. A partir del anuncio realizado por el Banco Central Europeo de una nueva política (de alivio cuantitativo), las primas empezaron a disminuir; acción interrumpida por el anuncio de la Reserva Federal de los Estados Unidos sobre el posible término de los programas de estímulo monetario. Desde mayo de 2013 la mayoría de las primas de los países de la región,  han aumentado lo cual introduce expectativas de encarecimiento futuro de los recursos externos y por lo tanto afecta especialmente a aquellos países cuyo financiamiento depende de tales recursos.
También el Índice VIX muestra una evolución consistente con la experimentada por los indicadores anteriores donde se observa igualmente el fuerte incremento de la volatilidad durante el año 2012. En cuanto a las tasas de cambio, en general la región presenta un movimiento apreciatorio relevante atendiendo a las tasas de cambio efectivo real presentadas por la CEPAL (2013, b) lo cual favoreció la entrada de capitales a la región debido a la inestabilidad de los mercados financieros norteamericanos y europeos, entre otros factores. Esta apreciación de la tasa de cambio ha podido ser contrarrestada en alguna medida por el aumento de los términos de intercambio de la región, los cuales parecieron favorecer el incremento en los volúmenes de exportación experimentado a nivel regional, aunque sin que el mismo supusiera la mejora en el nivel de déficit por cuenta corriente a PIB, el cual ha seguido creciendo tras la crisis.
Para la región latinoamericana por lo tanto las condiciones de la financiación al comercio siguen sin ser aún comparables a las de los años anteriores a la crisis financiera. En estos momentos muchos prestamistas se mantienen expectantes debido a la reputación crediticia de muchos bancos en el mundo, incluidos los bancos de los países en desarrollo, así como el incremento del riesgo de la balanza de pagos. Dado que el mercado secundario ha visto mermar considerablemente su liquidez, ello repercute a su vez sobre el funcionamiento del mercado primario y, en general, sobre la eficacia del mercado de capitales. Como se puede observar en el Gráfico Nro. 3 los créditos hacia la región experimentaron un fuerte deterioro durante el III trimestre del año 2008 y a partir del I trimestre de 2011, lo cual tuvo importantes repercusiones sobre la liquidez de la región.
Si bien existen rasgos de los mercados financieros como la reducción de liquidez, las fluctuaciones de las tasas de cambio y otros aspectos que impactan sobre el riesgo, éstos no son específicos de la financiación al comercio. De esta manera, cualquier flujo transfronterizo no cubierto es afectado por el riesgo, así también, la oferta de crédito es afectada por la escasez de liquidez disponible para algunos bancos en el mercado interbancario. Y, debido a que la financiación al comercio tiene que competir con otros segmentos del mercado de crédito, el precio de las transacciones es más elevado que cuando no existen problemas de liquidez en el mercado. A manera de ejemplo, durante la crisis financiera internacional, según indica Auboin (2009, a),los diferenciales en letras de crédito a 90 días pasaron desde 10-16 puntos base en condiciones normales a 200-500 puntos base para letras de crédito emitidas por economías emergentes y en desarrollo.

3.2 República Dominicana
Las tasas de crecimiento -si se compara el año 2008 con el 2007- experimentaron una reducción de 3.2 puntos porcentuales, para pasar a tener una menor reducción al año siguiente y perder 1.8 puntos porcentuales de crecimiento con respecto al año anterior. Si bien el año 2010 supuso la recuperación de los ritmos de crecimiento del país, durante el año 2012 la misma ha vuelto a ralentizarse siguiendo la tendencia regional. Las recuperaciones de los volúmenes de las exportaciones e importaciones durante los últimos años, no obstante ser indicativos de la recuperación de la actividad económica y sus flujos comerciales, la economía dominicana continúa mostrando unos saldos de cuenta corriente a PIB que continúan representando un pesado lastre. 
En cuanto a la situación financiera del país, la estabilidad macroeconómica ha contribuido fuertemente en la recuperación de algunos indicadores afectados por la crisis financiera 2008/2009. Así, por ejemplo, los diferenciales de tasas de interés EMBI de RD se han estabilizado, y muestran los niveles Fuente: Bloomberg, JP Morgan Chase.
similares a los de los años inmediatamente anteriores a la crisis. La tasa de cambio RD$/US$ se ha estado depreciando en los últimos años, siguiendo una tendencia contraria a la tendencia regional, pese a lo cual los niveles de cuenta corriente a PIB continúan siendo muy elevados. Asimismo los términos de intercambio se han deteriorado en el período analizado, debido principalmente a la fuerte dependencia de la importación de combustibles. Las condiciones de la financiación externa al comercio, por lo tanto continúan siendo difíciles.

  • EL DETERIORO DE LAS CONDICIONES DE FINANCIAMIENTO EXTERIOR Y SUS EFECTOS SOBRRE EL COMERCIO EXTERIOR DOMINICANO

Vilarrúbia (2010) indica la existencia de estimaciones de que entre el 80 y el 90 por 100 de las transacciones comerciales requieren de algún tipo de crédito, seguro o garantía, otorgadas en la mayoría de los casos por el sistema financiero. Según el reporte de las encuestas  realizado por la BAFT (2009) durante los inicios de la crisis se produjo una caída en el volumen de financiación al comercio, así como la reducción del número de transacciones no colateralizadas (open account) y una caída de la emisión y aceptación de cartas de crédito, lo cual avala la hipótesis a comprobar. Además de los indicadores presentados, el reporte de BAFT también indica que los bancos reportaron que disminuyó el valor de los seguros de los créditos para exportación y las exportaciones de corto plazo de capital de trabajo, siendo las áreas más afectadas los países industrializados y América Latina. Otros indicadores relevantes reportados son los precios de los instrumentos comerciales los cuales aumentaron su precio, lo cual respondió –según la mayoría de los encuestados-  a los incrementos de los costos de los fondos. Otros argumentos utilizados por los bancos en el mencionado reporte fueron que la implementación de Basilea II les había supuesto un incremento en los requerimientos de capital de alrededor de un 43%, lo que tenía a su vez un impacto negativo sobre su capacidad para proveer financiación al comercio.

Así mismo en el citado informe se indica que según estimaciones realizadas por el BM, los problemas en la financiación al comercio contribuyeron a explicar el 10-15% de la caída en el comercio.
Desde la perspectiva empírica se ha constatado la existencia de determinados factores  determinantes de la evolución reciente del mercado de la financiación al comercio. Entre otros se destacan: a) la aversión al riesgo y los fallos de mercado, b) los problemas específicos de los países de bajos ingresos y, c) las prescripciones reglamentarias problemáticas (OMC (2013)). A continuación se analizará para el caso dominicano estos factores de manera que puedan observarse los canales de trasmisión de dichos factores a la financiación externa al comercio.
En cuanto al primer factor, ya que la financiación al comercio es una actividad de corto plazo, es muy dependiente de la refinanciación en el mercado mayorista interbancario de corto plazo. Durante la crisis financiera de 2009  (y esto también se puso de manifiesto en la crisis financiera asiática de 1997-1999), la contracción generalizada de liquidez en los mercados interbancarios debilitó la oferta de crédito comercial por efecto contagio en el sentido de que faltaba liquidez para atender las solicitudes de préstamo y además los préstamos comerciales se veían afectados por la reevaluación generalizada del riesgo debido al empeoramiento de la situación económica mundial. Respecto a los fallos de mercado evidenciados éstos consistieron principalmente en el fracaso de las agencias de calificación crediticia y de todos los mecanismos de supervisión del mercado para detectar los primeros signos de deterioro generalizado de la solidez financiera de los bancos, en concreto la multiplicación de sus operaciones fuera de balance y el consiguiente deterioro de sus perfiles de riesgo. En el estudio de caso de la República Dominicana, dicho factor nos afectó a través de las condiciones de liquidez a que se enfrentan los bancos de cuyo financiamiento externo el país es más dependiente. En principio, dado que como se verá más adelante la estructura productiva del país está fuertemente vinculada a la producción de zonas francas, la cual representa un porcentaje importante de las exportaciones totales (45.5% al 2012) y tiene una fuerte vinculación con la economía norteamericana, por lo que la banca norteamericana y su contracción en la oferta de crédito se convierte en una referencia pertinente para analizar las tendencias del financiamiento exterior accesible a los productores dominicanos, aunque debe considerarse que al interior de las cadenas de valor de las empresas de zonas francas el financiamiento presenta un comportamiento distinto al que se observa en la producción considerada “nacional”. (También la europea, dadas las vinculaciones con la banca europea y aquí la presencia de la financiación para la producción nacional se asume que es mayor).
Con respecto a los problemas específicos de los países de bajos ingresos se destacan las dificultades de los comerciantes de dichos países para acceder a financiación del comercio a precios asequibles, lo cual se puede considerar una característica estructural de dichas economías y que empeoró en la crisis financiera. Entre las limitaciones estructurales relacionadas con la financiación al comercio se destacan la falta de competencias técnicas de los bancos locales, falta de confianza -de ahí las cuantiosas garantías impuestas a los comerciantes que reciben préstamos comerciales- y las elevadas tasas que se deben pagar por los mismos, entre otras limitaciones. Es importante destacar que el índice de impagos comerciales no es mucho mayor en los países de bajos ingresos que en otras zonas del mundo.
Para el caso dominicano se observa que los productores de bienes transables se financian esencialmente a través de financiamiento otorgado por la empresa matriz de zonas francas, a través de la banca internacional,  o a través de la banca local (tanto nacional como extranjera)3 .
Para el caso que nos ocupa, se considerará el financiamiento que se realiza a través de la banca internacional, bien a través de la compra de una carta de crédito en un banco extranjero donde probablemente tenga una cuenta asociada, las modalidades de pagos anticipados, cartas de crédito stand- by entre otras modalidades posibles anteriormente categorizadas a grandes rasgos.
El tercer factor asociado a las dificultades de la financiación al comercio lo ha constituido el fortalecimiento de las normas prudenciales del sistema financiero, es decir los marcos establecidos por Basilea II y Basilea III. Para la OMC (2013), en el marco de Basilea I la financiación al comercio tuvo un trato reglamentario preferencial por su carácter seguro y generalmente de corto plazo. En cambio la aplicación de algunas de las disposiciones de Basilea II resultó difícil para el comercio y el marco de Basilea III añadió a esas prescripciones un impuesto sobre las cartas de crédito que gravaba el apalancamiento. Esta última medida fue muy debatida y finalmente en octubre de 2011 el Comité de Basilea decidió eximir de la obligación de capitalizar las cartas de crédito de corto plazo por un año entero, ya que su vencimiento oscila en promedio entre los 90 y 115 días. Además en enero de 2013 dicho Comité también decidió modificar las prescripciones en materia de liquidez para los préstamos a corto plazo, en particular los solicitados en los países en desarrollo.
No obstante lo anterior, en opinión de Elena Rodríguez (2013), Basilea III supone una reforma sustancial de la regulación bancaria, ya que no sólo modifica las medidas recogidas en Basilea II, mejorando la calidad y el nivel del capital y la captura de riesgos, sino que introduce también nuevas medidas, como los colchones de capital, la ratio de apalancamiento y las ratios de liquidez. La nueva regulación fortalece la solvencia de las entidades y las sitúa en mejores condiciones para resistir crisis futuras, dotando al sistema financiero de una mayor estabilidad. Es importante destacar que en este proceso, se han tenido en cuenta las implicaciones que el endurecimiento de las normas tiene no solo para el financiamiento al comercio, sino para el crecimiento económico en general y por ello, se ha otorgado a las entidades un margen amplio de tiempo para que se adapten paulatinamente a la nueva regulación. Este último aspecto es esencial para evitar que los requerimientos más estrictos tengan un efecto negativo en la recuperación económica. Por último, hay que recordar que las reformas de Basilea III no son una respuesta aislada a la crisis, sino que se enmarcan dentro de un conjunto de reformas más amplio, liderado por el G20, que afecta al sistema financiero en su conjunto y a la economía en general.
Para el caso de la RD la Superintendencia de Bancos de la RD ha estado adaptando la regulación de Basilea al sistema financiero dominicano, para lo cual, entre otras acciones se ha estimado el impacto que tendría en el Índice de Solvencia del Sistema Financiero el requerimiento regulatorio de capital por riesgo operacional calculado según el Método Estándar propuesto por Basilea II. Según los resultados de las estimaciones realizadas, el índice de Solvencia del sistema disminuiría en -2.81 puntos porcentuales, pasando de 18.18% a 15.43% en diciembre de 2012. No obstante lo anterior, no se tiene conocimiento de que las condiciones para atender las necesidades de financiamiento procedentes del exterior se hayan visto perjudicadas por este factor.
Otro factor que pudiera incidir sobre la financiación al comercio es  la reducción del sistema financiero en su conjunto. En este sentido el desapalancamiento de los balances bancarios del sistema financiero en la actualidad, según afirma el Banco de Pagos Internacionales (BPI) (2012), podría dar lugar a una reducción favorable del sector bancario a largo plazo.
Por último señalar que las razones de las diferencias entre la oferta –indicada principalmente por el diferencial en los precios de las nuevas letras de crédito- y la demanda de financiación para el comercio según Auboin (2009,a) son varias.  Mientras que el sector público señala que dichas diferencias son debidas a fallos del mercado, el sector privado culpa a los costos de la nueva regulación, es decir la implementación del Acuerdo de Basilea II. El primero de los argumentos recae en la incapacidad de los operadores del sector privado para evitar el comportamiento en manada, en particular cuando se confunde el riesgo de crédito con el riesgo país, en especial cuando existen rumores de impago soberano. Desde el punto de vista de la regulación, los bancos comerciales señalan que la implementación de las normas de Basilea II provocan efectos anticíclicos sobre la oferta de crédito. Cuando las condiciones del mercado se tensan, los requerimientos de capital para los instrumentos financieros de comercio tienden a aumentar más que proporcionalmente al riesgo cuando la contraparte es un país en desarrollo. Tanto los bancos occidentales como los países en desarrollo se quejan de que los puntajes de las agencias internacionales de ratings mantienen un sesgo contra el riesgo de los países en desarrollo.
A nivel microeconómico las restricciones financieras presentan los siguientes canales para afectar la financiación al comercio: a) los largos períodos de contracción del crédito pueden afectar de manera desproporcionada a determinadas categorías de agentes económicos o a tipos de crédito como el crédito al comercio, independientemente de si se tiene un buen historial crediticio o de seguridad, b) pudiera darse que el aumento de la competencia en los comités de crédito de los bancos que deciden sobre las diversas categorías de préstamos afecten negativamente en el acceso de las PYMES al crédito comercial. Una mayor selectividad en los niveles de riesgo y rentabilidad pudiera no necesariamente contribuir a una mejor asignación de los recursos en el sector financiero; c) la financiación al comercio se puede utilizar como instrumento para reducir el tamaño del balance de un banco y lograr de ese modo un rápido desapalancamiento, lo cual tiene su explicación en que la mayoría de las líneas de crédito comercial expiran al cabo de 90 días –promedio de la duración de las transacciones comerciales-; d) la financiación al comercio también se puede ver afectada negativamente si el redimensionamiento del sector financiero se ve acompañado de la renacionalización de las actividades de préstamo a costa del préstamo transfronterizo. 
En el estudio de caso de la RD se puede destacar que la variabilidad de la tasa de cambio es un determinante de gran impacto en la financiación externa al comercio. De hecho se ha observado que algunos analistas sostienen que una mayor estabilidad de la tasa de cambio contribuye a explicar la sustitución de crédito externo por interno para los préstamos dirigidos al comercio exterior.
Por otra parte, se ha observado que existen dificultades para el acceso al financiamiento para las empresas, especialmente a las PYMES. Según Planet Finance (2011) en su diagnóstico sobre la oferta de microfinanciamiento sobresale el papel jugado por los Bancos de Ahorro y Crédito, entre los que destacan ADOPEM y ADEMI, las cuales entre ambas atienden a casi el 60% de los clientes de microfinanzas del país, lo que equivale a más de 200,000 préstamos vigentes4 .
Una vez esbozadas algunas de las vías por las que se ha producido el deterioro de la oferta de financiamiento externo en los países y en particular para la RD, se pasa a analizar la hipótesis de que el deterioro del financiamiento al comercio fuera una causa relevante para explicar el deterioro del comercio exterior.
Dada la inserción comercial del país, la verificación de la hipótesis de la relación entre el deterioro de las condiciones del financiamiento internacional y el comercio exterior pasaría por el análisis de las fuentes de financiamiento al comercio exterior dominicano y los cambios experimentados en el comercio exterior del país. Se parte de la asunción de que el peso económico de las empresas dedicadas al comercio exterior de bienes y servicios se concentra en unas pocas empresas entre las que destacan las exportadoras de zonas francas y las exportadoras nacionales de  bienes y servicios. Respecto a la concentración de empresas ésta se da más entre las empresas de zonas francas, ya que las empresas dedicadas a la exportación de bienes acogidos al régimen de exportaciones nacionales presentan una producción menos concentrada. En cuanto a las exportaciones de servicios destacan los servicios de call center y los servicios turísticos.

Los cuadros que se presentan a continuación muestran la evolución de las principales exportaciones de bienes y servicios y en ellos se observa la crisis experimentada durante el año 2009, la cual se refleja en general en importantes disminuciones en los valores exportados durante ese año. Dadas las particularidades del aparato productivo dominicano, es posible destacar especialmente posibles conexiones con el financiamiento exterior en los capítulos 72 en la producción nacional y los capítulos 52, 61, 62 y 64 de la producción de zonas francas, debido a la presencia de capitales norteamericanos en dichas producciones (financiamiento intrafirma). Respecto a los servicios de call center y los servicios turísticos, dichas actividades también son con gran probabilidad dependientes del financiamiento exterior, en su mayor parte, ya que en general son empresas con una importante presencia de capital extranjero. 
En cuanto al primer indicador -los créditos de la economía norteamericana-, cuya evolución puede verse en la Gráfica Nro. 5 se observa desde el segundo trimestre del año 2008 tanto crecimientos como decrecimientos, lo cual supone inestabilidad en la provisión de crédito al exterior por parte de la economía norteamericana. En la Zona euro, respecto a la disponibilidad de fondos para financiar el comercio, no se observa una significativa reducción de la posición internacional deudora neta, sino un comportamiento similar al que muestra el financiamiento crediticio otorgado por los Estados Unidos. De manera ilustrativa, los niveles de la posición internacional para la Zona euro en el último trimestre del año 2010 son muy similares a los niveles existentes en el segundo trimestre de 2013. No obstante, los niveles alcanzaron posiciones muy negativas como se puede observar desde el tercer trimestre del 2008 hasta los primeros trimestres de 2009, debido a los efectos de la crisis financiera internacional sobre los flujos financieros de la Zona euro. 
Si bien es cierto que el deterioro de la financiación exterior al comercio sí ha tenido repercusiones, su magnitud es difícil de calibrar dada la escasez de información estadística disponible de este tipo de información en general y, de la cual no se excluye la RD. El Cuadro Nro. 6 permite observar la evolución de dicho indicador desde el año 2007, el cual muestra durante los años 2008 a 2010 la importante afluencia de préstamos al comercio, que nuevamente vuelve a disminuir hasta hacerse negativo en el año 2012, mostrando la tendencia seguida por dicha partida en la última década.
Pareciera que para el caso dominicano, la mayor oferta de créditos al comercio resulta en un empeoramiento en la actividad comercial en algunos períodos y en otros al contrario. Aunque sí se observa que en el período crítico 2008-010, los préstamos al comercio se alinean en general con el signo que esperaríamos que tuvieran según nuestra hipótesis, es decir, una disminución durante el año 2009 respecto al año 2008 y una recuperación durante el año siguiente, esto es el año 2010.
Por otra parte, respecto a la naturaleza del endeudamiento externo del sector privado no financiero de la RD, según se indica en el Censo de Endeudamiento externo del sector privado de la República Dominicana publicado por el Banco Central, se tiene que del monto adeudado en el año 2012 por dicho sector, el 75% correspondió a la partida préstamos, bonos y pagarés y líneas de créditos (US$2,254.1 millones) y el 25% restante fue concertado a través de créditos y anticipos comerciales (US$732.3 millones), casi la totalidad de esta deuda (98.5%) fue concertada en dólares de los Estados Unidos, aspecto este último que sugiere que en las actividades comerciales con el resto del mundo son realizadas casi en su totalidad con esta moneda. Además, debe tenerse en cuenta respecto a las futuras implicaciones entre el financiamiento externo al comercio y el comercio de bienes y servicios de la RD, que se ha estado produciendo una sustitución del financiamiento externo en los últimos años. Según sostiene el Banco Central (2014) respecto a las obligaciones por créditos y anticipos comerciales -es decir, los créditos vinculados a las importaciones y otorgados directamente por los proveedores- , el relativamente escaso riesgo cambiario producto de la estabilidad del mercado cambiario observado en los últimos tres años, -con una depreciación promedio del peso dominicano menor al 4%-, contribuyó a que el Sector Privado No Financiero fuera cambiando su estrategia, reduciendo sustancialmente su endeudamiento externo a través de este instrumento. Este proceso se intensificó en 2012, es decir, el sector privado procedió a sustituir el endeudamiento externo por el interno. El referido comportamiento es cónsono con la reactivación del crédito al sector privado en la última parte de 2012 ante menores costos financieros internos.
El deterioro experimentado en los volúmenes de comercio de la RD puede observarse en el Cuadro adjunto general, Nro. 1, los cuales han conseguido recuperarse desde la crisis de los años 2008/2009. Como consecuencia de tal evolución, en términos reales los saldos por cuenta corriente se han deteriorado en los últimos años, no habiéndose podido alcanzar los niveles existentes en 2007 (-5.3% PIB).
De manera complementaria, el Cuadro Nro. 7 presenta la evolución de las exportaciones e importaciones dominicanas en el período analizado, atendiendo al criterio de clasificación de producción nacional y producción de zonas francas, así como los saldos de la balanza de servicios. En el período 2008-2009 se observa el fuerte deterioro de los flujos de comercio, los cuales experimentan caídas de 18.7% y 2.3% para las exportaciones de bienes y servicios respectivamente y de  23.1% y 7.1% para las importaciones de bienes y servicios, respectivamente.
No obstante considerarse que la hipótesis que se intenta probar en este trabajo es una hipótesis interesante para explicar el deterioro de los niveles de comercio de la RD,  también resulta relevante analizar la existencia de otras explicaciones. En este sentido y siguiendo la argumentación sugerida por Vilarrúbia (2010) existen otras explicaciones de la caída del comercio exterior a parte de las dificultades de acceso al financiamiento entre las que destacamos dos que también estarían incidiendo sobre el país por las características de su aparato productivo. En primer lugar el autor señala que el comercio internacional en general contiene una cantidad más elevada de producción manufacturera que el producto interior bruto por lo que cuando se produce una contracción en el sector manufacturero, ello genera una contracción mayor en el volumen de comercio internacional que en la actividad, medida a través del producto interno bruto. Para el caso de la RD, debido a la estructura de producción para la exportación de bienes, ésta es una explicación que resulta sugerente. En la estructura productiva coexiste un segmento vinculado a las cadenas de producción principalmente norteamericanas a través de las zonas francas, con un segmento que con el nombre de exportaciones nacionales agrupa el conjunto de las exportaciones tradicionales, los productos no tradicionales –los cuales están muy diversificados-, las exportaciones de minerales –ferroníquel y oro esencialmente- y las de bienes adquiridos en puerto (principalmente la gasolina para la aviación). Así se observa una contracción en el sector manufacturero en el período más crítico de la crisis (ver Cuadro Nro. 8), el cual obedece a la contracción en el segmento de la producción manufacturera de las zonas francas5 . Y asimismo se observa que mientras la manufactura disminuyó en 1.2% si se compara el año 2009 con el año anterior, las exportaciones a precios constantes lo hicieron en 7.4%.

Una segunda explicación presentada por Vilarrúbia (2010) se refiere a la mayor integración global de los procesos productivos que en el pasado. Para el autor, la mayor integración de los procesos productivos, con importantes dependencias financieras entre filiales y matrices en países distintos también ha favorecido la trasmisión internacional de la crisis. Para el caso de RD, los segmentos participantes en cadenas de valor internacionales, como son las zonas francas y otros rubros de la producción nacional (por ejemplo el ferroníquel, entre otros) son los segmentos que más han acusado los efectos de la crisis desde la perspectiva de la producción y la exportación.
 
Para el autor citado existen otras explicaciones como son la acumulación excesiva de inventarios en los trimestres anteriores a la crisis, la cual podría haber provocado una parte de la caída de las importaciones en algunos países y, por otra parte, la adopción de medidas proteccionistas sobre el comercio, las cuales se han extendido también en palabras de Vilarrúbia (2010) al proteccionismo financiero, el cual se ha plasmado en la inclusión en los programas de ayuda y estímulo públicos de cláusulas que favorecen a empresas y el mercado doméstico frente al extranjero (la Claúsula Buy American es un ejemplo).

Para el caso de la RD y con respecto al proteccionismo, pese a que el país ha sido denunciado por este motivo  (Rebosio (2013)) en siete ocasiones ante la OMC –tres veces por Honduras, dos por Costa Rica y en una ocasión por El Salvador y Guatemala-, frente a las ciento veinte denuncias consignadas a Estados Unidos, setenta y cinco a la UE y treinta y una a China, los niveles de proteccionismo ejercidos por el país son muy escasos.

4.1 El papel de los bancos multilaterales de desarrollo en la promoción de la financiación al comercio y la actividad exportadora. Caso de  República Dominicana.

No obstante las constataciones de carácter empírico anteriores la fuerte preocupación por parte de algunas instituciones multilaterales6 , surgida a raíz del desencadenamiento de la crisis global fue muy notable y tuvo un impacto importante en el mercado de la financiación al comercio internacional. Este hecho incorpora un elemento adicional de naturaleza política en la contrastación de nuestra hipótesis de trabajo. Es decir, aún cuando las dificultades de la financiación al comercio no fueran tan importantes en la explicación del deterioro del comercio internacional, las autoridades sí estaban convencidas de ello, a tal punto que uno de los puntos del comunicado emitido tras la cumbre del G-20 que se celebró en Londres en abril de 2009 fue la denuncia de la falta de financiamiento al comercio y la necesidad de implementar soluciones.
Pero, antes de pasar a analizar con mayor detalle este punto, introduciremos algo de profundidad en el análisis para darle una perspectiva histórica al mismo. Entre las instituciones que se destacan como impulsoras de  la preocupación institucional por los temas del financiamiento -señala Auboin (2009,a)-, se tiene a la OMC, el FMI, el BM, entre otras instituciones multilaterales. En general, muchos analistas coinciden en que las preocupaciones causadas por la crisis de las economías emergentes en los años 90 donde entre otras características se destacan el problema de crédito y la consecuente disminución en el acceso al financiamiento para el comercio, supusieron un punto de partida significativo. La crisis financiera asiática (1997), por ejemplo, produjo tales secuelas que una cantidad importante de líneas de crédito tuvieron que ser cambiadas de fecha por los acreedores y deudores para que los flujos pudieran activarse.
Señala Auboin (2009,a) que la crisis asiática de los mercados financieros fue un acontecimiento que supuso un cambio en la percepción de los agentes económicos de los mercados financieros. Desde dicho episodio, el mercado de la financiación al comercio no ha sido del todo ajeno a la revalorización del riesgo y ha experimentado dificultades con la liquidez en los mercados y comportamientos en manada en el caso de las corridas de monedas o la repatriación de activos externos. El riesgo comercial en la financiación al comercio, nos señala el experto en financiamiento al comercio Auboin (2009,a), proviene, normalmente, del riesgo de no pago por la contraparte de la operación comercial. Pero, dicha percepción del riesgo ha cambiado debido, entre otros factores, a las fluctuaciones de la tasa de cambio, el incremento del riesgo político y de quiebras de bancos, los cuales determinan los beneficios del comercio.
Así pues, bajo el Mandato de coherencia de Marrakech respecto a la formulación de la política económica a nivel mundial que los Ministros acordaron en abril de 1994, sostiene Auboin (2009,a), las autoridades de la OMC, FMI y BM propusieron la conformación en el año 2003 de un grupo experto en financiamiento al comercio para que examinara las deficiencias del mercado y preparara contingencias.
Volviendo a los compromisos recientemente asumidos en la cumbre del G-20 de abril, éstos representaron una respuesta contundente a la crisis financiera internacional y según señala Alcaide (2011) el G20 se ha convertido durante la crisis financiera internacional en la plataforma de coordinación más importante de políticas económicas a nivel global. Así mismo, es actualmente una fuente esencial de orientación estratégica y de impulso político para los bancos multilaterales de desarrollo (BMD). Fruto de esa reunión los países asistentes se comprometieron a aportar hasta US$250,000 millones en dos años. Tales recursos debían ser gestionados a través de los bancos multilaterales de desarrollo y las agencias nacionales de promoción de la inversión y las exportaciones. Otra importante directriz emanada de la reunión del G-20 fue que en la medida de lo posible se instaba a los reguladores a flexibilizar los requisitos de capital para la financiación al comercio. En este sentido se destaca el retiro del mínimo de vencimiento de un año que imponía la Financial Services Authority del Reino Unido a los productos relacionados con la financiación al comercio.
Por lo tanto, los BMD representan una parte importante del esfuerzo realizado tanto por el sector privado como por el público para proveer de liquidez y crédito al mercado de los exportadores e importadores. En el cuadro adjunto pueden observarse los programas de facilitación de comercio llevados a cabo por los principales BMD y los montos desembolsados desde el inicio de los programas llevados a cabo.
Según se indica en el reporte  BAFT (2009), en enero de 2009 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) incrementó su programa TFFP desde US$400 Millones hasta un máximo de $1Billones. Así mismo también añadió préstamos a su oferta de garantías y de manera que en la actualidad respalda transacciones financieras comerciales nominadas en otras monedas distintas al dólar. BAFT (2009) espera que el BID expanda el límite de los fondos de manera que el programa tenga mayor capacidad y alcance. El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo incrementó en enero de 2009 el techo de su programa de financiamiento al comercio desde EUR 800 Millones a EUR 1.5 Billones. Para aumentar el comercio con Europa del Este, Asia Central, Rusia y Ucrania. En abril de 2009, también el Banco Asiático de Desarrollo aumentó su techo al programa de facilitación para el financiamiento al comercio hasta US$ 1 Billón. El Banco Africano de Desarrollo, en marzo de 2009 estableció una Iniciativa sobre Financiación al Comercio de múltiples fases hasta US$ 1 Billón. También lanzó una nueva línea de crédito para financiar el comercio que permitirá a los bancos comerciales africanos y las instituciones financieras de desarrollo utilizar los recursos del Banco Africano de Desarrollo para apoyar las operaciones de financiación al comercio.
Para estos fines, continúa señalando Alcaide (2011) los BMD realizaron recapitalizaciones importantes entre las que se destacan las llevadas a cabo por el BM, el BID, entre otros bancos7 .   
A lo largo de 2011 las respuestas anticíclicas a los efectos de la crisis económica y financiera fueron mucho más mitigadas ya que en general la economía de los países en desarrollo se vio mucho menos afectada. La principal excepción se produjo en África debido a los conflictos en Costa de Marfil y en los países afectados por las revoluciones del Norte del continente. En este contexto se han producido respuestas anticíclicas a través de apoyos presupuestarios para paliar los efectos negativos de la inestabilidad política.
Respecto a las agencias nacionales, éstas se han dedicado especialmente a la provisión de seguros a la exportación y, en menor medida, de liquidez en la forma de provisión de capital.
Por lo tanto, es de extrañar la resiliencia que caracteriza el segmento de la financiación al comercio desde las crisis de las sub-prime que se iniciaron en el 2007 y cuyos signos más globales aparecerían en el otoño de 2008. Dicha resiliencia, señala Auboin (2009), puede ser parcialmente atribuida a los instrumentos facilitados por las instituciones financieras regionales y multilaterales tras la crisis asiática que acabamos de mencionar.  
En el caso de RD, respecto a las ayudas facilitadas por los BDM se tiene conocimiento, por ejemplo de la ayuda facilitada en 2011 por la Corporación Andina de Fomento (CAF), a través de la aprobación de una línea de crédito por USD 10 millones al Banco BHD destinada a dar financiamiento a operaciones de comercio exterior, capital de trabajo e inversiones en bienes de capital. Por otra parte, el BID incorporó en 2009 al Banco de Reservas de la República Dominicana al Programa de Facilitación de Financiamiento al Comercio Exterior (TFFP, por sus siglas en inglés) del BID. Por medio del TFFP, el BID ofrece garantías para cubrir cartas de crédito, pagarés, garantías de licitación (bid bonds), garantías de cumplimiento (performance bonds), garantías de pago anticipado (advance payment bonds) y otros instrumentos que se utilizan en transacciones de comercio internacional.  Por último RD participa en el Programa de financiación al comercio global (GTFP) de la Corporación de Financiación Internacional (CFI), a través del Banco León. 8
Por último es de hacer notar el hecho de que pese a ser un factor más el financiamiento al comercio entre los determinantes del volumen de comercio de los países, sean tan numerosas las instituciones multilaterales que se han preocupado por el tema de la financiación al comercio y que de hecho han adoptado medidas relevantes al respecto, algunas de las cuales se han mostrado anteriormente. Pareciera que la financiación al comercio se convierte en un elemento central en el sistema económico vigente en la actualidad. Y aún más, al tiempo que un elemento central del sistema económico, es también un elemento afectado por la propia dinámica del sistema de manera que se convierte ser motor articulador de la propia subsistencia del sistema. Pero esto es tema de estudio de otra investigación.
De manera adicional a las medidas anteriormente expuestas sobre apoyo a la financiación al comercio, nos indica  Menichini (2009):
“Cada vez con mayor frecuencia, las agencias de crédito a la exportación están haciendo algo más que asegurando o garantizando los préstamos. El Exim Bank de Estados Unidos está prestando dinero directamente a los compradores no norteamericanos de productos norteamericanos. Medidas similares también han sido adoptadas por Francia, Alemania, Canadá y Japón. En la última reunión del G-20 en Londres se aprobó un nuevo esquema que exige que las agencias provean directamente de la cofinanciación a los bancos para asumir responsabilidad financiera por el comercio”.
A continuación se presentan algunas de las iniciativas llevadas a cabo por algunos países de la región y que pueden también suponer una referencia o punto de partida como mecanismo que RD pudiera considerar para mejorar el financiamiento del comercio desde el ámbito de la iniciativa pública. Veamos:

  • Régimen de financiamiento de exportaciones 9, establecido por el Banco Central de Uruguay. A través de este mecanismo  se otorga financiamiento a exportaciones mediante el régimen previsto en el Libro III de la Recopilación de Normas de Operaciones artículos 19 y siguientes, aplicable a la adquisición o producción de mercaderías destinadas a la exportación tradicional y no tradicional, así como a la colocación de éstas en el exterior hasta el momento de su cobro.
  • Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de la ALADI10 . Es un Convenio suscrito por doce bancos centrales (entre otros el Banco Central de la República Dominicana), a través del cual se cursan y compensan entre ellos, durante períodos de cuatro meses, los pagos derivados del comercio de los países miembros, de bienes originarios y de servicios efectuados por personas residentes, de modo que al final de cada cuatrimestre sólo se transfiere o recibe, según resulte deficitario o superavitario, el saldo global del banco central de cada país con el resto. A lo largo de los años de su vigencia se canalizó por el Convenio de Pagos una cifra acumulada de US$ 274.771,4 millones. De ese total, se pagaron efectivamente US$ 123.821,5 millones (divisas transferidas), representando un ahorro promedio en el uso de divisas convertibles del 55%.
  • La iniciativa -dentro del ámbito de la Banca de Desarrollo- del Banco Nacional de Comercio Exterior de México, BANCOMEXT. Dicho banco  otorga financiamientos destinados a atender los requerimientos tanto de corto como de mediano y largo plazo de las empresas participantes en el comercio exterior mexicano, incluyendo a exportadoras y sus proveedores, importadoras, empresas que sustituyen importaciones y generadoras de divisas. Así mismo también la iniciativa del Banco de comercio Exterior de Venezuela (BANCOEX), el cual también cuenta con diversos servicios de financiamiento al comercio exterior.
  • La experiencia del Banco Latinoamericano de Exportaciones (BLADEX) también resulta interesante. BLADEX es un banco supranacional originalmente establecido por los Bancos Centrales de los países de América Latina y el Caribe para promover el financiamiento de comercio exterior en la Región. Establecido en Panamá, sus accionistas incluyen bancos centrales y comerciales en 23 países de la Región, así como bancos internacionales y latinoamericanos, e inversionistas privados.
  • Para el caso de la RD las autoridades han planteado la creación del Banco de Desarrollo y Exportación el cual permitiría a la RD continuar su expansión y crecimiento en los mercados mundiales (Noticia de Prensa de la Asociación Dominicana de Exportadores, 2013).
  • CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS  

1. Las operaciones de financiamiento al comercio se encuentran hoy en día condicionadas por la proliferación de nuevas regulaciones, las cuales se han hecho más gravosas, reducen los márgenes de beneficios de las instituciones financieras y constriñen a los intermediarios bancarios, así como por la persistencia de los problemas de la deuda soberana, la liquidez del US$ y el desapalancamiento, entre otros, los cuales alteran el modelo de financiamiento al comercio tradicional. Se considera, por lo tanto, necesario incrementar la capacidad de financiamiento al comercio de los bancos comerciales ya que los programas de facilitación al comercio de los Bancos Multilaterales de Desarrollo proveen mucha liquidez, pero no son suficientes por sí mismos para eliminar el gap de financiación al comercio. El sistema financiero según los expertos financieros se mueve a dos velocidades y en general, la economía permanece más volátil e imprevisible que antes de la crisis financiera.  En este sentido, según los resultados de un estudio global sobre financiación al comercio realizado por la Comisión Bancaria de la ICC (2013), se destacan los siguientes aspectos:

  • La financiación de las exportaciones e importaciones, especialmente de las pequeñas y medianas empresas se sigue realizando en giros o adelantos en moneda local, lo cual limita la capacidad para comerciar a un nivel óptimo,
  • El 69% de los encuestados respondieron que disminuyeron los requerimientos de pago de los instrumentos de financiación al comercio, indicando la vuelta a condiciones normales de comercio,
  • El 65% señaló que la implementación de las regulaciones de Basilea III afecta los costos de los fondos, así como la liquidez de la financiación al comercio,
  • Dado que la crisis continúa en Europa, el centro de gravedad comercial se está desplazando a Asia, de hecho el 23% de los encuestados identificaron los mercados del ASEAN como la primera región en la financiación para el comercio,
  • Las cartas de crédito comerciales han disminuido del 44 al 43%, de manera consistente con el cambio en los instrumentos tradicionales de financiación al comercio (-facturas, cartas de crédito, garantías y cartas de crédito en stand by- hacia instrumentos tales como cuentas abiertas estructuradas, lo cual refleja una mayor capacidad de negociación para los compradores o importadores,
  • La estabilización de los cobros de las tasas para la cobertura de riesgo comercial, las cuales se habían incrementado enormemente tras el colapso del año 2009 y por último,
  • Desde la crisis financiera el uso del factoring 11 se ha acelerado. En el año 2012 el volumen anual de factoring fue de EUR 1 trillón. Este significativo aumento se debe a una mayor percepción de riesgo a nivel mundial, pero también al cambio desde el uso de facilidades de crédito a giro y a descubierto, hacia efectos por cobrar y portafolios de facturas a descuento.  En el intercambio comercial internacional, el factoring aumentó un 36% en 2012, generando alrededor de EUR23 billones de volumen anual. Los principales países exportadores acogidos a esta modalidad son China, Turquía y Hong Kong.    

2. El entorno comercial en la actualidad está condicionado por el incremento de las barreras comerciales. Si bien desde la Declaración de Doha en noviembre de 2001 los países reafirmaron su compromiso de expandir mercados, abrirse a la inversión y refrenarse de adoptar medidas comerciales restrictivas, estas economías han incrementado sus prácticas restrictivas comerciales en 74% en 2012, por encima incluso del 60% en 2009. Los países en desarrollo están utilizando más medidas comerciales desde la crisis, las cuales se añaden al número alarmante de políticas antidumping aplicadas entre los países del Sur. Por lo tanto, la acumulación de restricciones comerciales continúa. Las medidas adoptadas desde octubre de 2008 suponen en la actualidad cerca del 5% de las mercancías comercializadas en el G-20 y únicamente alrededor del 20% del número total de medidas comerciales restrictivas tomadas desde octubre de 2008 han sido eliminadas.

Muchos países adoptaron medidas no tarifarias en 2012, entre los que se destaca Argentina, Brasil, India, Rusia, Unión Europea e India.  Si bien lo expuesto con anterioridad, según los reportes sobre el G-20 referido a las medidas comerciales y de inversión emitidos por el Director general de la OMC y los Secretarios generales de la OCDE y la UNCTAD (2013), el sistema de comercio multilateral continúa siendo la mejor defensa contra el proteccionismo y la mayor fuerza para el crecimiento económico, la recuperación y un desarrollo sostenibles.  De hecho, en opinión de las autoridades de dichos organismos multilaterales, el sistema ha probado su utilidad contra las tendencias proteccionistas.

Pero, no todo son barreras comerciales ya que algunos estudios demuestran la existencia de otros factores involucrados en la disminución de los flujos comerciales que pueden resultar incluso más influyentes. De esta manera se tiene que según estimaciones realizadas por la ICC (2013), una mejor administración aduanera, acompañada de mejoras en el transporte e infraestructuras en las telecomunicaciones podrían aumentar el comercio en 14.5%, mientras que la eliminación de las tarifas supondría un crecimiento de 10.1%.

Y también, un estudio realizado a diez países por el Centro Internacional de Comercio (ITC, por sus siglas en inglés), revela que existe una relación inversa entre la disponibilidad de crédito y los efectos de los costos relacionados con las medidas no arancelarias sobre los exportadores. En efecto, la variación en la disponibilidad de crédito explica una tercera parte de la variación de cómo los exportadores son afectados en sus relaciones comerciales con terceros países.

4. A continuación se señalan algunas tendencias de manera no exhaustiva para el mercado financiero del comercio, sostenidas por algunos analistas de dicho mercado, las cuales contribuyen a enmarcar la evolución futura del mismo:

  • Aparición de activos de comercio, los cuales son de corto plazo, menos arriesgados y relativamente líquidos. Dado que estos activos son muy demandados se ha generado un exceso de liquidez en los mercados de corto plazo, presionando a la baja los precios.
  • La recuperación continúa frágil, especialmente en los mercados emergentes, donde las condiciones crediticias continúan siendo tensas, el acceso a financiamiento permanece por debajo de los niveles anteriores a la crisis y los préstamos no ejecutados están creciendo.
  • Cada vez más exportadores y bancos buscan protección para sus efectos y cuentas comerciales por cobrar a través de las aseguradoras de crédito. La demanda está impulsada por la volatilidad actual en los entornos globales los cuales hacen necesario mitigar el riesgo a través de las aseguradoras de crédito.

La evolución de los seguros de los créditos comerciales de corto plazo, donde China y Brasil representan los países más importantes de los 10 principales países asegurados por los miembros de Berne Union, indican cambios también en el panorama del comercio a nivel global. Mientras Europa y Estados Unidos son todavía poderosos socios para el comercio mundial, nuevos patrones están emergiendo.

  • Desde la crisis financiera, la financiación al comercio entre bancos ha estado creciendo. Este es el método preferido de los bancos que se está utilizando en Colombia, Rusia, Turquía y Filipinas, entre otros países. Estas formas de financiamiento han superado en un 30% desde el año 2010 a las formas de financiación al comercio a través de préstamos no bancarios.
  • El financiamiento en la cadena financiera será la principal fuente de innovación en la financiación al comercio, entre las continuas y rápidas transformaciones en la división industrial del trabajo, el comercio entre empresas en la cadena de la oferta y empresas que están corriente arriba o corriente abajo.
  • Existe una preocupación generalizada respecto a cómo afectarán en el entorno global del financiamiento el marco regulatorio, convirtiéndose en la principal fuente de incertidumbre para el comercio y la financiación al comercio.

La agenda de exportación de los países en desarrollo persigue el incremento de las exportaciones como antídoto para el bajo crecimiento post crisis. Dadas las diversas regulaciones en cada país, se considera muy importante que exista una aproximación coordinada a los acuerdos de comercio, ya que el mundo está cada vez más interconectado y las nuevas generaciones de acuerdos de libre comercio han concluido.

  • La problemática asociada al financiamiento exterior al comercio en el caso de RD en comparación con otros países, ha tenido una menor incidencia en términos relativos ya que como se ha explicado o bien es financiamiento obtenido en el propio sistema financiero del país o bien es financiamiento intraempresa (entre casa matriz y filial). Esta comprobación se convierte, por lo tanto, en una característica relevante del tipo de inserción externa del país en la economía internacional, donde el aparato productivo está fuertemente vinculado al sector externo a través de las manufacturas de las zonas francas y los flujos financieros procedentes del exterior -y muy vinculados a la inversión extranjera directa- los cuales han favorecido aquellos sectores y actividades vinculadas a ésta, entre los que destacan minería, comercio, electricidad, turismo entre otros sectores.  Es oportuno, por lo tanto, plantearse si una mejoría en el acceso al financiamiento al comercio exterior del país pudiera representar ganancias en términos de los flujos de comercio, dada la estructura productiva de transables actual.

Y por otra parte, pudiera pensarse en mejorar los mecanismos de acceso a financiamiento externo para el comercio a través de las propuestas existentes de naturaleza multilateral brevemente señaladas, en coordinación con el sector productor de bienes transables que pudiera beneficiarse de dicha facilidad de acceso a financiamiento. Esto sin duda alguna, generaría cambios en la inserción internacional del país y podría contribuir a diversificar la oferta exportable.
7. Para el caso de la RD, así como de otros países en general se hace difícil extraer conclusiones de carácter prescriptivo, sino que las mismas más bien son de carácter indicativo debido a las dificultades de la disponibilidad de estadísticas de la financiación externa al comercio y las propias deficiencias de las estadísticas de flujos comerciales internacionales.  Son pocos los países que han hecho esfuerzos en el sentido de mejorar las estadísticas de esta variable. Brasil es un ejemplo en este sentido al mejorar esta información.12 Dado lo anterior, las ideas extraídas en la presente investigación tienen más bien una naturaleza asociativa y tendencial.

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  • Ocampo, José Antonio (2012): “La arquitectura financiera mundial y regional a la luz de la crisis”, Serie Macroeconomía del Desarrollo, CEPAL,  2013.
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  • Organización Mundial del Comercio (OMC) (2013): Informe sobre comercio mundial, Factores que determinan el futuro del comercio, Ginebra.
  • Paravisini, Daniel et al. (2011): “Disecting the effect of credit supply on trade: Evidence from matched credit- export data”,   National Bureau of Economic Research, Working Paper 16975, Cambridge, April.
  • Planet Finance (2011): Soluciones Durables para la Inclusión Financiera. Informe sobre el sector del financiamiento de las MIPYMES en la República Dominicana. Situación actual y recomendaciones estratégicas para el desarrollo del sector, 2011, Santo Domingo.
  • Promipyme (2013): Un año después: Banca Solidaria exhibe logros que enorgullecen la institución, 18 de noviembre.
  • Rebosio, Alejandro (2013): “¿Quién es el proteccionista?”, El  País Digital, noviembre 2013.
  • Titelman, Daniel (2012): “La banca multilateral y el financiamiento del desarrollo en un contexto de volatilidad financiera”,  en Gobernabilidad e integración financiera: ámbito global y regional.
  • Vilarrúbia, Josep M.(2010): “Crisis y recuperación del comercio internacional: El papel del financiamiento al comercio”. Revista de Economía, Ministerio de Economía y Competitividad de España, marzo abril 2010, Nro. 853.
Zignago, Soledad (2010): “Determinantes del comercio internacional en tiempos de crisis”, Working Papers Banco Bilbao Vizcaya Research. Número 10/16, Madrid, Junio.  

NOTAS

El forfaiting es una modalidad de financiación de exportaciones que consiste en el descuento sin recurso, por parte de una entidad financiera, de los derechos de cobro de una serie de efectos mercantiles que el exportador recibe para instrumentar el pago diferido de operaciones comerciales de compra/venta. Los instrumentos susceptibles de ser financiados son las letras y los pagarés, ambos con el aval de bancos de primera línea. El plazo admitido suele ser de entre 6 meses y 5 años.

2Para autores como Levchenko, Lewis y Tesar (2010) al analizar las causas del derrumbe de Estados Unidos encuentran que los efectos de composición explican lo esencial de la caída, seguidos por los efectos ligados a la importante especialización comercial. No obstante, no encuentran un efecto significativo en las restricciones del crédito. Francois y Woerz (2009) también muestran que el efecto composición es clave para entender el colapso comercial de Estados Unidos y China.

3En la actualidad, la banca local ofrece productos financieros para comerciar con el exterior tales como: Cobranzas de Importación, Cobranzas de Exportación, Cartas de Crédito de Importación, Cartas de Crédito de Exportación, Cartas de Crédito Stand-by, Financiamiento de Bienes Capitales, Financiamiento para la pre-exportación, Financiamiento para la exportación; Financiamiento para la
Financiamiento para la importación, Factoring internacional, entre otros.                     

4 También las Cooperativas de Ahorro y Crédito son una importante fuente tradicional de servicios financieros para las poblaciones de menores ingresos, especialmente en zonas rurales con bajos niveles de penetración de la banca privada. En tercer lugar se puede mencionar el mercado de las ONGs el cual, destacan los autores, es atomizado, con más de 10 organizaciones pequeñas y medianas con servicios de microcrédito. Se estima que atienden a unos 95,000 clientes, lo que representa un 24% de los microempresarios del país. En cuarto lugar, en cuanto al papel de la banca en este segmento se tiene el caso del Banco de Reservas, a través de dos programas orientados hacia la MIPYME: MERCAMYPE (montos entre RD$ 25,000 y RD$ 250,000) y MULTIPYME (montos entre RD$ 250,000 y RD$ 3,000,000). MERCAMYPE había atendió en 2009 a unos 4,100 clientes, con una cartera de RD$ 224 millones. Otros bancos múltiples que han incursionado en las microfinanzas son ScotiaBank, el Banco Popular y el Banco Agrícola (banco público cuya cartera está destinada a pequeños productores en un 50%). Por último el programa PROMIPYMES tiene aproximadamente 27,000 créditos colocados y su objetivo institucional es apoyar a por lo menos 100,000 MIPYMES al año. Los créditos de PROMIPYMES oscilan entre los RD$ 10,000 y los RD$ 3 millones. También es de destacar el papel realizado por Banca Solidaria programa que durante su primer año de gestión (octubre 2012/2013) ha desembolsado la suma de RD$2,795,545,948 en préstamos a micros y pequeños empresarios y comerciantes de toda la geografía nacional. Con esos recursos se han beneficiado 51 mil 304 empresarios.

5 Para ese año las exportaciones de zonas francas respecto al total de las exportaciones representaron el 69.2% en valores corrientes.

6 BAFT,  Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, OMC,  entre otras.

7 En detalle las capitalizaciones fueron las siguientes según Alcaide (2011):

 •          Abril de 2010, el Comité de Desarrollo aprobó una ampliación general y otra ampliación selectiva de capital del Banco Mundial, esta última para redistribuir las cuotas de poder interno del Banco a favor de los países emergentes y en desarrollo.

•           Julio de 2011, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la Asamblea de Gobernadores aprobó la novena ampliación de capital, aprobándose la resolución en enero de 2012.

•           Agosto de 2009 y noviembre de 2011, el Directorio de la CAF aprobó en sendas ampliaciones de capital.

•           Junio de 2011, el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), realizó una ampliación de capital.

•           Por último mencionar que con anterioridad a la crisis financiera del 2009, el Banco Africano de Desarrollo (BAFD) había aprobado su estrategia a medio plazo para el período 2008-2012 y no se contemplaba la necesidad de una ampliación de capital antes de 2013. La crisis financiera mundial obligó a replantearla y a acelerar la sexta ampliación de capital, de forma que se pudiera aumentar el apoyo a los miembros regionales y ayudarles a mantener el nivel de inversiones, así como minimizar los efectos negativos de la recesión. El BAFD respondió rápidamente y con eficacia a la demanda de los miembros regionales, aprobando el Consejo de Gobernadores, en mayo del 2010, la sexta ampliación general de capital del Banco.

•           La ampliación de capital aprobada en 2009 por la Asamblea de Gobernadores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) no ha entrado aún en vigor.

8 El programa ofrece a los bancos confirmados garantías parciales o totales para cubrir los riesgos de pago en los bancos de los países en desarrollo. Estas garantías son transacciones específicas y aplican a las letras de crédito, los registros y  facturas de intercambio relacionadas con el comercio, demanda y comportamiento de los bonos, garantías de pagos anticipados y créditos a los ofertantes por los montos de las importaciones de bienes de capital. En adición CFI provee fondos a los bancos para el pre financiamiento de exportaciones de corto plazo.

9 Se puede consultar en  http://www.bcu.gub.uy/Politica-Economica-y Mercados/Paginas/Financiamiento-de Exportaciones.aspx.

10 El texto del mencionado convenio puede consultarse en http://www.aladi.org/nsfaladi/convenio.nsf/Vtextoconvenioweb/texto

11 El factoring (factoraje)  consiste en la adquisición de créditos provenientes de ventas de bienes muebles, de prestación de servicios o de realización de obras, otorgando anticipos sobre tales créditos, asumiendo o no sus riesgos. Por medio del contrato de factoraje un comerciante o fabricante cede una factura u otro documento de crédito a una empresa de factoraje a cambio de un anticipo financiero total o parcial. La empresa de factoraje deduce del importe del crédito comprado la comisión, el interés y otros gastos.

12 Los esfuerzos de América Latina son muy tímidos por el momento. Hasta ahora sólo Brasil y México pertenecen al Comité de Sistemas de Pagos y Compensaciones, lo cual permite disponer de información sobre pagos internacionales realizados. Para más información consultar   http://www.bis.org/publ/cpss116.pdf.


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