Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352


Economía de Cuba


EVOLUCIÓN Y DESARROLLO DE LA ECONOMÍA Y LA SOCIEDAD CUBANA ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XVIII



Franklin Calderón Pico
fcalderin@ismm.edu.cu




RESUMEN

El estudio de las economías de las diferentes regiones suele ser muy difícil de analizar, el desarrollo, crisis y recesiones de cada país tiene sus peculiaridades; su análisis suele ser uno de los dilemas pendientes en la economía mundial; para comprender el desarrollo económico de un país hay que ir atrás en el tiempo, en el caso de Cuba su desarrollo económico constituye un análisis de los más complejos del continente, desde su descubrimiento en 1492 por el Almirante Cristóbal Colón y su conquista por Diego Velásquez hubo un transito ascendente en la economía que en sus inicios fue lento, la toma de medidas precisas y oportunas además de los adelantos tecnológicos hizo salir a la economía de la isla de su etapa de decadencia dicha economía se basó en la explotación de la masa indígena y luego de esclavos traídos de España y luego de África, así como el desarrollo del comercio directo con la colonia y el comercio de contrabando que hizo prosperar a diferentes ciudades, también la mezcla de diferentes razas hace surgir un nuevo ser social, el criollo que junto con este concepto nace el concepto de Patria y el desarrollo de todas las ramas dentro de toda la sociedad, ahora haremos un análisis de la evolución económica y social del siglo XVI al XVII.

Palabras clave: recesiones, peculiaridades, dilemas, decadencia, criollo.

 

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Calderón Pico, F.: Evolución y desarrollo de la economía y la sociedad cubana entre los siglos XVI y XVIII, en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 158, 2011. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/cu/2011/


Economía del siglo XVI.

Diego Velásquez iniciaría en 1510 con una prolongada operación de reconocimiento y conquista plagada de cruentos incidentes fundaría las 7 villas en la isla, que permitiría la explotación de recursos naturales del país.
La actividad economica fundamental de los conquistadores se sustentó en el trabajo indígena, entregados a los colonos por la corona mediante el sistema de encomiendas una especie de concesión personal mediante lo cual el colono se comprometía a vestir, alimentar y cristianizar al aborigen a cambio de que trabajase para él.
La búsqueda de yacimientos de oro caracterizó  los primeros años de la conquista española en Cuba. Siempre con el propósito de los colonizadores que consistía en el enriquecimiento basado en la búsqueda de oro.
Este mineral se encontraba en nuestra isla en forma de pepitas mezclada con la arena de algunos ríos, por lo que los trabajos se realizaron a través de los lavaderos de oro. Estos eran lugares situados en las márgenes de los ríos y arroyos o en placeres cercanos a ellos.
Algunas de las zonas conocidas donde se desarrollo esta actividad, fueron Baracoa, en las márgenes de los  ríos Arimao y Agabama y la sabana de Guaracabuya, en la etapa de mayor producción se explotó la zona comprendida entre Puerto Príncipe y Bayamo, donde la región de Jobabo (Cueiva) fue la más productiva. Existen indicios de que estos lavaderos rindieron 50 000 pesos en los primeros 5 meses de su explotación. Otra zona de donde procedían los yacimientos eran Guaimaro, Jibas y Holguín.
La producción aurífera se concentró fundamentalmente, entre los años 1517 y 1519 en la segunda mitad del siglo XVI  donde el mineral estaba casi extinguido, las etapas de mayor producción fueron entre los años 1517 y 1519 con 100 000 y 112 170 pesos respectivamente.
La caída de la producción auríferas se  debió al agotamiento de los lavaderos de oro así, como a la rápida extinción de la población indígena, a causa de su explotación indiscriminada que ejercían los colonizadores para saciar su sed de oro. (1)
Según el Dr. Eduardo Torres Cuevas en su libro Historia de Cuba 1492_1898 expone la lógica de la repartición del oro obtenido por los colonos que una parte de esta riqueza pertenecía a la corona, una décima parte si era obtenida por esclavos y una quinta si era obtenida por indios encomendados.
Para trabajar, organizar y controlar esta producción se lograron una serie de funcionarios:
El primer funcionario real nombrado fue el marcador y fundidor de oro. Para este cargo fue designado Hernando de la Vega, en febrero de 1512.
El platero Fue Cristóbal de Rojas para ejercer el cargo en Santiago de Cuba.
Otro funcionario de mucha importancia fue el veedor de fundiciones que se encargaba de pesar, aquilatar, presenciar el acto de fundición, separar la parte correspondiente al rey, así como demarcar y contraseñar las barras que pertenecían al colono. Al parecer por investigaciones hechas la primera fundición estuvo en Baracoa de donde pasó a Bayazo y desde 1515 pasó a Santiago de Cuba.

La etapa final de los lavaderos de oro, coincidió con el inicio de la explotación de otro mineral, el cobre.
La extracción del cobre a diferencia de la extracción del oro, era una empresa particular del rey. En 1529 los conquistadores que buscaban oro en Santiago de Cuba mandaron muestra del mineral (cobre) a España.
El monarca Carlos I estaba interesado en otros metales además del oro respondía a las crecientes necesidades españolas sobre todo militares y en las empresas navieras que no podían ser cubiertas.
En septiembre de 1530 los oficiales reales Lope Hurtado y Hernando de Soto refirieron al rey el hallazgo de las minas de cobre en Santiago de Cuba que primeramente se le llamó Santiago del Prado.
 Para suplir las fuerzas de trabajo indígena casi extinta se recurre a la esclavitud negra, es decir, esclavos negros que era una raza mas fuerte y resistente que se adaptaban muy bien al clima de la isla, es importante decir que los primeros esclavos provenían de España, que antes de que empezara la esclavitud negra en América ya España era una potencia en esta actividad, provenían de esta nación porque la corona exigía que las personas que vinieran a Cuba debían estar cristianizadas.
A mediado del siglo XVI Cuba estaba dando pasos decisivos para una transformación tanto social como económica, una mutación de los sustratos evolutivos en que esta se desencadenaba.
Según el Dr. Torres Cueva esta se divide en dos momentos significativos una se extiende hasta la primera década del siglo XVII cuando se divide la isla en dos gobiernos y se generalizan nuevas formas evolutivas, y la otra se manifiesta desde 1608 hasta 1699, en la cual se reafirma la nueva orientación y se supera definitivamente la etapa de decadencia.
Tres ciudades, La Habana, Bayamo y Santiago de Cuba por razones históricas, presentaban una mejor situación a causa de sus excepcionales ventajas geográficas y naturales, auque las dos primeras no alcanzaban sus anteriores cifras de población.
Las ciudades mencionadas anteriormente eran las importantes y populosa de toda la isla, con un gran desarrollo económico ya fuera legal o ilegal. Las villas más pobladas Puerto Príncipe y La Habana no sobrepasaban la cifra de población de la gran villa del cauto.
En la primera década del siglo XVII La Habana, en su condición de puerto de escala de los barcos que provenían de la nueva España se había convertido en la ciudad principal de la isla. El crecimiento demográfico habanero se demuestra a partir de que entre 1570 y 1620 aproximadamente, la ciudad mostró el mayor crecimiento poblacional de todo el continente incluso mayor que las ciudades de México, Lima, San Francisco de Quito, La Plata, Potosí y Mérida, todo esto relacionado por el movimiento migratorio mencionado.
Hacia finales del siglo XVI el número de esclavos sufrió un incremento, estos se destinaban a los trabajos más duros, se utilizaban en las minas de cobre, eran los encargados de abrir caminos, también en la construcción de fortificaciones como la forma de tomar medidas para evitar los ataques de corsarios y piratas a La Habana.

Hacia nuevas formas de producción. Factores para el cambio. ( siglo XVII)

A partir de los años 50 se había comenzado a producir una nueva modalidad de colonización por doblamiento, que se sustentaba fundamentalmente en el núcleo español primitivo, sus descendientes, la emigración europea y los esclavos negros procedentes de África. Al menguar la explotación aurífera se inició un proceso de readaptación económica y la cría de ganado pasa a ocupar el primer renglón económico de la isla.
Los escasos pobladores de origen europeos que permanecieron en la isla emprendieron a partir de ese momento la búsqueda de nuevos renglones productivos y la ganadería fue la opción más recurrida del momento.
Durante el siglo XVII se manifestaron con mayor o menor fuerza, las principales líneas de producción de Cuba durante toda la etapa colonial e incluso mucho después.
Las estancias en sus inicios había sido una explotación mixta, y se fue definiendo a partir de la segunda mitad de este siglo como esencialmente agrícola.
Hacia 1550, las estancias se agrupaban entorno a las villas y ciudades, mientras que paralelamente se multiplicaban en todo el territorio los hatos y corrales.
 Conviene destacar que a mediados del siglo XVI, la caña de azúcar y el tabaco estaban mezclados con otros cultivos en la estancia, y que los primeros ingenios y trapiches habaneros fueron fomentados dentro de las estancias.
No fueron estos renglones, como ya se ha expuesto los que caracterizaron la economía de la isla durante la segunda mitad del siglo XVI, sino la ganadería. Esta remontaba su origen a la llegada a Cuba del grupo de Valazquistas, ocupó un primer plano a partir del despoblamiento que se produjo desde la conquista de México (Nueva España) hasta la Florida.
 Las excelentes condiciones territoriales propiciaron un rápido incremento de la masa ganadera. Esta producción tenía ventajas, no necesitaba de muchas manos de obras y además procuraba importantes ganancias.
Unos de los primeros oficios que se desarrollo en la isla fue el curtidor de cueros, dada la amplia demanda que tenía el cuero que tenía múltiples usos tanto en el comercio regular con la corona española como en el comercio de contrabando.
Según  el  Dr. JulioLe Riverend Brussone en su libro Historia económica de Cuba plantea que las primeras industrias cubanas fueron los primeros ingenios que se fundan en La Habana a partir del siglo XVI. A mediado de 1600, se concedió, por Real Cédula el 24 de julio de 1600, un préstamo de 40 000 ducados a los principales dueños de ingenios de La Habana. Este debía ser pagado en el término de 8 años y se hizo efectivo en 1602. En 1603 existían en la villa y sus alrededores 31 propietarios de fábricas de azúcar.
Durante esta etapa la minería solo tuvo importancia en la región oriental. En 1599 las minas de Santiago de Cuba fueron puestas en explotación por Francisco Sánchez de Moya, quien había sido designado a estos efectos por la corona española. En esos momentos, la extracción y fundición de cobre alcanzaba una importancia especial tanto por el incipiente desarrollo azucarero que utilizaba pilas y otros objetos de este metal así como el incremento de la fortificación del caribe que demandaba cañones.
Se establece en La Habana la Casa de Fundición de Artillería la cual tuvo una corta existencia, pues en 1607 fue desactivada. La explotación de las minas de cobres siguió en 1608 estas disponían de una dotación de esclavos de 189 esclavos adultos, de ellos 49 eran mujeres, 26 niños entre 8 años y 2 meses de edad y los restantes eran hombres 114.
Cuba tuvo un gran impulso en las construcciones navales de gran tonelaje que se debió a Pedro Menéndez de Avilés quien en 1568, llevó a España buques agalerados con remos, construidos en la isla. Entre 1572 y 1591 se votaron en la Habana 9 fragatas. Por esta fecha se conoce también de construcciones navales en la villa de Bayamo que disponía de dos astilleros. En 1590, laboraron en el muelle de San Francisco La Habana, 116 oficiales entre carpinteros, acerradores y herreros, que con su trabajo la isla ocupó uno de los primeros lugares dentro del continente en las construcciones navales.
En esta etapa surge en la isla un nuevo ser social diferente a sus progenitores españoles, africanos e indios, el criollo. Este es el resultado de la mezcla de razas que existía en la isla. Sus rasgos definitorios irían tomando forma a través de su relación con un medio natural, social y espiritual diferente al de sus padres.
Este Nuevo ser social tenía una nueva serie de características, eran nacidos en Cuba, sin nexo emocional con el lugar de origen de sus progenitores. Gustos, hábitos, costumbres, tradiciones, modo de pensar y actuar, responder a sus necesidades espirituales y a los intereses específicos surgidos en el medio social y nacional. Su lenguaje y modo de expresión  llenos de nuevos conceptos, muchos tomados del acervo indio o negro, conforman no solo un modo original de decir, de definir, si no también de pensar. Su espiritualidad se expresa a través de simbolizaciones religiosas que ya no responden a lo externo español.
El caso más significativo de la espiritualidad criolla fue el de la virgen del cobre. En las minas de Santiago del Prado o del cobre; su administrador Francisco Sánchez de Moya impone la virgen de Toledo protectora de los herreros españoles, poco después en 1612 trasladaban a las minas la nueva virgen hallada en la Bahía de Nipe. Durante cierto tiempo la virgen de Toledo se mantuvo en el centro del lugar y la virgen del cobre en las afueras. Pero poco a poco se impone el símbolo criollo sobre el español.
El concepto de criollo se aplica a los naturales del país, unido a este concepto en el siglo XVI nace el concepto de Patria. El concepto de Patria no solo designó a una región o localidad donde se nace, si no, también los intereses y en destino común de los hombres que la habitaban.
 Como estos dos conceptos se dieron dentro del contexto de las políticas españolas imperiales y del resto de sus rivales, los criollos se vieron sometidos a varios factores internos y externos. Primó en ellos como es lógico la defensa de sus intereses regionales, la de sus patrias locales, frente e independientemente de los imperiales o lo de sus rivales. El absolutismo político del Consejo de Indias y del monopolio comercial de la Casa de Contratación de Sevilla estrangulaba la vida económica de las villas a excepción de La Habana y Santiago de Cuba por la que circulaban el comercio imperial.
 El surgimiento de las rutas de contrabando puso en contacto a las zonas que lo practicaban con los proscritos bucaneros ingleses, holandeses y franceses. Sus economías sobre la base de este libre comercio sin reglas ni leyes se desarrollaron.
Bayamo la villa en su máxima expresión de esta actividad mostraba tal desarrollo económico que los obispos querían trasladar su catedral a esta villa.
El gobernador de la isla Pedro de Valdés decidió acabar con el contrabando de los bayameses, y en 1603 envía una tropa al mando de Melchor Suárez pero esta fue cercada y obligada a regresar a la capital. Entonces el gobernador envía a Juan de las Cabezas Altamirano el obispo de la isla para que por medio de la persuasión convencer a los bayameses de abandonar dicha actividad. El obispo al conocer que la iglesia era una de las principales participantes en esta actividad de la cual obtenía sus importantes ingresos, los mayores de la isla, este se compromete activamente a estos negocios.
En 1604 el bucanero francés Gilberto Girón rapta al obispo Juan de las Cabezas Altamirano porque la iglesia no le había pagado la mercancía que había entregado, su acción puso en evidencia el clandestino comercio el la villa de cauto (Bayamo). El pueblo bayamés decide rescatar al obispo, atacan al bucanero, el cual muere junto a sus hombres.
El obispo y el alcalde de la villa de bayamo le escriben sendas cartas al rey para presentar la acción como un hacho heroico contra los infieles y enemigos de la religión y el rey.
A través de este hecho surge la obra más antigua con que contamos :”Espejo de paciencia” de Silvestre de Balboa, en la cual se narran los hechos ocurridos, se trasmite la mentalidad del criollo y la fuerza que tiene en él el sentimiento de Patria.
Según la dra. Francisca López Cibeira en su libro Cuba y su historia plantea que los cambios en la evolución económica, social y poblacional de Cuba empezaron a ocurrir entre1553 y 1608 incluida la ya citada etapa de decadencia y cambio que tendieron a definirse y organizarse entre 1609 y 1699.
A principios del siglo XVII, el azúcar se había convertido en uno de los productos tropicales más demandados. En estos momentos existían en la isla tres zonas pioneras en el desarrollo de la producción azucarera: La Habana, Santiago de Cuba y Bayamo, la primera comerciaba sus productos con la península de Sebilla, las otras dos la destinaban a tierra firme especialmente a Cartagena de India Colombia.
La difusión de la industria azucarera provocó significativos cambios en la estructura agraria inicial y en razón de este desarrollo comenzaros a conceder mercedes de tierras para dedicarlas al cultivo cañero y el fomento de ingenios, iniciándose así el proceso de demolición del latifundio ganadero  en La Habana.

Economía del siglo XVIII.

 Ya para el siglo XVIII todas las tierras estaban repartidas en la isla particularmente en el occidente y las de las grandes sabanas, pero se mantenían improductivas y despobladas, el tabaco iba adquiriendo un auge en su producción que desde 1717 la corona estableció la Factoría para controlar, fiscalizar y racionalizar su producción y venta.
Según  el Dr. JulioLeRiverend en su libro Historia Económica de Cuba plantea que la producción azucarera  se  desarrolla junto con la industria del tabaco. Las nuevas fábricas o trapiches se ubicaron en las proximidades de los centros urbanos que contaban con puertos importantes como lo es La Habana   y Santiago de Cuba.
En la  medida que las villas y ciudades fueron adquiriendo una actividad mayor  y con ella aumentaba su población se desarrollaron en sus cinturones productivos las estancias. Forraje para animales de carga y de montar , aves de corral y ganado menor, yuca, boniato y otros productos alimenticios para completar la dieta de la población urbana dieron vida a las estancias   que nutría el comercio de las plazas y vendedores ambulantes.
El desarrollo de las ciudades fue marcadamente desigual debido a que estaba asociado a sus posibilidades comerciales. La Habana llegó a ser a mediados del siglo XVIII la tercera urbe y el primer puerto del Nuevo Mundo con una activa actividad portuaria y comercial. Destacaba en ella el Real Astillero, el mayor de América que  había sido activado en 1725 según los doctores Oscar Loyola Vega y Arnaldo Silva León en su libro Cuba y su historia destacan que el hecho más notable de la vida urbana en este periodo es que surge la primera red educacional del país que de acuerdo con la legislación española esta era responsabilidad de la iglesia.
En 1728 se funda la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana, regentada por los dominicos, cuyos rectores y profesores fueron criollos hasta su secularización en 1842.
Surge el  colegio de San José de la Compañía de Jesús que junto a los conventos de Belén y San Francisco imparten la enseñanza en la capital, aunque con orientaciones diferentes.
Se funda en esta etapa el Seminario San Basilio el Magno en Santiago de Cuba en 1722.
El desarrollo alcanzado por la isla y la colonia española en sus posiciones en todo el continente despertó el interés de otras potencias una de estas potencias fue Inglaterra que se encontraba en guerra con España. La cercanía de las potencias inglesas establecidas en la Florida facilitó que en la mañana del 6 de junio de 1762 ocurriera uno de los hechos más importantes de la historia de Cuba, La toma de La Habana por los ingleses donde se puso de manifiesto el verdadero sentimiento criollo con la máxima expresión en la figura de José Antonio Bullones (Pepe Antonio) y otros criollos que se enfrentaron a la furia inglesa con el objetivo de impedir la toma de La Habana; aunque no lo lograron demostró la vulnerabilidad de las fortificaciones españoles en la isla y la falta de organización en las tropas militares.
Después del ataque a La Habana Carlos III rey de España envía a la isla al teniente general Ambrosio de Funes Villapando (Conde de Ricla) que llegaba a la isla el 6 de junio de 1763, este le dio un giro a la estrategia española en la isla. Primeramente se dedicó a reconstruir las fortificaciones destruidas por los ingleses y después a organizar los cuerpos de defensa.
La base de todo ese sistema defensivo no era otra cosa que la reorganización y reorientación de la economía de la isla. Esta reconstrucción y reorganización de los cuerpos de defensa tenían como objetivo principal  proteger a La Habana de nuevos ataques enemigos.
Ricla puso énfasis en cambiar los centros de poder y estructuró una nueva organización política centralizada en el capitán general como jefe militar y gobernador superior. En la base de esta estructura política  estaban los capitanes de partidos que asumieron funciones civiles y militares en ciudades, villas y pueblos, todo esto estaba dirigido a restarle poder a los cabildos y ayuntamientos.
  Se ha demostrado que la economía y la sociedad cubana tuvieron una gran evolución y desarrollo basado desde sus inicios de la conquista en el trabajo esclavo y la explotación de barios grupos humanos pero también se van manifestando las primeras expresiones de pensamiento en cuanto a la liberación y el monopolio colonial español que ahogaba a la economía de la isla, también comienzan a observarse las primeras manifestaciones de luchas sociales en la historia de Cuba como consecuencias de las medidas tomadas por la corona donde los principales protagonistas van a ser la masa explotada de la sociedad cubana.
                                                              

Conclusiones.

Después del desarrollo económico alcanzado por Cuba entre los siglos XVI y XVIII en este último siglo en la sociedad criolla estaban sentadas las bases para un despegue vertiginoso en sus principales renglones productivos que con el transcurso del tiempo llegaría a ser una de las naciones más codiciadas por los países imperiales de las diferentes partes del mundo.
Todavía nuestro pueblo en la actualidad conserva tradiciones, hábitos y costumbres que forman una rica cantera cultural heredada de nuestros antepasados, en nuestra población se encuentra la presencia de esa mezcla de raza que nos distingue como criollos cubanos.

 

Bibliografías

  • Torres- Cuevas, Eduardo Oscar Loyola Vega, Historia de Cuba 1492-1898, Formación y liberación de la Nación. Editorial: Pueblo y educación La Habana, 2001. p-51-98
  • Le Riverend Brussone, Julio: Historia Económica de Cuba. Instituto cubano del libro, La Habana, 1971-p-23-46
  • Torres Cueva, Eduardo: Historia de la iglesia y la religiosidad católica en Cuba. (inédito)
  • Instituto de Historia de Cuba, Historia de Cuba, La Colonia y formación nacional de los orígenes hasta 1867. Editorial: Félix Varela, La Habana, 2002. p- 265-298
  • Pichardo Hortensia, Documentos para la historia de Cuba, tomo I, Editorial: Ciencias Sociales, la Habana, 1973 p-154
  • De Balboa, Silvestre, Espejo de paciencia en Pedro Agustín Morell de santa cruz, Historia de la Isla y Catedral de Cuba, Cuba intelectual, La Habana, 1929
  • López Cibeira, Francisca, Oscar Loyola Vega y Arnaldo Silva León: Cuba y su historia, Editorial Félix Varela.

 


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