Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de Cuba

 

HISTORIA ECONÓMICA DE LAS TUNAS HASTA 1959

 

Osiel Castro Álvarez
Samantha Hernández García
Alberto Gutiérrez Sera

Universidad de Las Tunas, Cuba
samanthahg@ult.edu.cu



RESUMEN

La presente investigación titulada “Historia económica de Las Tunas hasta 1959”, se realizó a partir de los elementos esenciales que concatenan la historia económica a nivel regional. El problema es no contar con un material específico sobre la formación y desarrollo de la Historia económica de Las Tunas. Se planteó como objetivo elaborar una monografía sobre formación y desarrollo de la Historia económica de Las Tunas hasta 1959. Para el procesamiento de la información se emplearon un conjunto de técnicas e instrumentos. En el Capitulo I se expone la formación de una economía regional durante el colonialismo hasta la intervención norteamericana, dentro de ello el desarrollo ganadero, minero y agrícola, haciendo mención a la industria azucarera. En el Capitulo II se ve la influencia en Las Tunas de la República hasta el Triunfo Revolucionario. El aporte de la investigación está dirigido a su utilización como material de apoyo a la docencia y a las investigaciones, entre las que se encuentran trabajos de cursos, de diplomas, las publicaciones científicas y participación en eventos científicos.

Se concluye que:

• Se elaboró una Monografía de investigación para el estudio de la formación y desarrollo de la Historia Económica de la Provincia de Las Tunas, que apoye la formación de conocimientos más integrales de los estudiantes de la Ciencias Económicas de la Universidad de Las Tunas.

• Se demostró en la investigación que existe una conexión entre el curso de la historia económica mundial, nacional y local.

Palabras claves: historia económica regional, base económica, división social del trabajo, desarrollo ganadero, minero, agrícola, azucarero, Las Tunas y monografía.


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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Castro Álvarez, Hernández García y Gutiérrez Sera: "Historia Económica de Las Tunas hasta 1959" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 140, 2010. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/cu/2010/


ABSTRACT

“Historia Económica de Las Tunas hasta 1959” is the investigation that it was carry out taking into account the essential elements that function the economic history at a regional level. The problem is not to count with a specific material about the formation and develop of the economical history of Las Tunas. It was expound as an objective to elaborate a monograph about the formation and develop of the Economic History in Las Tunas until 1959. For the processing of the information it was case a joint of techniques and instruments. It’s exponent in Chapter One the formation of the regional economy during the colonial period until the North American intervene also with livestock, agricultural and miring develop doing mention in the sugar bowl industry. In Chapter Two you can find the influence in Las Tunas the Republic into the Triumph of the Revolution in January 1959. The investigations contribution it’s direct to support the teaching process and the teacher’s investigations you can find it in courses work, diploma and scientific publications with the participation in scientific events.

• It was elaborated an investigation’s monograph for the study of the formation and develop of the Economic History of the Las Tunas Province that support the formation of knowledge more complete of the students of Economic Sciences of the Las Tunas University.

• It’s proved in the investigation that exist a connection between the courses of the Economic History of the World, National and Regional.

Key words: Regional Economic History, Economic Base, Livestock, Agricultural and Miring develop, Sugar Bowl Industry, Las Tunas and Monograph.

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo forma parte de las investigaciones llevadas a cabo en la Facultad de Ciencias Económicas en contenidos afines con la Disciplina Estudios Cubanos. Es necesario presentar el tema que se investiga “Historia económica de Las Tunas hasta 1959”, con una breve caracterización. Las Tunas Provincia ubicada en la región oriental de Cuba, con una extensión territorial de 6 582, 65 Km2. Limita al Norte con el Océano Atlántico a razón de unos 265 Km., al sur con la Provincia Granma y el Golfo de Guacanayabo, aproximadamente a unos 73 Km. de distancias de este último. Al este limita con Holguín y al Oeste con Camagüey. Es un territorio con predominio de llanuras y algunas elevaciones; cuenta con 5 bahías, siendo las más importantes las de Puerto Padre- Menéndez y Manatí.

Las Tunas que fue constituida como provincia a raíz de la División Política Administrativa de 1974, tiene 265 Km. de costas, de ellas 35 Km. de playas, que en la zona norte se caracterizan por una arena blanca y transparentes aguas. Además tiene varios ríos, donde se destacan como los de más caudal: Sevilla (Amancio Rodríguez), Tana (Colombia), Cayojo y Jobabo (Jobabo), y Hórmigo (Las Tunas). Al igual que con varios embalses y presas, la de mayor capacidad es la Juan Sáez en Jesús Menéndez, con 112 millones de m3.

La base económica fundamental se encuentra en la producción azucarera y sus derivados. Aunque tiene otros renglones destacados donde se pueden mencionar la producción de aceros inoxidables, muebles para el hogar y los materiales de la construcción, entre otros.

La población actual del territorio al 31 de diciembre de 2009 según informe obtenido de la página Web de la Oficina Nacional de Estadística es de 536.100 habitantes; de ellos

• Hombres -------------------- 272.500

• Mujeres ----------------------263.600

En el alcance de la investigación se pone de manifiesto no sólo el hecho de mencionar datos de su ubicación geográfica, la población o indicar aspectos en el orden económico. Hablar de Las Tunas conlleva a un territorio cargado de leyendas, de mitos, tradiciones, de historia y patriotismo. Es hablar de la Comarca de Cueybá, Maniabón, del indio Jibacoa y su hija Yahima, de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo “El Cucalambé”, de Vicente García, de una ciudad en varias ocasiones envuelta en llamas por la firme decisión de “quemada antes que esclava”, de centrales azucareros como el Delicias, de la Villa Azul de Cuba, de sus columnas, de sus transformaciones, de más de 210 años de bregar y de historia.

El tema investigado representa a la provincia un gran aporte en relación con otros trabajos que le anteceden pues está dirigido a un estudio de la “Historia económica de Las Tunas hasta 1959”. Este tema ha sido tratado en varias bibliografías pero dentro de un estudio puramente histórico, éste sería el primer escrito que hará referencia a la historia económica local, de ahí su principal aporte científico, que se centrará en el estudio de los principales accidentes económicos de la historia territorial.

En síntesis se investiga:

 FORMACIÓN - DESARROLLO DE LA ECONOMÍA COLONIAL

 ECONOMÍA NEOCOLONIAL

 USO DE LA TECNOLOGÍA Y SU INFLUENCIA EN EL DESARROLLO ECONÓMICO DEL TERRITORIO.

Se ha diseñado este trabajo en dos momentos fundamentales o capítulos. El Capitulo I cuenta con tres epígrafes donde se analiza la etapa precolombina, la base económica y división social del trabajo; además de otros aspectos estructurales. La formación de una economía local durante el colonialismo hasta el periodo de guerra, dentro de ello el desarrollo ganadero, minero y agrícola así como el comercio interregional; también se explica la situación de la agroindustria azucarera.

En un último epígrafe se hace referencia a la Guerra de Independencia y a la Ocupación Militar Norteamericana y la situación económica específica en Las Tunas en esos momentos históricos.

En el Capitulo II aparecen cuatro epígrafes que van desde el nacimiento de la República hasta el triunfo revolucionario en enero de 1959. Se incluyen varios momentos de la etapa Neocolonial, la penetración norteamericana en la economía de la actual provincia de Las Tunas, el desarrollo de la Agroindustria Azucarera y su repercusión en otros renglones de la Economía Territorial, el panorama económico local con el periodo de la Crisis Económica Mundial del Capitalismo, y por último un análisis de la década del `50 como etapa prerrevolucionaria.

El propósito de la investigación está dirigido a preparar un material de apoyo a la docencia e investigaciones, entre las que se encuentran trabajos de cursos, de diplomas, las publicaciones científicas y participación en eventos científicos. De ahí parte la importancia de la misma, que se encuentra ligada a la preparación de universitarios conocedores de la historia económica local.

DESARROLLO

CAPITULO I

Mientras la Europa del siglo XV se debatía en nuevas vías para el comercio, “en el deseo de conocer remotos países” de donde obtener la seda, las especies y metales preciosos, con que ampliar el horizontes de sus necesidades y garantizar la venta de su excedente manufacturero; se propiciaba así que creciera la fantasía de muchos navegantes, comerciantes, científicos y aventureros; abriéndose así la era de los descubrimientos geográficos y las colonizaciones.

Durante el siglo XIV y producto a las continuas guerras y epidemias sanitarias en el Viejo Continente la población disminuyó considerablemente. Esto influyó en cierta medida en las economías europeas. De la crisis demográfica se fueron reponiendo en la medida que avanzaba el siglo XV y paralelamente al aumento de la población se fue recuperando la economía, con ella el intercambio Occidente – Oriente. Resultaba que los intermediarios en este trueque eran los genoveses y los árabes; quienes ejercían un total monopolio sobre estos productos.

Cuando en 1453 es tomada Constantinopla por los turcos otomanos, se interrumpía la ruta comercial de las caravanas, entre ellas la ruta de la seda; desviada entonces por el mar Rojo donde los italianos y los árabes se reafirmaban aún más como dueños del monopolio comercial con Asia. Era necesaria la apertura de nuevas rutas comerciales, para más los yacimientos de oro en occidente escaseaban lo que hizo necesario su explotación desde fuera, ahora en el continente Africano y bajo estas nuevas condiciones nacía otra ruta para el comercio con la China, que fue bordeando el Continente Negro. Esto representaba indiscutiblemente un excesivo gasto tanto de recursos como humano.

Por estos años se da la posibilidad de la difusión de la imprenta y con ella las obras de los filósofos y geógrafos de la Edad Antigua. Las ideas de Platón y Aristóteles, así como Eratostenes y Tolomeo sobre la forma esférica del mundo, fue fuente inspiradora a la aventura de buscar las Indias saliendo en línea recta hacia el oeste.

El navegante genovés, Cristóbal Colón (1451–1506), defensor de las ideas de Tolomeo, fue unos de los obsesionados con el viaje al Oriente atravesando el Océano Atlántico. Colón le propone a Juan II, monarca portugués, que financiara su empresa de viajar a Oriente por Occidente, este que tras la conquista en África no vislumbraba la posibilidad de expansión en Cinpango (Japón), desecha pues el proyecto.

Colón se va a España, donde como es sabido los reyes católicos le suministran el capital necesario para su proyecto y los hombres. A partir de entonces la historia de la humanidad tendría un cambio significativo. Aparecería entre el Viejo Continente y la Tierra del Sol Naciente, en ruta occidente – oriente: vía el oeste, una porción de tierra intermedia. Sería descubierto para el mundo más civilizado el continente que hoy conocemos como América.

I.1 La región de Las Tunas Precolombina

El viernes 3 de agosto de 1492 zarpaba Colón del Puerto de Palos de Moguer (Hueva), y en la noche del 11 al 12 de octubre de ese año se avistaba frente a las costa de unas de las Islas del Grupo Bahamas o lacayas, (a la que Colón llamó San Salvador), dos Carabelas y un Nao: era la Niña, la Pinta y la Santa María, días más tarde la tripulación seguiría descubriendo varias islas y la Mayor de Las Antillas, que Colón explorara desde el Puerto de Nuevitas hasta Maisí.

El norte de la provincia que hoy se conoce como Las Tunas estuvo entre las primeras tierras tocadas por los exploradores europeos. Tierras que hasta el momento habían sido asentamientos de indios tainos, sub – tainos, siboneyes y caribes, entre otros.

Antes de llegar los Europeos a Cuba, en la región de Las Tunas se conocen la existencia de tres organizaciones socio – económico fundamentales de aborígenes. La primera y más atrasada fueron los pescadores – recolectores. Estos aborígenes por su nivel de desarrollo se vieron obligados a vivir cerca de la zona del litoral, aproximadamente hasta 15 KM del mar. Se asentaban fundamentalmente en las desembocaduras de los ríos o arroyos y en cuevas.

La mayor evidencia de su presencia se encuentra en los actuales municipios de Jobabo, Colombia y Amancio Rodríguez – en la costa sur del territorio tunero – y en Puerto Padre en el litoral norte. Al ubicarse en estas zonas se propicia que su economía fuera de apropiación, es decir se adueñaran o consumían los recursos, tal y como se los proporcionaba la naturaleza, mediante la recolección marina, la pesca y caza. Algunas fuentes no descartan que también se haya dedicado a la recolección de frutas, vegetales y que conocieran el fuego.

Su alimentación, se componía de conchas, pescados, moluscos marinos, como los principales, aunque es evidente que debían alimentarse además de aves, frutas y vegetales que cazaban o recolectaban cerca de las costas.

Vivian en grupos sin división social y practicaban el trabajo en colectivo, donde el producto obtenido era repartido entre todas la comunidad. Por lo que el desarrollo social era simple y esto unido con un escaso desarrollo de los medios de trabajo hechos prioritariamente de piedra (guijarros naturales), les daba bajo nivel de desarrollo económico.

Dentro de los instrumentos de trabajo se observa los percutores, los majaderos, morteros y los tallados: como los discos hechos de piedras y conchas. De estos últimos tenemos las lascas y en menos cuantía las láminas y en segundo lugar las gubias y picos de manos. También encontramos los artefactos superestructurados como las esferolitas, gladiolito y cuentas de vértebras de tiburón.

El segundo grupo aborigen también tenía una economía de apropiación. Se conocen como protoagrícolas y se dedicaban fundamentalmente a la recolección marina, la caza de pequeños animales y la pesca. Estos nativos tenían un nivel de desarrollo bajo con una organización social comunal y al igual que el grupo anterior se organizaban en colectivos para trabajar; está en estudio aún la práctica de ritos mágicos religiosos.

Destacable o significativo para señalar en ellos fue el grado de especialización que alcanzaron en el trabajo con la piedra tallada. A priori que además de contar entre sus instrumentos de trabajo con morteros, percutores y majaderos, también tuvieran hachas petaloides; por lo que los medios de trabajos no eran sólo naturales, ya tenían algo de trabajo manufacturero.

Por último los agricultores (tainos), quienes fueron los más avanzados de los grupos aborígenes localizados en el actual territorio tunero. Estos se asentaron en zonas elevadas cercanas a ríos o cayos interiores. Como es de comprender su principal actividad económica era el cultivo. Esto sin descartar la recolección de frutas y vegetales, la caza y la pesca. Por lo que tenían una economía mayoritariamente productora.

Su principal cultivo era la yuca, de la que elaboraban al casabe, de ahí que otra de sus actividades económicas sea la fabricación de casabe y otros derivados de la yuca (licores, leña, veneno). Cultivaban también el boniato, la calabaza, los frijoles y ajíes. Además procesaban el algodón.

Es deducible que el nivel de desarrollo es superior a los otros grupos sociales precedentes, por ello era necesario que existiera una división del trabajo a símil de una existencia de una división social.

La tribu era la máxima organización social, estaba dirigida por un cacique o jefe de tribu. Este administraba los recursos y distribuían las labores del resto de los integrantes de la tribu. Estaba el behíque o médico – brujo, quien se encargaba de los enfermos y del culto mágico – religioso. Esto no sólo elevaba el nivel de vida, sino que imprimía mayor nivel organizativo al grupo (Gráfico I.1)

Se conoce que este grupo aborigen domesticó al perro mudo cubano, según las entrevistas realizadas a criterio de expertos coinciden en que estos animales no fueron utilizados como parte de sus dietas sino que eran de compañía. Además es posible que ellos alcanzaran una mayor esperanza de vida con respecto a las otras organizaciones aborígenes antes mencionadas (más de 30 años menos de 40) por el nivel de desarrollo alcanzado producto a la sofisticación en sus instrumentos de trabajo que produjo un aumento en la producción agrícola, trayendo consigo la aparición del excedente y la división marcada del grupo social por clases, edad, matrizado, autoridad y experiencia, al mismo tiempo conllevó a la formación de una sociedad semi – sedentaria.

Es evidente que en el territorio tunero coexistieron en el tiempo estos grupos aborígenes. Al llegar Colón a Cuba con sus exploradores y posteriormente en el siglo XVI los conquistadores se encontraron con una civilización atrasada respecto a ellos y supersticiosa además. No le sería difícil a los españoles iniciar la colonización.

I.2 Las Tunas desde la Colonización hasta la Guerra de Independencia (1510 – 1868)

Conquista y colonización

Cuentan que Alonso de Ojeda perdido en la espesura de la vegetación de la Isla en los primeros años del siglo XVI, exactamente en el 1510, le hace una promesa a la Virgen María pidiendo poder salir con vida de este trance y que en la próxima comunidad aborigen que no le fuera hostil como las antes pasadas, le erigiría una ermita en su honor. Por azares de la vida es en el territorio de la actual provincia de Las Tunas que de Ojeda encuentra refugio y en ese lugar manda a erigir de guano y yagua el altar para adorar a la Virgen. Era la primera vez que este culto se realizaba en Cuba.

Un año después en 1511 se produciría la conquista definitiva de la isla por Diego Velásquez. La aparición del europeo trajo consigo la introducción de enfermedades para las cuales los nativos cubanos no estaban preparados. Fueron estas enfermedades unas de las causas fundamentales de la desaparición de población autóctona cubana, unido a la brutal explotación a la fueron sometidos en las minas y ríos para la extracción de oro, el mestizaje y otros maltrato físico, así como el decadente estatus emocional de los indios cubanos por la presencia del conquistador.

Primera actividad económica

La comarca de Cueybá (actual territorio de Las Tunas) no fue la excepción nacional en el proceso de desaparición de la población aborigen. Tras la conquista y la colonización en la zona, por Francisco Morales en este siglo XVI, el enclave económico que existía era la mina de oro de Hobabo (actual municipio Jobabo). Es de suponer que parte de la población indo cubana en el territorio haya sucumbido entre los 10 primeros años de la colonización con el trabajo forzado en esta mina o simplemente no le eran rentable a los españoles el trabajo con los indios de mercedarias, aunque el grupo aborigen conocido como agricultores procedente de la raza taina, fueran los más avanzados y los más representativos a la llegada de los españoles a la comarca de Cueybá, objetivamente la introducción de nuevos instrumentos y medios de trabajo a los cuales no estaban acostumbrados, esto fusionado con las rebeliones contra los nuevos opresores. Provocó que la insipiente población fuera diezmada. Es así como en 1521 a diez años de la completa conquista del territorio nacional, se introducen en la región 300 negros africanos por autorización del Rey de España, Carlos V, para la extracción de oro.

Todo parece indicar que esta mina de oro fue descubierta mucho antes pero los Oficiales Reales la reportaron en el 1531. Exactamente el 6 de mayo de ese año Pedro Paz y Hernando Castro y López de Hurtada le envían una carta al Rey donde ilustran brevemente la capacidad de producción de esta mina propiedad de su Majestad, diciéndole:

“(…) parece indubitable que las minas más ricas descubiertas en Cuba fueron las de Jobabo (Cueibá) que rindieron 50 000 pesos en los primeros 5 meses de explotación… En estas minas de Cueybá (sic), se han hallado algunos yacimientos de oro. Pertenecen a U.M. (…)”

Un año después los oficiales Reales le escriben al rey, el motivo de esta misiva era pedirle la reducción de los derechos sobre el oro de la siguiente forma (Tabla I.1)

Obviamente el rey respondería de forma negativa a la petición de los colonos. Es indudable que era una estrategia de los colonizadores acá en las indias para su enriquecimiento. Y cifras como las obtenidas según información del 1515 dice que todo el oro recogido y fundido ascendió a un valor de 62 mil pesos y entre el 1517 al 1519 estuvo por encima de los 100 mil pesos .

Este sería el primer enclave económico del actual territorio de Las Tunas, con una producción del preciado mineral bastante elevado y sobre la cual hubo confabulaciones para no rendir el total del tributo correspondiente a la Corona Española. Es de destacar que esta actividad económica requería de un trabajo muy brutal, por lo que la primera sublevación de esclavos que se registra en la historia nacional, tiene lugar en este sitio, en el 1533.

Se hace necesario señalar dos cosas, primero: la zona norte del territorio tuvo menos contacto con los españoles en los inicios del siglo XVI debido a que la principal actividad económica del territorio estaba concentrada en el sur con la extracción de oro. Hay autores que marcan la introducción de los primeros esclavos al territorio como el inicio del proceso de mestizaje indo – hispano – africano del territorio lo que a la vez viene siendo el inicio de la formación de la nacionalidad cubana en la región.

Concluyendo, durante el siglo XVI la localidad tenía una economía básicamente minera, con un lento proceso de población y un bajo nivel de desarrollo comercial; pues el oro que se extraía tenía como finalidad entregarlo a la Corona Española.

Desarrollo de la economía regional (Ganadería, principal renglón económico)

El panorama del territorio empieza a cambiar con el inicio del siglo XVII. Fue en 1603 que se le otorga a Juan Rivero González el primer hato por una Real Cédula. Después de esto entre lo principales hatos estaba Cabaniguán, Virama, Las Tunas y Unique. La entrega de tierra en el territorio estaba dedicada a fomentar la ganadería.

Los primeros colonos ubicados en el territorio eran hacendados provenientes de Bayamo, Manzanillo, y Puerto Príncipe (Camagüey). La actividad económica fundamental a la que se dedicaban era la cría de ganado y la agricultura, además que por la posición de enlace entre el centro – occidente y el oriente del país el comercio interregional de ganado fue una de las principales fuentes de ingreso en el territorio.

Era la ganadería la actividad económica más relevante por esa fecha. La hacienda de Don Jesús Gamboa era considerada una de las mejores de toda la zona oriental. Tenía Gamboa pues la posibilidad de un alto comercio de ganado tanto con el oriente como con el centro de Cuba y otras regiones del occidente. Una de las versiones del nombre del territorio viene de la costumbre de este colono de regalar una planta de Tuna Brava o con Espina (Opuntia Dillenii) a los que lo visitaban o hacían algún negocio con él.

Con el establecimiento de esos hatos comenzaba el proceso de población del territorio. Un proceso que se caracterizó por su lentitud.

La economía del territorio había dejado de ser exclusivamente minera, para dar paso a una producción agropecuaria, durante el siglo XVI al XVII, hay que señalar que la agricultura era básicamente de subsistencia. En el territorio se cultivaba lo que generalmente se necesitaba para el consumo interno, por lo que los productos de la agricultura no eran por norma destinados a la comercialización con otras regiones del país.

En este siglo XVIII, Europa vivía los años de la Revolución Agraria Inglesa, la Revolución Industrial y la Revolución Francesa, mientras el mundo económico conocía del pensamiento librecambista de los Ingleses Adam Smith y David Ricardo, junto con las teorías de los fisiócratas franceses como Quesnay al frente. Los avance científicos técnicos, junto a los nuevos descubrimientos dieron oportunidad a que la clase burguesa naciente fuera utilizando los mismos en el desarrollo económico, es decir la aplicación de la ciencia y la técnica en la producción. Ellos, los burgueses, iban ganando terreno en lo económico y después de la Toma de la Bastilla en el 1789 se mostraba al mundo su verdadero papel en la historia como clase explotadora del nuevo régimen naciente (Capitalismo).

Estos son los años de la instauración en España de la política del Despotismo Ilustrado y entre los años 1763 al 1765 toma posesión del Gobierno de la Isla de Cuba por nombramiento del Rey de España el Teniente General Ambrosio de Funes y Villalpando, Conde de Rigla. El Conde traía como prioridad fortalecer militarmente la Isla, en este período de tiempo el gobernador arriba a la conclusión, que para lograr su objetivo debía ampliar la base económica y establecer ágiles mecanismos administrativos, para ello debía reorganizar y reorientar la economía de Cuba.

Acá en Las Tunas se muestra un panorama más diferente. Ya hacia 1690 se edifica la primera ermita católica y en 1707 se inician los trabajos de reconstrucción que terminan en 1709. Quiere decir que el territorio había dejado de ser haciendas independientes y aisladas, para establecerse como un poblado con una estructura marcada; se formaba un asentamiento rural definido y a la recién concluida ermita católica se le dio el nombre de San Jerónimo de Las Tunas.

Para esta fecha el número de hatos había crecido, aparte del Cabaniguán, Virama, Las Tunas y Unique, estaba Ochoa, Las Arenas y Aimiquibo. Lo que da un total de siete fincas en el año 1729. Ya para el año 1761 la comarca cuenta con 211 habitantes blancos, 51 negros esclavos o siervos y alrededor 40 familias. Se evidencia un crecimiento no sólo poblacional sino también un crecimiento económico fundamentalmente en la ganadería, que obligatoriamente llevó a la aparición de nuevas haciendas y con ello, que se elevara el interés de otros propietarios por ampliar o invertir en tan prospero negocio que las condiciones naturales del territorio propiciaba.

En un recorrido que da Alejandro O` Reilly por Cuba, le informa al gobernador, Conde Rigla:

“La hacienda de Las Tunas, que es grandísimo por su extensión y de muy buena calidad de tierra, sólo tiene 3 000 reses en el día cuando podría mantener más de 15 000 y ha pasado aquella hacienda en los dos últimos años 800 y tantas reses.”

Como describe O`reilly a Rigla es inconcebible que tal extensión de tierra con tan buenas condiciones y posibilidades no produzcan más. La respuesta está en que indudablemente había poca explotación debido al interés que los hacendados dueños de estas tierras le ponían a las mismas, teniendo en cuenta que los propietarios no vivían en esas lugares; pues su residencia estaba situada en ciudades como Bayamo, Holguín, Manzanillo y Puerto Príncipe.

La esclavitud era otro tema que no fue tan relevante en el territorio, quizás debido a que la fuente fundamental de trabajo era la ganadería y que el número de blancos cuadriplicaba al de negros esclavos, sabiendo que la producción ganadera en el territorio estaba entre las mejores del oriente, aunque no fuera todo lo suficiente; es fachoso considerar que semejante número de esclavos llevaran esta actividad económica como su fuente diaria de trabajo, por lo que se supone que la principal ocupación de los siervos fuese en la vida doméstica y en la agricultura: parcelas o huertos.

Para el 1774, el Marqués de la Torre otro gobernador de la Isla lleva a cabo el 1er censo realizado en Cuba. Se conoce que en 1775, año en que termina el censo, San Jerónimo de Las Tunas tenía 86 sitios, 21 casas, un sacerdote y 285 personas. En 14 años la población del territorio había crecido en un 25.9%. Se vislumbraba un entorno urbano más organizado y estructurado.

Solo dos años después en el 1777, se reportaron 655 personas con un crecimiento poblacional de 370 habitantes, esto viene a acuñar los análisis antes realizados sobre el auge de la ganadería y que el mercado ganadero era una promesa para los comerciantes de Bayamo, Manzanillo, Holguín y Puerto Príncipe que se establecen en Las Tunas.

En el 1796 los principales hacendados deciden fundar el pueblo de Las Tunas. Con su fundación se da el acontecimiento más importante de la última década del siglo XVIII. En aquel entonces el comercio interregional era una de las principales actividad económicas, producto a la favorable ubicación geográfica. La ganadería y la agricultura seguían siendo los principales renglones de peso en la economía de la localidad; pues la agricultura que en principio de siglo no había tenido gran avance, después de la segunda mitad va cobrando regular importancia con un vertical y positivo desarrollo.

La Isla continuaba con una economía agropecuaria también, la producción cañera aún no era, ni remotamente, el principal renglón económico. Sin embargo con la política del Despotismo Ilustrado Español y las reformas en el sistema colonial del Conde Rigla, la industria Azucarera iría tomando auge, llegó a ser una actividad económica importante, aunque la fundamental siguió siendo la ganadera.

La agroindustria azucarera tunera en el siglo XIX

Hacia 1791 los precios del azúcar aumentaron 5 veces con respecto al 1748. Se expandiría entonces las plantaciones cañeras, por los hacendados criollos. La paz que puso fin a la Guerra de Secesión, en 1713 otorgó a Inglaterra el privilegio de introducir esclavos en la Isla; la toma de La Habana por los ingleses en 1762, que abrió el puerto de La Habana al comercio inglés; la política progresista del rey Carlos III aplicada en Cuba después de la dominación inglesa, particularmente el Reglamento para el comercio libre de España a Indias, en 1778, que crearon nuevas condiciones económicas; las guerras de España con Inglaterra y Francia (1778-1783) que hicieron necesario autorizar el comercio de Cuba con mercaderes y barcos extranjeros neutrales y aliados de España; la Revolución Francesa (1789) que desvertebró el equilibrio comercial capitalista; la libre introducción de esclavos en Cuba (libertad de la trata) obtenida por los hacendados cubanos mediante ágiles gestiones y la Revolución de Haití en 1791 que arruinó la industria azucarera y cafetalera de ese país dando a Cuba la oportunidad de copar ciertos mercados, en particular el de los Estados Unidos. Esto indudablemente le deja a la isla un desarrollo económico durante el siglo XVIII, que trajo aparejado un impulso de las actividades culturales de parte de la oligarquía criolla interesada en los conocimientos técnicos y científicos más avanzados y su aplicación a la producción, rasgo este que demuestra el inicio de un pensamiento burgués en la Isla.

El auge de la industria azucarera que venía manifestándose desde finales del siglo XVIII continuó durante las primeras décadas del siglo XIX.

Mientras el mercado del azúcar veía subir sus precios y la oligarquía cubana se encaminaba hacia la que sería el primer renglón económico del cual dependería el país por los casi dos siglos siguientes, las zonas rurales de la jurisdicción tunera continuaban desarrollando la producción agrícola, con la siembra de fríjoles, patatas, plátanos, verduras, tabaco, maíz y frutas. La miel de abeja era otro producto importante con 1748 barriles de producción y 804 arrobas de cera.

Durante la primera mitad del siglo XIX, Cuba desarrollaba verticalmente su producción azucarera y sus derivados, el número de Ingenios en los primeros 27 años aumentó en 600 y la producción total de azúcar en arrobas fue subiendo de 2 387 000 a 5 878 000, casi 2,5 veces de crecimiento. Sin embargo en Las Tunas este continuaba sin ser un renglón significativo. La producción de azúcar hasta el censo de 1861 se representa en la tabla 2 (Tabla I.2.) Lo que representa el 0, 05 % de lo que producía el país en azúcar 34 años antes. Sin embargo en el territorio otras producciones agrícolas duplicaban la producción azucarera (Tabla I.3.) y eran productos de menor demanda en el mercado tanto interno como exterior; pero formaban parte de la dieta habitual por los tanto la producción era mayor.

Como concluyente se obtiene que mientras el país se montaba en la rueda de la gran producción azucarera, Las Tunas seguía desarrollando otras producciones agrícolas; no era del interés de los hacendados del territorio moverse del sector de la ganadería o de la agricultura varia a la agroindustria azucarera. Además señalar que la ganadería no dejaba ser el renglón más importante. Con un décimo de las caballerías de tierra del territorio, teniendo en cuenta que de las 9 098 caballerías sólo eran utilizable en la agricultura y la ganadería 996 lo que representaría entonces que el 90,5 % de la tierra productiva era destinada a la cría de ganado vacuno principalmente, tanto en los pastizales naturales como en los artificiales.

La Minería del Siglo XIX

La extracción o explotación minera volvía a ser noticia. Ahora no en las minas de oro de Hobabo (Jobabo), sino al norte en una mina de cobre en San Miguel de Manatí. La minería de cobre constituyó, en el territorio de Manatí, una actividad económica de importancia, la localización de esta mina fue en los terrenos aledaños al cerro y caserío de Dumañuecos, perteneciente al Partido de Cabaniguán, jurisdicción de Las Tunas. La reserva de este mineral se consideraba como abundante. La principal Fuerza de Trabajo con que se contaba era de origen chino, su mayor diferencia con la esclavitud está en el bajo salario que recibe, pero en la práctica estaban sometidos a una explotación similar a la de estos.

El producto terminado del trabajo era exportado por el puerto de Manatí, ubicado en la Bahía del mismo nombre. Penoso final tuvo la minería en Manatí, no fue muy duradera pues se derrumbó la galería de extracción: quedando atrapado en sus escombros más de 100 chinos.

Es importante hacer un paréntesis en este momento para mencionar la importancia del embarcadero situado en la bahía de Manatí a 2.5 millas del poblado y a 11.5 de Las Tunas. Este constituyó por mucho tiempo el fondeadero principal del puerto y del comercio marítimo de la jurisdicción de Las Tunas, contaba con dos muelles particulares, uno de piedra y uno de madera, transportándose a través de ellos: tabacos, maderas, cuero, cobre, miel, cera, majagua, guano a cambio de frutos, víveres y efectos para La Habana, Nuevitas, Gibara y algún otro puerto. En mareas llenas pueden acercarse triques de 11 pies de calado.

Auge Económico de la Sociedad del Territorio Tunero

Las Tunas, ya desde el 1837 contaban con un cuartel, una escuela para varones, una botica, cuatro panaderías, una herrería, ocho zapaterías, dos tabaquerías y dos carpinterías. Esto demuestra el nivel que había alcanzado el territorio en el sector de los servicios y el comercio, que estuvo motivado sin duda alguna por el sector productivo de materias primas, donde la ganadería: principal fuente de ingreso de la región, dio la posibilidad de un mayor auge en la manufactura y comercialización de calzados y por otro lado la tala de los bosques en la extracción de madera preciosa, propició el desarrollo en la carpintería. Además Las Tunas exportaba fibras de guama, fruto de un árbol dicotiledóneo, hacia Alemania. Por esta fecha se creaba los cimientos y primeros antecedentes del sector financiero en la región con la creación de una caja para transacciones comerciales.

En el año 1838, como para ratificar que la producción ganadera era el principal renglón económico del territorio se registraban 21 haciendas de crianzas pertenecientes fundamentalmente a Buenaventura Izquierdo, Esteban José de Agüero, Joaquín Fernández, Lucas de León, una caja abierta en la población propiedad de Manuel Agustín Nápoles y una casa del comercio cuyo dueño era Antonio Lluch.

El panorama rural estaba caracterizado por un buen número de fincas dedicadas a la crianza de ganado, estancias o colmenares. Ya había dos ingenios y 18 trapiches, el resto de la zona rural se dedicaba a la producción de tejas, extracción en caleras y de yeso, a las tenerías y en mayor número (con un total de 20 fincas) para potreros. En total existían 777 fincas al cierre del censo de 1861. Para finales de 1841, la población registrada en el perímetro urbano de Las Tunas ascendía a 1953 habitantes; para 1846 dedicaba Las Tunas, 118 caballerías al cultivo de frutos, 10 mil 356 a pastos naturales y 9 a pastos artificiales, contaba entonces con 11 mil 688 cabezas de ganado vacuno, 1481 caballar, 122 asnal y mular, 5 mil 326 de cerda y 557 lanar y caprino.

En otro orden de tema, Las Tunas en 1849 se le otorgan la condición de Villa y en 1853 el título de Ciudad. Al realizarse el censo de 1861, que cerró el 1ro de junio de 1868 [último antes del estallido de la Guerra de Independencia], la población de Las Tunas estaba dividida en 3507 varones de ellos 2056 blancos y 1451 de color, de estos últimos 256 eran negros esclavos. La población femenina ascendía 3316 hembras, 2033 blancas, 1283 de color y de ellas 224 esclavas. La jurisdicción de Las Tunas tenía 6823 habitantes con 480 esclavos.

Se sabe que el núcleo importante de la jurisdicción era Las Tunas, y que contaba con otros poblados o caseríos como son:

Las Arenas, Dumañuecos, Embarcadero de Manatí, San Miguel de Manatí, Manzanillo Abajo, San Agustín y El Yarey.

De las 939 casas que existían la mayoría eran hechas de embarrado y guano o guano y yagua, lo que representa un total de 857 casas de muy bajo costo. Sólo seis eran de mampostería con alto o zaguán y el resto era construido de tabla con teja o guano, embarrado y teja. En conclusión con respecto a ciudades como Puerto Príncipe, Bayamo o Manzanillo, Las Tunas contaban con una infraestructura en la vivienda muy pobre. En 1862 la economía era básicamente agropecuaria, donde la ganadería ocupaba un lugar preponderante con 22 mil 735 cabezas de ganado vacuno, 2 mil 150 caballar y 12 mil 110 de cerda entre otros. En sólo 20 años la producción ganadera se había duplicado mostrando un desarrollo e incremento constante. Otro renglón que aportaba a la economía local era la apicultura con mil 200 colmenas distribuidas en 214 colmenares.

En este mismo año se habían destinado para el cultivo 94 caballerías, se contaba con dos ingenios y 346 estancias. Estos últimos datos contables nos da una renta total de ganancia de 361 mil 527 pesos. Además “el producto anual de la riqueza agrícola local se calculaba en 164 mil 575 pesos y la urbana en 327 mil 92 pesos. Por la renta de inmueble se recaudaban anualmente 415 mil 750 pesos” .

En este año existían dos academias de música, una imprenta, una platería, tres sastrerías, igual número de sombrerías, diez tabaquerías de marca, tres tenerías, tres herrerías, dos boticas, seis carnicerías, una hojalatería, una máquina para aserrar madera, cuatro panaderías y un médico cirujano; todo lo cual nos da la medida del desarrollo comercial de la ciudad a sólo 66 años de fundada.

Economía Tunera en Víspera de la Guerra

Cercano a la primera Guerra Independentista Cubana, Las Tunas que había dejado de ser jurisdicción del Departamento Oriental, para con la nueva división política administrativa del 1866 pasar a formar parte del Departamento Central junto a Puerto Príncipe y Nuevitas. Seguía siendo un territorio eminentemente agropecuario y con un fuerte desarrollo en el comercio interregional. A dos años antes de empezar la guerra se contaba con (Tabla I.4.)

El desarrollo de la esclavitud fue un renglón que se quedó atrás. Los siguientes datos ilustran la situación antes de empezar la guerra de la esclavitud en el territorio (Tabla I.5)

Volviendo sobre una idea antes expuesta en este trabajo, la causa de tener menos esclavos que el resto del país está muy relacionada con la principal actividad económica del territorio. La ganadería no requería que fuera un trabajo exclusivamente de negros. Los colonos y criollos blancos y mestizos así como los negros libres, se podían encargar de esta tarea, por lo que los esclavos podían quedar relegados a segundas actividades como las domésticas y la agricultura de cultivos varios así como en la insipiente agroindustria azucarera.

Un renglón que empezaba a despuntar por su importancia y necesidad en el desarrollo de cualquier localidad era el del trasporte. Para el 1862 se contaba en Las Tunas con (Tabla I.6)

Al igual que el trasporte otro renglón que iba en ascenso era la tabaquería de marca. Como se expuso anteriormente existían 10 tabaquerías en el territorio. Las mismas revertían una renta anual de 20 mil 500 pesos. Se presume que la vía de abastecimientos de estas fábricas de tabaco estuviera en las amplias vegas de Las Lagunas y Yariguá.

Aquel primer hato perteneciente a Gamboa en estos momentos era una ciudad que se erigía sobre la base de la producción ganadera y sus derivados, con una agricultura más fortalecida y con un creciente desarrollo del comercio. Tierra de hijos pródigos como el hacendado Francisco Vicente Aguilera que contaba con varias fincas entre ellas la de Cabaniguán con 2 mil 906 caballerías y Virama con 4 mil 500 caballerías, y que pese a eso no dudó en aportarlo todo a la lucha independentista y salir a la manigua. Otros nombres de personalidades pudientes del territorio se sumaron a la heroica lista de generales y soldados que dejaron sus bienes por el bien de la Nación.

I.3 El Período de las Guerras Independentistas y la Ocupación Militar Norteamericana, su influencia en la Economía Tunera.

Las Tunas fue un enclave importante en la preparación y desarrollo de la Guerra Independentista. Era un puente entre el pensamiento más avanzado del oriente y de los independentistas camagüeyanos. No en vano la primera reunión independentista para la organización de la Guerra tiene lugar en este territorio.

Durante el periodo de las Guerras la Ciudad de Las Tunas productos a las quemas que recibió por los independentistas queda completamente devastada, mejor fisonomía que ella mostraba el poblado de Puerto Padre. En sus zonas rurales la ganadería fue víctima – al igual que en otras regiones de los sembradíos de cañas – de la tea incendiaria y el saqueo tanto por los mambises para impedir el enriquecimiento por esta vía de los colonizadores españoles, como por los bandidos oportunistas.

En el censo de 1877, un año antes de concluir la primera guerra independentista, en la ciudad vivían alrededor de 22 habitantes de ellos 13 eran varones blancos y tres hembras y dos varones de color libres y cuatro esclavas. Esta estadística es muestra del nivel de devastación en que había quedado el territorio. Desde finales del 1876 se inicia la reconstrucción de la localidad de Las Tunas y no es hasta principio de 1880 que se culmina buena parte de la incinerada ciudad.

El nivel de pobreza en que vivía el territorio es representable por el nivel de ingreso municipal mostrado en la Tabla I.7. y el Gráfico I.2

Como se muestra en este período, pese a la intención decreciente en los primeros ochos meses del año, se empieza a ver un franco crecimiento a partir del mes de septiembre pero que aún no cumple las expectativas de los rangos antes alcanzados. Para el 1881 las riquezas agrícolas de Victoria de Las Tunas evidenciaban un crecimiento palpable. A continuación se muestra la Tabla No. 3 del libro “Las Tunas: apuntes para su historia colonial” sobre el valor líquido de algunos productos:

Se continúa la inserción en las esferas de la tabaquería y la ganadería, sin embargo la producción azucarera va revistiendo mayores resultados que la ganadería, por lo menos virtualmente se apreciaba eso.

En 1885 ya reconstruida la ciudad se le situó una doble línea defensivas, exterior e interior, cuarteles, fuertes, fortines, tambores y alambradas, conformaban un sistema inexpugnable. Las familias retornaron y de nuevo floreció el comercio y la agricultura. Prosperó la ganadería y la industria resurgió aunque discretamente.

Durante la guerra necesaria la organización política de la Republica en Armas, comprendía el establecimiento de Prefecturas. Esta no era más que zonas defensivas y de aprovisionamiento de las Tropas Mambisas, formaba parte del Gobierno Civil y se localizaban en territorio inaccesible para los españoles. A su vez estas prefecturas se dividían en Subprefecturas. Las Prefecturas se pueden considerar como el centro del poder político – militar, económico y social de los Independentistas.

Se sabe que Las Tunas contaba con nueve Prefecturas, aunque sólo se tiene referencia real e información de cuatro de ellas. Económicamente la prefectura era de vital importancia para la continuidad de la guerra; en la región de las que se tiene referencia, se sabe que del 1895 a 1897 suministraron mil 672 unidades métricas de víveres. Esto da la medida de la organización alcanzada dentro de este sistema, posibilitando que se estableciera en la Guerra Necesaria una producción de los bienes imprescindible para la supervivencia (Tabla I.9)

Hacia finales de la Guerra Necesaria se vuelve a tomar las Tunas por quinta vez por los cubanos independentistas y es devastada de nuevo. Al llegar la ocupación militar norteamericana a la Ciudad de Victoria de Las Tunas, que era la capital de la jurisdicción, se ven precisados a abandonarla y ubicarse en el poblado de Puerto Padre.

CAPÍTULO II

El mundo de finales del siglo XIX y principio del siglo XX, se debatía en la concentración de la producción y la concentración del capital, se empezaba a fusionar las empresas producto a la competencia y el libre mercado naciendo así los monopolios. De la unión del capital bancario con el capital industrial nacía el capital financiero y con el la oligarquía financiera como máxima expresión del burgués. El capitalismo entraba en un su último estadio, comenzaba la era imperialista.

Estados Unidos de Norteamérica como nación joven frente a la Europa vetusta, se disputaba un puesto dentro del orden económico y político del mundo. En su estrategia geopolítica, seguía estando el Continente Americano. Su influencia económica se hace sentir con la penetración de su capital financiero en los principales renglones de las economías de sus vecinos del sur.

Cuba que veía una vez más frustrados sus sueños de independencia, con la ocupación militar norteamericana, quienes ya eran dueño del destino comercial cubano, ahora no sólo se convertía en la metrópolis económica sino también el dueño y señor del destino político de la Isla.

En Las Tunas, que al finalizar el tratado de París e iniciar el proceso de, licenciamiento del Ejercito Libertador. Alrededor de 1432 hombres (mambises) regresaron a sus territorios. No todos aceptaron la deposición de las armas, muchos la guardaron para cuando fuera necesario de nuevo.

La población de la Ciudad de Victoria de Las Tunas en el 1899 era de 673 personas – como se mostró en el capítulo anterior el territorio estaba devastado – por lo que estos habitantes se asentaron en la periferia de la demolida ciudad y empezaron a construir encima de los escombros: la restauración de la ciudad se caracterizó por su lentitud. Las viviendas en las que habitaban eran rusticas, generalmente de guano y sin puerta. Muestra esto del nivel de pobreza en que había quedado el territorio. Bajo estas condiciones al llegar las tropas ocupantes yanquis deciden pasar la capital de la jurisdicción para Puerto Padre, pueblo menos afectado por la guerra.

II.1 Penetración del Capital Norteamericano en la Región Tunera

Mientras España se concentraba en mantener el dominio político de la Isla de Cuba, los Estado Unidos de Norteamérica aprovechaba la brecha hecha por los colonialistas para penetrar poco a poco en la esfera económica de la Mayor de las Antillas. Por lo que el proceso de penetración del capital norteamericano no es inherente a inicio del siglo XX, sino que es todo un proceso que se da desde mediado del pasado siglo XIX. Era por tanto la metrópolis comercial y económica de Cuba, sólo le faltaba el dominio político del territorio el cual alcanza con la ocupación militar y las órdenes que imponen para poder gobernar el territorio.

Las Tunas no habían sido de los territorios con un desarrollo en la Agroindustria Azucarera. En el capítulo anterior se ilustra la situación de este renglón que forzosamente en el periodo bélico no se desarrolló, cuando ya era uno de los sectores vital para un país económicamente limitado.

La ganadería que había sido la principal actividad económica de la actual provincia de Las Tunas, en estos momentos era desplazada a un segundo plano por política nacional, pues los intereses primarios de los inversores extranjeros no estaba en el ganado sino en el azúcar, las frutas y la minería, fundamentalmente. La agricultura estaba virtualmente abandonada Y las condiciones del territorio de poco desarrollo en estas áreas propiciaba mayor atractivo para las compañías norteamericana a invertir. Es por eso al terminar el siglo XIX e iniciar el XX el territorio debía por fuerza de gravedad de sumarse a la rueda de la Agroindustria Azucarera.

Desgraciadamente fueron los norteamericanos quienes desarrollaron este sector. Aunque haya iniciado un camino más sólido en la producción del azúcar en el territorio, al mismo tiempo empezaron a adueñarse de las mejores tierras de cultivo; fueron las corporaciones americanas las que construyeron y controlaban los ingenios azucareros y puertos de embarque del territorio – en un principio el Puerto de Manatí y Puerto Padre (Carúpano), quienes fueron los principales enclaves portuarios de la actual provincia de Las Tunas – por lo que al iniciar el siglo XX quedábamos atados de manos y pies a los Estados Unidos.

La introducción en la economía local del capital norteamericano empezó, como se había mencionado por el azúcar y frutos menores, hasta llegar abarcar también los servicios. En el 1899 se inicia la construcción del ingenio azucarero Chaparra por la empresa “The Chaparra Sugar Company”. Paralelamente al proceso constructivo se desmontaban montes para la siembra de caña.

Al igual que en el resto del país las compañías Norteamérica fueron absorbiendo bruscamente las tierras de los vecinos pequeños propietarios de haciendas o fincas. Estas adquisiciones fueron hechas a precios muy baratos. Un ejemplo de ello tomado del libro “Las Tunas a través del tiempo” de un colectivo de autores muestra como “The Francisco Sugar Company” adquirió el ingenio azucarero Francisco entre el 1898 hasta 1907 sus 1464 caballerías, en 261 mil 900 pesos, lo que representa que la caballería le costó menos de los 250 pesos.

De este modo fueron adquiriendo los terrenos de los seis primeros centrales azucareros del territorio de la actual Provincia de Las Tunas. La siguiente tabla muestra los años de construcción y los propietarios de los seis Centrales Azucareros. (Tabla II.1)

Después de esta última información se puede concluir que la agroindustria azucarera tunera estaba en manos de los yanquis, es necesario aclarar que la Compañía Cubana [The Cuban Company] lo era sólo de nombre, detrás de esta apariencia se escondía el capital norteamericano.

Semejante situación sufrió la producción de frutales: las compañías norteamericanas “Buena Vista Fruit Company” y “The Cuban Realty Company Limited” adquirieron tierras en Omaja y Barltle respectivamente, en Omaja se dedicaron a la siembra de cítricos y en Barltle para el asentamiento de nuevos colonos.

El mismo fenómeno de compra barata de tierra que se dio en la industria azucarera vuelve a repetirse en el sector frutal. Las tierras de la “Buena Vista Fruit Company” fueron adquiridas a Manuel Gómez, conocido por Lico, hombre ambicioso, hacendado dueño, supuestamente, de 30 caballerías de tierra.

Según artículo publicado en 1912 por Edwin C. Peysson, fundador de la Omaja Nursery Company, en Omaja se contaba en esta fecha con alrededor de 8000 árboles de cítricos sembrados y semanalmente se exportaban este producto hacia New York, llegando a ser aproximadamente más de 7.308 toronjas y naranjas en el año.

La emigración extranjera y los asentamientos de nuevos colonos fue un proceso que está muy ligado a la penetración del capital norteamericano. Las Tunas hasta el 1919 solamente tenían 34 105 habitantes, había aumentado en más de 19 mil personas, de cierta forma gracias a la emigración.

Era necesario para los cortes de caña, la siembra y el trabajo en los centrales, hombres fuertes y resistentes. Independientemente de los inmigrantes y los obreros que aparecían buscando empleo en tiempo de zafra, la emigración fue fundamentalmente desde Isla Canarias y algunos países antillanos, además de Norteamérica, esto fue determinante en el crecimiento demográfico, en el impulso a la agroindustria azucarera, de las comunicaciones por vías férreas, la producción de cítricos, la exportación al extranjero y al rescate del comercio interregional y al desarrollo de los servicios en el territorio.

II.2 Primer Cuarto del siglo XX en la Economía de Las Tunas

Los primeros 25 años del siglo XX se caracterizaron por los agravamientos de los males de la República por la legalización de los juegos y vicios, así como el desarrollo del gangsterismo y las pandillas junto a la corrupción. Nuestro territorio tampoco fue excepción nacional. Al igual que muchos territorios el presupuesto municipal se manejaba con fines políticos o de enriquecimiento personal. A un lado quedaba el recurso financiero necesario para las obras sociales, sólo los que ostentaban el poder eran beneficiados con él.

En el libro “Las Tunas a través del tiempo” se ejemplifica una de los repetidos actos de corrupción del periodo en el territorio. Dicen que entre el 1913 y 1914 se asignaron 7 560 pesos para la reparación del Hospital Municipal, que contaba con capacidad para 24 enfermos, en el se atendían alrededor de 9 mil personas, esto sin sumar la clase pudiente o de una situación económica familiar deshogada, que asistían a clínicas particulares. Cuando tiras esta ayuda financiera del país en la medicina, se obtiene que para la salud del pueblo se destinaban entre 6 y 7 centavos por persona.

La distribución del presupuesto del 1914 representaba 23 pesos percápita por habitantes: si se hacia distribución del mismo. Pero sin duda la cifra más ilustrativa del periodo es el nivel de empleo del 1919, del total de la población económicamente activa sólo el 69 % tenía empleo, el 31 % restante no trabajaba, esto representa que casi 10 mil (cifra conservadora) hombres y mujeres no tenían, una ocupación fija, no trabajaban o trabajaban sólo en el período de zafra.

Por esta etapa a nivel mundial se produce la Primera Guerra Mundial, el precio del azúcar se dispara y los productores europeos al estar en guerra no pueden responder a la exigencia del mercado. Cuba que estaba entre los principales productores de la sacarosa extraída de la caña, se ve favorecida con esta coyuntura. Se inicia el periodo de la “Danza de los Millones” o “Las Vacas Gordas”.

Las Tunas también fue beneficiada con las ampliaciones productivas en los centrales azucareros En la página 33 del libro “Las Tunas a través del tiempo” se muestra las siguientes cifras (Tabla II.2) (Gráfico II.1)

Como se muestra la producción azucarera en sólo seis años creció hasta un 28.43 %, sólo teniendo en cuenta la producción de tres Centrales Azucareros que eran considerados los mayores productores. El siguiente gráfico muestra el crecimiento total de la región sólo tomando como referencia los tres centrales antes presentados (Gráfico II.2)

Claramente se muestra una tendencia creciente en las curvas y en las barras que muestran los gráficos anteriores, esto es gracias al incentivo en la producción debido a la demanda mundial; junto con este aumento productivo, la ampliación y modernización de las industrias, vino una ampliación de la agricultura, por lo que los latifundistas siguieron su imparable paso de apropiación brutal de terrenos. Al mismo tiempo hay una nueva inyección de trabajadores extranjeros, que representaba una mano de obra más barata, principalmente si era del Caribe.

Aunque al final del primer cuarto del siglo la principal industria del territorio tenía una situación muy favorable, con las ganancias del momento se beneficiaban en primer lugar las empresas norteamericanas, los propietarios y latifundistas y los comerciantes. Otros servicios también se introducían: en el caso de la ciudad tunera, la electricidad fue introducida por el español Francisco Gutiérrez Calderón en 1913, así como la compañía telefónica pocos meses después.

La actual Provincia de Las Tunas seguía mostrando una situación muy desfavorable para la mayoría, no escapaba de la realidad de una nación donde vivían los pocos, el resto sobrevivía.

II.3 Segundo Cuarto del Siglo XX en la economía de Las Tunas

El mundo se reponía de la crisis bélica. La Unión Soviética era muestra de cuanto se podía hacer aplicando coherentemente las ideas socialistas. El mundo quedaba dividido en dos marcados polos de poder. Más allá de lo militar y social en el orden económico hubo un acontecimiento que marcó la diferencia y demostró la confiabilidad de estos sistemas.

El Viernes Negro de 1929, da inicio a unos de los acontecimientos más trágicos del segundo cuarto del Siglo XX en el mundo. El sistema capitalista mundial sucumbía antes la Crisis Económica y Financiera del 1929 al 1933. Se demostraba así la inviabilidad del sistema y de las políticas liberalista del mercado espontáneo. El nivel de desempleo se disparó a niveles portentosos, hubo quiebras masivas de pequeñas y medianas empresas que no pudieron responder ante la crisis, el nivel de productos en el mercado se abarrotó y no tenía salida. Sólo los paises socialistas no cayeron en la niebla de aquel viernes del 1929.

Surgieron paliativos para la crisis, cambio la forma de llevar la economía capitalista, todo gracias al economista burgués ingles Jhon Mayner Keynes.

J. M. Keynes estudió a profundidad los dos sistemas económicos y desde su óptica de burgués propuso la planificación en la Economía. Surgía la Intervención del Estado en la Economía, a un lado quedaba la libre espontaneidad del mercado y la libre concurrencia. Estas recetas lograron mantener al sistema por las siguientes cinco décadas.

La Cuba de entonces no se salvó del golpe, con la recuperación Europea en la Industria Azucarera y la Crisis Económica Mundial, comienza el periodo de “Las Vacas Flacas”. Esto se explica de la siguiente forma: un país subdesarrollado que vive el auge económico y la abundancia, sin previa preparación para atenuar el impacto de una crisis y sin financiamiento interno para responder a cualquier eventualidad; con una economía dependiente y subordinada, al empezar la crisis por nuestra metrópolis económica – a donde van a parar nuestros principales productos – luego sufre la triste realidad de la fuga de los capitales financiero que estaban invertido en el territorio nacional, le ocurre algo muy parecido a un trauma infantil psicológico del cual es difícil para el menor recuperarse o simplemente se ve adelgazando al extremo de parecer a una vaca en plena sequía. El territorio de la actual provincia en estudio muestra el siguiente panorama: (Tabla II.3) (Gráfico II.3)

Las Cifras antes expuestas pertenecen a la producción en cuatro años del Central Francisco. Muestra claramente como se comportó la producción azucarera antes de la crisis y durante la crisis. Hay una tendencia decreciente en la curva que muestra la cantidad de días molidos, esta variable está muy relacionada con la otra, cantidad de sacos de azúcar producidas; por mostrarla de este modo, son dos variables que están directamente proporcionadas por lo que una disminución de una provoca una disminución en la otra.

El Francisco no es el único caso, la producción del Central Elia se paralizó desde 1932 hasta 1945: por un periodo mayor al que duró la crisis. Otros Centrales como el Delicias o Manatí vieron también reducido los días de molienda, en el 1933 fueron de 55 y 56 días respectivamente.

Es necesario señalar que la disminución de la producción se dio por igual motivo que el resto del mundo capitalista. Al haber una reducción del número de días laborales en la zafra, debido a la incapacidad de pago de lo jornales obreros, producto a la disminución de los precios y la demanda de la azúcar y la preferencia al mercado europeo. Obviamente disminuye la producción, aumenta el nivel de desempleo y entre otras consecuencias hay un encarecimiento del nivel de vida de la población de los bateyes donde estaban estos enclaves industriales.

Por ejemplo en el Central Jobabo se pagaba entre 12 y 14 centavos por cada 100 @ de caña cortada y 20 Centavos por la alzada, aún así tenían que trabajar 14 horas diarias. Esta disminución de los salarios como antes se mencionara, trae consigo una disminución del nivel de vida. En el 1928, un año antes de la crisis, el Central Manatí tenía un promedio de salario de 24, 60 pesos, ya en el 1931 los salarios disminuyeron hasta 15,97 pesos.

Pero los efectos de la crisis no sólo quedaron en la Agroindustria Azucarera. Siendo un territorio de producción limitada al azúcar y sus derivados, la agricultura y los servicios públicos, objetivamente al afectarse uno de estos renglones tiene su repercusión en el resto. Al haber menor nivel de ingreso en la población, disminuye el poder adquisitivo y con el las ventas y los servicios de los establecimientos públicos.

Los servicios ferroviarios tan ligados a la producción del azúcar, al tener que disminuir los días de corte de caña y producción de azúcar, la principal razón de ser de la vía de trasporte por excelencia de la Agroindustria Azucara tenía menos demanda de trabajo. El movimiento portuario: punto de embarque de la mayoría de la sacarosa que se producía en el territorio, fueron objeto de los efectos de la crisis.

II.4 Década del `50 en la economía de Las Tunas

El territorio de la actual provincia de Las Tunas, que alguna vez fuera de los mayores productores de ganado del Oriente Cubano, que tras el periodo independentista del siglo XIX quedara totalmente arrasada y se viera precisada a reorientar su economía hacia la Agroindustria Azucarera: por orden y mandato de los monopolios yanquis y luego de enfrentar la peor crisis del sistema capitalista de la primera mitad del siglo XX, al llegar la década del `50, años en que las condiciones objetivas para una Revolución y las contradicciones internas del sistema se habían exacerbado a grado superlativo, se encontraba por debajo de la media nacional en los renglones vitales de la vida.

En el 1953, se produce el asalto a los cuarteles Moncada y al Carlos Manuel de Céspedes en el oriente de la Isla por el joven Fidel Castro y la Generación del Centenario. En su alegato de autodefensa Fidel denuncia los males que aquejaban el país. Era la antesala de un movimiento que desembocaría en el triunfo definitivo del ideario martiano con la Revolución Cubana. Un año antes había tomado el poder por la fuerza el General Fulgencio Batista, con este acto se usurpaba y vilipendiaba la vida constitucional cubana.

El siguiente análisis económico pretende ilustrar la situación del territorio tunero antes del triunfo de la Revolución. La principal fuente de información de este epígrafe corresponde al libro “Las Tunas a través del tiempo”.

La población en el territorio, según el censo del 1953, era de 215 420 habitantes de ellos 61 217 vivían en la zona urbana, es decir el 28,4 % de las personas vivían en las ciudades y pueblos, el resto de la población era campesina. De ahí que el 66 % de la población económicamente activa se empleara en la agricultura. Lo curioso en este caso es que esto representa en 24.5 % por encima de la media nacional de más está decir que el territorio era preferentemente agrícola y como se muestra anteriormente a este epígrafe, mayoritariamente cañero. El incremento poblacional que estaba ocurriendo no fue un fenómeno inherente a las ciudades y pueblos sino a los bateyes y barrios rurales.

Lo interesante que la mayoría de la tierra cultivable de caña era de propiedad extranjera o nacionales que respondía a intereses yanquis o eran adinerados terratenientes. Las compañías norteamericanas contaban con 24 mil 909 caballerías de tierra que estaban sembradas de caña lo que representa el 50, 78 % del territorio actual de la provincia.

El nivel de empleo había ascendido con respecto a la época de la crisis, sólo el 13.9 % de la Fuerza de Trabajo pertenecían al ejercito de los desempleados; un rasgo propio del capitalismo. Claro en estas cifras no se contaron los trabajadores por cuenta propia o pequeños productores independientes, ni las amas de casa. Aunque haya un aumento del nivel de nivel de empleo no es simbólico a la realidad vivida por los empleados, el nivel de vida seguía encareciéndose, el nivel del salario oscilaba entre 1.00 y 1.25 pesos diarios. Irrisoria cifra que sólo servía para satisfacer el mínimo indispensable de vida para obreros con familias, otros que no estaban atado a un núcleo familiar lograban ahorrar reduciendo sus necesidades a la subsistencia y así se lograban mover del sector productivo al de los servicios como propietarios de pequeños negocios, dejaban de ser obreros para ser pequeños burgueses. Esto se vio mucho en los emigrados de Islas Canarias y otras regiones Ibéricas.

Aunque la industria del azúcar era la principal fuente de ingreso del territorio, la productividad del trabajo se veía limitada por una atrasada maquinaria de tecnología que impedía un equipamiento de la producción regional de sacarosa con otros centrales del país. Es sorprendente como después de la crisis de las Vacas Flacas no hubo más un incentivo a la remodelación de las tecnologías existentes.

La situación de la vivienda, (catalogada por Fidel Castro, en su alegato de autodefensa en el juicio por el Asalto al Cuartel Moncada, como una de los problemas más urgentes a nivel nacional por resolver) se convierte en ese momento en un medio de captar la pobreza en que estaba sumido el territorio por la precaria situación. Según el censo antes mencionado de 40 294 viviendas que existían el 58.7 % estaba construida de yagua o madera con piso de tierra y el 74.3 % estaba evaluada de crítica con categoría de regular o mal.

La situación al igual que en el resto del país fue empeorando, hasta llegar a grado imperecedero. Una vez más las armas de nuestros mambises guardadas por medio siglo fueron alzadas y respondieron a la tiranía como en tiempos en que Vicente García cabalgaba rumbo a la Ciudad de Las Tunas y dictaba como sentencia para la independencia del territorio: “Tunas, con dolor en el alma te prendo candela, pues prefiero verte quemada antes que esclava”.

CONCLUSIONES

Luego de haberse expuesto todo el recorrido por la Historia económica de Las Tunas hasta 1959 se puede concluir que con el presente trabajo:

• Se logró elaborar una monografía para el estudio de la formación y desarrollo de la historia económica de la provincia de Las Tunas, que apoye la formación de conocimientos más integrales de los estudiantes y profesores de las ciencias económicas de la Universidad de Las Tunas.

• Se demostró en la investigación que existe una conexión entre el curso de la historia económica mundial, nacional y regional.

• Se demostró que la formación y desarrollo de Las Tunas estuvo muy ligada a la industria agropecuaria durante el siglo XVII al XIX llegando a ocupar los primeros lugares nacionales.

• Se describió la situación que ocupó la minería para el desarrollo económico del territorio provincial en el siglo XVI y en el XIX y su posición como factor social y étnico para contribuir a la formación de la nacionalidad de cubana.

• Se demostró que el desarrollo de la agroindustria azucarera en el siglo XIX llegó retrazada a Las Tunas, de ahí que fuera en sus inicios una actividad económica destinada para el autoconsumo del territorio.

• Se expuso y se demostró que la situación económica presentada por el territorio con la llegada del siglo XX le fue favorable a la penetración del capital norteamericana, agudizando las contradicciones de desarrollo entre el campo y la ciudad.

• Se describe como la agroindustria azucarera llega a ser el primer renglón de la economía territorial a partir del siglo XX.

• Se demuestra porque el territorio que ocupaba la actual provincia de Las Tunas, presentaba una economía atrasada y limitada al triunfo de la Revolución, como consecuencia de la apropiación por compañías extranjeras de sus riquezas.

• Se sientan las bases, con la ponencia, para una futura investigación sobre este tema; ya sea de profundización sobre lo escrito o ampliando el período de tiempo estudiado.

RECOMENDACIONES

• Valorar la posibilidad que el presente estudio se socialice entre los estudiantes, profesores e investigadores del tema, de las diversas carreras de la Universidad de Las Tunas; con vista al cumplimiento de la estrategia curricular de Historia de la Localidad.

• Valorar su posible inserción como parte del programa de la Disciplina de Economía Cubana.

• Profundizar en el período histórico investigado y ampliar hasta llegar hasta la actualidad.

BIBLIOGRAFÍA

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