CIENTÍFICO - TEÓRICO - ESTADÍSTICO - COMERCIAL JURÍDICO - SOCIOLÓGICO
 
RECOPILADO POR EL PROFESOR MANUEL SERRA MORET

C

 

COMANDITA

Es una aportación de capital a una empresa mercantil, sujeta a pérdidas y beneficios, pero limitadas las pérdidas a la cuantía del capital aportado. Una Sociedad en Comandita es aquella en que hay socios dirigentes y responsables que comprometen todos sus bienes en el porvenir de la empresa y socios comanditarios cuyo riesgo se limita a la pérdida del capital aportado. La definición legal y régimen de estas sociedades se encuentra en los artículos del 372 al 382 del Código de Comercio argentino.

 

COMBINACIÓN

En matemáticas, se entiende por combinación la ordenación sistemática de dos o más elementos para formar un todo y se estudia a través de las permutaciones y variaciones de distintos elementos. El concepto se aplica a todo conjunto de ideas, acciones o actividades dispuestas o encaminadas a conseguir un determinado fin. En algunas industrias, particularmente en la de transportes, las combinaciones implican continuidad y complemento de los servicios prestados sin que impliquen coligación de empresas, como, por ejemplo, la combinación de transportes marítimos y terrestres, los aéreos y terrestres, los portuarios, los de alta navegación y cabotaje, etc., etc. También es frecuente la combinación de empresas de producción con las de distribución y de acopio, a veces con carácter de exclusividad, para obtener ventajas en las tarifas. Las combinaciones de tarifas son un medio eficaz de atraer clientes, en particular en las industrias de turismo, combinando el transporte con el hospedaje, los recreos, los deportes, etc.

 

COMBUSTIBLE

Se entiende por combustible todo lo que arde, en particular las materias de origen orgánico empleadas en la industria, el transporte, la economía doméstica y otros. Los principales combustibles son la leña, el carbón mineral (turba, lignito, hulla y antracita) y el petróleo con sus múltiples derivados. También se emplea el carbón vegetal; los gases naturales y artificiales, los aceites, el alcohol, los cereales, plantas secas, etc. En el orden económico, los combustibles representan uno de los elementos más esenciales para la riqueza de un país. La guerra ha traído una crisis muy aguda de combustibles en toda la América del Sur, dificultando mucho el desarrollo de las industrias locales. (V. CARBONES Y PETRÓLEO) .

 

COMERCIANTE

El Código de Comercio argentino en su artículo 19 dice: "La ley declara comerciantes a todos los individuos que teniendo capacidad legal para contratar, ejercen de cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello su profesión habitual". En los artículos siguientes hasta el 69 inclusive, precisa el alcance de esta definición. Todas las personas que, según las leyes comunes, están en posesión de la administración de sus bienes, tienen capacidad legal para ejercer el comercio. Las alteraciones de estas circunstancias están previstas en los artículos del 9 al 24 del referido Código y en la ley Nº 11.357 relativa a los derechos civiles de la mujer.

 

COMERCIO

Actividad que consiste en comprar, vender o permutar. El concepto se aplica también a las comunicaciones y relaciones entre las gentes y al cómputo de las transacciones en un espacio y tiempo determinados. El comercio moderno se basa en la abundancia de medios de cambio y de crédito. Se divide y clasifica en muchos grupos, como interior y exterior, al por mayor y menor, de importación y exportación, por cuenta propia o a comisión, lícito o ilícito, etc. El comercio se regula por leyes especiales reunidas en los .Códigos de Comercio que rigen en todos los países. Además, los delitos en. el comercio están previstos en los Códigos Penales. y en el argentino se establecen sanciones para los mismos en los artículos 176-80, 200-1, 204, 206, 243, 254-55, 266-68, 275-76, 282-83, 300 Y 302.

 

COMERCIO EXTERIOR

Durante los siglos del Imperio Romano se había perdido la noción del comercio exterior porque todo el mundo occidental estaba integrado en el Imperio mismo y apenas si existía contacto con los pueblos del Extremo Oriente y los llamados bárbaros. En la Edad Media, la pulverización del poder y lo precario y diminuto de las entidades políticas, dificultaba el comercio exterior con barreras y gravámenes a cada paso. El Renacimiento, aumentando la producción, pugnaba por abrirse mercados, y de ahí la necesidad de mayores concentraciones políticas y estatales que permitiesen realizar ese afán, y el desarrollo de la era que Adam Smith llamó mercantilista y que se caracterizaba por la pugna para extender el campo de operaciones barriendo con las trabas impuestas a la producción y al comercio. El descubrimiento de América y el consiguiente flujo de metales preciosos aumentaron esos estímulos,. y se inició la controversia de si era preferible importar o exportar, de si convenía más importar oro y plata que mercaderías: de si era mejor crear un Estado fuerte que se bastase a sí mismo o abrir las puertas al comercio libre y admitir un régimen de libre competencia.

  Entre los primeros que expresaron ideas al respecto, figura Thomas Mun que sostenía la necesidad de sacrificarse para producir mucho y exportar 10 más posible, con naves propias para ganarse los fletes, y de esta manera acumular dinero que era considerado como la única riqueza positiva. Sin embargo, Dudley North, en 1691, demostraba ya que la riqueza existía con independencia del oro y la plata. Petty y Locke abogaron también por la libertad de comercio atacando las teorías mercantilistas de la importancia del dinero y de la formación de precios. otros tratadistas se expresaron en contra del mercantilismo, pero el éxito de la administración de Colbert en Francia convirtiéndola en centro industrial y de exportación con gran acrecentamiento de las finanzas públicas, dió gran autoridad a las doctrinas mercantilistas, que en Alemania adoptaron la forma especial del cameralismo. (V. CAMERALISMO). Los fisiócratas, con Quesnay a la cabeza, consideraban al comercio como una actividad improductiva y negaban valor a una balanza comercial favorable, puesto que redundaba en una alza de precios y en la pérdida de productos que empobrecía a la nación. Fueron partidarios de la libertad de comercio porque lo consideraban estéril y porque combatían la intromisión del Estado en la economía general. La autoridad del filósofo David Hume, negando que la riqueza de un país dependiese de la acumulación de dinero y asegurando que la prosperidad de Inglaterra dependía de que los demás países fuesen ricos también, aclaró mucho el ambiente y restó fuerza a las teorías mercantilistas basadas en la explotación de los mercados extranjeros por medio de las exportaciones. Adam Smith dió el golpe mortal a esas doctrinas utilitarias, demostrando los peligros de la acción gubernamental subvencionando las exportaciones, creando monopolios, restringiendo las importaciones, regulando salarios y sustrayendo el dinero a la circulación activa y fecunda. Las "teorías del librecambio y del comercio irrestringido, desarrolladas sistemáticamente por David Ricardo en Inglaterra y Jean Baptiste Say en Francia, se impusieron por un tiempo. Friedrich List representa el resurgimiento de la concepción nacionalista de la economía, opuesta al librecambio, idea ésta que había sido ya puesta muy en tela de juicio por dos distinguidos exégetas suyos, John Stuart MilI en Inglaterra y Johann van Thünen en Alemania. El proteccionismo ganó la partida en América y en la mayoría de los países europeos, y aunque la controversia no puede darse por terminada, el proteccionismo se ha afirmado en las últimas décadas y ha restringido enormemente la expansión comercial, siendo en gran parte la causa de las dos guerras mundiales. Cuando un país de la mayor potencia económica como los Estados Unidos adopta un régimen proteccionista, es imposible para los países más débiles ofrecer un régimen de puerta abierta.

La guerra de 1914-18 acentuó la tendencia proteccionista en todo el mundo, particularmente en América. Aunque el comercio internacional fué en aumento, no guardó proporción con los progresos industriales de la época y, al final, la lacra de la desocupación cobró proporciones inauditas, más que en parte alguna, en los Estados Unidos. La guerra actual ha dado un golpe de muerte al comercio internacional, el cual actualmente se desarrolla únicamente a base de las necesidades de la guerra y las cifras absolutas que ofrece hoy no pueden tenerse en cuenta para los cálculos de su desarrollo orgánico. Véase el descenso que presenta desde el año 1929 el comercio mundial:

1929

100

1932

74.6

1935

81.8

1938

88.7

1940

68

1941

47.9

1942

43.7

El comercio exterior en 1929, representado en dólares por habitante, era el siguiente:

 

Dinamarca......................... 266

Holanda............................. 243

Suiza................................ 228

Gran Bretaña..................  219

Francia............................... 103

Alemania........................ 100

Estados Unidos................. 39

Japón................................... 32

India......................................... 6.5

U.R.S.S................................... 5.7

 

La República Argentina llegó al punto álgido de su comercio exterior en el mismo año 1929, alcanzando la cifra global de $ 4.126.684.711, o sea un promedio de 379 pesos por habitante, equivalentes a unos 90 dólares.

Si las doctrinas mercantilistas fuesen las mejores, los Estados Unidos habrían llegado al apogeo de su grandeza y prosperidad. Durante el año 1943 importaron por valor de 3.364.809.000 dólares, la cifra más alta desde 1929, y exportaron por valor de 12.716.902.000 dólares, o se,¡¡. un 58 por ciento más que en 1942 y el 143 por ciento más que en 1929. Algo parecido le ocurre a la Argentina, cuyo comercio exterior, excluído el metálico, ascendió en 1943 a $ 3.126.945.102, contra $ 3.063.319.659 en 1942; con la particularidad que las importaciones sumaron $:, 942.240.344 en 1943, contra $ 1.274.361.593 en 1942; mientras que las exportaciones se cifraron en $ 2.184.704.758 en 1943 y en $ 1.788.958.066 en 1942. Sin duda alguna, tanto la Argentina como los Estados Unidos y, en general, todos los países de América, están acumulando grandes sumas de dinero y de créditos a causa de la guerra actual. Falta ver hasta qué punto ese dinero se traducirá en riqueza activa y cómo se resolverá: después de la guerra la controversia entre el proteccionismo y el librecambio.

 


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