TEXTOS SELECTOS

CURSO DE ECONOMÍA SOCIAL

 

R. P. Ch. Antoine

 


 

 

 

ARTÍCULO V: AGENTES Y FACTORES DE LA PRODUCCIÓN

Definición de la producción.

En general, producir es dar existencia a una cosa; la producción es el acto por el cual una cosa recibe existencia. Del término producto, la producción saca su determinación y su apelación particular. Así existen producciones literarias, artísticas, mecánicas y económicas. Cuando el hombre, al aplicar su trabajo a la materia, le da utilidad o aumenta la que tiene, produce bienes económicos, y su acto se llama producción. Siendo esto así, podemos definir la producción económica: la operación del hombre que crea o aumenta en los bienes materiales la utilidad económica.

Productores de la riqueza.

Por productores de la riqueza o agentes de la producción, entendemos las causas inmediatas de la nueva utilidad, que es el fundamento del valor económico creado.

Los factores de la producción tienen un sentido más amplio, porque expresan todo lo que concurre a la producción, no solamente como causa, sino también como condición, como elemento auxiliar, etc.

El hombre no crea; su actividad en el mundo material se limita a transformar, a alterar, a disponer una materia preexistente; es decir, que la riqueza resulta de la unión de la cooperación del trabajo y de la naturaleza. La naturaleza representa aquí todos los bienes materiales exteriores que influyen, activa o pasivamente, como causa instrumental o;.principal, en la producción de los bienes económicos. El trabajo no es otra cosa que el esfuerzo de la actividad humana aplicada a un objeto; esfuerzo muscular, causa física inmediata de la producción; esfuerzo intelectual o moral que dirige y ordena la industria. El trabajo de producción es, pues, un esfuerzo seguido, dirigido por la inteligencia, con el propósito de conseguir un resultado económico. Comúnmente, la dirección está separada del trabajo y el empresario del trabajador.

Así, los productores de la riqueza, los agentes de la producción, son dos: el trabajo y la naturaleza. Gran número de economistas agregan un tercer agente de la producción: el capital. Pero como advierten con gran precisión Liberatore (1) y Costa-Rossetti (2), esta división tripartita carece de exactitud. ¿Por qué? Porque la lógica exige que los términos de una división sean irreductibles. Ahora bien; el capital puede referirse, ya al trabajo, del que es instrumento, ya a la naturaleza, a causa de las fuerzas materiales que posee o representa. Por lo demás, ¿cómo los economistas, que definen al capital «el producto ahorrado del trabajo», pueden considerar lógicamente al capital como un agente de producción distinto del trabajo? Sin embargo, si se quiere designar, no solamente los agentes, sino los factores de la producción, se puede con todo rigor referirlos a tres: el trabajo, la naturaleza y el capital.

Algunos economistas añaden a los productores de la riqueza, la tierra, esto es, el suelo, los bienes raíces. Esta adición es superflua, pues la tierra está comprendida en el término naturaleza. Además, la tierra, que puede contarse entre los capitales, no puede constituir un factor de la producción distinto del capital.

El capital.

Teniendo que establecer en uno de los capítulos siguientes (el XIII) la definición exacta, así como también la naturaleza y el papel del capital, bástanos dar de él aquí una descripción sumaria e indicar, en general, la función de este auxiliar de la producción. Pongamos un ejemplo: el de un hombre que saca de su tierra 500 francos al mes. Puede, o bien gastar esta suma para las necesidades o las distracciones de su existencia, o bien no gastar más que 400 francos. Los 100 francos ahorrados constituyen un capital en amplísimo sentido. La riqueza ahorrada puede servir solamente para el uso del propietario y llegar entonces a ser lo que se llama el capital improductivo, capital de goce, o bien esta riqueza puede emplearse en la producción de otras riquezas y es una riqueza productiva. Para evitar equívocos se acostumbra reservar para este ahorro productivo el nombre de capital. Así, el capital se nos aparece como el ahorro destinado a la producción, o también como cierta cantidad de riqueza sustraída al consumo para servir a la producción.

Nótese que el capital, en el sentido que esta palabra tiene en la economía política, no designa solamente la moneda, el dinero, sino todo bien económico productivo. En realidad, el oro y la plata amonedados no son un capital más que porque son cambiables por otros objetos que pueden concurrir a la producción.

El capital tiene un doble papel en la producción: 1.º, como toda producción exige cierto tiempo, es preciso que durante ese tiempo el trabajador viva de sus anticipos, esto es, del capital; 2.°, el trabajo exige el concurso de las fuerzas de la naturaleza de las que el hombre hace, por su actividad, instrumentos dóciles y fecundos; estos instrumentos son un capital.

Es una verdad incontestable que, así entendido, el capital es un medio indispensable para la producción y para el aumento de la riqueza económica. Suprímanse las provisiones y los utensilios, y el hombre se verá reducido a buscar su subsistencia cotidiana en los frutos espontáneos de la tierra. El hombre prehistórico ya se servía del capital, que consistía en las piedras pulimentadas, los arcos, las flechas, las anzuelos y las provisiones que llevaba consigo cuando iba de caza ó de pesca.


(1) Principios, 1.ª part., cap. II, art. 6.°

(2) Allegemeine Grundlagen, H. Hauptstück.


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