LA DESILUSIÓN SEXENAL

Óscar Antonio Jiménez Morales

Sobre la medición y los instrumentos de medición

A partir de la condición de que las hipótesis1 son enunciados contrastables se plantea el asunto de la medición, entendiendo por medir no sólo atribuir números a los objetos o a sus propiedades sino poner en correspondencia los objetos o sus atributos con un lenguaje formal2, lenguaje que podría ser el de los números o el de la lógica3. Entenderemos en todo momento que medir es comparar y que dicha comparación o medición se encuentra en tres niveles o escalas. Sin la pretensión de que este apartado parezca un manual sobre escalas de medición, es importante recordar que dichas escalas son la nominal, la ordinal y la métrica y que tienen operaciones empíricas específicas e interrelacionadas según el nivel de la medición que se establezca. Para redondear estas ideas, nos valdremos del cuadro 1 que a continuación se presenta:

Cuadro 1
Niveles de medición y operaciones empíricas


Nivel de medición

Operaciones empíricas

Nominal

=,  ≠ (Igualdad y diferencia)

Ordinal

>, < (Mayor que, menor que)4

Métrico

+, -, /, *, etc.5

Fuente: Elaboración propia.

Este asunto es de vital importancia puesto que algunos investigadores consideran que la aplicación de métodos y técnicas cualitativos no pueden llegar a la medición métrica, o más aún, que al emplearlos, simplemente no se estaría llegando a la medición. Lo que subyace a este asunto es que aquéllos estarían pensando sólo en la medición métrica, es decir, en el grado de diferenciación y que ésta sólo es posible en los estudios cuantitativos. Sin embargo, tan estamos midiendo al decir que, por ejemplo, el abstencionismo es diferente a la participación electoral (nivel nominal), como al decir que el abstencionismo electoral en el Distrito Federal fue mayor al de Jalisco6 en tales o cuales comicios (nivel ordinal), o bien, que el abstencionismo electoral del Distrito Federal superó en tres puntos porcentuales al de Jalisco (medición métrica). En este último, no sólo decimos que un registro es mayor que el otro, sino que ya establecemos cuán mayor es. No debemos olvidar que en el nivel ordinal quedan implícitas (incluidas, contenidas) las operaciones empíricas de nivel nominal, y que en el métrico quedan implícitas las de los dos niveles inferiores.
En otras palabras, con el último ejemplo, podemos indicar que si bien es cierto que el abstencionismo en el Distrito Federal superó al de Jalisco en tres puntos porcentuales (nivel métrico), también lo es que el primero fue mayor que el segundo (nivel ordinal), y que esos dos fueron diferentes entre sí (nivel nominal). Una de las formas en que se presenta esta idea al investigador es que las escalas de medición están ligadas por relaciones de transformación que permiten bajar la exigencia lógica de la medición, por lo tanto es lícito pasar de la escala métrica a la ordinal y de la ordinal a la nominal.
Se concluye así que la diferencia de lenguaje de medición es más bien táctica que estratégica, ya hablaremos sobre esto posteriormente.7
Un ejemplo más que podemos ilustrar es que al llevar al cabo una clasificación de las ciencias, en primera instancia, entre formales y fácticas y, estas últimas, en naturales y sociales, estaríamos estableciendo una medición, claro está, pero sólo en el nivel nominal. Vamos, la operación empírica que establecemos es la de diferencia, cabe decir, que en dicha clasificación el nivel máximo de medición es precisamente el nominal, toda vez que no estamos diciendo que una de las ciencias sea superior a la otra, o bien, que una de ellas sea mayor o menor en cinco puntos de acuerdo a una escala métrica, eso sería absurdo.
Por otra parte, un asunto de no menor importancia los constituyen los instrumentos de medición y los enunciados (proposiciones lógicas) que derivan de la medición efectuada por ellos. Supongamos que requerimos medir o comparar las temperaturas corporales de dos individuos, y lo único que tenemos como instrumento de medición son nuestras manos, al tocarlos sólo podremos saber es que la temperatura de uno de ellos es más alta que la otra (si es que es el caso, nivel ordinal) y que además las temperaturas entre ellos son diferentes (quedó implícito el nivel nominal); sin embargo, no podemos saber cuán mayor es una de otra precisamente por las limitaciones que impone el instrumento de medición utilizado, la única manera de hacerlo es empleando un instrumento de medición más sofisticado (termómetro), con él podremos saber cuán mayor es esa diferencia (nivel métrico). Un asunto más que ilustra esta consideración sería la siguiente: imaginemos a un grupo de exploradores que deciden incursionar en la sierra de Autlán, Jalisco, ellos requieren orientarse, no obstante, con lo único que cuentan como instrumento de medición (orientación) son las manos y la vista, saben que apuntando la mano derecha hacia donde “sale el sol”8, estarían marcando el oriente; por deducción, la dirección contraria sería el poniente (apuntándola con la mano derecha) mientras que el norte estaría a su frente y el sur a su atrás, empero, con este tipo de instrumento sólo pueden determinar los cuatro puntos cardinales con cierto nivel de exactitud o mejor dicho, de inexactitud, mientras que determinar los laterales y colaterales sería casi imposible, precisarían un instrumento mucho más sofisticado como una brújula la cual cuenta con una aguja imantada y una rosa de los vientos, ésta, ceteris paribus, seguramente marcará los azimut9 correctos.
De esta manera podemos establecer un sin fin de ejemplos, a lo que queremos llegar es que los niveles de medición que se alcanzan en tales circunstancias dependen también del instrumento de medición. En el caso de esta investigación, el instrumento de medición que emplearemos será el cuestionario10 y en la medida en que mejor elaborado esté, en torno a asuntos de confiabilidad y validez11, resultados más precisos obtendremos. En otras palabras, que las respuestas a una misma pregunta (formulada o no de maneras alternativas) no varíen demasiado cuando son respondidas por las misma persona o por personas distintas y, que a la vez, esas preguntas se refieran al contenido del concepto (objeto de estudio) que nos  interesa observar y contrastar.12
Ahora bien, complejicemos más el asunto lejos de sólo los instrumentos de medición: el investigador que ha utilizado instrumentos cualitativos para recopilar su información, que ha seleccionado muestras intencionales y que ha generado una matriz cualitativa (tablas de contingencia) de datos podría, si así lo desea, utilizar los métodos que le proporciona la estadística (si es que así conviene y si es que así se lo permite la naturaleza de su objeto de estudio).
Por supuesto, algunas preguntas de investigación no pueden ser respondidas por métodos cuantitativos y otras por métodos cualitativos, ambos tipos de métodos serían complementarios en ciertos casos. En otras palabras, la selección intencional de los casos, procedimiento empleado con frecuencia en la investigación cualitativa, no es obstáculo para usar los procedimientos estadísticos de análisis de información (tratamiento de la información) ni tampoco lo es, que no sea posible medir en escala métrica.


1 Las hipótesis deben guardar consistencia lógica, deben ser compatibles con el conocimiento acumulado y deben ser empíricamente contrastables.

2 Pzeworski Adam y Henry Teune, The logic of comparative social inquiry, Malabar, Florida, Krieger, 1982.

3 Hoy se sabe que la aritmética y la matemática en general son  reductibles a la lógica, vamos, la operación lógica que siempre se lleva al cabo para operar en matemática es el análisis deductivo.

4 Quedan implícitas las operaciones empíricas del nivel inmediato anterior.

5 Quedan implícitas las operaciones empíricas de los niveles anteriores.

6 Ejemplo hipotético.

7 Cortés, Fernando y Rubalcava, Rosa María, “Escalas básicas de medida” en Metodología Vol. IV: Medición, Guadalajara, Jalisco, México, SEP, U. de G. y COMECSO, 1990.

8 Por supuesto bajo condiciones climatológicas propicias.

9 Dirección marcada en grados.

10 El cuestionario es considerado una herramienta propia de ciertas técnicas de investigación como los son la entrevista (denominada técnica cualitativa) o como lo es la encuesta (técnica cuantitativa), ésta última es la que utilizaremos principalmente para la prueba de hipótesis, ya hablaremos de ello posteriormente. 

11 La confiabilidad es “la estabilidad y la exactitud de la medición; una medición es confiable si un instrumento aplicado repetidamente sobre el mismo objeto de análisis entrega los mismos o similares resultados, por otro lado, la exactitud en la medición implica una relativa ausencia de errores en un instrumento determinado”. Validez en términos generales “es cuando se ha medido lo que se pretende medir, por lo cual, los datos recopilados pueden utilizarse para el propósito con que fueron recogidos. La validez también puede definirse como el grado en que las diferencias obtenidas en el objeto de estudio reflejan verdaderas diferencias en el atributo medido, sea en el mismo momento, sea en dos tiempos distintos”. Ver: Cohen, Ernesto, Evaluación de proyectos sociales, México, D,F, Ed. Siglo XXI, 2003. p. 124 y 125.

12 Cortés, Fernando, Causalidad y evaluación de impacto de política, México, D.F., Centro de Estudios Sociológicos, El Colegio de México, 2005.

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