“POLÍTICAS PÚBLICAS EN SALUD Y SU IMPACTO EN EL SEGURO POPULAR EN CULIACÁN, SINALOA, MÉXICO”

Manuel Ildefonso Ruiz Medina

2.2 La Seguridad Social de Bismarck a Beveridge
2.2.1 Bismarck y la evolución del Estado de Bienestar y los seguros sociales


Al producirse durante los siglos XVIII y XIX la revolución industrial, el trabajador se encontraba en el más absoluto desamparo frente a los riesgos y contingencias sociales.
Jornadas de trabajo extenuantes y salarios miserables que tenían que aceptar para no morirse de hambre y estaba prohibida la coalición profesional y la huelga, además los empleadores no estaban obligados a solventar los gastos por enfermedades y accidentes de trabajo por considerar que tales egresos incrementaban los costos de producción, por lo que los trabajadores tenían que atender con sus magros salarios los riesgos y contingencias sociales aunque para ello tuvieran que enviar a laborar a sus mujeres y a los hijos menores desde su más tierna infancia. Fue así como progresivamente iniciaron los sistemas sociales de protección como el ahorro privado, la mutualidad, el seguro privado, la responsabilidad civil y la asistencia pública (Nugent, 1997:606).

Las primeras formas de protesta colectiva fueron los amotinamientos y las huelgas; la primera de estas acciones tenía por finalidad dañar el equipo de capital, las clases dominantes respondieron con una fuerte represión19, llegando a dictar leyes que imponían la pena capital para cualquier obrero a quien se le probara la responsabilidad en el daño a las máquinas (Uzcástegui, 1990:46-47).

Los seguros sociales se establecieron en la primera mitad del siglo XIX para resolver los problemas que los sistemas iniciales de previsión dejaron pendientes de solución.
Correspondió a Alemania iniciar la evolución histórica de la seguridad social. Fue obra de Bismarck, quien presentó al parlamento un proyecto de seguro obligatorio contra accidentes o enfermedades, que alcanzó consagración legislativa el 15 de julio de 1883, para proteger a los trabajadores de la industria en forma obligatoria, contra el riesgo de enfermedad y la contingencia de la maternidad (Nugent, 1997:611).

La clase obrera, con un sentido solidario, se distancia cada vez mas de la clase burguesa, y a medida que sus miembros aumentan y congestionan las grandes ciudades, el gremialismo se desarrolla, dándose perfectamente cuenta de que sus intereses son, a la vez homogéneos y opuestos a la clase explotadora con conciencia de clase, se enfrentan a la lucha organizando mejor sus sindicatos (Uzcàstegui, 1990:47).

Entre el acceso de Bismarck a la Cancillería, en 1862, y la proclamación de Guillermo II como Kaiser de Alemania, tras el fin de la guerra franco-prusiana (1870-1871), transcurrió menos de una década y durante este tiempo se logró la unificación política que no se había alcanzado en las cinco décadas anteriores.
La nueva potencia continental provocó una modificación de la correlación de poder en el seno del Concierto Europeo, no tanto por su poderío militar y económico, cuanto por la debilidad de Francia y el Imperio Austro-húngaro, que había quedado evidenciada en las contiendas de 1866 y 1870-1871 (Droz, 1973:100).

Las políticas antisocialistas eran el resultado, en buena medida, del temor a las revoluciones en un momento en el que Alemania sufría un acelerado proceso de industrialización. Los cambios en la dinámica social eran profundos y no estaban exentos de tensiones. En 1878 tuvieron lugar una serie de atentados, una de ellas contra la vida del emperador (Álvarez Uria, 2004:181).

El 17 de noviembre de1881, escribe Álvarez Uria (2004:181) tuvo lugar el famoso mensaje imperial que marcaba un cambio de rumbo en las políticas sociales:
(…) la superación de los males sociales no puede encontrarse exclusivamente por el camino de reprimir los excesos socialdemócratas, sino mediante la búsqueda de formulas moderadas que permitan una mejora del bienestar de los trabajadores, significó este mensaje un antes y un después en la protección social de parte del Estado, en ese documento escrito por Bismarck se reconoce por primera vez el ejercicio de esa protección como un derecho de los trabajadores. Frente a las políticas liberales de represión aplicadas hasta entonces, se optaba al fin por las políticas de reformas sociales basadas en la previsión social.

Como destaca Zorgbibe (1997:23-33), desde el punto de vista de la política exterior, la consumación de la unificación alemana, terminó provocando un enfrentamiento entre dos concepciones claramente opuestas.
De una parte la que defendía el Canciller Bismarck, según la cual el Imperio alemán debía concentrarse en reforzar su papel de potencia continental hegemónica, reforzando sus alianzas con Rusia y la Doble Monarquía austro- húngara. De otra, la visión del Kaiser Guillermo II, que aspiraba a convertir el Imperio alemán en una potencia mundial, una vez garantizada su posición en Europa, mediante la expansión colonial y el desarrollo industrial y comercial. En esta segunda concepción, conocida como la Weltpolitik, el Imperio ruso se convertía en un rival como lo eran también Francia y Gran Bretaña.

Se expidieron en Alemania20 en ese tiempo de manera sucesiva tres leyes (IMSS, 1983: 15-30): el
13 de Julio de 1883 la Ley del Seguro de Enfermedades, el 6 de Julio de 1884, la del Seguro de

El ejemplo de Alemania es rápidamente seguido en Europa, pues entre los años de 1887 y 1888 Austria adopta leyes sobre seguro de accidentes de trabajo y sobre seguro de enfermedad; Hungría lo hace en 1891. En Dinamarca se crea el seguro de vejez en 1891; el de enfermedades y maternidad en 1892 y el de riesgos de trabajo en 1898. En Suecia, el seguro de enfermedades y maternidad en 1891, el de riesgos de trabajo en 1901, el de invalidez -vejez- muerte en 1913. Noruega dicta su primera legislación de protección contra riesgos de trabajo en 1895 y de seguro de enfermedad-maternidad en 1909. Las ideas sobre los seguros sociales atraviesan los océanos y así, en Nueva Zelanda, se instituye el seguro de vejez en 1878; el de riesgos de trabajo en 1902 y 1918, y por último el de invalidez y vejez en 1908, de tal manera que en los comienzos del siglo XX ya cuentan con seguros sociales Holanda (1901-1913)Irlanda (1897-1908-1911, Italia (1898,1912,1919), Luxemburgo (1901-1902 y 1911).

Accidentes de Trabajo de los Obreros y Empleados de Empresas Industriales y durante 1889 la del Seguro de Invalidez y vejez.
Con ello el Estado pretendía fortalecer la importancia de la seguridad social interviniendo en la vida económica del país, Bismarck pensaba que con este tipo de disposiciones se lograba la tranquilidad económica ya que afirmaba ―un hombre que tiene asegurado su porvenir, su vejez tranquila, el bienestar de sus familiares, no es anarquista ni atenta contra la vida del emperador; démosle ahora a los pobres a lo que tienen derecho antes de que nos lo arrebaten por la fuerza.

Los gobiernos locales alemanes pusieron en marcha fondos de enfermedad que exigían de los trabajadores el pago obligatorio de cotizaciones a la caja correspondiente. En caso de enfermedad, el trabajador asegurado recibía determinadas prestaciones.
Al seguro de enfermedad le siguieron otros similares para cubrir las contingencias por accidente laboral, invalidez y vejez. Los tres socios de estos regimenes (trabajadores, empleadores y el Estado) participaban en su funcionamiento y debe destacarse que la solidaridad obrera desempeñó una función preeminente en su concepción, establecimiento y administración, (OIT, 1995: 6-7)

Esas primeras Leyes de Seguros Sociales Obligatorias aprobadas en Alemania, representaron una forma más evolucionada de las instituciones que para esa época auxiliaban a la sociedad.
Este nuevo sistema, creado para proteger a los individuos contra los principales riesgos de la vida, se diferenciaba de las antiguas formas, principalmente en su obligatoriedad, pues las instituciones pasaron a ser entes de la organización pública, donde el Estado tenía una parte importante de la responsabilidad por su funcionamiento (Uzcástegui, 1990:43).

La aprobación de esas leyes demuestra, en gran medida, las notables cualidades de político y dirigente del Canciller de Hierro (Uzcástegui, 1990:51).
Bismarck, con una visión clara del problema social, decide enfrentarse a la clase trabajadora, no con las armas tradicionales de la represión policial, y logra convencer a los liberales que calificaban el proyecto de intervencionista, y a los socialistas, que preferían las leyes de beneficencia, para que optaran por una institución que planificada en esta forma, si bien no iba a solucionar el problema en forma integral, por lo menos detenía el fermento de una revolución planteada por la clase trabajadora, que se hacía cada vez más agresiva y que podía dar al traste con el sistema imperante.

La creación de los seguros sociales fue de hecho un fenómeno de necesidad e interés compartido del gobierno y los trabajadores de Alemania. Fue en ese país donde un conjunto de circunstancias políticas, sociales y económicas dio lugar a que aparecieran fuerzas y acciones que a través del tiempo y con la presencia de individuos esenciales en ese momento, llevaron a la práctica una serie de reformas que cambiaron en muchos aspectos la vida de esa sociedad, cuyo ejemplo se proyecto a otras naciones, Bismarck decía ―no sin razón‖ que la inseguridad social de los trabajadores era lo que los convertía en un peligro para el Estado, aun cuando nunca quiso a los obreros, compartía que estos al enfermarse dejaban de producir, así el Estado perdía si no los rehabilitaba rápidamente. Además la Ley obligaba a los patronos a pagar parte de los costos de la enfermedad, pues las cuotas eran tripartitas es decir, conformada por patronos, trabajadores y Estado (Jaramillo, 2005:173-174).

Unido (1897,1908,1912), Servia (1910), Rusia (1911), Rumania (1912, Rumania (1912), Bulgaria (1918) (CIES,1984:12).

El conflicto político y personal entre ambos dirigentes se saldó con la destitución de Bismarck en Marzo de 1890 y el final del sistema bismarckiano (Zorgbibe, 1997:23-33).

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