El diccionario define “Proceso” como “cualquier fenómeno que presenta una continua modificación a través del tiempo”, o también como “cualquier operación o tratamientos continuos”. Quinientos años antes de Cristo, Heráclito señaló la importancia del concepto de proceso cuando afirmó que un hombre no puede bañarse dos veces en el mismo río, pues de una a otra vez han cambiado tanto el uno como el otro. Thomas Wolfe, en su novela No puedes volver a casa (1940), hace la misma observación (Berlo, 1982).
El concepto de proceso resulta difícil de explicar en la ciencia y la relidad física actual. De hecho, el desarrollo de las ciencias físicas del concepto de proceso se tradujo en una de las revoluciones del siglo XXI. Berlo analiza el trabajo de los físicos incluyendo a Newton, y no encuentra una definición comprensiva de proceso. Se creía entonces que el mundo se dividia en “cosas” y “procesos”. Y también que las cosas existían, que eran entidades estáticas cuya existencia era independiente de la existencia o del funcionamiento de otras “cosas”.
El intéres por la comunicación ha producido muchos intentos tendientes a desarrollar modelos del proceso: Descripciones, listas de ingredientes. Por supuesto que estos modelos difieren. Ninguno de ellos puede clasificarse “exacto” o “verdadero”. Algunos serán de mayor utilidad o corresponderán más que otros al estado actual de los conocimientos acerca de la comunicación.
En su retórica, Aristóteles dijo que teniamos que considerar tres componentes de la comunicación: el orador, el discurso y el auditorio. Quiso decir con ello que cada uno de estos elementos es necesario para la comunicación y que podemos organizar nuestro estudio del proceso de acuerdo con tres variables:
1) la persona que habla, 2) el discurso que pronuncia y 3) la persona que escucha.
Explica David K. Berlo (1982) que la mayoría de los modelos corrientes de comunicación son similares al de Aristóteles, aún cuando en cierta forma más complejos. Uno de los modelos contemporáneos más utilizados fue desarrollado por el matemático Claude Shannon en 1947 y puesto al alcance de todo el público por Warren Weaver.
Shannon y Weaver ni siquiera se referían a la comunicación humana; hablaban de comunicación electrónica. En realidad, Shannon trabajaba para el laboratorio telefónico Bell. Sin embargo, hubo científicos de la conducta que descubrieron que el modelo de Shannon – Weaver resultaba útil para describir la comunicación humana .
José Carlos Lozano (2007) explica que McQuail y Windahl, estudiosos de la comunicación en los distintos enfoques y disciplinas han diseñado numerosos modelos que pretenden sintetizar y describir los rasgos esenciales del proceso de la comunicación de masas. Los modelos, según ambos autores, intentan mostrar los elementos principales de las estructuras o procesos de la comunicación, y las relaciones entre dichos elementos.
Este influyente  modelo, aún utilizado  actualmente,  define los elementos clásicos de muchos modelos posteriores: emisor, mensaje,  canal, receptor, efecto. El siguiente modelo retoma lo anterior:
   
  Fuente – Encodificador – Mensaje –  Canal - Decodificador - Receptor -Retroalimentación.
Al parecer los dos modelos cumplen con la identificación de los elementos  clave del proceso de la comunicación, sin embargo Lozano considera que las dos  propuestas, por su visión psicologista, ignoran los elementos externos al  proceso de la comunicación de masas que, desde afuera, ejercen una influencia  decisiva en la producción, distribución y consumo de los mensajes. Las posturas  sociológicas  señalan que siempre hay que  ubicar los fenómenos comunicacionales dentro del más amplio contexto social, ya  que la producción, difusión, y recepción de mensajes se realizan dentro de él. El  modelo de Riley y Riley (fig. 2.1) fue uno de los primeros intentos por  visualizar el proceso de la comunicación de masas dentro del contexto social.  En este modelo, tanto el comunicador como el receptor pertenecen a diferentes  instancias sociales. En principio, pertenecen a sus respectivos grupos primarios  (familias,amigos, compañeros de trabajo). Éstos, a la vez, están influidos por  la estructura social a la que pertenecen (clase social, educación, tipo de  trabajo). Y todo lo anterior se encuentra influenciado a su vez por el amplio  sistema social que caracteriza al país o la región en que se desarrolla el  proceso comunicativo  (Lozano, 2007).
  Adaptando el  modelo anterior a las nuevas propuestas de los enfoques teóricos recientes,  Lozano (2007) propone el modelo que aparece en la siguiente figura, se trata de  un modelo sociológico que describe la multiplicidad de influencias y factores,  tanto a nivel micro como macro, que influyen en la producción, difusión  y recepción de los mensajes comunicacionales.
De acuerdo a estos planteamientos la comunicación no puede considerarse una ciencia. Constituye, más bien, un campo de estudio para las ciencias sociales, ya que es un proceso que se presenta tanto en los fenómenos estudiados por la psicología, como en los sociológicos, los antropológicos, los políticos, los históricos y los lingüisticos.
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