LA EDUCACIÓN DE LA CAPACIDAD DE ORGANIZACIÓN DE LA VIDA EN ADOLESCENTES EN RIESGO DE ADICCIÓN COMO CONTENIDO DE LA PREVENCIÓN EDUCATIVA EN PREUNIVERSITARIO

Geilert de la Peña Consuegra

CAPITULO 3: EVIDENCIAS EMPÍRICAS Y CRITERIOS VALORATIVOS ACERCA DE LA FACTIBILIDAD DEL MODELO PROPUESTO Y LA ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN PEDAGÓGICA

El presente capítulo está estructurado por tres epígrafes. Se presentan, inicialmente, los elementos estructurales y funcionales de la Estrategia de Intervención Pedagógica elaborada. Seguidamente, los resultados obtenidos a partir de la aplicación del método Criterios de Expertos para la pertinencia de las propuestas. Por último, se ofrecen los criterios valorativos y cualitativos que expresan los principales resultados de la aplicación del Modelo Pedagógico propuesto, y la Estrategia de Intervención Pedagógica en la práctica.

3.1 Estrategia de Intervención Pedagógica para la educación de la COV desde la Prevención Educativa en el nivel Preuniversitario

En la literatura se han ofrecido varias definiciones de Estrategias Pedagógicas o Educativas, de acuerdo a múltiples clasificaciones, todas toman en consideración el significado etimológico de este concepto. Como vocablo proviene del griego estrategos, que significa arte de dirigir, plan de acción ordenado a un fin determinado De Toro, M. (1968) y Foulquié, P. (1967). En muchos diccionarios se hace frecuentemente alusión al limitado significado asociado a razones militares, políticas y económicas.

Al respecto, en las Ciencias Pedagógicas, no pocos autores han ofrecido sus definiciones al respecto, argumentando etapas para el desarrollo de las mismas desde una óptica metodológica, entre los que se pueden citar: Cajide, J. (1992), Ortíz Torres, E. y Mariño Sánchez, M. A. (2004), Sierra Salcedo, A. (2005), Velásquez, R. (2006), entre otros… Todos coinciden en que deben ser diseñadas, planificadas y evaluadas, con objetivos, acciones o tareas flexibles y con asequibilidad evaluativa. Por supuesto, cuando se habla de este tipo de estrategia, se supera el marco limitado de la docencia, y trasciende el proceso educativo en su amplio espectro. Manera concreta de expresar la modelación de la relación del proceso pedagógico, lo que constituye, una acción humana orientada a metas de carácter intencional, considerada como una actividad netamente intelectual.

La integralidad de las estrategias está dada en la complejidad del entorno en que se instrumenta, de su comportamiento integral, del carácter sistémico de su contenido, del carácter dinámico de la sociedad y del proceso pedagógico.

En correspondencia con lo planteado, se proponen los aspectos esenciales de la Estrategia de Intervención Pedagógica:

 Es flexible en toda su estructuración y dinámica en su ejecución.

 Se interrelacionan los aspectos macrosocial y microsocial.

 Se fundamenta en los aspectos teóricos de la psicopedagogía dialéctico – materialista.

 Posee nivel de generalidad, de acuerdo con los objetivos y los principios para la educación de la personalidad, en lo cual se integra lo docente, lo extradocente y lo extraescolar.

 Las acciones y actividades que se instrumentan con los adolescentes en riesgo adictivo, son fundamentalmente, dirigidas a lo afectivo – motivacional.

 Su instrumentación se orienta a la preparación de los docentes para su propia aplicación, la intervención de los adolescentes en riesgo adictivo y a la orientación de la familia.

 Capacidad para insertarse con eficiencia en toda la dinámica de la Prevención Educativa.

 Está constituida por una secuencia de etapas, acciones y actividades.

 Incluye un diagnóstico profundo donde se caracteriza la COV y el riesgo adictivo en los adolescentes de preuniversitario.

Es un deber profesional, la posesión de objetivos marcados en el perfeccionamiento de la educación en el nivel preuniversitario, en su más amplio sentido del carácter social. La estrategia, como una propuesta de aplicación, que se elabora en la Fase de INTEGRACIÓN EDUCATIVO - PREVENTIVA del Modelo Pedagógico, en efecto se deduce de este, en correspondencia y consistencia con el mismo. Figura 5.

En el trabajo desarrollado con los docentes y adolescentes de la Educación Preuniversitaria, se lograron los siguientes Valores compartidos: afectividad en la actividad docente – metodológica, compromiso y motivación con el desarrollo de la actividad, responsabilidad, laboriosidad, trabajo integrado del colectivo, disposición por el desarrollo de las actividades, solidaridad, humanismo, perseverancia, desarrollo del espíritu crítico y niveles de conciencia para el desarrollo de la Prevención Educativa.

Se propone como Objetivo general de la estrategia: instrumentar en la práctica educativa las acciones y actividades concebidas para desarrollar con eficacia el diagnóstico, seguimiento y evaluación de los adolescentes en riesgo adictivo de la Educación Preuniversitaria, en virtud de favorecer la educación de la COV en los mismos.

Se desarrolló en cuestión, un diagnóstico estratégico que parte de:

I.- Análisis externo. (Oportunidades y Amenazas)

II.- Análisis interno. (Fortalezas y Debilidades)

Como Oportunidades a tener en cuenta se declaran:

1. La Dirección Nacional del MINED aboga por la intervención educativa en adolescentes y jóvenes, atendiendo a las orientaciones generales del programa sobre el uso indebido de drogas, como prioridad en relación con la Prevención Educativa.

2. La integración multifactorial entre agentes especializados, para ejercer influencias educativas y preventivas en los adolescentes de preuniversitario, y la atención a la no utilización de drogas, la salud física y mental.

3. La Prevención Educativa desde sus perspectivas: metodológica, didáctica, gnoseológica y educativa, constituye una temática de total prioridad para el MINED y la Política Educacional Cubana, así como para el desarrollo de eventos científicos, nacionales e internacionales.

4. Se puede contar con el apoyo de organismos e instituciones sociales y culturales para el trabajo educativo, que se desdobla en el propio quehacer de los docentes en la Prevención Educativa.

5. Los objetivos formativos que han sido diseñados para el proceso pedagógico de la Educación Preuniversitaria, permiten la promoción de temas para evitar los contactos cercanos con las drogas, así como, el desarrollo de la COV, y exigen de una mayor preparación, dedicación y comprometimiento de los docentes que forman parte del proceso.

Figura 5. Correspondencia entre el modelo y la Estrategia de Intervención Pedagógica como propuesta de aplicación que se deduce de este.

6. La utilización de las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (NTIC), como patrón de importancia para desarrollar e instrumentar acciones y actividades educativas en torno a la prevención, en función de los adolescentes y los efectos negativos de las drogas para la salud mental y física.

Las Amenazas son las siguientes:

1. El nivel de exigencia a los docentes de preuniversitario no es consecuente con la necesidad de educar en los adolescentes la COV, a partir de la elaboración de metas concretas, que del diseño efectivo de pre-proyectos y proyectos de vidas.

2. El desarrollo de actividades en correspondencia con la organización, dirección y control del trabajo metodológico, así como, la salida docente de la Prevención Educativa en los departamentos.

3. Son insuficientes los proyectos investigativos que se realizan, así como también, las publicaciones especializadas en torno a la temática, además no llegan a concretarse en los centros educacionales del territorio, los resultados obtenidos por especialistas de otras instituciones y campos de las ciencias (Médicas, Psicológicas, Sociológicas, etc…), que potencien la relación con la pedagogía.

4. Los organismos e instituciones del territorio no planifican, ni concretan con sistematicidad, actividades conjuntas para promover la Prevención Educativa en relación con los adolescentes en riesgo adictivo, así como estudios investigativos para la solución de las principales problemáticas que afectan al trabajo educativo - preventivo de la entidad escolar, con respecto a esta temática.

Como Fortalezas se plantean:

1. El convencimiento y preocupación de los docentes de la educación Preuniversitaria por los elevados índices en cuanto a la frecuencia del uso de sustancias adictivas por parte de los estudiantes, tanto en el centro educacional como fuera de este.

2. Los docentes muestran interés por desarrollar acciones y actividades con los estudiantes que realizan prácticas adictivas, y reconocen las posibilidades que al respecto ofrece el proceso educativo.

3. Desde los contenidos de las diversas asignaturas, se tienen orientaciones para desarrollar acciones y darle salida a los objetivos de la Prevención Educativa.

4. Las condiciones en los centros preuniversitarios para el desarrollo de actividades metodológicas, que permitan la proyección estratégica de la Prevención Educativa a desarrollar por parte de los docentes y demás personal competente son objetivas.

5. Los temas que se conciben en las asignaturas responden a los intereses y a las necesidades intelectuales de los estudiantes, en los cuales se preparan los docentes para la ejecución y desarrollo del proceso educativo.

6. Las orientaciones y normativas relacionadas con la Prevención Educativa se instrumentan desde los niveles correspondientes, y de forma integrada con otros ministerios.

7. El índice significativo de docentes en la Maestría en Ciencias de la Educación u otros tipos de postgrados.

Se han determinado una serie de Debilidades que se plantean a continuación:

1. Insuficiente trabajo por parte de los docentes en función de la educación de la COV en los estudiantes, a partir de una elaboración conciente de proyectos de vida, con vistas a la autorrealización, autocrecimiento y autodeterminación.

2. Limitado conocimiento por parte de los docentes, miembros de la familia y directivos, de los elementos que caracterizan el riesgo adictivo y su diagnóstico, así como en lo referente a la COV.

3. No se han concebido concientemente en los preuniversitarios, estrategias dirigidas a la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo como contenido de la Prevención Educativa.

4. Los docentes no precisan alternativas (que contengan acciones y actividades) que garanticen la intervención de los adolescentes en riesgo adictivo, desde lo docente, extradocente y extraescolar.

5. Las bibliografías en los centros preuniversitarios no son suficientes y actualizadas, para potenciar la preparación de los docentes en el logro de un adecuado diagnóstico, seguimiento y tratamiento de los adolescentes en riesgo adictivo, incluso la orientación a la familia.

Los Grupos implicados en la instrumentación de la estrategia son:

Vicedirector para el Trabajo Educativo, Consejo de Dirección del centro, Jefes de Departamentos Docentes, Docentes Especialistas y Profesores Generales Integrales (PGI) por área de conocimiento, Psicopedagogo del centro, Responsables de la Prevención Educativa en el centro y el municipio, y otros especialistas que sus competencias se relacionan con la intervención educativa y formativa de los adolescentes, así como la prevención en cuestión: (personal de la salud, trabajadores sociales, responsable de las escuelas de padres, asesores del MININT que atienden menores, entre otros…).

Es necesario puntualizar que la estrategia está diseñada teniendo en cuenta tres orientaciones: la primera, hacia la preparación de los docentes, la segunda se orienta en la intervención de los adolescentes en riesgo adictivo y la segunda hacia la familia. Estas se desarrollan, posteriormente, a las acciones y actividades propuestas para la preparación de los docentes, debido a las necesidades que poseen respecto al tema. Por lo que los directivos instrumentan acciones para preparar a los docentes en su labor educativo - preventiva.

Para la instrumentación de la estrategia se tienen en cuenta cuatro Etapas, las cuales se relacionan de forma sistémica como se muestra en la Figura 6. Contribuyen, en toda su aplicabilidad, al cumplimiento del objetivo general propuesto. Estas se enumeran a continuación:

(I) Diagnóstico inicial y caracterización de los educandos.

(II) Planificación y orientación.

(III) Ejecución

(IV) Evaluación y Valoración de los resultados.

Estas etapas permiten que los docentes accionen como investigadores de su propia práctica, al transitar por la aplicación conciente y coherente de estas. En tal sentido se expresa la lógica de la instrumentación de la estrategia, que se representa esquemáticamente en la Figura 7. Para el adecuado desarrollo de las mismas, se proponen una serie de acciones, que se enuncian seguidamente, junto a una breve explicación:

1ra. ETAPA: Diagnóstico pedagógico y caracterización de los educandos.

Es vital que el docente conozca a sus estudiantes, por lo que el diagnóstico pedagógico determina el inicio del desarrollo de la estrategia en cuestión, hasta lograr en esta etapa la caracterización de los adolescentes en riesgo adictivo. Esta se realiza para conocer, analizar y valorar el estado de los niveles de la COV desde el estudio exploratorio de esta, teniendo en cuenta sus constituyentes, y el nivel de satisfacción, necesidad y desarrollo de las prácticas adictivas.

Se afirma, por tanto, que el diagnóstico desde esta óptica, se realiza con objetivos de indagación, obtención de información e interpretación de esta, viabiliza la identificación y evaluación del estado actual de cada constituyente de la COV en los adolescentes de preuniversitario, así como el nivel de riesgo adictivo. Para ello es necesario definir una serie de instrumentos, correspondientes al aspecto metodológico en cuestión. Estos instrumentos deben contener ítems para evaluar y determinar el nivel de riesgo, el nivel de desarrollo del sentido de la vida, posición en la vida y estilo de vida, así como metas, objetivos y proyecciones futuras. (Semejantes a las que se utilizaron en el presente estudio)

El diagnóstico posee un carácter integrador, caracteriza el objeto a partir de las condiciones histórico concretas en que los adolescentes se desarrollan e interactúan. Accede a la detección de las causas, tipos y diversidad de problemas, clasificación y jerarquía de las mismas e influencias externas que lo permiten, al igual que el papel de la familia y la escuela en la educación de la COV y el fenómeno de riesgo. Para ello se le sugiere al docente que emplee sus conocimientos en la elaboración de entrevistas, encuestas, estudios de casos y otras técnicas.

Se proponen como acciones para esta etapa:

 Analizar los indicadores para la caracterización de los adolescentes en riesgo adictivo de preuniversitario. Para lo cual, hay que atender los elementos y datos necesarios, que posibiliten demostrar el riesgo adictivo y el nivel de este.

 Analizar los indicadores y el contenido de los constituyentes de la COV, para establecer, acertadamente, un diagnóstico adecuado del nivel de este en el adolescente en riesgo adictivo.

 Elaborar los instrumentos que van a formar parte del diagnóstico pedagógico, y precisar los aspectos a medir. Se sugiere que se desarrollen estudios de casos en dependencia de las características de cada adolescente y su pertinencia en la aplicación. Se sugiere que se utilicen técnicas y procedimientos que permitan obtener un conocimiento profundo de lo afectivo – motivacional. (Por ejemplo: la autobiografía, la composición, técnica de los diez deseos, entre otras técnicas).

 Elaborar los instrumentos que serán dirigidos a la familia, para la obtención de información al respecto, ya que es un contexto de vital importancia donde se desarrolla el adolescente. (Pudiera incluso extenderse hasta la comunidad).

1ra. ETAPA

2da. ETAPA

3ra. ETAPA

4ta. ETAPA

Figura 6. Esquema que ilustra la lógica en la aplicación de la Estrategia de Intervención Pedagógica.

Figura 7. Lógica de la instrumentación de la Estrategia de Intervención Pedagógica.

 Aplicar los instrumentos elaborados para el diagnóstico pedagógico. Es importante que a cada estudiante se le apliquen los instrumentos después de una previa explicación o motivación de la actividad, en el momento oportuno y que estas técnicas e instrumentos no sean los mismos.

 Operacionalizar los datos obtenidos en cada instrumento. En dicho procesamiento de la información es necesaria la elaboración de resultados cualitativos y cuantitativos. Es preciso utilizar la comparación y triangulación de los resultados para llegar a conclusiones concretas.

 Determinar las principales disfunciones con respecto al riesgo adictivo y el desarrollo de los constituyentes de la COV que poseen los adolescentes estudiados. Es vital revelar las causas que permiten los comportamientos orientados al uso de drogas y la tendencia en cada sujeto a la adicción, así como su influencia en la formación y regulación de la personalidad de estos.

 Retroalimentar el proceso diagnóstico y caracterizador de los adolescentes en riesgo adictivo, a partir de resultados anteriores y otros que son pertinentes a realizar.

2da. ETAPA: Planificación y orientación.

Consiste en un proceso de elaboración y preparación de las acciones, mediante la determinación de sus objetivos específicos, métodos, procedimientos, contexto, utilización de medios y recursos necesarios para cumplimentar el objetivo general.

Las acciones y actividades que se elaboraron se encuentran orientadas hacia la educación de la COV de los adolescentes en riesgo adictivo. Estas se expresan como contenido del Folleto Complementario elaborado. (CD adjunto al presente informe). Las mismas, están dirigidas a la preparación del docente, la intervención del adolescente y a la orientación de la familia.

La orientación es un momento de la presente etapa, donde al docente se le ofrecen las vías y procedimientos para desarrollar el proceso de instrumentación de las acciones y actividades planificadas. Es además, la preparación que necesitan para lograr de forma eficaz la educación de la COV en los adolescentes en riesgo adictivo, y la adecuada elaboración de los instrumentos a aplicar.

Las acciones y actividades son planificadas de acuerdo con la coordinación y el abordaje multifactorial en el centro educacional, y su relación con todos los actores del proceso. Para lograr el éxito de estas, se requiere de la participación activa de los que intervienen, como una condición para la ejecución efectiva, fortalecer la capacidad de transformar la realidad. En el proceso de planificación de acciones y actividades se refuerzan elementos como la comunicación, la comprensión, el debate constructivo, la extrapolación afectivo - motivacional y comportamental por parte de los ejecutores. Propicia además, el desarrollo de conocimientos y la operatividad en el proceso.

El desarrollo del conjunto de las acciones y actividades se concibe desde la institución educacional, como forma de organizar su instrumentación. Es orientado desde la Vicedirección para el Trabajo Educativo y el personal de salud, al hacer énfasis en los intereses individuales y grupales, su función preventiva y desarrolladora, en la que el principal ejecutor es el docente.

La distribución de las acciones es un proceso que se enriquece en la integración de todas las influencias educativas presentes en torno al docente, al adolescente y a la familia. Es por ello, que el Diagnóstico Pedagógico y la Prevención Educativa se encuentran interrelacionados dialécticamente, y en esta estrategia se dinamizan como la expresión esencial en la solución de los problemas detectados. De esta forma, se logra una vía de solución al potenciar la educación de la COV para alcanzar la funcionalidad en torno a la adecuada regulación de la personalidad de los educandos.

Las acciones están en función de los objetivos a corto, mediano y largo plazo, y son una excelente herramienta para llevar a cabo las actividades educativas. Estas son elaboradas por el docente, con la debida creatividad e innovación, para estimular y desarrollar motivaciones en los educandos. A partir de este criterio, el docente debe tener presente que las actividades se correspondan con las acciones diseñadas, y fundamentalmente, en la elaboración de actividades que promuevan el debate, la reflexión, la crítica, la toma de posición, a partir de las vivencias, experiencias, situaciones experimentales, abstracciones, etc...

Para la eficaz instrumentación de estas acciones es válido analizar: las características contextuales de la ubicación de la escuela, la preparación del docente en torno al desarrollo de la Prevención Educativa, la determinación de las potencialidades de los programas, las actividades extradocentes y extraescolares que se desarrollan en la escuela, las potencialidades del contenido y la argumentación de la intencionalidad formativa de estos, los aspectos medulares y configuraciones de la COV, entre otros…, en correspondencia con un loable resultado e impacto en la práctica pedagógica. Se proponen como acciones para esta etapa:

 Establecer prioridades en función de los resultados alcanzados en el diagnóstico de cada adolescente en riesgo. El docente debe definir con precisión, la intervención que realizará con los educandos, teniendo en cuenta la diversidad de su alumnado, elaborará estrategias diferenciadoras si lo requiere. (Actividades individuales o grupales y los temas a tratar).

 Valorar a partir de los resultados del diagnóstico qué acciones y actividades ejecutará para darle tratamiento a la familia, directamente, desde la escuela, y que esta participe en la intervención del adolescente en riesgo adictivo. (Aquí se integran los agentes comunitarios y otros entes activos que forman parte en la labor preventiva.)

 Tener en cuenta las vías de tratamiento a los adolescentes en riesgo adictivo en la educación de la COV, desde lo docente, extradocente y extraescolar. Valorar los contenidos de las diferentes asignaturas que potencian la Prevención Educativa en función del tratamiento al riesgo adictivo y la educación de la COV. Además, las actividades que se planifican en el centro que pueden darle salida a este tema.

 Fortalecer el trabajo de la FEEM, la UJC y la FEU en el centro, a partir de la máxima de que es necesario el abordaje multifactorial de la situación del riesgo adictivo, asesorando, en tal sentido, a los dirigentes de estas organizaciones para desarrollar actividades.

 Valorar las posibilidades que poseen los diferentes factores que interactúan con el centro educacional, que pueden intervenir incluso en el proceso preventivo del riesgo adictivo y de la educación de la COV. (Por ejemplo: trabajadores sociales, personal de salud, CAM, CDO, salud escolar, PCC, SNTECD, entre otros...)

 Desarrollar escuelas de padres, sobre la base de las necesidades de orientación y tratamiento que fueron detectadas en el diagnóstico pedagógico. (Hacer énfasis en los procederes de los familiares de adolescentes en riesgo adictivo y lo que constituye esto para ellos. Así como en vías y procedimientos para contribuir a la educación de la COV).

 Elaborar actividades para los adolescentes en riesgo adictivo que permitan educar la COV, y lograr así mayores índices de regulación de la personalidad. (Folleto elaborado adjunto al informe en un CD)

3ra. ETAPA: Ejecución.

En la presente etapa de la estrategia, se instrumentan las acciones y actividades planificadas. Juega un papel determinante todo lo asimilado en las orientaciones dadas, y tanto el docente como demás factores educativos en relación con la escuela, e incluso la familia, se involucran en el proceso. El accionar estratégico está condicionado por el carácter personológico de la intervención de los adolescentes en riesgo. En correspondencia con el carácter flexible de la estrategia, lo planificado se encuentra sujeto a posibles transformaciones que pueden suceder en la práctica si esta lo exige.

Todo lo anterior se analiza desde la perspectiva de cómo instrumentar las acciones con mayor efectividad, aquí sería imposible designar procederes, sin un apropiado conocimiento de las individualidades de los adolescentes. Además, es necesario promover las orientaciones previas, desde las preparaciones metodológicas o actividades especiales desarrolladas por el Vicedirector para el Trabajo Educativo y el Director del centro, así como los demás factores que intervienen: (trabajadores sociales, personal médico de la escuela, psicopedagogo, etc…), para lograr una adecuada instrumentación.

Se proponen como acciones para esta etapa:

 Garantizar las condiciones necesarias y óptimas para la participación adecuada de los diferentes factores, que intervendrán en el proceso de Prevención Educativa con los adolescentes en riesgo, así como en la educación de la COV de estos.

 Realizar los despachos y coordinaciones correspondientes, tanto en el centro escolar como en otras instituciones educativas, donde se desarrollarán actividades previamente planificadas.

 Aplicar las actividades elaboradas de forma planificada, y tener en cuenta el clima propicio desde el punto de vista motivacional, contextual y material.

 Ajustarse a las características y orientaciones que expresa cada actividad para su aplicación.

4ta. ETAPA: Evaluación y Valoración de los resultados.

La evaluación está presente en todo momento a lo largo del desarrollo de la estrategia. Se inicia en la valoración y preparación de los docentes para llevar a cabo con efectividad la Prevención Educativa, y en esencia se evaluará la pertinencia e impacto de las acciones y actividades instrumentadas.

Dicha evaluación no es solamente de los educandos, sino también, contribuye a valorar con objetividad los resultados de cada etapa. Esto posibilita el perfeccionamiento en cada instrumentación, para poder optimizar las herramientas utilizadas. Además, es válido destacar, que al finalizar cada sesión se evalúa el desarrollo de cada acción y/o actividad realizada, a partir de la recogida de información al aplicar los instrumentos para evaluar (técnicas elaboradas por el docente para la obtiención de información sobre el nivel de satisfacción). Dicha evaluación es consecuente con los aspectos y características de la heteroevalución, coevaluación y autoevaluación, como tipos de evaluación utilizadas durante toda la aplicación de las actividades diseñadas. En tal caso el docente determina por las especificidades de las actividades, qué tipo de evaluación desarrollar, siempre es necesario proponer la autoevaluación.

El proceso de retroalimentación en la estrategia es constante, en la ejecución de cada etapa. Parte del análisis crítico de las acciones y actividades planificadas en su ejecución, con la finalidad de readaptar la intervención de acuerdo con la información obtenida. Al concluir el curso o determiandas etapas de este, se deben realizar cortes que posibilitan el seguimiento al diagnósico inicial, registrar los resultados finales y las transformaciones logradas. Aunque, esta transformación es gradual y a largo plazo, al surgir en tal sentido la necesaria sistematicidad y seguimiento.

Se proponen como acciones para esta etapa:

 Elaborar instrumentos que permitan obtener criterios conclusivos y valorativos sobre las actividades desarrolladas con los adolescentes y familiares, para determinar de esta forma el impacto de las mismas. Además, es necesario tener un registro de las evaluaciones educativas en función de las transformaciones que se efectúan en los educandos, expresadas a través de su comportamiento. (Cada actividad realizada debe concluir con el registro de los criterios de aceptación e importancia para los participantes. Se sugiere la utilización de técnicas para ello, como por ejemplo: lluvias de ideas o criterios sobre la actividad, PNI (Positivo – Negativo - Interesante), la observación de los comportamientos y rasgos expresados, fundamentalmente, en el rostro, entre otros...) Es necesario tener presente los indicadores establecidos en función del nivel de preparación y orientación de los docentes y familiares, así como la educación de la COV.

 Posibilitar que los adolescentes y familiares participen en determinadas actividades, incluso que ofrezcan criterios y puntos de vista, con el fin de perfeccionar las actividades o elaborar otras, y valorar las realizadas.

 Analizar los elementos negativos y positivos en la aplicación de las actividades, para lograr de esta forma un adecuado perfeccionamiento en la intervención pedagógica.

 Intercambiar con otros docentes en espacios establecidos para tratar los temas al respecto, propiciar la socialización y el perfeccionamiento de las actividades aplicadas. (Espacios como: reuniones con el Vicedirector para el trabajo educativo donde se valoran los educandos con esas características, en las reuniones de departamento, en los claustrillos, entre otros...)

 Participar en determinados espacios de intercambio (eventos científicos, talleres teóricos – metodológicos, entre otros), donde se expongan las experiencias logradas en torno a la aplicación de la estrategia propuesta, así como sus principales resultados.

 

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