Tesis doctorales de Ciencias Sociales

ESTRUCTURAS REGIONALES EMERGENTES Y DESARROLLO TURÍSTICO SUSTENTABLE: LA REGIÓN COSTA SUR DE NAYARIT, MÉXICO

Ulises Castro Álvarez




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4.4. Los efectos del turismo y la emergencia estructural.

Los impactos del turismo en el nivel local, se han estudiado y tipificado por diversos autores, en forma general se pueden observar en el ámbito económico, político, social, cultural y ambiental, (César y Arnaiz, 2002; Reynoso y Ragt, 1979):

Los impactos económicos se pueden clasificar en positivos y negativos, los primeros se refieren a la entrada de divisas, generación de empleos, mejoramiento de la infraestructura, estímulo a la actividad empresarial, dinámica económica regional, entre los impactos negativos más significativos se encuentran el incremento de las importaciones, distorsiones en el mercado laboral, limitaciones en la inversión pública, insuficiente infraestructura de servicios públicos, insuficiente vivienda, inflación, alta especulación sobre las tierras y bienes inmobiliarios.

En el ámbito socio-cultural, los impactos se observan en modificaciones a la estructura poblacional, cambio de la cultura y valores tradicionales, incremento de la prostitución, la inseguridad, delincuencia, tráfico de drogas, exclusión y marginalidad, estratificación social con pérdida de posición por parte de la población local, la población originaria en muchas ocasiones se transforma en servidumbre de los nuevos dueños de la tierra y de las empresas turísticas de mayor envergadura, choque generacional; las nuevas generaciones prefieren ser empleados en la actividad turística que realizar otro tipo de actividades tradicionales, conflictos étnicos y xenofóbicos, grandes contrastes entre pobreza y riqueza.

En lo político se presentan modificaciones a las estructuras tradicionales mediante la incorporación de nuevos grupos de poder, los nuevos propietarios de las tierras y de la planta turística inciden en las formas de organizar y ejercer el poder en las regiones donde se asientan los desarrollos turísticos, generando conflictos de diversa índole.

En lo ambiental los impactos se presentan en distintos momentos y escenarios, de manera directa se observan pérdida de manglares y humedales, aglomeración excesiva de las construcciones, contaminación escénica, alteración de ecosistemas, contaminación por desechos sólidos y emisiones a la atmósfera, el transporte masivo tiene gran influencia en esto último, deforestación y depredación de flora y fauna en general, sobreuso del suelo, vertederos de aguas negras al mar por embarcaciones o las propias ciudades, modificación del paisaje, entre otros.

En lo espacial, el turismo como creador, consumidor y destructor de espacios ejerce una gran influencia y modifica por lo general las estructuras regionales, genera grandes concentraciones derivadas de procesos migratorios de zonas rurales hacia centros de actividad turística, con las consecuencias lógicas con respecto a los servicios públicos de agua, drenaje, vivienda, electrificación, etc., promoviendo la construcción de ciudades que por lo general en países en desarrollo se manifiestan con alto grado de desorden y caos.

En suma, es importante analizar con detenimiento los efectos del turismo y su influencia en la generación de nuevas estructuras económicas, sociales, políticas, espaciales y ambientales para determinar si los productos emergentes se pueden tipificar como desarrollo en su contenido más amplio.

4.5. El turismo como alternativa estratégica para el desarrollo.

En la década de los sesenta, diversos países pobres vieron en el turismo una alternativa para promover el crecimiento de sus economías, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), afirmó en esa época que la actividad turística contenía los elementos potenciales para tal efecto, señalando que podría tener alcances ilimitados, lo que motivó que tanto el Banco Mundial como las Naciones Unidas enfocaran sus esfuerzos a la promoción del turismo en los países en vías de desarrollo. Para apuntalar tal promoción, las Naciones Unidas declararon 1967 como el “Año Internacional del Turismo”, (De Kadt, 1979).

El efecto multiplicador del turismo en la economía, es uno de los argumentos justificatorios para que diversos países hayan decidido tomar como punto de lanza de su desarrollo a la actividad turística, convirtiéndolo en un modelo, sin embargo, los efectos de esta actividad son diferenciales en cada economía. En los países desarrollados el turismo ha sido soporte para reciclar grandes ciudades transformándolas en parques temáticos albergando los más excitantes artificios de ficción y fantasía, lo que origina que estos países sean lo que lideren al turismo a escala internacional (Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Gran Bretaña).

Para los países emergentes el turismo cumple con diferentes funciones, pero todas ellas de gran impacto y generación de magnas transformaciones, en lo económico, social, político, cultural y medioambiental, en algunas ocasiones reproduce las asimetrías existentes, y a veces las profundiza o las atenúa, (César y Arnaiz, 2002, p. 40).

Esta capacidad de asumir el liderazgo económico y de generar economías de escala y aportaciones importantes al PIB., le otorgan al turismo la visión de poder ejercer la función de arrastre de la economía regional o nacional, reconociendo su influencia en diversas actividades y sectores de la estructura económica, tomándose como estrategia central para promover el desarrollo nacional y regional, buscando la reducción de las disparidades económicas y sociales, (Arnaiz y César, 2002).

Las experiencias de países como Costa Rica y Cuba que se han visto transformados (quizás con éxito) con base al turismo como alternativa de desarrollo, insertos en sistemas de producción diferentes, no garantiza que a todos los países y sociedades les ocurra lo mismo, cada contexto tiene influencia y recibe la influencia de la actividad turística de diferente manera.

Por lo general, los gobiernos de los países observan la cara positiva del turismo pero se pierde de vista lo que Turner y Ash (1991) consideran. Estos autores muestran de manera clara la implicación entre el turismo y el capitalismo, el primero como modelo de operación del sistema de relaciones sociales y productivas que predomina en el universo.

Especifican la otra cara de la moneda al hacer notar la característica destructiva del turismo y del capitalismo en general sobre sociedades y civilizaciones, al turismo lo definen como:

“… una invasión del exterior por parte de los centros metropolitanos más desarrollados, que se vierten en las periferias todavía “incivilizadas”….”, (Turner y Ash, 1991, p. 195).

Equiparan al turismo a los movimientos masivos de personas que han existido a lo largo de la historia como barbarismo, los cuales normalmente ejercen influencias negativas a las comunidades que son objeto de esas invasiones lo que debe ser causa de temor o por lo menos de revisión de los términos en que se presentan estas movilizaciones para evitar en lo posible los impactos contrarios al desarrollo armónico de la sociedad.

Al comparar analógicamente al turismo con los bárbaros los autores manifiestan con mucha precisión su postura en torno al turismo como fenómeno social, señalan que tanto el turista como el bárbaro tienen movilizaciones masivas con distintos fines y sentidos pero muy similares en sus efectos, por una parte, el bárbaro se mueve del campo a la ciudad en un imaginario de admiración a ésta por su grandeza y sus contenidos que enseguida toma por la fuerza viviendo un sueño que a la postre él mismo destruye. Por otro lado, el turista procede de las ciudades donde se manifiesta un “desarrollo” acompañado de alta tecnología y urbanismo que le obliga a buscar a su contrario, lo exótico, sencillo, primitivo, prístino donde prevalecen culturas naturales que a la postre las avasalla, contamina y termina por ser un agente anti-cultural, (Turner y Ash, 1991).

Ante esta visión es conveniente revisar con mucha atención la utilización del turismo como modelo de desarrollo en tanto que sus repercusiones en las estructuras económicas, sociales, políticas, espaciales y ambientales son muy relevantes, las modifica de manera significativa y genera cambios que en la mayoría de los casos son irreversibles, Jurdao (1992), citado por Martínez (2006) sintetiza estos efectos y los expresa analizando los cuatro mitos del turismo: 1) el turismo como generador de empleo y riqueza, 2) el turismo como vía de comunicación cultural, 3) el turismo como vía positiva para la conservación, y, 4) el turismo como generador de cambio.

El primer mito los desbroza al señalar el proceso que normalmente genera el turismo al despojar de tierras a campesinos mediante la adquisición por urbanizadores a precios muy por debajo de su valor urbano, condenándolos al aislamiento y la exclusión a cambio de grandes negocios inmobiliarios y de especulación por los nuevos dueños de la tierra, el segundo mito Jurdao lo deshace mencionando que es falso que existe una comunicación entre culturas y hermanamiento de pueblos a través del turismo, señala que para el nativo el turista es cuando más una fuente de ingresos, una herramienta que genera algunos mal pagados puestos de trabajo, mientras que los turistas ven a los nativos como muñecos exóticos, el turismo transforma la cultura del pueblo anfitrión en mercancía enlatada para uso del turista, los nativos mercantilizan su cultura para que el turista pague por ella, de ninguna manera a esto puede llamarse comunicación o hermanamiento.

El tercer mito, es más que patente, el turismo vulnera los entornos culturales y naturales de las sociedades de destino que sufren la invasión masiva y constante de extraños destrozándolos con el establecimiento de instalaciones que utilizan bosques, playas, artes y pueblos enteros. El cuarto mito, el turismo como generador de cambio, Jurdao lo contempla en el sentido de que efectivamente existen cambios cuando el turismo se apodera de espacios pero por lo general son cambios que rompen con estructuras y valores, ejemplifica con el caso de Hawai y Tailandia donde se presentaron cambios radicales donde se abrieron las puertas a la drogadicción, prostitución de personas y de culturas, codicia de criminales que buscaban ganar dinero fácilmente, ruido, cemento, playas deterioradas, bosques destruidos, urbes congestionadas, de continuar ascendiendo de esta manera el turismo, sin planificación ni control, se observará la desaparición cada vez mayor de sitios bellos en el universo.

En resumen, el turismo es un fenómeno social y económico complejo que repercute grandemente en la estructura tanto económica como social, política, espacial y ambiental, sus impactos pueden ser diferentes entre las diversas sociedades donde se desenvuelve, generalmente en los países en desarrollo, estas repercusiones son de carácter negativo si se utiliza el modelo turístico tradicional como parte integrante del sistema capitalista y se considera como estrategia de desarrollo para una región o un país.

El turismo se convierte en un fenómeno que hace emerger estructuras que deben ser analizadas con detalle a efecto de conocer con precisión si efectivamente estas estructuras emergentes significan un verdadero desarrollo para la sociedad y por tanto si el turismo puede considerarse como un auténtico modelo para la promoción del desarrollo.


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