Tesis doctorales de Ciencias Sociales

APROXIMACIÓN A LA MEDICIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA SOCIAL E INDIVIDUAL EN LA EUROPA COMUNITARIA

Mª Noelia Somarriba Arechavala



 


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1.2.1. Características

La propia naturaleza de la calidad de vida es la que nos ocasiona dificultades a la hora de intentar definirla, por tratarse de un concepto vago, complejo, indirectamente medible, dinámico, multidisciplinar y heterogéneo, véase Setien (1993) :

1. Es un concepto vago debido a que su contenido es discutible. Habitualmente esta característica nos hace que recurramos a otros conceptos sinónimos o cercanos, lo que incrementa la confusión.

Es habitual el uso del término calidad de vida como sinónimo de bienestar, felicidad, bienestar subjetivo, salud... dependiendo de la disciplina en la que nos movamos. Los ejemplos son abundantes y ponen de manifiesto la confusión semántica que trae consigo el término.

Kozma et al. (1991) menciona que términos como bienestar, calidad de vida, felicidad y satisfacción en la vida son usados como si fueran una misma construcción. Deneve y Cooper (1998) ilustran el mismo solapamiento conceptual entre los términos bienestar subjetivo, satisfacción en la vida, felicidad y calidad de vida.

“Los términos calidad de vida, bienestar y felicidad denotan significados diferentes, en ocasiones se utilizan de forma indistinta y en otras ocasiones denotan valores diferentes”, Veehoven (2000b, pág. 1).

Es significativo, en este sentido, la siguiente cita de Ostroot et al. (1982, pág. 93), en la que se establece cierta relación con los conceptos de bienestar, calidad de vida y felicidad:

“Es indudable que el concepto [calidad de vida] va unido a una evaluación global de lo que se denomina bienestar, que a su vez está asociado a la felicidad [...] Mucho antes de que se hablara de calidad de vida, el término corriente para designar el bienestar era, sin duda el de felicidad”.

O tal y como recoge la Encuesta sobre Calidad de Vida en España:

“Los antecedentes del término calidad de vida están muy próximos para designar con lo que con menos sofisticación otros llamaban bienestar. El tema del bienestar es el antecedente inmediato de la calidad de vida. A su vez, el término bienestar vino a sustituir al término felicidad, más cargado de connotaciones ideológicas y morales”, Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo [MOPU (1979, pág. 21)].

La Agencia para la Protección del Medio Ambiente de EEUU define la calidad de vida como:

“La calidad de vida es un nuevo nombre para una vieja noción. Se refiere al bienestar de la gente, principalmente en grupos, pero también como individuos”, Agencia para la Protección del Medio Ambiente de EEUU (1973, pág. I-1).

Sin embargo hay que indicar que otros autores parecen distinguir entre los conceptos anteriores, tal y como señalan García-Durán y Puig (1980) la calidad de vida se refiere a los aspectos mensurables del bienestar, considerando estos autores el mismo como un concepto más general que el de calidad de vida. No obstante, hay autores que se posicionan en el sentido contrario y que consideran que la calidad de vida comprende aspectos no contemplados en el bienestar.

2. Otra de las características de este concepto es que posee un carácter complejo o multidimensional, dado que comprende múltiples facetas o dimensiones. Autores como Solomon et al. (1980), MOPU (1979) o Slottje et al. (1991) recogen la multidimensionalidad de este concepto, así como de conceptos análogos como necesidades humanas, nivel de vida...

“La calidad de vida es un concepto inclusivo que cubre todos los aspectos de la vida, tal y como son experimentados por los individuos”, Salomón et al. (1980, pág. 224).

“El estudio de la calidad de vida remite a todas las esferas en que se desarrolla la vida cotidiana de los individuos”, MOPU (1979, pág. 35).

“La noción de calidad de vida está constituida por un conjunto de atributos medibles que pueden ser ponderados por medio de alguna métrica, la calidad de vida puede ser medida a través de individuos, localidades y países y a través del tiempo”, Slottje et al. (1991, pág. 1).

El concepto de calidad de vida goza de un carácter multidimensional, de forma que de cara a su investigación se hace necesario explicitar, en forma de componentes, las diferentes facetas que comprende. Este aspecto constituye un obstáculo más en su investigación, ya que tampoco existe un consenso generalizado sobre los componentes que integran el concepto de calidad de vida, tal y como veremos a lo largo del desarrollo de esta tesis doctoral.

3. Se trata de un concepto que resulta indirectamente medible, por este motivo se utilizan indicadores sociales con el objetivo de obtener una aproximación a este concepto.

Tal y como recoge Zarzosa (1996, pág. 15): “La medición del bienestar es un objetivo imposible de alcanzar”.

Serán los componentes de la calidad de vida los que dan contenido al concepto y los que por medio de la herramienta de los indicadores sociales nos permitan aproximarnos a la medición de la calidad de vida.

Dada esta característica, se hace necesario definir el marco conceptual con el que se va a trabajar antes de emprender la investigación, justificando los componentes e indicadores seleccionados a través de los cuáles nos vamos a aproximar al concepto. Una de las restricciones de la investigación de esta noción es que su propia naturaleza frena nuestras ambiciones, obligándonos a conformarnos con una mera aproximación a su medida. A pesar de esta limitación, su aproximación es necesaria y valiosa de cara a la toma de decisiones encaminadas al incremento de la calidad de vida, tanto de los individuos como de la sociedad en su conjunto.

4. Otra de las características es que es un concepto dinámico. En la mayoría de las investigaciones sobre calidad de vida se asume que el punto de referencia es fijo, es decir, que las actitudes de los individuos en una determinada construcción permanecen estables. Sin embargo, las actitudes de los individuos no permanecen inalterables, variando en el tiempo a causa de la experiencia y la adaptación. Esta característica del concepto ha sido evidenciada entre otros autores por Campbell (1976), Brickman et al. (1978)... proponiendo otros autores como Allison et al. (1997) una construcción dinámica del concepto de calidad de vida.

5. El hecho de que sea un concepto multidisciplinar implica que ofrece diferentes perspectivas a la hora de abordar su análisis, a la vez que enriquece nuestra investigación. La calidad de vida ha sido y es objeto de estudio en disciplinas diversas como la economía, sociología, medicina, psicología, filosofía... lo que en la actualidad ha derivado en un intercambio de conocimientos, de forma que las diferentes ciencias se han nutrido entre sí, intercambiando conceptos y teorías.

A este respecto, este intercambio de conocimientos entre disciplinas se hace en la actualidad evidente con la creación de foros de debate interdisciplinares como por ejemplo la Sociedad Internacional de Estudios sobre Calidad de Vida (International Society for Quality-of-Life Studies -ISQOLS) , a la que ya hemos hecho referencia con anterioridad, y que constituye un foro de debate en el que tienen cabida la mayoría de las ciencias. Otro ejemplo sería la Sociedad Australiana de Estudios sobre Calidad de Vida (Australian Society for Quality of Life Studies -OzQol) .

6. Se trata de un concepto universal de forma que existe una gran pluralidad de posibles aproximaciones. La calidad de vida, dependiendo de características como la cultura, la religión o el carácter general de la sociedad a la que nos refiramos, puede presentar diferentes enfoques, sin embargo es un concepto universal que a lo largo del tiempo y del espacio siempre ha sido objeto de maximización por las sociedades.

7. Por último, es un concepto heterogéneo en el sentido de que se nutre de diferentes tipos de información.

Tradicionalmente los economistas han abordado el estudio de la calidad de vida desde una perspectiva objetiva por medio de indicadores tipo renta, consumo... El intercambio de conocimientos entre ciencias, especialmente de la sociología y de la psicología a la economía, ha permitido plantearnos si el análisis sobre este concepto debe de realizarse empleando información objetiva o subjetiva o combinando ambos tipos de información, existiendo diversas posiciones al respecto y siendo este tema objeto de debate recurrente.

En nuestro caso, defenderemos que el análisis de la calidad de vida se debe de realizar no sólo por medio de información de tipo objetivo sino incorporando la información que suministra la percepción del propio individuo sobre su vida. Tal y como recoge la Encuesta sobre Calidad de Vida en España:

“El paso del tema del bienestar al tema de la calidad de vida supone una recuperación del término felicidad. De la felicidad se paso al bienestar en un intento por tratar con perspectiva objetiva una cuestión subjetiva. Del bienestar se ha pasado a la calidad de vida recuperando aunque sea en una nueva forma, la perspectiva del sujeto” MOPU (1979, pág. 22).

Durante 1998 se produjo un vigoroso debate en relación a la definición de calidad de vida, originándose un intercambio de opiniones entre los miembros de la Sociedad Internacional de Estudios de Calidad de Vida [ISQOL] que fue publicado por Cummins en 1998. Este trabajo pone de manifiesto la gran variedad de concepciones y posiciones sobre la definición de nuestro concepto objeto de estudio, y la confrontación de posturas objetiva frente subjetiva. Veamos a continuación alguna de estas definiciones:

“La calidad de vida puede ser definida como la combinación de la alegría, paz, felicidad y autorrealización” (Friedman, pág. 16).

“La calidad de vida es la condición de vida determinada por la interacción entre salud y felicidad” (Board, pág. 20).

“La calidad de vida es una condición general donde los seres humanos en una sociedad son capaces de realizar su potencial y tener igualdad de oportunidades” (Samli, pág. 29).

“La calidad de vida es objetiva y subjetiva y cada dimensión procede de la agregación de siete dominios: bienestar material, salud, productividad, intimidad, salud, comunidad y bienestar emocional. Los dominios objetivos comprenden las medidas objetivas de bienestar. Los dominios subjetivos comprenden la satisfacción ponderada por la importancia del individuo” (Cummins, pág. 14).

Una de las conclusiones de este trabajo es que para mantener la calidad de vida como un concepto viable, necesitamos incluir componentes objetivos y subjetivos.

Fuera de este debate otros muchos autores han planteado sus inquietudes a que el concepto de calidad de vida comprenda dimensiones subjetivas, por ejemplo Erikson (1974, 1993) o Erikson y Uusitalo (1987); exclusivamente subjetivas como Campbell et al. (1976) o en el polo opuesto sólo objetivas como Slottje et al. (1991) entre otros autores.

En nuestro caso, la definición de calidad de vida que adoptamos se podría definir en los siguientes términos:

La calidad de vida es el fruto de la compleja interacción de una serie de factores objetivos y subjetivos: los primeros hacen referencia a las condiciones externas de tipo económico, sociopolítico, cultural, ambiental… mientras que los factores subjetivos aluden a la percepción del individuo sobre su propia vida y a la satisfacción que alcanza en los distintos ámbitos de la misma.

Tal y como hemos comentado, en muchas ocasiones los conceptos de bienestar y calidad de vida son utilizados como sinónimos, es aquí donde queremos hacer una breve reflexión de lo que a nuestro juicio marca la diferencia entre ambos conceptos.

El concepto de bienestar posee un carácter más general que el concepto de calidad de vida que tiene un origen más reciente. Durante la evolución del pensamiento económico, el bienestar ha sido objeto de investigación y análisis dándole un enfoque propiamente objetivo. Es desde hace tres décadas, cuando se incorpora a esta investigación las percepciones del individuo sobre su bienestar, surgiendo el concepto de calidad de vida, recuperando de alguna forma el pensamiento de los filósofos griegos.

La investigación sobre bienestar, previa al concepto de calidad de vida, a nuestro juicio queda bien definida en palabras de Drewnowski (1972):

“El aspecto de bienestar se refiere a la satisfacción de las necesidades humanas”.


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