Tesis doctorales de Ciencias Sociales

LA HISTORIA FAMILIAR Y COMUNITARIA COMO VÍA PARA EL APRENDIZAJE DE LA HISTORIA NACIONAL Y DE LA VINCULACIÓN DEL ALUMNO DE SECUNDARIA BÁSICA CON SU CONTEXTO SOCIAL

José Ignacio Reyes González



 

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Presencia de la historia social: familiar y comunitaria en el currículo escolar

En varios países del mundo el estudio de los conocimientos sociales en el nivel primario se comienza por la historia de la familia, por ser el mundo más cercano al alumno, vía que se utiliza para acercar a los conceptos y métodos de la investigación histórica.

Esta concepción tuvo que enfrentar la absolutización que algunos dieron a las conclusiones de J. Piaget de que el pensamiento formal no estaba preparado para enfrentar la complejidad de los conceptos históricos hasta los 15-16 años.

Algunos de los países donde se incluye la historia familiar en la primaria son: Gran Bretaña (H. Pluckrose, 1993), EEUU (E. Gómez, 1997), Dinamarca (M. González, 1996), España (M. González, 1996) y en América Latina en Costa Rica (C. Fallas, 1993), Argentina (G. Iaies y A. Segal, 1994), entre otros. Su presencia en el currículo escolar en la primaria ha tenido partidarios y detractores; los primeros afirman que el niño al acercarse a su mundo familiar se empieza a adentrar en las categorías históricas de forma elemental y lo deja en condiciones para pasar a otros niveles más complejos de la vida social: la comunidad, la nación y el mundo. H. Pluckrose (1993 : 70) lo justifica así : “El aquí y el ahora es el lugar apropiado para que los niños pequeños comiencen el estudio de la historia, a través de una serie de estudios específicos dentro de una unidad familiar y de personas que vivan cerca de sus casas y de su escuela”.

Los no partidarios de la enseñanza de la historia familiar en la primaria argumentan que esta puede tener tanta complejidad como otra historia, pues se entrelazan la estructura familiar, las relaciones entre sus miembros, su rol en la vida económico-social familiar, sus relaciones con el medio más cercano: la comunidad, y el modo en que reflejan la vida nacional en cada uno de sus períodos. No dejan de tener en parte razón en sus argumentos, lo que sucede es que hay que delimitar hasta dónde llegaría la complejidad de conocimientos a alcanzar por los niños de primaria en el estudio de la historia de sus familias, y por supuesto, no creer que este contenido es el mundo más sencillo para su estudio; en fin de cuentas su complejidad radicaría en la profundidad con que se estudia, la metodología que se siga y las metas que se le propongan a los alumnos.

Si bien el trabajo con la historia familiar se ha utilizado en la enseñanza primaria fundamentalmente, hay experiencias en España como las de C. García (1995), S. Ramos y J. R. Lorenzo (1996) que la han utilizado en el nivel medio explotando los recuerdos de los familiares sobre su propia historia o de lo sucedido a su alrededor, pero no hacen expreso el establecimiento de los vínculos con el programa de historia nacional.

¿Qué ha sucedido en la enseñanza de la historia de la familia en Cuba?.

En este siglo se introdujo la enseñanza de la historia local en Cuba, pero hasta los cuarenta y a pesar de los esfuerzos de Ramiro Guerra, Miguel A. Cano (1930) y Pedro García Valdés (1923, 1940), no se había logrado el éxito deseado por estos prestigiosos profesores. Esta situación condujo a un llamado en el Segundo Congreso Nacional de Historia (1943) para incorporar la historia local a la enseñanza primaria, lo cual queda reflejado en los planes de 1944, y a partir de entonces se produjo una amplia producción de obras escritas sobre esta temática. Se insiste en la etapa neocolonial en el estudio del pueblo del niño, su geografía, su historia, o sea, los momentos importantes de la vida del lugar donde estudia el niño primario, incluyendo sus personalidades destacadas. M. Cano (1930), P. García (1923, 1930) R. Guerra (1930); pero no hay referencia ni en los programas, ni en los textos y libros de metodología de la enseñanza al estudio de la historia familiar y de personas comunes en el ámbito escolar. Hasta donde hemos podido constatar la historia local y menos aún la historia familiar no formó parte del currículo de secundaria ni del bachillerato.

Con el triunfo de la Revolución y las urgencias de explicar una historia nacional con un enfoque histórico materialista y dialéctico, la historia local desapareció del currículo y solo fue rescatada a finales de la década del 80; aunque tampoco en esos programas se hace referencia a la utilización de la historia familiar para la enseñanza de esta materia. Se estudian familias ilustres que participaron en la lucha revolucionaria, sin embargo ha sido un paso positivo el hecho de que la materia Educación Cívica en 5to grado rescatara, en uno de sus temas la familia, pero con un enfoque más bien sociológico y cívico sin recurrir a la investigación de la historia familiar.

En secundaria básica se estudia la historia nacional en el noveno grado desde finales del ochenta, y tal como sucedió en la primaria se introdujo la historia local. Sin embargo, no hay ninguna referencia a la utilización de la historia familiar en el programa, las orientaciones metodológicas y el libro de texto, ni hemos encontrado referencias a experiencias de su utilización en las publicaciones especializadas ni en los eventos nacionales más importantes.

Tampoco aparece la historia familiar en el curriculum de preuniversitario de Historia de Cuba en décimo grado ni en el curso de profundización en duodécimo grado.


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