Tesis doctorales de Ciencias Sociales


ANÁLISIS DE LAS DIFICULTADES FINANCIERAS DE LAS EMPRESAS EN UNA ECONOMÍA EMERGENTE: LAS BASES DE DATOS Y LAS VARIABLES INDEPENDIENTES EN EL SECTOR HOTELERO DE LA BOLSA MEXICANA DE VALORES

Alberto Ibarra Mares



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CAPITULO 5. LA VARIABLE DEPENDIENTE

5.1. LOS PROBLEMAS CONCEPTUALES Y TÉCNICOS PARA DETERMINAR EL FRACASO EMPRESARIAL

El desarrollo de la mayoría de los modelos para realizar predicciones sobre quiebras en las empresas, se ha representado tradicionalmente a través de una función lineal con una variable dependiente, la cual generalmente se le puede definir de dos formas: a) como éxito empresarial, o b) como fracaso empresarial. Además, Argenti apunta que puede incluirse un tercer término muy interesante (aunque no es frecuente en la mayoría de las investigaciones) y es el de “colapso empresarial”, el cual se utiliza como sinónimo de fracaso .

Como veremos más adelante, en los modelos predictivos cualquier término que sea seleccionado como variable dependiente representará siempre una serie de dificultades jurídicas, técnicas, conceptuales y de criterios financieros, entre otros, que impiden llegar a una definición satisfactoria y de aceptación generalizada que sirva como variable dependiente al modelo predictivo.

Este problema, aunque conocido por diversos analistas e investigadores, se ha optado generalmente por no considerarlo como de suma importancia en los trabajos académicos. Tal vez ello obedece a la debilidad de darle una mayor ponderación a la aplicación de las diversas técnicas estadísticas que son tan habituales en los actuales trabajos de investigación, los cuales relegan a un segundo plano el estudio conceptual para determinar u obtener elementos tan importantes tales como la variable dependiente, algunas de las variables independientes así como las bases de datos contables.

La determinación de estos elementos son temas de múltiples divergencias y contradicciones que existen en los diversos trabajos sobre los modelos predictivos. Por ejemplo, es común encontrar que el término fracaso empresarial es el más utilizado como variable dependiente, sin embargo, su definición presenta serios problemas de ambigüedad al englobar diversos criterios que son tratados en ocasiones con un exceso doctrinal al inicio de las investigaciones, pero conforme se avanza en los trabajos se olvida su conceptualización que es sustituida por un excesivo trabajo estadístico que poco tiene que ver con la búsqueda de la exactitud predictiva del modelo (García-Ayuso: 1996).

Si analizamos primero al término éxito empresarial, podemos darnos cuenta que éste no presenta tantos problemas como el término fracaso empresarial (siempre y cuando su definición se fundamente en el concepto moderno de las finanzas empresariales). El éxito de una empresa ha sido denominado en los modelos predictivos como “empresa sana” y “empresa no fracasada”. En el primer caso se considera al término sano como sinónimo de éxito, por lo tanto, deberá cumplir con los objetivos que caracterizan al éxito empresarial dentro de la teoría del valor que es el fundamento central de las modernas finanzas corporativas. En el segundo caso el enfoque es distinto, pues aunque el término “no fracaso” no cumpla con las características del éxito empresarial, bastará que no se incurra en cualquiera de los supuestos que definen al fracaso empresarial para que la empresa se le clasifique como “exitosa”, “sana” o “no fracasada”.

Para llegar al concepto de éxito empresarial se puede comenzar por considerar su unidad temporal a largo plazo, es decir, existe un acuerdo generalizado sobre lo que se entiende sobre el éxito empresarial a corto plazo y a largo plazo. Cuando hablamos de éxito empresarial a corto plazo es porque principalmente se ha alcanzado obtener una óptima liquidez. Pero cuando hablamos del éxito empresarial a largo plazo es porque la dirección de la empresa ha logrado maximizar sus beneficios o maximizar el valor de la empresa, o bien, llegó a la mejor combinación entre ambos casos.

En los estudios empíricos sobre los modelos predictivos, lo que interesa al analista son los períodos largos que oscilan entre los cinco y diez años, ya que éstos determinan la continuidad de la empresa. Por esta razón, consideramos que los objetivos a largo plazo son los que se tienen que tener en cuenta para definir al éxito empresarial. Sin embargo, antes es importante definir el método y las variables que se considerarán para el cálculo de la rentabilidad pues en este tema existen también cierta diversidad de criterios.

Por otra parte, al revisar la gran variedad de literatura especializada y algunas de las principales ideas de las leyes concursales sobre el fracaso empresarial, se puede constatar que existen varios criterios para definir este término como variable dependiente. En varios de estos trabajos y documentos, los criterios utilizados están bastante bien fundamentados y en ocasiones sólo difieren sobre el grado de avance que presenta la “enfermedad financiera” de la empresa para considerarla como fracasada. Algunos de los ejemplos más interesantes del fracaso empresarial que hemos encontrado a lo largo del análisis del término son:

* No alcanzar los objetivos a largo plazo que caracterizan al éxito empresarial.

* Entrar en la Insolvencia Financiera (falta de capacidad de pago de pasivos vencidos).

* Entrar en la Insolvencia Económica (falta de capacidad para generar beneficios).

* Entrar en la Cesación de Pagos dentro de la fase de Suspensión de Pagos.

* Entrar en la Cesación de Pagos dentro de la fase de Quiebra.

* Entrar en el Colapso o caída (cuando la empresa habiendo tenido éxito, lo pierde al tener nuevas posibilidades de éxito).

* La quiebra definitiva (cuando la empresa se liquida definitivamente y finaliza actividades).

Como podemos ver, la diferencia de opiniones radica básicamente en el grado de avance de la crisis que experimenta la empresa. Esto influye de forma determinante sobre la diversidad de criterios que adoptan los diversos analistas para que consideren un hecho el estado de fracaso empresarial y seleccionen la submuestra de empresas fracasadas.

Entre los conceptos más utilizados para afirmar que ya se ha dado un estado de fracaso empresarial tenemos los que se presentan en el Cuadro No. 5.1. Aquí se muestra desde el caso menos grave hasta el caso más extremo que es la desaparición de la empresa. Con respecto al último término, éste podría utilizarse en aquellos trabajos que pretenden desarrollar modelos con un rigor más conceptual y cuyo objetivo puede estar dirigido a desarrollar más la teoría de la solvencia. En cambio, los términos que representan los síntomas menos agudos pueden servir para aquellos casos que buscan resultados más pragmáticos o que tienen serias limitaciones para acceder a una información financiera y económica más analítica que impide realizar clasificaciones más detalladas o precisas.


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