Tesis doctorales de Economía


UN ENFOQUE PLURIPARADIGMATICO PARA LA COMPETITIVIDAD INSPIRADA EN LA INNOVACIÓN DE LAS PYMES EN LA POSTMODERNIDAD

Nilsia Joany López de Gelviz



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B. COSMOVISION

P063 Paradigma Ecológico. Los gerentes dijeron sentir un enorme respeto por la naturaleza, a medida que la conozcan. Es motivo de asombro la complejidad que presenta la naturaleza. Opinan que uno de los aportes para la naturaleza es no contaminarla, con ser también portavoces de sembrar, de regenerar cultivos. El Gerente de la E01 tiene latente, aunque no ha manifestado a la Junta Directiva, de crear una fundación. Otra de las contribuciones por parte de los gerentes es “no ensuciando no haciendo ruido, tratando de educar a mis hijos lo mejor que se pueda para que el ambiente donde ellos, por lo menos la naturaleza de mi casa es un ambiente de limpieza, de organización de respeto”. También piensan que favorecen al “no talar árbol porque no por puro gusto, porque me molesta ahí la vista, no tengo campo, tengo un jardincito en la casa, pero hasta ahí llega uno” (P063:E04:I05ANN)

Capra (1998:28), afirma que “el nuevo paradigma podría denominarse una visión holística del mundo, ya que lo ve como un todo integrado más que como una discontinua colección de partes. También podría llamarse una visión ecológica, usando el termino “ecológica” en un sentido mucho mas amplio y profundo de lo habitual”. Se sabe que el viejo paradigma tiene basado sus valores antropocéntricos centrados en el hombre; modernamente, se ha evolucionado hacia un enfoque de ecología profunda, la cual tiene sus bases en valores egocéntricos, es decir, centrados en la tierra. Los gerentes de La PYME tienen una responsabilidad social en el uso racional de los recursos que utilizan en sus procesos productivos, para que los procesos sean sostenibles, que se mantengan por si mismos, que su desarrollo económico no mermen los recursos existentes.

El desarrollo sostenible es uno de los mayores desafíos de la humanidad. El desarrollo sostenible presenta distintas dimensiones que deben ser tenidas en cuenta en el diseño de las estrategias de desarrollo urbano. El concepto «desarrollo sostenible» debe enfatizar el desarrollo como incremento de riqueza material, como aumento de la calidad de vida. la definición de variable, según la cultura- y la reproducción de las condiciones sociales, materiales e institucionales para seguir adelante con este desarrollo. Por tanto, la sostenibilidad no tiene una única dimensión ambiental, sino que incluye una visión integral del desarrollo urbano. La sostenibilidad ambiental es una de las problemáticas más, agudas del mundo actual como consecuencia de los procesos históricos de urbanización y desarrollo. La problemática de la sostenibilidad se centra en el despilfarro de recursos por la organización urbana actual y la explotación excesiva de los ecosistemas. Las ciudades, como sociedades humanas, son ecosistemas dependientes de los intercambios con el exterior del territorio que ocupan, y para su funcionamiento necesitan tener garantizada la aportación de suministros externos, su distribución y utilización interna, y la expulsión posterior de productos y residuos al exterior.

En la actualidad, las ciudades del mundo sufren un grave problema de sostenibilidad local y global derivado de las formas de organización urbana, la inadecuada gestión, y unas pautas de consumo incontroladas (sólo controladas por el precio) e inconscientes (se desconocen los efectos), especialmente en las áreas de mayor riqueza, que llevan al despilfarro de recursos. La presión ejercida sobre el medio urbano y sobre el ecosistema global por los procesos de urbanización es cada vez mayor Esto conduce a una pérdida de capital natural, sin que haya políticas adecuadas de control; mejora del capital existente y renovación o sustitución de lo consumido. En las condiciones actuales de las ciudades, el medio ambiente urbano se ha degradado notablemente. Existen numerosos aspectos en los que de refleja esta pérdida de calidad de vida, entre los que podríamos citar la contaminación atmosférica, el aumento de la superficie ruidosa, la disminución del confort climático, las espectaculares subidas de los consumos y la producción de residuos, el aumento de la inseguridad vial o la mayor concientización de la existencia de barreras arquitectónicas. Tanto las ciudades de los países en vías de desarrollo como las urbes desarrolladas sufren en menor o mayor grado una serie de factores de presión que condicionan el desarrollo sostenible de las zonas urbanas.

La falta de oportunidades de empleo, la pobreza y la salud son elementos básicos de la sostenibilidad. La pobreza es una de las causas de degradación medioambiental y de degradación de la salud. Sin unos ingresos que permitan cubrir las necesidades básicas es difícil conseguir un desarrollo sostenible. La incapacidad de las economías, tanto de los países desarrollados como en vías de desarrollo, de proveer puestos de trabajo estables hace difícil diseñar un modelo de desarrollo urbano socialmente sostenible. A la falta de empleo y la pobreza se unen las dificultades de acceso a la vivienda, que debe considerarse no sólo como una estructura física aislada sino en un contexto urbanizado de espacios públicos que permitan el acceso a los servicios urbanos y el desarrollo de una vida cívica.

La sostenibilidad, no es una moda, es una exigencia de los tiempos. De la globalización, pero no únicamente. Es cierto que cada territorio debe aceptar un compromiso ante sus exigencias de competitividad y calidad de vida y las repercusiones sobre el sistema ecológico mundial (consumo de recursos energéticos no renovables, efecto invernadero, capa de ozono, etc.) También lo es que se deben aceptar equilibrios en el ámbito de las macro regiones, que pueden ser incluso subcontinentes (por ejemplo, región mediterránea). Pero la sostenibilidad también es un desafío local, de preservación y mejora del medio y de sus recursos, para las generaciones futuras. Y en muchos casos, para la supervivencia de las actuales. Lo cual implica importantes cambios en la gestión de la actividad económica y en los comportamientos sociales consumistas (por ejemplo, en relación al agua).

Es claro entonces que es necesario buscar un desarrollo sostenido que no se destituya a sí mismo en términos ecológicos. "El desarrollo significa liberación de la pobreza, de la opresión y de la explota y si está inmerso en una estrategia sustentable a largo plazo, económicamente productiva, justa en términos sociales, ambientalmente compatible y de respeto a la dignidad humana". (Medina J., 1998;196) tendremos un desarrollo realmente integral que permita la satisfacción de los seres humanos. Esta concepción del desarrollo implica un nuevo orden internacional de tal manera que sea posible el desarrollo sustentable y permanente para todos los países del mundo, pero el actual orden económico político mundial protege fundamentalmente a los países desarrollados. Medina V. J. (1998:300) considera que

una sociedad no es desarrollada, porque disponga de abundantes capitales, sino porque ha logrado expandir las potencialidades de los sujetos económicos que la conforman. Ello requiere bienes económicos concretos y una adecuada dotación de recursos materiales y financieros; pero más importante que ellos son el desarrollo de las capacidades humanas, el aprendizaje de los modos de hacer las cosas, los conocimientos necesarios para organizar y gestionar los procesos, el saber científico y tecnológico disponible y su grado de difusión en la sociedad, la acumulación de informaciones crecientemente complejas, la organización eficiente de actividades, por parte de los sujetos que han de utilizar los recursos sociales disponibles.

El Índice de desarrollo humano IDH del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo es un intento para contrarrestar las críticas al enfoque reducido que mide las desigualdades en función del producto bruto o de los ingresos. Autores contemporáneos como Medina V. J (1998:468) plantea al medio ambiente como nuevo triunfo competitivo. Reseña que desde 1992, el factor ambiental ha tomado la dimensión planetaria que correspondía en la escala de los problemas dados (efectos de invernaderos, contaminaciones...) Convertido en valor fuerte, si no mayor, de la sociedad (todavía New Age), el medio ambiente se globalizó también. Ya no representa solamente el biotopo -cuya necesaria preservación se impuso a todos progresivamente- también un equilibrio personal fundado sobre una cierta idea de la naturaleza, y sobre todo uno de los componentes del nuevo modelo económico: el desarrollo local durable. De nuevo ahí, la causa resalta más del fenómeno de globalización que de la ideología ecologista misma. Puesto que el medio ambiente -en el sentido amplio que incluye también la salud- ha invadido todos los sectores de actividades, todos los campos de la vida cotidiana.


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