Tesis doctorales de Economía


CONTRIBUCIÓN A LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD; ESTUDIO DE CASO DOS AGROECOSISTEMAS CAMPESINOS DE MAÍZ Y LECHE DEL VALLE DE TOLUCA

Luis Brunett Pérez



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VI.- CAPÍTULO

DISCUSIÓN

A fin de realizar una discusión más completa, este apartado se ha dividido en dos grandes áreas. La primera se centra en un análisis de los agroecosistemas a partir de los datos obtenidos, así como en la identificación de los puntos críticos de los agroecosistemas. La segunda, se dirige a discutir las fortalezas y debilidades que presentó la propuesta metodológica utilizada para evaluar sustentabilidad.

VI.1.- A NIVEL DE LOS AGROECOSISTEMAS

¿Cuál de los dos agroecosistemas es más sustentable y cuáles son sus principales diferencias?

En el primer ciclo de evaluación se diseñaron 12 indicadores, de los cuales el AC presentó mejores valores en 5 de ellos, peores valores en igual número y mismo valor en 2. Para el segundo ciclo se trabajó con 26 indicadores y se presentó la siguiente relación: el AC obtuvo mejores valores en 11, iguales en 5 y peores en 10. Pero antes de simplificar en una serie de calificaciones numéricas, conviene discutir el peso de los indicadores en cada una de las evaluaciones y los elementos que permiten ó impiden a los dos agroecosistemas estudiados avanzar hacia la sustentabilidad.

Las unidades del AM han llegado a un nivel alto de eficiencia dentro de su subsistema pecuario, como consecuencia de la adopción y adaptación del paquete tecnológico promovido, desde 1992, por lo que resultó ser la opción que presenta mejores resultados en algunas propiedades, como son: productividad, estabilidad y equidad, sin embargo, también existen ciertas dificultades que es necesario reconocer:

A) La presencia de diferentes instituciones de investigación y fomento han creado una fuerte codependencia en el AM. Esta condición lo convierte a su vez en un esquema productivo y tecnológico difícil de reproducir en otros ejidos. Los dos años de evaluación (1999 y 2000) arrojaron datos que revelan que el AM requirió altos niveles de subsidios anuales. del orden de $ 3,237.00 para el primer año y de $ 1,216.00 para el segundo año. Estas cifras pueden ser utilizadas para estimar el costo de la implementación de las innovaciones tecnológicas y de la asistencia técnica, en otras partes de la región.

B) Otra diferencia importante del AM, es contar con un pozo profundo y la infraestructura para la distribución de agua para riego, lo que permite tener este recurso durante todo el año. Sin embargo, existe un uso ineficiente del líquido en el riego de las praderas en una proporción de cuatro veces superior a lo requerido por el cultivo. Aunque no fue posible establecer la capacidad de recarga del acuífero, es evidente que tal patrón de consumo, frente al aumento de la superficie de praderas en el ejido, pone en riesgo la posibilidad de mantener este esquema de producción. Otros posibles efectos ligados con el consumo de agua, son la salinización y lixivización de los suelos, como consecuencia de la técnica de riego que se utiliza.

El recurso agua es un factor importante para alcanzar los niveles de productividad en el AM, pero, a su vez, se está convirtiendo en una causa de descomposición social que puede acabar con la estabilidad del agroecosistema.

Las preguntas claves que se derivan de esta situación son: ¿cuánto tiempo se podrán mantener esos consumos de agua?, ¿cuánta es la superficie idónea de pradera para que el agroecosistema no se desestabilice?, ¿cómo se puede impulsar un manejo tecnificado del riego? y ¿cuáles son los efectos en la estructura del suelo?. Responder a estas preguntas implica llevar a cabo estudios hidrológicos y del suelo más minuciosos, así como evaluar opciones de riego más eficientes.

C) El AM necesita una mayor cantidad de energía para mantenerse, aunque al hacer la relación de la energía que entra y la que sale, presenta una mejor conversión que la del AC. Habría que pensar en estrategias que mejoren esta conversión. Muchos estudios sobre sustentabilidad, hacen hincapié en que la energía derivada de los hidrocarburos es un recurso agotable, por lo que entre más se dependa de ella, menos será su duración. Trabajar sobre energías alternas y desarrollar mecanismos que mejoren la eficiencia energética, es un reto más para la investigación. De acuerdo con Gleissman (1992) las estrategias para la sustentabilidad en la agricultura deben tender a consumos menores del 60 % de energía, por unidad de alimento producido.

D) Una limitante más que enfrentan las unidades del AM, es el consumo de alimento concentrado comercial, que si bien incrementa la productividad, también pone en riesgo la estabilidad económica y aumenta el grado de dependencia del sistema. Este insumo está sujeto a constantes aumentos de precio. Durante la investigación se observaron incrementos entre 3 y 5 por ciento del alimento balanceado.

E) En lo relativo al nitrógeno, se asume que en un sistema sustentable el nitrógeno se desplaza del suelo al forraje, del forraje al ganado y viceversa (de Wit., 1993, Hodgson 1996 y Gibbon, 1999). Bajo este criterio se considera que un sistema sustentable, con una adecuada carga de ganado, deberá reducir al mínimo el consumo de nitrógeno comprado, ya que teóricamente puede ser fijado por las bacterias del género rhizobium, presentes en las praderas mixtas y a través de las deyecciones de los animales. Conviene destacar que el mayor consumo de nitrógeno en el AM, es por dos fuentes: el alimento balanceado y la urea para la fertilización de las praderas. En este sentido también habrá que trabajar en el análisis de la capacidad de las bacterias para fijar nitrógeno y los efectos benéficos de la incorporación de estiércol en el suelo. Los datos muestran que aún no se expresan diferencias significativas en las condiciones físicas y químicas del suelo entre los dos agroecosistemas.

F) En cuanto a la relación de eficiencia en el uso de nitrógeno, se aprecia, para el primer año una mejor conversión en el AC, mientras que para el segundo año, el AM mejora su conversión. Estos datos no pueden ser concluyentes, ya que se observa una enorme variabilidad en la información a nivel de las unidades de producción. En el rubro de ingresos los valores son más constantes, por lo que es necesario desarrollar estrategias que aumenten la productividad por unidad de nitrógeno para mejorar la conversión. Es conveniente un análisis del ciclo del nitrógeno a nivel de unidad de producción, para poder estimar con mayor exactitud las transferencias, pérdidas y salidas de este nutriente.

G) Es conveniente centrar la atención en la determinación de las dosis y fuentes de fertilización para el maíz como para las praderas, a fin de establecer una formulación adecuada. Particularmente se observó que en ninguno de los dos cultivos se aplican las cantidades recomendadas. Nutrientes, como el fósforo y el potasio aparecen en cantidades mínimas, pero, a pesar de ello, se obtienen rendimientos aceptables.

H ) El manejo y aplicación del estiércol para uso agrícola, también representa una tarea pendiente. En estudios de sistemas campesinos con características similares a los estudiados se afirma que existe un manejo deficiente del estiércol tanto en su desecación como en el almacenamiento y que se están contaminando mantos acuíferos y el aire Méndez (2000). Dentro de las unidades de los dos agroecosistemas se confirmó que no existe un conocimiento sobre el manejo y almacenamiento del estiércol y que la cantidad y método de aplicación varían de acuerdo a varios principios que aplica el productor, como el agotamiento del suelo de sus predios y la situación financiera para adquirir fertilizantes comerciales. Un dato importante que se extrae del trabajo es que el estiércol vale más como combustible que como fertilizante, además de que el estiércol no es suficiente para cubrir los requerimientos de sus terrenos. Es recomendable trabajar una línea de investigación sobre efectos ambientales del estiércol, así como el manejo del mismo.

I) Algunas unidades de producción del AM, tienen la capacidad de contratar mano de obra (3 de 6). Esta condición, en términos de sustentabilidad social, es deseable. La dificultad radica en que a su vez se ha encarecido la mano de obra, no sólo por la ocupación directa en las unidades, sino por la migración que existen en el medio rural, lo que se traduce en una debilidad: depender de la disponibilidad de mano de obra externa. El efecto más evidente es la necesidad de los productores de buscar mano de obra en los ejidos aledaños, además, de verse obligados a pagar un 25 por ciento más con respecto a la zona.


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