Tesis doctorales de Economía


CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN LA ESTRUCTURA FAMILIAR DEL MUNICIPIO DE SAN MARCOS, GUERRERO, COMO CONSECUENCIA DE LA EMIGRACIÓN INTERNACIONAL Y SUS EFECTOS EN LO SOCIAL Y ECONÓMICO

Darbelio Agatón Lorenzo



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III.3.1 Alcances y límites de las investigaciones sobre estructura familiar

Como en todas las ciencias, los debates y análisis en torno a las investigaciones parecieran no agotarse. Por lo que en el siguiente apartado, señalaremos cuáles son los estudios científicos que se han realizado sobre estructura familiar, y quiénes han abordado el debate sobre el tema.

Rodolfo Tuirán (1990) enfatiza que, aún cuando existen investigaciones sobre la conformación de la estructura familiar todavía es escaso el conocimiento acumulado acerca del grado de complejidad de la estructura familiar, sus variaciones regionales y sociales, así como sus rasgos de continuidad o cambio.

La estructura familiar es definida por algunos autores de la manera siguiente:

Para Goldani Altmann (1983), la estructura familiar es un vínculo que persigue la producción de bienes y servicios, que actúa a través de la familia como instancia mediadora, para lograr un mejor desarrollo social y económico.

Gilles Ferréol (1991), otro investigador de las dos últimas décadas del siglo pasado, señala que la estructura familiar, es un concepto mucho más amplio que agrupa a un conjunto de elementos como: los sistemas de posiciones en las familias y los hogares, las relaciones de poder y de subordinación, así como el reparto de tareas, de responsabilidades y de la herencia.

La estructura de la familia de acuerdo con Beavers (1995), contiene un rubro relacionado con el poder manifiesto, el cual se refiere a las relaciones de poder que la familia observa en sus interacciones. Se mide mediante una escala que puede variar desde lo caótico a lo igualitario.

Así en los análisis realizados por investigadoras de corte latino como: Marina Ariza y Orlandina De Oliveira (2003), en una de sus indagaciones sobre estructura familiar, aseveran que las transformaciones sociodemográficas, socioeconómicas y culturales por las que han atravesado las sociedades latinoamericanos en las últimas décadas han afectado las estructuras familiares, su organización y dinámica interna, así como las concepciones masculinas y femeninas sobre la vida familiar.

Tales transformaciones son productos de la movilidad demográfica internacional que se ha dado en el continente latinoamericano y que ha venido a transformar las estructuras sociales, demográficas y económicas de las familias latinas donde uno ó más de sus integrantes tuvieron que emigrar hacia otro país.

En ese sentido, coincide con la opinión de otro investigador latino, específicamente del país el Salvador, Rubio Fabián (1999), quien asegura que el fenómeno de la migración internacional, particularmente hacia los Estados Unidos, tiene en nuestro país una especial significación e importancia. No es para menos, ya que dicho fenómeno ha producido drásticos cambios en la dinámica socioeconómica del país, sobre todo durante la década de los noventa. A tal punto ha llegado esos cambios que no es aventurado afirmar que no es posible entender el Salvador de hoy en día sin el fenómeno de la migración internacional.

Vemos entonces, como en la actualidad existen regiones del mundo, o localidades de un país, que ya no se conciben como tales, sino están inmersas dentro de esta problemática de expulsión de sus pobladores hacia otro país. Tal es el caso de México.

América Rodríguez, relaciona este fenómeno con el nivel educativo que tienen las poblaciones migrantes y sostiene “en la última década la educación y la migración han sido los dos factores más importantes en los procesos de movilidad social, que les ha marcado y les ha llegado a transformar sus condiciones de vida y les ha permitido lograr un ascenso social en algunos sectores de la población” (Rodríguez, 1999: 242)

Retomando la postura que señala la investigadora Rodríguez, se aprecia una fuerte relación entre la educación con el fenómeno migratorio, a tal grado que esto motiva aún más el proceso de cambio de residencia de una población. Lo cual afecta también en última instancia cambios en la estructura familiar.

Así también, desde el punto de vista demográfico, es de relevancia el estudio y análisis de la conformación de las estructuras familiares y la nueva recomposición que están teniendo las familias mexicanas producto de la emigración, fundamentalmente de hombres y mujeres jóvenes, generando con ello, una reestructuración demográfica de la población que permanece en los lugares expulsores. Por lo tanto sus efectos se plasman en un primer momento el nivel local.

Lo que significa que -bajo esa tendencia- en un mediano y largo plazo, representará para las localidades expulsoras de migrantes, una conformación de su población eminentemente de adultos mayores y niños, acompañados sólo por mujeres.

Problema que se va manifestando en la dependencia económica, producto del envejecimiento de su población y de todos los familiares que se quedan al cuidado de sus viviendas y hogares. Ya que con esta nueva estructuración familiar, los que se van tienen que proveer de alimentos a los que se quedan, o de lo contrario, estos adultos mayores y mujeres sin esposos presentes, está condenados a vivir de los programas asistenciales del gobierno en sus diferentes niveles, pese a que ellas puedan en un momento determinado proveerse del sustento básico familiar, sobre todo para sus hijos.

Desde las vertientes de la demografía; Ana María Goldani Altmann (1983), de la Fundacao Sistema Estadual de Analise de dados-SEADE- Grupo Especial de Analise Demográfica -GEADE- Sau, Paulo, Brasil, en su obra que habla de la “Estructura Familiar e Transicao Demográfica; o caso do Brasil”, sostiene que la familia, como instancia mediadora entre las variables de desarrollo social y económico en el comportamiento demográfico, actúa a través de su estructura familiar como un vínculo que persigue la producción de bienes y servicios, que le permite su reproducción y aseguramiento de su desarrollo social. Existe por tanto una relación intrínseca entre familia, economía y sociedad.

En México, también se han abordado estudios sobre la conformación de la estructura familiar, Carlos Javier Echarri Cánovas (2003), en su obra “Hijo de mi hija, estructura familiar y salud de los niños en México”, da cuenta de la conformación de la estructura familiar, tomando como referencias variables como la salud pública, la natalidad y la mortalidad infantil, así como los factores socioeconómicos, la instrucción de la madre, la ocupación del padre o la clase social de éstos y de los factores del entorno que los rodean, los cuales dan origen a esta conformación de la estructura familiar, dentro de la sociedad mexicana.

Así Echarri, en el transcurso de su investigación, va confirmando hipótesis, sobre la influencia que ejerce la natalidad, la mortalidad infantil, la salud y demás variables mencionadas con anterioridad, en la conformación de la estructura familiar en México, misma que analiza desde el punto de vista demográfico. Centra su enfoque en la salud infantil como variable importante en la conformación de esta nueva estructura de las familias mexicanas, sustentada en esa variable de mantener a una población sana, pero en especial de niños, como integrantes principales en la estructura familiar.

A pesar de su aporte, deja de lado la variable migración internacional, como una de las variables demográficas de peso en la conformación de las nuevas estructuras familiares. Tal es el vacío por lo general que se encuentra, en las investigaciones sobre estructura familiar.

Brígida García Guzmán (2002), en su obra intitulada; “Población y sociedad al inicio del siglo XXI”: del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano, (COLMEX, 2002), señala que la población de México creció en forma considerable en el pasado siglo XX, debido al descenso de la mortalidad y a la permanencia de altos niveles de fecundidad hasta mediados de los años sesenta. Analiza la conformación demográfica de la población, desde dos perspectivas únicamente: el descenso de la mortalidad y el incremento en la fecundidad, analiza la conformación familiar que tiene la sociedad producto de estas dos variables. Sin tomar en cuenta al igual que otros autores, que el fenómeno migratorio es una nueva forma de cómo la sociedad y la familia, puede ir en disminución en su conformación cuantitativa y recomponer su estructura demográfica familiar.

Hace referencia por igual, a la enorme y evidente necesidad de vincular los análisis de las tendencias poblacionales con los procesos sociales y económicos que les dan origen y que son a su vez modificados por la dinámica demográfica, aunque deja entrever cuando usa los conceptos de procesos sociales, que puede estar refiriéndose a los procesos demográficos, pero lo trascendental -el vacío- es que no lo analiza.

Por su parte el investigador Manuel Ordorica Mellado (2002) en su estudio “Un viaje en el tiempo por la demografía de México”, analiza también la conformación de una estructura familiar dentro de la sociedad por igual con dos variables demográficas: fecundidad y mortalidad. En su investigación nos conduce por un viaje en la demografía de México; cómo estamos y hacia dónde vamos en términos de la composición poblacional, con los diferentes comportamientos de éstas dos variables que él examina.

Y efectivamente sostiene que las perspectivas demográficas son un instrumento útil en la programación económica y social, ya que permiten estimar los requerimientos futuros en materia de empleo, educación, vivienda y seguridad social, entre otros aspectos. Además, sirven para conocer mejor el pasado. Las proyecciones de población ofrecen la posibilidad de vislumbrar escenarios deseables acordes con el desarrollo del país.

En su análisis -importante por igual-, no considera el fenómeno migratorio internacional como un factor de incremento o disminución de los miembros de una sociedad o de la familia. Tal análisis podría aportar la variable migración hoy día fundamental, que permita tomar decisiones en la planeación de los servicios a los que el autor hace referencia.

Otros investigadores como Lerner y Quesnel (1990), analizan la estructura de la familia no como variable independiente sino como expresión de la organización social a nivel nacional, regional y local, considerando como sus determinaciones fundamentales, la forma de organización en la producción de bienes y servicios y los cambios en la dinámica demográfica que los grupos domésticos o familias han sufrido en el pasado, provocando con esto nuevas reconfiguraciones sociales y económicas al interior del seno familiar.

Lo que hace vislumbrar que, estas organizaciones sociales llamadas familias como ellos las denominan, tienen una forma de ordenación como tal, que les permite consolidar sus estructuras familiares en función de las experiencias del pasado, tomando en cuenta que estos cambios demográficos, son producto de la fecundidad y mortalidad, incluyendo a la migración internacional, que pudiera ocurrir en alguno (s) de los integrantes del hogar.

Esto a decir de Tuirán y Partida que “dentro de la sociedad mexicana –y al interior de cada uno de los grupos sociales que la integran- se entremezclan formas nuevas y viejas de convivencia de organización familiar, producto de la migración internacional” (Tuirán y Partida, 1990: 1)

Y por último, revisando a estos investigadores Virgilio Partida y Rodolfo Tuirán (2002), quienes han realizado estudios sobre la estructura familiar en México como se señaló en el anterior párrafo, en donde hablan sobre la conformación demográfica de la población en México, incluyendo en su análisis “Evolución futura de la población mexicana: envejecimiento y bono demográfico” una tercera variable -la emigración internacional- y no únicamente los aspectos de nacimientos y decesos poblacionales, como aspectos demográficos que vienen a conformar una nueva estructura familiar en los lugares de expulsión de estos migrantes.

Y para reafirmar sus hipótesis de trabajo en su investigación señalada, realiza tres proyecciones programáticas que resultan de las premisas únicas de fecundidad, mortalidad y migración, las cuales ilustra en su pirámide poblacional.

Para ello, las variables de fecundidad, mortalidad y migración las proyecta para el año 2050, bajo tres hipótesis que llama; variantes, baja, media y alta.

En esta pirámide poblacional, proyectada para el año 2050, los investigadores plantean, como será la conformación demográfica del país, bajo la hipótesis de una baja tasa de natalidad, una tasa media de mortalidad, pero sobre todo si existe una alta tasa de migración de mexicanos, como actualmente se observa.

Obsérvese como la base piramidal viene estrechándose hacia su base, a partir del cohorte de los 55 a 59 años de edad, haciéndose cada vez más estrecha hacia los demás intervalos de la pirámide, principalmente del cohorte que va de los 0 a 9 años de edad en ambos sexos, esto significa baja tasa de natalidad.

Por último se aprecia, que la población que tendrá entre 50 y 60 años, será el intervalo más largo de la pirámide y hacia arriba la población adulta mayor que requerirá mayor atención social y tendrá una mayor dependencia de la población de entre 14 y 50 años de edad. Es decir la PEA, si no se es capaz de generar el suficiente empleo, se estará en un verdadero problema económico y social. Esto se refiere al envejecimiento de la población por un lado, pero también a la fuga de jóvenes que representan la ventana demográfica y que son parte de esa PEA, que se está trasladando hacia otro país.

Concluye su estudio sosteniendo “el futuro de la migración internacional no es fácil de prefigurar y, en consecuencia, presenta un mayor grado de incertidumbre, debido a la dificultad de anticipar cambios en los complejos y variados factores que inciden en el cuantioso éxodo de mexicanos hacia Estados Unidos”. (Partida y Tuirán; 2002:30)

Son estos investigadores los pioneros y los primeros en contemplar la variable migración internacional en su estudio demográfico, tal es su aportación al estudio de los cambios en la estructura familiar. Pero su limitación es que su análisis lo realizan a nivel macro o nacional.

De los investigadores internacionales y nacionales que trabajan estructura familiar como: los europeos Tabutin (1984) y Bartiaux (1986); los latinoamericanos Goldani Altmann (1983); Alfredo Jaramillo (1972); los mexicanos, Carlos Echarri (2003); Manuel Ondorica (2002); Brigida García (1999); sólo por mencionar algunos, han tomado en cuenta tan sólo las variables demográficas como la fecundidad y la mortalidad, en la conformación de esta estructura familiares. Excepto Lerner y Quesnel (1990) quienes escriben sobre la dinámica demográfica tomando en cuenta a la variable migración internacional, pero no profundizan en su estudio al respecto.

Virgilio Partida y Rodolfo Tuirán (2002), como se señaló en párrafos anteriores, son los únicos teóricos, que en este análisis hacen hincapié en la migración internacional y sus efectos en la conformaron de una nueva estructura familiar y su relación con el bono demográfico.

Sin embargo, ese análisis no lo llevan a lo regional-local. Lo dejan a nivel macro, sin profundizar en la importancia que tiene el fenómeno de la migración internacional en la conformación de las nuevas estructuras familiares en las regiones y localidades expulsoras de un país y la importancia que esto pudiera tener en el desarrollo regional.

Por lo que es necesario realizar estudios en las localidades expulsoras de migrantes internacionales, en estos niveles de análisis, con un enfoque multidisciplinario, que nos permita identificar nuevas agendas de investigación local y regional.

Para fines de la investigación y en consecuencia de que las anteriores definiciones sobre el concepto de estructura familiar, no satisfacen los requerimientos para la misma, en virtud, de que en algunas no contienen los objetivos de la presente investigación y en otras, se consideran incompletas en su apreciación demográfica, se ha construido un concepto propio, que satisfaga los objetivos de la presente tesis doctoral.

Con el fin de estudiar la estructura familiar en las zonas expulsoras de migantes de los lugares señaladas en la presente disertación, el concepto de familia se ha definido como: el grupo de personas que están emparentadas entre sí, las cuales mantienen relaciones multifuncionales y de cohabitación en el mismo hogar, procurando la ayuda mutua y la solidaridad entre ellos.


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