Tesis doctorales de Economía


EL IMPACTO DE LA EMIGRACIÓN INTERNACIONAL Y EL ENVÍO DE REMESAS EN SAN JUAN UNIÓN, MUNICIPIO DE TAXCO, GUERRERO

Alejandro Díaz Garay



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1.1.2 Experiencias internacionales sobre migración y remesas a nivel mundial

La migración internacional actual se presenta como un fenómeno social que impacta geográficamente a nivel mundial (África, América, Asia, Europa y Oceanía), situándose desde sus albores como uno de los rasgos planetarios distintivos del siglo XXI. Por sus repercusiones territoriales, culturales y económicas, ha despertado el interés de organismos internacionales, gobiernos y universidades. La gran mayoría de estos movimientos poblacionales responde al deseo de elevar los niveles de bienestar social, ante la creciente pobreza, marginación y precarias condiciones de vida en amplios sectores de la población en los países de origen. Dadas las barreras e impedimentos legales para ingresar a los países de destino, así como la ausencia de tratados poblacionales entre países que regulen la migración internacional, la mayoría de las personas se desplaza en forma ilegal, a pesar de que el derecho al desplazamiento está reconocido mundialmente desde hace más de medio siglo con la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos (ONU, 1948).

La Declaración, en su artículo 13, señala que… “Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado” y que “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. Paradójicamente, impulsada por la globalización neoliberal, la última década del siglo pasado se caracterizó por la firma de tratados internacionales para abatir fronteras comerciales entre países, permitiendo únicamente el libre flujo de capitales y mercancías. Por ejemplo, México, entre 1994 y 2005, puso en marcha un total de 12 tratados comerciales, involucrando a 12 países del Norte, Centro y Sur de América, la Unión Europea, Japón e Israel. En contrapartida, la migración laboral de nacionales hacia Estados Unidos, aún sin tratado, se tornó más intensa y dinámica, creciendo 10 veces más en relación a las pasadas dos décadas (Tuirán, 2002). Por su parte, las remesas enviadas a los familiares en los países de origen tuvo una tendencia de crecimiento similar al de la migración.

Históricamente la migración internacional puede dividirse en cuatro grandes periodos: mercantil, industrial, posindustrial y globalización (Durand y Massey, 2003).

I. Periodo Mercantil (1500-1800)

En el primer periodo los flujos migratorios fueron marcados por y desde Europa en los procesos de colonización del “nuevo mundo”. Los países de destino están localizados en los cuatro continentes objeto de dominio: África, América, Asia y Oceanía (tabla 1.1).

II. Periodo Industrial (1801-1970)

El periodo industrial que va del siglo XIX al segundo tercio del siglo XX, se caracterizó por una migración de familias enteras que dejaban tras de sí un status social aceptable, contrario a la migración México-Estados Unidos, que desde sus orígenes tiene como incentivo la falta de oportunidades, la marginación y pobreza de las zonas rurales.

III. Periodo postindustrial (1971-1990)

El tercer periodo, llamado posindustrial, significa un cambio en el patrón migratorio internacional, ya que los lugares de origen dejan de estar centralizados por Europa, para dar paso a una migración a nivel mundial. Antes de 1925, el 85 por ciento de la migración internacional se originaba en Europa; pero a partir de 1960, Europa contribuye en menor cuantía en los flujos mundiales de población, mientras que los flujos provenientes de África, Asia y América Latina han aumentado considerablemente.

IV. Periodo de la globalización (A partir de 1991)

El cuarto periodo, surge en la última década del siglo XX, cuya característica es una migración internacional que se consolida como un fenómeno global. Es de llamar la atención que en Asia no sólo Japón es un país atrayente de migrantes, sino también los nuevos países industrializados como Corea, Hong Kong, Malasia, Singapur, Tailandia y Taiwán.

En el año 2000 alrededor de 175 millones de personas residían en un país distinto del país en el que nacieron, lo que equivale al 3 por ciento aproximadamente de la población mundial. El número de emigrantes se ha más que duplicado desde 1970. La mayor cantidad se concentraba en Europa (32.1 por ciento), seguido muy de cerca por Asia (28.5 por ciento) y América del Norte (23.4 por ciento). Estas tres regiones absorbieron el 84 por ciento de los inmigrantes internacionales en ese año (ONU, 2004).

Entre 1990 y 2000, la región de América del Norte obtuvo la mayor tasa de crecimiento poblacional, siendo de 47.8 por ciento, seguido por Oceanía y Europa con el 20.8 y 15.9 por ciento, respectivamente; Asia y África se mantuvieron sin cambios y América Latina y el Caribe registró un descenso de 15.7 por ciento en el mismo periodo (figura 1.1). En ese periodo el flujo de mexicanos hacia Estados Unidos fue 10 veces superior al registrado dos décadas atrás; éste se estima en 480,000 personas, lo que sitúa a nuestro país como el principal emisor de emigrantes en el mundo (Delgado y Favela, 2004).

Haciendo un ejercicio hipotético hacia el año 2010, bajo el supuesto de que se mantienen las tasas de crecimiento poblacional observadas entre 1990 y 2000, América del Norte se situaría en segundo lugar con un total de 60 millones de inmigrantes, a tan sólo 5 millones de Europa, que conservaría el primer lugar en cuanto al volumen de migraciones internacionales, aunque desplazando a la región asiática al tercer lugar; las demás regiones conservarían su orden de importancia.

La cantidad de inmigrantes internacionales podría llegar en los próximos cinco años a 300 millones (figura 1.2), cifra 4 veces mayor a la registrada hace 50 años, de ahí que este fenómeno es reconocido como uno de los primordiales a investigar en el siglo XXI (Durand y Massey, 2003).

Países emisores y receptores de remesas

Estados Unidos es el principal país emisor de remesas, registró un monto de 43 mil 680 millones de dólares en el año 2007.

El segundo lugar lo ocupa la Federación Rusa que para el mismo año salieron de su país por concepto de remesas 17 mil 716 millones de dólares estadounidenses, desplazando al tercer sitio a Arabia Saudita, cuyos inmigrantes emitieron 15 mil 611 millones de dólares. Otros países emisores netos de remesas son de origen europeo excepto Malasia, que aparece en la posición décima (figura 1.3).

Como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) del 2006, el país que observa una mayor proporción de remesas enviadas por los inmigrantes a sus países de destino es Luxemburgo con el 18.2 por ciento, en segundo lugar se ubica Arabia Saudita con el 4.5 por ciento, en tercer lugar Suiza con el 3.6 por ciento. A pesar de que Estados Unidos sufre la mayor pérdida anual de divisas por concepto del envío de remesas es el que menor impacto tiene para su economía, pues representa sólo en 0.3 por ciento del PIB.

En este grupo de mayores emisiones de remesas mundiales, Rusia y Malasia, están clasificados por el Banco Mundial como economías con ingresos medios altos. Los otros ocho países pertenecen a economías de ingresos altos (Banco Mundial, 2008).

Datos del Fondo Monetario Internacional consolidados por el Banco Mundial ubican a México con 25 mil 052 millones de dólares captados en el 2007 por concepto de remesas, siendo uno de los principales países beneficiados por dichos ingresos provenientes del exterior, después de China y la India (figura 1.4).

Como porcentaje del PIB de 2006, el país que muestra una mayor dependencia del ingreso obtenido mediante las remesas es Filipinas con el 13.0 por ciento, en segundo lugar está Rumania con el 5.5 por ciento, en tercer lugar se ubica México con el 3.0 por ciento. El que menor dependencia tiene es Reino Unidos, con apenas un 0.3 por ciento.

Es de llamar la atención que países como Francia, España, Reino Unidos y Bélgica, clasificados por el Banco Mundial como economías de altos ingresos aparezcan en el grupo de los principales países captadores de remesas en los últimos años.

Mientras que la India y México parecen haber disminuido el ritmo de crecimiento anual de remesas, China muestra una tendencia a la alza. Cabría esperar que en el corto plazo este país asiático se convierta en el líder en cuanto a captación de estos recursos provenientes de resto del mundo.


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